-Aclaratoria: este fic no esta hecho con fines religiosos ni nada por el estilo, tampoco esta hecho con fines ofensivos a ninguna religión, todas las organizaciones que aparecen no existen en realidad son pura ficción, no posee derechos sobre estos esta sólo es una historia por mero fanatismo.

En un universo paralelo al nuestro, un mundo muy parecido al de nosotros sólo con una gran diferencia en ese mundo los demonios y los Ángeles pueden cruzar las dimensiones e ir al mundo humano, pero por desgracia los demonios y Ángeles no se distinguen entre los humanos, esto a provocado la muerte de muchos Ángeles a mano de los humanos, para eso se han creado organizaciones especiales, como el SMAD(Servicio Militar Anti -Demonios) personas que usan armas para acabar contra demonios, y también existen los Cazadores de Demonios, personas que tienen una habilidad que los hace ser mas fuertes, aunque estos tampoco distinguen entre los demonios y Ángeles han logrado mantener la paz.

Cuando un humano muere dependiendo de los actos que halla hecho se decide a donde tiene derecho de entrar, si fue muy bueno gana una entrada al paraíso donde pobra tener el descanso eterno, si fue bueno pero tuvo pocos actos malos ira al cielo donde se convertirá en ángel y tendrá una segunda vida, como ángel no puede morir por la edad solo si es asesinado cuando muere ira al paraíso, su deber de ángel es proteger la tierra.
Si al morir hizo mas actos malos que buenos ira al purgatorio donde tendrá una segunda vida, sin embargo como demonio sentirá la sed de matar gente y eso no lo puede controlar, no pueden morir por la edad solo si son asesinados al ser asesinados Irán al infierno, y por ultimo si la mayoría de sus actos fueron malos Irán directo al infierno donde serán torturados durante toda la eternidad.
Así comienza esta larga historia, donde un simple humano que ingreso al servicio militar cambiara el destino de su mundo para siempre y todo gracias a la ayuda de un Ángel.

Capitulo 1: El canto de un ángel y la risa de un demonio, un Ángel aparece.

Esta tierra no tiene países esta dividida por naciones, imaginemos esto: todo norte America forma parte de la nación norte, America del centro y África forman parte de la nación Oeste, Sudamérica forma parte de la nación Sur y por último la nación más grande que es toda Europa y Asia contribuye a la nación del Este...
La tierra fue devastada hace un siglo por los 7 caballeros del apocalipsis, por lo cual la tierra esta en un periodo de reconstrucción, hay muy pocas grandes ciudades las demás son pequeñas y casi desérticas y esto sucede en casi todo el mundo.

En un campo de entrenamiento, a las afueras de ciudad Revolución, se encontraba un joven que llevaba 6 meses como militar, este joven se llamaba Jess, un chico no muy alto de complexión media, su pelo era café y muy corto, su piel era blanca, sus ojos verdes y como militar portaba un uniforme color arena, aunque en estos momentos se encontraba en piyama...

-Jess... Jess... Jess... MALDICION CUANTO TIEMPO PIENSAS SEGUIR DURMIENDO, EL NÚMERO 11 NOS ESTA ESPERANDO EN EL CAMPO DE ENTRENAMIENTO

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Jess despertó tras tremendos gritos que dio el otro muchacho, su nombre era Eduard, un joven muy alto y musculoso, su pelo color negro y también muy corto, su piel es color morena y usaba unos lentes, el portaba el uniforme con el numero 1102.

-Rayos, ¿por qué me despertaste en la mejor parte? –mencionó Jess limpiándose los ojos-. Estuve a punto de besar a Aliss...
-Si no mueves tu culo rápidamente te tocaran lavar los baños –dijo Eduard ayudando a levantarse a su amigo de la cama-. Así que mejor apresúrate.

Jess se cambio de ropa lo mas rápido posible, en su uniforme el portaba el numero 1159.

-Si sigues con esa flojera jamás pasaras del número que tengo –decía Eduard mostrando orgullosamente su placa-. Tú sabes; el número representa el rango de los militares, mientras menor es el número mayor es el rango.

-Vas a ver que yo seré el numero 1. Ese tipo de la mascara no durara tanto en esa posición.
-Mejor di eso en otro momento los honores ya están empezando.
-¡Maldito! –exclamó Jess muy asustado corriendo hacia la salida-. ¿Por qué no me apresuraste?
-¿Que crees que he estado haciendo todo este tiempo?

Ambos salieron corriendo y llegaron a tiempo en sus lugares, después de recitar los honores todos los reclutas en entrenamiento se alinearon en una sola fila.
Después apareció un tipo que vestía un uniforme parecido, sin embargo era mucho mas elegante y tenia varios distintivos de algunos logros que había hecho, y el color del uniforme era negro, su pelo era largo y de color negro, también usaba barba de candado, su piel era color blanca sus ojos de color gris y usaba un sombrero de copa en el cual decía 11.

