CAPITULO 1º: HINATA ES SECUESTRADA. LA DECISION DE NARUTO

Hinata se encontraba sentada, apoyada en el tronco que ella usaba para practicar. Cuando necesitaba estar sola ese era el único lugar que la reconfortaba. Había vuelto a fallar otra misión y ya llevaba muchos fallos en los últimos meses. Hinata cerro los ojos e intento pensar. Aun no se había declarado a Naruto en todas las oportunidades que había tenido pero ya era feliz con solo tenerlo cerca.

De pronto algo exploto delante de ella. Comenzó a levantarse una gran nube de humo y Hinata comenzó a notar como sus fuerzas la abandonaban.

- Esto… esto es…

Hinata callo al suelo rendida. Cuando la nube de humo se disipo, varios ninjas aparecieron de entre los árboles alrededor de Hinata.

Naruto se encontraba practicando en un campo en solitario. Jiraiya le había prometido que lo entrenaría pero aun no había vuelto de dios sabe que lugar. Naruto se aburría mucho. Ya que no podía entrenarse quería ir en busca de Sashuke pero Tsunade no le dejaba partir. De pronto vio como Shizune se acercaba corriendo hacia el.

- ¿Ocurre algo Shizune-nechan? – Pregunto Naruto sorprendido por como venia la mujer ninja.

- Tsunade-sama quiere hablar contigo Naruto – dijo Shizune tomando aire – Ven rápido.

- Esta bien, ya voy.

No tardaron ni unos cuantos minutos en llegar al edifico del Hokage. Cuando Naruto entro, percibió la presencia de otra persona más. Delante de la mesa de Tsunade había otra persona, en su brazo izquierdo llevaba sujeto el protector de la aldea de Konoha. Su pelo estaba algo puntiagudo como el de Naruto pero era de un marrón oscuro, además parecía como si a ese ninja lo acaban de levantar por su manera de vestir informal, solo una camisa mal colocada y unos pantalones de pelea. Tsunade estaba sentada en su sillón con la frente apoyada entre sus manos.

- ¿Qué es lo que ocurre Ba-chan? – Pregunto Naruto.

- Ah, veo que ya estas aquí Naruto, entonces podemos empezar.

Shizune se coloco al lado de Tsunade. Tsunade levanto la vista y miro tanto a Naruto como el otro ninja.

- Debo decirte Naruto que Hinata ha sido secuestrada.

- ¿¡Has dicho Hinata!? – Grito Naruto exaltado - ¿¡Hinata Hyuga!?

- Axial es. Nos lo ha confirmado un ninja de la unidad Anbu que ha visto como se marchaban hacia la frontera. Era un grupo muy numeroso el que iba con ella.

- No me lo puedo creer…

- ¿Y vas a mandar a un grupo de ninjas a rescatarla? – Pregunto el ninja que estaba al lado de Naruto con un tono sereno pero serio.

Tsunade permaneció callada unos instantes y finalmente hablo, con un tono de voz resentido.

- No.

Naruto se quedo sorprendido ante su respuesta. El ninja de su lado no tanto.

- ¿¡Pero por que no Ba-chan!? ¿¡Vas a dejar que hagan con Hinata lo que quieran!?

- Según nuestros informes, esos ninjas pertenecen a una elite especial del gobierno del país del fuego.

- ¿Y que?

- Si ahora rescatáramos a Hinata, nos meteríamos en problemas con el gobierno del país del fuego y eso no conviene a Konoha. Además estamos seguros que lo que quieren es el Byakugan de Hinata.

- ¿El Byakugan? – Pregunto Naruto un tanto perdido.

- Como bien sabes Naruto, el clan Uchiha posee el Sharingan un ojo especial que les permite prever los ataques enemigos y copiar las técnicas de otras persona. Muchos ninjas están interesados en los ojos especiales de los ninjas pero como el Sharingan no es tan fácil de manejar, siempre se ha tenido predilección de ir a por el Byakugan.

