CAPÍTULO 1.

El hospital San Mungo se encontraba bastante en calma esa tarde. Apenas había una centena de magos y brujas heridos por todo el hospital, poco, comparado con lo que normalmente había. Hasta se podría decir que era una tarde tranquila. Todo se estaba haciendo lento y con calma. Los sanadores no estaban tan atareados como de costumbre, una suerte, claro.

Hermione Granger se encontraba paseando por la cuarta planta. Iba muy deprisa, y alguien la iba llamando:

¡Señorita Granger!- pero ella la ignoraba- ¡Señorita Granger!

¿Qué pasa Emily, mi turno ya ha acabado. Estoy cansada y quiero irme a casa así que por favor…-y se dio la media vuelta con intención de marcharse.

Pero señorita Granger-dijo la joven rubia- tiene un aviso importante en la primera planta, una mordedura de dragón. Aquí tiene el historial del paciente- y le entregó la hoja con manos temblorosas.

A ver…- dijo ella cogiéndolo y leyéndolo- con esto podría llevarme aquí hasta media noche… que se encargue otro. Toma- y le devolvió el historial- me voy a casa. Hasta mañana Emily.

No tan rápido señorita Granger.

Hermione reconoció inmediatamente esa voz. El sanador jefe. Su jefe.

¡Se-señor Harker!- dijo fingiendo sorpresa- pe- pensé que estaba usted en…

Pensó usted mal, señorita Granger. ¿Puede explicarme por qué no está usted en la primera planta, viendo qué le sucede a ese paciente?- preguntó su jefe.

Pues porque pens…- le cortó de inmediato.

Me da igual lo que usted piense, búsquese otra excusa y vaya a ver a ese enfermo¿de acuerdo?- y se marchó por el pasillo de al lado.

Emily, dame el historial. Esta va a ser una larga noche.

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¡No puedo creerlo Ginny¡De verdad que no puedo!- gritaba un dolido Harry Potter

¡Por favor Harry, no te pongas así¡lo nuestro no puede acabar de esta manera!

Yo creía que me querías… que lo nuestro iba a ser para siempre- le decía abatido y triste- pero ya veo que para ti todo ha sido un juego tonto.

¡No! Para nada, sino todo lo contrario- las lagrimas surcaban sus rosadas mejillas- ha sido, y es lo mas maravilloso que me ha pasado.

¿Entonces que hacías besando a otro¿es que te aburro¿Qué ya no es como era antes¿Qué es entonces? Dímelo- la cogió fuertemente de los hombros- ¡dímelo!

Yo…no

¿No lo sabes¿es eso?

Harry por favor, no me hagas esto- le rogó la pelirroja.

Está bien, no contestes. Tu silencio me lo dice todo. Pero escúchame bien, Ginny Weasley, esto no te lo perdonaré jamás.- le hecho una ultima mirada y se fue, dando un portazo, dejando sola y llorando a la que fue su novia.

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Blaise Zabinni se encontraba intranquilo, dando vueltas en la sala en la que esperaba noticias de su amigo herido. Alguien entro en la habitación.

¿Señor….Zabinni?- pregunto una sanadora.

Si, soy yo. Oiga, llevo aquí mas de una hora y todavía no he tenido ni una sola noticia de lo que le ocurre a mi amigo- dijo un agitado Blaise.

Cálmese por favor. Estamos a la espera de un sanador cualificado para est…

¡Me da igual el sanador cualificado¡Está muy grave y tienen que verlo ya!- gritó.

Señor, escúcheme, si no se calma, no podré decirle lo que le va a pasar a su amigo.

Está bien, está bien, ya me calmo.-dijo el ex Slytherin acercándose un poco más a la sanadora.

Bien. Su amigo se encuentra inconsciente, y ahora van a operarle. No creemos que despierte hasta mañana.- le dijo dulcemente- ahora puede pasar a verlo. Sígame.

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Hermione, me han dicho que has tenido bronca con el jefe- dijo un sanador con voz malévola.

Oh, cállate Harris- le respondió ella fastidiada.