-1102 y 1159 –mencionó el elegante sujeto señalando a ambos impuntuales-, esta semana espero ver los baños impecables por su llegada tardía a los honores, tienen que respetar mas a su nación, no por algo en su uniforme viene bordada la letra N que representa al Norte, ¿Entendieron?
-Si, señor... –gritaron al unísono mientras pensaban: "nos cago por 5 segundos que llegamos tarde".
-El entrenamiento de hoy será suspendido –comentó el militar y tras esto una chica hizo un ademán con sus manos festejando esta noticia. De inmediato el sujeto volteo hacia la chica militar-. 1190 acompañara a lavar los baños a sus compañeros por festejar cuando dije que el día de hoy será suspendido.
-(La 1190... Es Allis, que suerte tengo... aunque los baños no son una gran cita que digamos podré estar junto a ella) –pensaba Jess mientras veía a la muchachita que había sido regañada.

Allis era una chica increíblemente bella, su pelo de color plata le llegaba hasta los hombros, sus ojos eran de un color azul claro, tenia buenas medidas y portaba un uniforme color arena pero para chicas el cual se le veía muy bien.

-Como les iba diciendo –continuó el militar número 11 mientras se aclaraba la garganta-. El día de hoy vendrá un Cazador de Demonios y escogeré a 5 de ustedes para que vean como un Cazador de demonios hace frente a un Demonio. El cazador de demonios nos esta esperando afuera del campamento, así que veamos quienes serán los afortunados entre mis 100 reclutas.

Todos estaban ansiosos para que los seleccionaran, ya que los cazadores de demonios tenían extraños poderes lo cual los hacia muy fuertes y ver sus peleas era increíble.

-Me sentirá mal si no me llevara a mis tres reclutas más fuertes –dijo el número 11-. Así que 1100,1101 y 1102 pueden venir... ahora veamos quien mas.
-(Que bien me toco a mi) –pensó Eduard acercándose a 11 junto con sus otros dos compañeros.
-Muy bien también elijo al numero 1175 –dijo el militar 11 y después levanto su mano teniendo a la vista su reloj-. Por último mirare mi reloj, y dependiendo de la hora que sea lo seleccionare... así que son las 459 pero como yo solo entreno reclutas del número 1100 al 1199, elegiré al recluta que acaba en 59 o sea el 1159.
-Que bien –gritó Jess dando un gran brinco de felicidad-. Digo... gracias señor.
-aja, eh, como sea –contestó el número 11 con su gotita de sudor en la nuca-. Síganme todos, no tenemos mucho tiempo.

Cuando llegaron a las afueras del campamento se encontraban dos carros militares para cuatro personas cada uno, y ahí al lado de un carro se encontraba un hombre, de piel blanca, su pelo era color negro pero estaba increíblemente chino(el pelo), vestía un uniforme negro con rayas azules marino, también llevaba guantes blancos y botas negras. En su Uniforme destacaba un número y una letra el cual era el 7 y N respectivamente.

-Cazador numero 7 –mencionó el militar haciendo una pequeña reverencia-. Me es un placer estar ante su presencia.

-Deje las formalidades –dijo el cazador evitando mirar a todos los militares-. Soy el cazador mas débil del norte, que acaso se esta burlando de mi, y por cierto tengo un nombre sabe y es Juan Pablo, pero me tienen que decir JP.
-(Que antipático) –Pensó Jess.
-Muy bien, ya no me hagan perder mas el tiempo y vámonos de una buena vez.
-Descuiden no todos son así –les dijo en voz baja el militar número 11 a sus reclutas-. Por eso les pedí que mandaran al 3 pero esta en una misión.
-¿Y los otros números? –preguntó uno de los novatos.
-Son peores, los únicos de buen carácter del norte son el 1 y el 3.
-Que esperan por que no se suben –dijo JP el cual lucía bastante desesperado arriba del vehiculo-. Vamos usted es su capataz ponga el ejemplo.
-vale, vale –contestó el militar de mas alto rango de una mala gana.

Luego de subirse 4 en un carro y 3 en otro, avanzaron a través de una zona desértica. La carretera estaba hecha pedazos por todas partes era mas fácil avanzar por la tierra que por la ella. Después de una hora de viaje, llegaron a su destino. Una ciudad desierta, se veían edificios destruidos.

-Con el tiempo que me hicieron perder a ver si ese maldito demonio no se escapó –dijo JP bajándose del vehiculo y mirando el panorama.
-Imposible –mencionó el número 1100 muy sorprendido-. ¿Este desastre lo hizo un demonio?
-Idiota, esta ciudad lleva así desde hace un siglo, el demonio solo lo encontré aquí de casualidad.