- ¿Y que le pasara a Hinata una vez lo tengan?

- Seguramente la mataran. Y nosotros no podemos ir contra el gobierno del país del fuego.

- La aldea antes que sus ninjas, ¿eh Tsunade? – intervino el ninja con un tono serio.

- ¿¡Vamos a dejar que se lleven a Hinata sin mas!? ¿¡No van a hacer nada los de su clan!?

- No. Pero si ella vuelve o no a la aldea dependerá de ti Naruto.

- ¿Cómo de mi?

- Puedes ir a salvar a Hinata si lo deseas, pero si lo haces… deberás dejar aquí tu protector que te identifica como ninja de Konoha.

- ¿¡Como dices!? – Pregunto Naruto gritando enormemente sorprendido.

- Si el gobierno se entera que ninjas de Konoha han matado a ninjas de su elite podría armarse una buena con nuestra aldea así que si quieres ir a por Hinata deberás hacerlo sin ser ya un ninja de Konoha y jamás podrás volver a esta aldea. Y por supuesto, perderás la oportunidad de ser Hokage.

Naruto se quedo callado. No quería perder a otro compañero pero no podría regresar a su aldea nunca más. Era realmente una decisión importante. Las siguientes palabras de Tsunade lo sacaron de su trance.

- Y eso mismo va por ti. ¿Qué vas ha hacer tu? – Pregunto Tsunade cruzada de brazos mientras miraba al ninja al lado de Naruto. Naruto también lo miro.

El ninja tenía los ojos cerrados pero cuando los abrió, Naruto pudo percibir con claridad sus penetrantes ojos azules que miraban con toda seriedad a Tsunade.

- Ya sabes cual es mi respuesta Tsunade.

Naruto se pensó que el ninja diría que no, pero para su sorpresa, el ninja desato su protector de su brazo izquierdo y lo dejo sobre la mesa de Tsunade.

- Casi ni pertenezco ya a esta aldea así que renuncie o no a ser un ninja de Konoha poco influirá. Me voy a buscarla.

- Ya veo… sabia que harías eso. ¿Y tu Naruto? ¿Qué harás?

Naruto se quedo callado. En ese momento le vino a la cabeza la imagen de Sashuke de cuando se marcho tras su combate. El no pudo impedir que se marchara, pero no podía permitirse perder a otra persona. Con todas sus fuerzas de voluntad, Naruto se quito el protector de la frente y lo dejo sobre la mesa de Tsunade.

- ¡Esta bien si tengo que renunciar a ser ninja para salvar a un compañero lo haré encantado!

- ¿Estas seguro Naruto? Ya no podrás volver a esta aldea nunca más.

- Pues que así sea. Pero no pienso dejar que otro compañero se marche.

Tsunade callo por unos momentos y cerro los ojos pero pronto los volvió a abrir para mirar a Naruto y al otro ninja.

- Esta bien, recoged lo que necesitéis e iros. Ya no sois ninjas de Konoha ni tampoco podréis volver a esta aldea. Si volvéis seréis tratados como renegados.

Ambos asintieron y se marcharon. En su casa, a Naruto le cayeron unas pocas lágrimas. Su sueño siempre había querido ser Hokage, pero si no podía proteger a sus seres queridos en esos momentos, ¿podría hacerlo cuando fuera Hokage? Naruto se cargo en la mochila todo lo indispensable y partió corriendo hacia la puerta. Allí le estaba esperando ya el otro ninja.

- Bueno… ¿nos vamos ya? – Pregunto el ninja.

- Si.

Cuando comenzaron a caminar, Naruto oyó una voz que venia de su espalda. Cuando se giro vio a Kiba que venia corriendo.

- Kiba. ¿Qué pasa?

- Arf… arf… Na… Naruto… ¿es cierto que vas a ir a buscar a Hinata?