Esto fue culpa de Collins, si él no se hubiera ido a casa y hubiera terminado su turno, yo estaría ahora en mi casita…. Pero en fin.- lanzó un suspiro.

Sí, sí, a casita con tu novio y con… ¡la cama!- le dijo una quisquillosa compañera.

Bueno, ya está. A trabajar. ¿Qué estáis esperando¡Entrad al quirófano!- ya le estaban sacando de quicio.

Es que el paciente tiene visita, un amigo lo está viendo.- le comentaron.

Pues no pienso esperar. A ver, dejadme pasar, voy a sacarlo de ahí.

Fue hasta dentro y vio a un hombre moreno y alto al lado de la cama del enfermo. Hablándole. "Pero si está inconsciente. No va a escucharle" razonó ella. Fue hasta él y le tocó un hombro.

Señor disculpe, tenemos que operar a su a…-el aludido se dio la vuelta y se ella se quedó petrificada al reconocerlo.

Perdón, no la estaba escuchando.- le dijo aún sin reconocerla.

¿Zabinni?- preguntó tímidamente.

Sí soy yo. ¿Nos conocemos…?- pero cayó en la cuenta de quien era.- ¡Granger!- dijo asombrado.-Cuanto tiempo. No nos vemos desde que…

No quiero recordarlo. Eso ya ha pasado- recordó melancólicamente.- Y… ¿Quién es tu amigo?-preguntó mientras se acercaba a la camilla-Tengo que saber a quien opero…-se quedo paralizada.- Oh, dios mío. No pienso operarle. No, definitivamente no.- y salió de la habitación.

Hermione¿ya has conseguido que la visita salga de la habitación…?- le preguntaron sus compañeros.

Pero ella no respondió. Se fue corriendo hacia el pasillo contiguo y se apoyo en la pared, acalorada. "No puede ser. Otra vez no, por favor". Las lágrimas luchaban por salir y ella lo impedía cerrando los ojos. Se prometió no volver a verlo nunca más. Se prometió que no lloraría más por él. Y ahora… otra vez.

Blaise Zabinni se encontraba preocupado buscando a Hermione. Cuando ella salio de la habitación habló con los sanadores que estaban esperando fuera y le dijeron que sin ella, que era la cualificada para esta operación, no podían hacer su trabajo. Rápidamente salio a buscarla por los pasillos. Después de buscarla por un rato, la encontró.

Se acercó hasta ella y se puso delante. Ella ni se inmutó.

Granger -le habló él- Granger, por favor escúchame- y le cogió de la barbilla suavemente para que le mirara.- Él está inconsciente, no va a saber quien le operó- le razonó.

¿Y si alguien se lo dice?- le preguntó con las mejillas surcadas de lagrimas.- ¿qué voy a hacer? no quiero que sepa que existo, yo he rehecho mi vida y…- sollozó- no…quiero- sollozó mas fuerte y se tapó la cara con las manos.- Vete, no quiero que me veas llorar.

¿Lo dices en serio? Te he visto llorar muchas veces, Hermione- le dijo quitándole las manos de la cara.-Venga, tienes que ser fuerte. Lo operas, te vas a casa y descansas. Cuando vuelvas mañana, él ya no estará aquí.

Lo pensó por unos instantes. "Mañana él no estará aquí, yo podré seguir mi vida como si nada hubiese pasado. Además, soy una muy buena sanadora. Se recuperará pronto y no volveré a verlo más por el hospital". Se convenció.

Está bien. Lo haré. Pero tu no le dirás que he estado aquí¿verdad?- le preguntó mientras se marchaba.

Verdad-le confirmó, con una sonrisa.

Se despidieron diciendo que algún día tenían que tomarse un café y contarse todo lo que habían hecho estos años. Se despidieron creyendo que no volverían a verse más.

Hermione fue corriendo hacia donde sus compañeros la estaban esperando para comenzar la operación que tan larga jornada les estaba dando.

Llegó hasta ellos con una sonrisa en la cara y dispuesta a hacer lo que mejor sabía hacer. Su trabajo.

Venga chicos, que no tenemos todo el día- les dijo sonriente.

Que rápido te recuperas, Herm. Seguro que ha sido ese moreno. ¿Me lo presentarás algún día…?- preguntó una amiga.