Una melodiosa canción empezaba a sonar a lo lejos pero extrañamente sólo Jess podías escucharla.

-Ese canto...es tan puro –dijo Jess sintiendo una agradable sensación.
-¿De que hablas? –preguntó muy extrañado el cazador.
-Del canto que proviene de aquel edificio –contestó Jess señalando un edificio a lo lejos.
-No se de que canto hablas, pero el demonio se encuentra en ese edificio. Numero 11, tienes buenos muchachos, saben donde la gente esconde a sus presas ¡Ja!

JP se metió al edificio. En eso del edificio salio volando una persona que se estrello en una casa. Esa persona estaba muy malherida, sangraba por todas partes.

-¿Los demonios sangran? –se preguntó el militar 1175.
-Así es –contestó su capataz-. Es como si tuvieran otra vida. Por eso es nuestro deber acabarlos.

Ahora la canción que sólo Jess escuchaba se había hecho más fuerte y provenía de ese tipo que estaba sangrando, pero aun nadie la escuchaba.

-Eso de ahí no es un demonio –Jess les mencionó a todos un tanto preocupado-. ¡Es un ángel!
-¿Pero que dices? –dijo JP mientras salía del edificio-. Ese tipo es un demonio. Los demonios también pueden crear las alas de un ángel y así hacerse pasar por uno, lastima que ya no caigamos en esa trampa.
-No es eso –reprochó Jess-. Cada vez que hay un ángel cerca yo escucho un cántico, y cuando hay un demonio escucho una risa tenebrosa.
-Aja, Y yo escucho música electrónica cuando veo al numero 11 –dijo burlonamente el cazador-. No digas tonterías, aparte mi don me hace lucir como un ángel o un demonio.
-¿Que es un Don? –le pregunto Eduard a su superior.
-Así le llaman ellos a su habilidad –le respondió 11 a su recluta-. Los cazadores de demonios fueron bendecidos con dicha habilidad.
-¡Miren esto! Ahora seré un ángel. –tras decir esto de la espalda de JP salieron unas grandes alas color blancas-. Mi don me permite crear alas, ahora cambiare por las alas de un demonio –después de eso las alas de JP se volvieron color negro y goteaban sangre-. Ahora acabare con ese tipo.

JP utilizaba unas extrañas navajas que tenía en los brazos y con la velocidad que le daban sus alas, un ataque podría ser mortal. El cazador se lanzó directamente contra el tipo, pero este reaccionó con sus ultimas fuerzas atacando con un látigo que era muy luminoso, JP desvío el ataque y esto provocó que el látigo saliera volando junto a los pies de Jess. El cazador estaba muy cerca de atacar al supuesto demonio, cuando en ese instante apareció de la nada frente a JP otro sujeto, este tenía unas alas increíblemente blancas, usaba una tunica de color blanco, su pelo era muy largo y de color gris.

-¡Que demonios! –exclamo JP muy sorprendido.
-Sonata de un golpe –mencionó el sujeto que había aparecido y le dio un golpe en el estomago a JP, el cual lo mandó directamente a chocar contra un edificio dejándolo inconsciente. Inmediatamente después de esto. El numero 11 movió sus manos extrañamente, se podía observar un brillo bajo las puntas de sus dedos.
-Maldito como te atreves a atacar a un cazador de demonios. –gritó el militar. Pero en ese instante los dos tipos se esfumaron. Los cánticos que escuchaba Jess se dejaron de escuchar y todo se volvió mas tranquilo.
-Rápido, 1100 y 1101 traigan a JP –ordenó el militar número 11-. Es increíble que le ganaran de un solo golpe.

Jess miro extrañado el arma que había caído junto a sus pies.

-¡Oigan! –les gritó Jess a sus compañeros-. Ese tipo malherido soltó este látigo... -pero al decir esto el látigo se aferro a su brazo y se quedó ahí-. AAAAAAAAAA mi brazo quítenmelo, quítenmelo.

-Eres un miedoso haber dame tu mano –dijo 11. Jess le extendió su brazo y el militar trato de ayudarle a quitárselo pero el látigo quemo al número 11.

-AAAAAA maldito látigo me quemó mi mano, ¿pero por que a ti no te quema?
-No se, de hecho lo siento como una extensión mas de mi brazo.

Jess empezó a mover el látigo a voluntad propia.

-De cualquier modo –mencionó el militar 11-, ese látigo puede ser de un demonio, regresemos todos al campamento, hay que reportar lo sucedido y sobre todo que hacer con ese látigo.

Tras decir esto todos subieron a los carros con el malherido JP y se dirigieron hacia el campamento, ¿quienes habrán sido esos tipos?¿Ángeles o demonios?¿Que será de Jess ahora con el látigo?