Aquí está mi respuesta al reto Femslash de la comunidad crack and roll. Podría haberme salido mejor ;)

Disclaimer: estos personajes le pertenecen a una tal J.K.Rowling.

Rating: T (por la temática)

Advertencias: Femslash, casi nada


Ellas dos

La concentración no es el punto fuerte de Katie, sobre todo si tiene a Alicia al lado.

— A veces me pones de los nervios —dice Katie, golpeando la mesa con nerviosismo.

Y es que Alicia es la distracción hecha persona.

Alicia le saca la lengua algo fastidiada. Para ella las mañanas son mucho más alegres si tiene a Katie a su lado. No es lo mismo levantarse con un soso vaso de leche que con una divertida risa post-despertar y unas cuantas galletas de chocolate salpicando el desayuno. Aunque la mesa esté llena de gente, es como si sólo ellas dos estuvieran navegando entre las gachas, a la deriva en un mar de cereales. Ella hace amenas y risueñas las tostadas y el zumo de calabaza.

Esta mañana, Katie está espesa y algo arisca. Repasa los hechizos de encantamientos con atención. Los exámenes se acercan, no tiene tiempo por las tardes y necesita cualquier espacio posible para estudiar. Pero Alicia la distrae con su verborrea sin sentido, habla, habla y no se calla. Normalmente le encanta su charla, sin embargo, hoy hace que la mandíbula le tiemble de desesperación.

Alicia se queda mirando la tostada embelesada, como la mantequilla se derrite lentamente sobre el pan caliente. Katie intenta no reírse al ver la expresión de absoluta estupidez que tiene concentrando su vista en la comida. "Se supone que estudias" se dice mentalmente.

— Anoche soñé —exclama de repente Alicia como si hubiera vuelto a la vida —, que Flitwick se armaba con una espada láser y atacaba a los alumnos.

Katie bufa ante semejante tontería.

— Quizá deberíamos empezar a llamarle Yoda.

— No es una buena idea —murmura Katie.

Alicia siempre habla de cosas muggles que para ella no tienen ningún sentido. ¿Qué es una televisión? ¿Qué es el fútbol? Está cansada de preguntarlo y no entender lo que le explica ¿cómo pueden vivir personas dentro de un aparato tan pequeño? ¿Cuál es la emoción de un partido en el que nadie vuela?

Katie intenta diluirse con la espiral formada por su cuchara en la superficie del zumo, girando sin parar. Alicia la mira con sus ojos castaños tiritando de dolor ante su falta de tacto esta mañana.

— Yo también te quiero, idiota —. Confiesa Katie, bajito, pero lo suficientemente claro para que Alicia lo oiga.

Alicia suelta una carcajada y abraza con fuerza a Katie, que golpea el vaso de zumo con el codo, haciendo que su contenido se extienda con rapidez por toda la mesa. La invasión naranja provoca gritos de enfado por parte de sus compañeros, pero mientras están la una en los brazos de la otra, nada importa. Ni siquiera que Lee, aprovechando el descuido, haya cambiado el azúcar por la sal.

— ¿Sabes qué? — Alicia sonríe de forma misteriosa.

— ¿Qué? — pregunta Katie con curiosidad.

— A veces me pones de los nervios.

El bullicio de los alumnos hablando sobre temas banales inunda el Gran Comedor. Las idas y venidas, los cotilleos tras las revistas, el leve revolotear de las lechuzas que llegan trayendo periódicos y plumas, el olor de una mañana que trae rocío y huevos con bacon; todo eso desaparece, y de repente sólo están Katie y Alicia cogidas de la mano.


Raro ¿no? Por favor, arrojen los tomates después de la señal, gracias.

Nos leemos