Sí, claro. Algún día…-le respondió irónica.

Y se cerró la puerta de la sala en la que Hermione iba a hacer la operación más difícil de toda su corta vida. Operar al que fue su primer y único amor. Draco Malfoy.

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Sentado en la antigua butaca de su padrino, y con una botella de coñac en la mano, estaba el-niño-que-vivió. Aunque ya no era ningún niño, era un hombre. Un hombre con el corazón roto en mil pedazos. Tenía el corazón destrozado por una mujer. La mujer con la que creyó que pasaría el resto de su vida, la mujer de su vida. Pero todos sus sueños quedaron en el olvido cuando la vio a ella, Ginny Weasley, besándose con otro hombre.

No podía creer lo que veía, se decía que esa chica no era ella, pero su pelo era inconfundible.

No podía ser la chica con la que había pasado los mejores momentos de su vida, no.

No podía ser la chica con la que tantas veces se había besado y acariciado, no podía ser ella.

No podía ser la que en ese momento le estaba traicionando.

Y él apagaba su dolor, el dolor que le estaba matando, el de su corazón, bebiendo. En ese momento ni sus amigos, ni sus compañeros, podían ayudarle, solo la bebida.

Y así, como estaba, botella en mano y el corazón roto, se durmió. Se durmió para poder soñar, en su mundo feliz de los sueños, que ella seguía con el.

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Llegó a casa con la mirada bastante apagada y con los recuerdos a flor de piel. El tiempo que pasó junto al rubio. Sin duda los mejores momentos que ha podido pasar junto a alguien.

Pasó durante el último curso en Hogwarts, su segunda casa, cuando tenía 17 años. Sonrió. ¡Qué buenos años pasó en ese castillo! Daría lo que fuese por volver a pasarlos. Allí encontró la amistad, que aún permanecía intacta después de 6 años desde su salida de la escuela, y por supuesto encontró el amor.

El amor más grande que ha podido tener. Recordó cuando se escondían de los demás estudiantes, cuando aun no sabían su romance, sus besos furtivos por los pasillos en mitad de la noche, sus escapadas nocturnas para ver las estrellas, sus paseos por Hosmeade…todo.

Lo peor llegó cuando los amigos de ambos lo descubrieron. Pero en ese momento lo único que pudieron hacer fue reírse. Lo recordaba perfectamente.

--------------FLASH BACK------------

Eran cerca de las diez de la noche y la biblioteca estaba solitaria. No había ningún alumno por los pasillos. Hermione les había dicho a sus dos amigos que estaría en la biblioteca haciendo un trabajo. Draco hizo lo mismo con los suyos.

Ninguno de los dos corría peligro de que los castigaran ya que podían decir que estaban en una ronda de prefectos. Un plan perfecto.

Se encontraron allí, y sin saludarse se comieron a besos.

De repente oyeron algo, pero a ellos les dio igual y siguieron con los suyo.

He oído un ruido- dijo Hermione siempre expectante a cualquier hecho.

Que mas da, será algún elfo, en esta escuela hay a montones.-y volvió a apoderarse de sus labios.

Lo que ellos no sabían es que en ese mismo momento Harry Potter y Ron Weasley estaban viendo esa escena bajo la capa invisible del joven Potter. Llevaban la mochila de su amiga, pensando que se le había olvidado en su Sala Común.

Seguían mirando atónitos la escena, para ellos repugnante, en la que su mejor amiga y su peor enemigo participaban. Pero vieron, que la puerta de la entrada se abría dejando paso a Blaise Zabinni junto con Pansy Parkinson.

En cuantos los dos Slytherins vieron lo que estaba pasando se dirigieron hacia donde estaban los enamorados.

¡Draco¿Se puede saber que estas haciendo?- gritó una eufórica Pansy.

¡Pa-Pansy, Blaise!- dijo colorado soltándose de Hermione pero aun manteniéndola por la cintura.- Pues… ¿Qué hacéis vosotros aquí¿Acaso estabais espiándome?- preguntó, intentando cambiar los acusados.

