Antes de conocerla, Luka sabía lo genial e increíble que era Marinette. Lo amable, gentil y lo bondadosa que era.
Los relatos de su hermana eran una prueba irrefutable de que esa chica que jamás ha visto en persona. Era una fantástica persona.
Una, que con persistencia había eliminado la maldición que rodeaba a su hermana Juleka con la cuestión de las fotografías.
Un hecho que ni el mismo pudo erradicar.
Pasado un tiempo, llegó el día que Luka se iba a encontrar con Marinette y después de conocerla, lo rectificó. Además de encontrarla adorable -con el tema del tartamudeo- como divertida.
La aparición del Akuma le hizo ver su parte habilidosa - al liberarse de las cadenas con la púa- y lo valiente que era, al no temer ante esa situación.
No hacía falta decir que Marinette era increíble. Definitivamente, ella era asombrosa.