- Si así es.

- Pero… ¿has renunciado a ser ninja?

- Si… no había otra opción…

- Vaya… eres de verdad de lo que no hay… - dijo Kiba con una sonrisa.

Naruto lo miro.

- Tsunade nos dio la misma oferta a Shino y a mí pero nuestros clanes no nos dejaron aceptarla. Por favor, trae a Hinata de vuelta.

Naruto callo un momento pero luego sonrió y puso la posición que Lee llamaba la de "hombre guay"

- ¡Cuenta con ello!

Naruto empezó a caminar hasta ponerse al lado de su misterioso acompañante y tras dar un ultimo vistazo a la aldea comenzaron a caminar en dirección al bosque.

Durante unos cuantos minutos del trayecto ambos estuvieron callados. Naruto lo seguía saltando por las ramas. No le parecía que fuera mala persona pero en su mirada notaba una gran seriedad.

- Esto… oye… em…

- Shiro.

- ¿Eh?

- Mi nombre es Yagami Shiro del clan Yagami.

- ¿Eres un ninja de alto rango o algo así?

- Digamos que tengo el mismo nivel que tu maestro Hatake Kakashi – le respondió Shiro sin mirarle.

- ¿Conoces a Kakashi-sensei?

- Digamos que somos de la misma promoción de ninjas. Tenemos la misma edad y nos graduamos al mismo tiempo y también hicimos el examen de Chuunin juntos. Al igual que también estuvimos ambos bajo las ordenes del cuarto.

- ¿Estabas en su equipo?

- No para nada. Yo formaba equipo con otras personas. Y el en otro. El cuarto ha sido el único ninja de Konoha que ha tenido varios equipos de ninjas inferiores.

- Caramba… no sabía yo eso… Y tu… ¿de que conoces a Hinata? ¿Por qué aceptaste el trato sin pensártelo?

- Digamos que soy una especie de protector.

- ¿Protector?

- Cuando tengamos más tiempo te lo explicare.

- Esta bien… y oye… ¿Por qué no vamos mas rápido si tenemos tan poco tiempo?

- Si ellos descubren que vamos a su ritmo iran mas deprisa y llegaran antes a su destino. Si vamos a esta velocidad los alcanzaremos en poco tiempo cuando tengan que descansar.

- ¿Y si no descansan? Puede que nunca se paren.

- Bueno… ya hay alguien que se va a ocupar de ellos, tu no te preocupes.

- ¿Cómo que alguien que se va a ocupar de ellos?

- Tenemos visita.

De entre la maleza de los árboles apareció una figura que se situó al lado de Naruto y Shiro. Era Kakashi.

- ¡Kakashi-sensei! – Grito Naruto sorprendido.

- Hola – saludo Kakashi.

- ¿Qué haces aquí? ¿Has renunciado también a ser ninja?

- Bueno… digamos que oficialmente estoy en una misión de reconocimiento. Tsunade-sama no sabe que estoy aquí.

- ¡Eres genial Kakashi-sensei!

- Pero un tardon como siempre – critico Shiro a Kakashi.

- Oye, oye. Tampoco hace falta pasarse, he venido tan pronto como he podido Shiro-kun -.-U.

- ¿Cómo tengo que decirte que no me llames así?

- Vale perdona.

- Shiro-sensei… tenemos que darnos prisas, si no jamás alcanzaremos a esos tipos.

- Tranquilo Naruto-kun. Ya te dije que hay alguien ocupándose de todo.

- ¿Alguien? ¿Quién?

Kakashi miro seriamente un momento a Shiro y luego hablo.

- ¿Es quien yo me pienso?

- Se podría decir que si, no se me ocurrió nadie mejor y no sabia como localizar a los otros. Además me debe un favor.

