Este un Drabble super hipermega viejo que encontré en un cuaderno de Fanfics que no veía hace uff ;D. Espero les guste.
Todos los personajes Pertenecen a S. Meyer.
Dying
Entre las sombras del dolor, mi corazón débil, daba sus últimos signos de vida palpable. Me consumía el deseo de morir, de quitarme tanto peso y sufrimiento de mi vida de los hombros.
Aunque en este momento no sabía que me atormentaba mas, si el dolor físico que me acosaba luego de haberme arrojado por el acantilado o el fuego innegable que consumía mi alma al saber que mi niñito, mi bebé se había ido de esta tierra, dejándome totalmente sola. Y nadie sabía a ciencia cierta si me rencontraría con él.
Esperaba el frio beso de la muerte con ansías inmensurables, me martillaba el único anhelo de que acabara por fin lo que yo conocía como vida, más bien había sido una imitación de vida.
Cegada, moribunda y dolida, estaba tendida sobre una helada camilla, me congelaba pero ya no importaba, quería solo dar mi suspiro final tan pronto como fuese posible.
"Esme", oí decir a mi lado con toda claridad, provenía de una voz divina pero había un rastro de horror y asombro en ella, además de algo que me parecía familiar. Pasaron unos cuantos segundos o tal vez unas horas, no lo sé, mi conciencia comenzaba a abandonarme cuando volvió a hablar aquella persona. "tengo que…voy a salvarte, Esme". Era un sonido sereno, exquisito; apartó por un momento todas las cosas terribles que me acechaban en las sombras del suicidio.
"lo siento, no puedo salvarte sin dolor de por medio, cuanto lo lamento, pero quiero salvarte", aseguró la misma angelical voz antes de enviarme al infierno.
Flameante, ardiente, insoportable…
Probablemente este era el castigo divino que recibía luego de haber intentado quitarme la vida, debí creer mas en todas las cosas que decía la biblia. Estaba sufriendo el fuego por mi propia carne, ardía como ninguna cosa imaginable.
"calma, calma, no grites, Esme", murmuraba la voz apesadumbrada cuando al parecer yo soltaba gritos desesperados. "pasará, lo aseguro", repetía una y otra vez cuando mi corazón se aceleraba por acción de calor en mis venas. "No llores, aquí estoy" le escuché decir un par de veces.
Quien quiera que fuese aquella persona que estaba a mi lado, tomaba mi mano y aminoraba ligeramente el ardor. Sus besos en mi frente y sus manos sobre las mías me hacían sentir diferente.
Después de no sé cuánto, mi corazón enloqueció, sentía que iba a explotar tal vez y luego se detuvo al igual que el dolor. Y luego de vivir el averno con sus brasas quemantes dentro de mí…sentí al fin, el despertar de mi salvación.
Todas los opiniones,comentarios,criticas,etc,etc son bien recibidas :D
Con Cariño. Ginny3001 ^^