¡Por supuesto que no!- intervino Blaise-¡veníamos a traerte el libro de aritmancia, sin el cual no podrías hacer el trabajo para aritmancia! Pero ya vemos que estas haciendo otro tipo de trabajo…

En ese momento los dos Griffindors que estaban bajo la capa, miraban atentos la escena tranquilamente, decidiendo el momento de intervenir, hasta que el pelirrojo diviso una pequeña araña, para él un monstruo. Pegó un grito y se cayó al suelo trayendo consigo a su compañero y dejándolos descubiertos ante los ojos de los demás.

Hermione los reconoció al instante, y fue rápidamente a su encuentro.

¡Harry, Ron¡Que hacéis a esta hora de la noche en la biblioteca!- creyendo que acababan de llegar y no habían visto la escena de los Slys.

Podríamos preguntarte a ti lo mismo¿no crees, Hermione?- preguntó el Weasley mientras se levantaba y ayudaba a su compañero.

Ya os he dicho, que estoy haciendo un trabajo de…-empezó ella.

Un trabajo. Un trabajo sobre que¿sobre "como besar a Draco Malfoy"? – preguntaron.

Se quedó totalmente blanca y solo pudo retroceder hasta sentarse en una silla junto con Draco.

Cinco minutos mas tarde, todos estaban alrededor de una mesa de la biblioteca, en la que estaban sentados Hermione y Draco. Sus respectivos amigos los miraban acusadoramente.

Tomados de la mano, por debajo de la mesa claro, los enamorados solo miraban a sus amigos de vez en cuando. Sus miradas eran retadoras.

Rompiendo el incómodo silencio, Zabinni se dignó a hablar.

¿Es que pensáis estar callados todo el tiempo? Alguna explicación razonable nos tendreis que dar- y recalcó la palabra razonable.

Y las manitas quietas, donde yo pueda verlas- ordenó Ron, mirando acusadoramente al rubio.

¡Ron! No eres mi padre, puedo hacer lo que quiera- le respondió enfadada.- es mi vida y puedo hacer lo que me apetezca ¿de acuerdo? Ya soy mayorcita para tomar mis propias decisiones y además…

Una risita interrumpió su pequeño discurso.

¡Draco¿Se puede saber de que te ríes?- pregunto irritada- estoy defendiendo nuestro…

Nada, ya empiezas con tu faceta de sabelotodo responsable- y continuo riéndose, contagiándole la risa a su novia.

¡Eres un idiota!- y le pego un suave golpecito en el hombro, haciéndole reír mas.- ¡deja de reírte ya¡

Los dos empezaron a reírse ante las miradas de sus amigos, que daban por perdido todo.

Creo que se quieren- dijo Pansy, cuando dejaron de reírse y comenzaron a besarse como si no hubiera nadie viéndolos.

END OF BLASH BACK------------

Después toda la escuela se enteró que estaban juntos. No les importó que algunos no lo aceptaran. Eso era lo que querían, un noviazgo normal.

Y así lo fue. Continuaron juntos tres años más, y después se acabó.

Un día él se fue y no volvió nunca más. Eso no se lo perdonaría.

Estuvo un año deprimida, sus amigos la ayudaron en lo que podían. Se fue de a vivir con sus padres una temporada hasta que conoció a Tom.

Un mago que trabajaba en el Profeta, con el que olvido a Draco y con el que comenzó una nueva vida.

Ahora vivían juntos, en un pequeño piso del Londres mágico. Estaba encantada con él. Era dulce y comprensivo. Todo lo que una chica de 23 años desea tener, pero no es él…

La puerta se abrió y dejó paso a un chico, alto y castaño. Tenía una gran sonrisa en los labios de ver a su chica. Se acercó hasta ella y le besó en la frente. Ella le respondió con uno en la punta de la nariz.

¿Hace cuanto has llegado? Te noto cansada.- le preguntó Tom.

Media hora, quizá un poco menos.-respondió con voz notablemente cansada- ¿Un día duro?

Igual que siempre. ¿Y tú?