El grupo de ninjas se movía a toda velocidad saltando de rama en rama. Eran diez en total y muy rápidos. Uno de ellos llevaba a una Hinata que estaba dormida y atada de pies y brazos. El ninja que estaba mas adelante del grupo llevaba un traje rojo a diferencia de los demás que lo llevaban de color negro. Parecía ser el líder del grupo.

- Bien, vamos a descansar, allí veo un pequeño lugar despejado de tantos árboles. Podremos parar a descansar sin problemas – dijo el ninja rojo.

- Konoha jamás se atreverá a seguirnos, así da gusto trabajar esto esta tirado – dijo otro ninja.

Todos los ninjas aterrizaron de rodillas y se levantaron al unísono. Comprobaron el lugar con la mirada para vigilar que no hubiera ningún espía ni nadie siguiéndoles.

- Bien, parece que esta todo despejado. Vamos a descansar un poco – ordeno el ninja Rojo pero cuando dio un paso algo le araño la rodilla - . ¿Pero que?

Cuando el ninja rojo miro mejor, se encontró que un hilo lo que le había arañado.

- ¿Pero que es esto?

- ¡Señor mire! ¡Están por todas partes!

- ¿Cómo dices?

Y así era. Por todas partes había hilos casi invisibles a simple vista. El ninja rojo toco el hilo con el que se había arañado la rodilla, no era un hilo normal, era de metal y además parecía como si estuvieran afilados como una espada.

- ¿Qué demonios es esto?

- Bienvenidos a mi trampa caballeros – dijo una voz que resonó en todo el bosque.

- ¿Quién ha dicho eso?

- ¿Quién eres? ¡Muéstrate! – Grito el ninja rojo mirando a todos lados como sus compañeros.

- Como deseéis.

Desde la oscuridad de las alturas descendió un ninja cuya vestimenta era totalmente azul. Su ojo derecho estaba cubierto por un parche y estaba colgado boca abajo y cruzado de brazos. A su espalda llevaba una espada metida en su vaina. Parecía una Katana.

- ¿Eres el autor de todo esto?

- ¿Y si así fuera que pasaría?

- ¡Te ordeno que quites todos estos hilos de aquí sino quieres morir!

- ¿Me estas amenazando? Vaya que miedo me das. Yo te ordeno que sueltes a la chica

- ¿Quién te has creído que eres presuntuoso? ¿Crees que podrás con nosotros diez a la vez?

- Oh, ya lo creo que si.

El ninja azul separo los brazos y dejo ver que a sus dedos había atados un hilo en cada uno.

- E… eso es…

- ¡Ese tipo señor… ese tipo es Hanzo Hattori!

- ¿¡Que estas diciendo!?

- ¡Si señor eso lo demuestra! ¡Esta es una de las trampas más famosas del ninja azul Hanzo Hattori! – Grito uno de los ninjas asustado.

- ¡Dejad de decir tonterías!

- Bueno… ya veo que mi fama me precede. Bueno. ¿Vas a soltar a la chica o debo acabar con todos vosotros ahora mismo?

- ¡No te creas tan creído no podrás acabar con nosotros!

- Ahora mismo lo veremos.

Hanzo movió sus manos y en todo el bosque se oyeron fuertes gritos de dolor que retumbaron en un profundo eco en todo el lugar.

Hinata estaba sujeta por uno de los hilos de Hanzo. Este bajo al suelo y luego la descolgó. Le desato las manos y pies y la cogio en brazos. Todo el lugar estaba lleno de charcos de sangre al igual que también trozos de cuerpos humanos por el lugar.

- Bueno misión cumplida. Vamos a ir a por los otros. Iremos al lugar de reunión pequeña princesa Hyuga.

Hanzo miro a Hinata que aun estaba dormida y se puso en marcha. Para la noche, ya habría llegado al lugar donde había quedado con Shiro.

Desde una rama, un ninja miro como Hanzo se llevaba a Hinata.

- Vaya… esto va a ser mas divertido de lo que nos pensábamos – el ninja sonrió y luego desapareció.