Confesiones erróneas.
Advertencias: Shonen Ai. 1859.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn!, no es mío es de Amano Akira.
Capítulo 1 — "Me gustas. ¡Sal conmigo, por favor!".
Gokudera está muy nervioso. Por fin se ha animado y armado de valor para confesarle sus sentimientos a su Décimo. Está en el lugar y a la hora indicada, sumamente ansioso.
Y es que luego de decirle al castaño que quería decirle algo importante, éste accedió a reunirse con él a la penúltima hora en la azotea.
Él, como es de esperarse, está en el lugar desde hace una hora antes, practicando y ensayando una vez más las palabras y la forma de confesarle sus sentimientos a Tsuna.
"¡Tiene que ser perfecto!".
Se repite constantemente, repasando de nuevo su discurso que a estas alturas parece más bien un mantra.
—... me gustas, Décimo. ¡Sal conmigo, por favor!
Luego, sólo hay silencio.
—¡Bien! —Suspira después, complacido con sus palabras. Ahora, sólo esperar a que él venga.
Se relaja mientras tanto, mirando el detalle que ha traído para él. Sus gestos se suavizan, apareciendo una pequeña sonrisa.
Está emocionado, a la expectativa de lo que va a pasar. Después de aceptar que está enamorado de Sawada Tsunayoshi, de su Décimo, se lo va a decir. Tiene muchos sentimientos encontrados en ese momento: nerviosismo, emoción y miedo. Todo su cuerpo tiembla como si fuera una gelatina, pero eso no puede pasar.
—¡Tranquilízate, Gokudera Hayato! —Golpea sus mejillas un par de veces para lograrlo—. ¡Tú puedes hacerlo, lo sabes!
Justo cuando su cuerpo y acelerado corazón se normalizan lo suficiente para "estar bien" escucha unos pasos en la escalera.
"¡Es él!".
Rápidamente toma el presente que le dará y se prepara, la perilla de la puerta es girada después.
"¡Décimo!".
En cuanto la puerta de la azotea se abre, da un paso al frente con el ramo de rosas rojas que ha comprado, agacha su cabeza y se arrodilla. ¡Dios, está tan nervioso! Sin más, inicia con su confesión.
—¡Me gustas! ¡Por favor, dame una oportunidad y sal conmigo! —Hace una breve pausa, tomando un poco de aire para continuar de forma acelerada, atropellada, con sus palabras. De pronto siente que tiene que decir algo más. ¡Oh, los nervios!—: ¡Sé que no debería de tener estos sentimientos por ti, pero no puedo evitarlo, me gustas mucho, en verdad! ¡Sal conmigo, por favor!
Hayato aguarda en silencio, esperando la respuesta que su Décimo le pueda dar. Es consciente que debe de haberlo sorprendido con sus palabras y abrupta petición. Sabe que su capo hasta entonces lo ha mirado como un buen amigo, pero eso no es suficiente para él, no queriéndolo de la forma en que lo quiere.
Pero se está tardando más de lo pensado.
"¡Décimo, por favor!".
Sigue esperando su respuesta casi sin respirar y con su corazón latiendo a mil. Incluso hasta se escucha el aleteo en los cielos de alguna ave, y por fin obtiene una respuesta.
—¡Wao! Lo siento, pero... no me gustan las rosas, herbívoro.
Al escuchar aquella voz presuntuosa y demasiado familiar, alza su vista aterrado.
—¡H-Hibari, bastardo! —No lo puede creer. No puede creer que él esté ahí—. ¿Por qué tú estás...? —Casi le da un ataque cardíaco al ver al prefecto y no a su Décimo, al que supuestamente se acaba de confesar.—¡¿Por qué estás... cómo es posible que...?!
Sus preguntas quedan inconclusas debido a la sorpresa e incomprensión que siente, quedándose mejor callado debido a la vergüenza que siente en esos momentos. Un tenue sonrojo cubre sus mejillas a causa de esto, y quiere esconderse bajo cualquier cosa como lo haría un avestruz.
Sin duda, es el peor error —y oso— que ha cometido en su vida. Quiere morirse de vergüenza en ese preciso momento, muchas gracias. De nada.
—Sin embargo... —El prefecto vuelve a hablar. Su tono presuntuoso no desaparece en ningún momento ni tampoco, la media sonrisa que curvan por alguna razón sus labios—. Lo haré. Saldré contigo, herbívoro.
"¿Qué?".
—¿Eh? —Exclama totalmente sorprendido, volviendo a verlo a la cara—. ¿Disculpa, que... qué has dicho?
—Que saldré contigo —le repite, dándose la vuelta para marcharse aunque apenas haya llegado al lugar—. El domingo, a las dos de la tarde enfrente del centro comercial.
—¡Espera! —Gokudera reacciona—. ¡Yo… yo no quiero salir...!
Hibari lo mira desafiante, fulminándolo con su mirada sin darle tiempo a objetar nada.
—Te morderé hasta la muerte si llegas un minuto tarde, ¿me oyes?
Y sin más, el Guardián de la Nube abandona la azotea.
Segundos después —o minutos— no lo sabe, Gokudera se deja caer de rodillas.
—¿Qué mierda ha... pasado? —Se pregunta totalmente confundido y asombrado, sin entender nada de lo que ha ocurrido.
Acaso... ¿Acaso ha quedado en salir con Hibari Kyoya? Y lo más importante de todo, ¿le ha dicho a él la confesión que era para su Décimo?
¡No! ¡No puede ser! ¡Tiene que ser un error, una especie de broma! Pero no parece serlo.
—¡Agh!
Un terrible dolor de estómago lo ataca en ese momento al darse cuenta de lo sucedido. Sí, como si hubiera visto a su hermana sin nada que cubriera su rostro, haciendo que se retuerza de dolor en el suelo.
Se siente mal, demasiado mal, diría él, y únicamente una palabra sale de sus labios con cierta dificultad mientras trata de ponerse de pie. A su lado, estás las rosas que le iba a dar a su capo y Hibari en cambio, rechazó.
—D-Décimo... —Lo llama a él, pero Tsuna no va a poder llegar.
Hibari los ha mandado a Yamamoto y a él de regreso a su salón al encontrárselos del otro lado de la puerta al irse.
Minutos después, la Tormenta se desmaya a causa de lo acontecido, y lo que puede pasar.
¡Qué lástima! Hoy no es su día de suerte.
Continuará...
Hola. Una nueva y pequeña historia. Espero que les haya gustado el primer capítulo.
Todo indica que no puedo pasar por alto el detalle —ni olvidar— que no hice ningún aporte 1859 para el cumpleaños de Gokudera.
Así que hasta hoy en la madrugada, tuve una iluminación divina para hacer esta primera parte. Un cliché, vamos… de confesarte por equivocación a otra persona que nada que ver. No, jamás me ha pasado, por si alguien se lo preguntaba, pero con estos dos me ha resultado muy divertido e interesante, ya lo verán.
Bueno, sin más por ahora, gracias por leer y comentar. La actualización a más tardar el viernes, que no tendré clases. Nos vemos ;)