Bien, bien- mintió "ha sido horrible"- muy tranquilo, sí. Lo peor fue una mordedura de dragón…

¿Una mordedura de dragón? Vaya, en Inglaterra casi no quedan dragones, le plantearé a mi jefe un artículo sobre…

Pero ella ya no escuchaba, pensaba en él, "¿Cómo le habría mordido un dragón, si aquí casi no quedan¿dónde habría estado todo este tiempo…?"

Hermione¿me estas escuchando?- le preguntó. Ella sólo asintió con la cabeza.-¿qué te iba diciendo…? Ah, sí. ¿Cómo se llama al que has operado? Es para el articulo.

Pues…- "¿se lo digo?"-Malfoy, Draco Malfoy.

Bien, gracias- se levantó y le dio un corto beso en los labios- voy a llamar a mi jefe para comentarle el articulo. Seguro que le gusta. O eso espero…

Sí, yo me voy a la cama, estoy muy cansada. "Y con razón".

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Después de esperar toda la noche y toda la mañana, Blaise se encontraba agotado, pero con unas enormes ganas de ver como se encontraba su mejor amigo.

No pensó encontrase a Hermione allí, creyó que estaba estudiando para ser Auror. Una pena, la recordaba como una bruja magnífica, esperaba que lo siguiese siendo.

Había tenido mucho tiempo para pensar, una larga y solitaria noche. No supo nada mas de ella desde que… Sólo Pansy y él sabían el porqué de su marcha, y lo comprendían perfectamente, pero…

Señor Zabinni, ya puede pasar a verle. Acaba de despertar.-le dijo una medimaga.

¿Cómo está¿Está bien?- preguntaba nervioso.

Véalo usted mismo- y le dejó paso para que entrara en la habitación.

Draco- le llamó.

¡Blaise amigo¡Que alegría verte!- dijo entusiasmado, al ver a su amigo.

¿Cómo has pasado la noche¿Y la operación¿Todo bien?

Tranquilo, tranquilo. Todo está bien, no me falta de nada.- le respondió con una sonrisa.

Me alegro, de verdad que me alegro mucho. Estaba muy preocupado. La herida fue muy grave, podrías haber…

Pero no lo he hecho. Estoy vivo¿no¿qué más quieres si no es la vida? Yo me conformo con eso.

Y…-habló sin saber qué decir- ¿seguías dormido después de la operación?

Sí… ¿sabes? He tenido un sueño muy raro. He…he soñado con Hermione, y ella estaba aquí, conmigo, cuando me estaban operando.

¿Pero por-por qué con Hemione? Tú no la has visto…es decir- rectificó- hace tres años que no os veis y…

Sí, ese es el problema. Llevo tres años sin verla, tres años sin ver a mi princesa… Yo la sigo queriendo, Blaise.- Se lamentó- ¿dónde estará?- y le miró buscando respuesta.

Pues, no-no sé. Es-es Aurora¿no?- mintió- Puede estar en cualquier lugar del mundo…

Sí, pero ¿Dónde? Estoy dispuesto a buscarla, llevo mucho tiempo sin ella.

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Llamó al timbre varias veces. Abrieron la puerta rápidamente. Una chica rubia sonrió al saber quien estaba en la puerta de su casa.

¡Blaise¡Qué sorpresa! Pasa- y se apartó para dejarle entrar.- Y dime qué te trae por aquí.

Pues lo primero, Draco está en el hospital y lo según…-un grito agudo le interrumpió.

¡Cómo que está en el hospital¿Qué le ha pasado?- preguntó preocupada.

Pues que le mordió un dragón- dijo sin darle importancia- pero el caso es, que una persona muy importante para él estaba allí, y le operó. No te vas a imaginar quien es.

Una persona muy importante para él… ¿Quién…? No.- y cayó en la cuenta de quien era- Granger…- dijo en un murmullo.

La misma.- afirmó.

¿Y Draco lo sabe?

Ese es el problema, que él no lo sabe pero hoy ha tenido un sueño revelador y se ha dado cuenta de que la sigue queriendo. Quiere encontrarla como sea.

No podemos dejar que la encuentre, no quiero que vuelva a pasar aquello…

Sí, tenemos que evitarlo a toda costa…

Fin del capítulo

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