"Navidad, Horo es mi regalo de navidad"
Cápitulo I: Despedida
Advertencia: Universo alterno, en el que las edades y roles han sido modificados un poco para adaptación de este fanfic.
Intento de Yaoi ó lo que es lo mismo, relación hombre x hombre.
Disclaimer: Shaman King y todos sus personajes pertenecen a sus respectivos autores.
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"dialogos"
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Los copos de nieve cayendo en las inertes hierbas, unos días antes rebosantes de vida, como ella, como mí amada esposa.
El medico encargado de su tratamiento salio de improviso a la cuidad vecina, al parecer, por lo que me dijo, iría en busca de técnicas medicas vanguardistas, que tenia mucha en que, con estos avances, la enfermedad acosadora de la salud en Umeko pudiera acabarse, que la alegría y espíritu de mi esposa llegara de nuevo a este mundo, a ella, a mi lado, que su agonía llegara a un fin, para un nuevo inicio, en donde seriamos felices en compañía de nuestro pequeño hijo.
Pasaron los días, el medicamento de reserva estaba por agotarse más el día de regreso del doctor se acercaba así como la nieve avanzaba en intensidad, aquellos copos puros que vislumbraban un invierno crudamente calido, fríamente humano, una de las mejores navidades y a la vez el último día de algunos seres.
Por fin,
es hora de la cita medica, momento de saber que nuevos métodos.
"Él
vendrá pronto", le digo a mi esposa tomando su mano.
Luce cansada, lleva tres años de esta manera; se abre la puerta, una pequeña se acerca, sus ojos están hinchados, en sus intentos de articular alguna frase no logra decir siquiera su nombre, su voz es cortada, herida, frustrada, impotente, su aspecto es de una completa dejadez, sin motivo, su presencia una melancolía.
Después de unos segundos, la reconozco, es Jeanne, la pequeña del doctor Fausto, esta completamente destrozada.
Hace aproximadamente, cuatro estaciones pasadas, el invierno anterior, la dama del doctor desapareció, él la ha buscado interminablemente pero la fortuna no ha estado de su parte, cuando aparece una pista siempre resulta falsa; la pequeña Jeanne siempre fue informada de que madre partió a una lejana nación, mas allá del mar que se observa al horizonte.
"Señor Usui, papá le envía esto" murmura luego de varios intentos, termina por depositar una carta en la esquina de una silla.
Me preocupa ver en ese estado a alguien tan pequeña; yo también tengo un hijo, es alegre como su madre, inteligente, sonriente, curioso, a pesar de todo, es él quien le da animos a Umeko y a mi también.
"¿Puedo ayudarte en algo Jeanne?", pregunto, ella sólo niega, se despide de mi esposa y de mi muy cortésmente antes de retirarse.
Tras un largo rato, Umeko se queda dormida, es tan bella, tan dulce cuando visita el mundo de los sueños, en verdad uno de los dos más grandes tesoros que se me han dado en esta vida; ella y nuestro hijo.
La carta, el doctor Fausto seguramente retraso su regreso para obtener más información, pero también seguramente me da avances de sus hallazgos en ella.
"Estimado señor Usui, un saludo cordial para usted y su familia.
Por medio de la presente, me permito informarle que la reunión con mis colegas, ha sido un éxito, en general se encontraron grandes y maravillosos hallazgos.
Entre ellos, una alternativa para ayudar a la calidad de vida de su señora esposa.
Desafortunadamente en este país no contamos con los recursos para poder llevarlo acabo; sin embargo, señor Usui, le pido no se frustre y prosiga la lectura.
Un colega mío, en la nación China, es un experto en la materia, y cuenta con los requerimientos, aunado a esto su buena voluntad; le comente el caso y la posibilidad de su asistencia, a lo cual, Marco, como es su nombre de pila y al cual me atrevo a mencionar puesto que le tengo gran aprecio, confianza y fe.
Su respuesta fue positiva.
En estos momentos hago los últimos arreglos para que el viaje pueda realizarse, al cual me gustaría, si usted me lo permite, acompañarles.
Anexo a la presente la receta mensual del tratamiento y la dirección del doctor Marco.
Deseándoles lo mejor, a usted, esposa e hijo, me despido.
Su siempre amigo, Fausto."
"Ah" un suspiro escapa de mí, dios, tanto tiempo, esperando la visita de aquella solución, y ahora, por fin, puede divisarse entre este crudo inverno avesinante, esta pesadilla terminara, seremos felices, la familia más feliz de la cual se pueda llegar a saber.
Si bien no poseemos los mayores bienes y no contamos con las posibilidades honestas para poder generar una mayor riqueza, tenemos en nuestra vida la fuerza que se nos ah sido otorgada por aquella fuerza superior, la posibilidad de seguir, la obligación de tomar nuestras decisiones.
Mi decisión en esta ocasión, es, sin duda, hacer la visita al colega de mi buen amigo, el doctor Fausto.
-)-(-
El día indicado para la partida, en el puerto más cercano es hoy, en unos momentos más, se supone llegaría el gran medico Fausto, sin embargo, él no vendrá, ni hoy, ni en ocasiones futuras.
En el pueblo corren rumores sobre las posibles formas en que el doctor pudo haber sido asesinado, y los motivos para tal atrocidad; algunos le acusan de usar ilegalmente cadáveres para sus investigaciones, lo cual es algo imperdonable para la sociedad actual.
Algunos
otros dicen que era un ajuste de cuentas por tener encuentros
ilícitos con damas de las altas esferas.
Más la
verdad nadie la conoce, pues su cuerpo llego ya en su fúnebre
caja y nadie pudo verle, ni aun su pequeña, a la cual llevaron
lejos, la parte sur del país.
Nuestro barco aparece a las cercanías del muelle, mi amada esposa sonríe, aun abrazada de mí, le es sumamente difícil mantenerse en píe, pero nuestro pequeño es aquel que nos da toda la fuerza que perdemos que cada inhalación de aire, en cada sonrisa suya, con sus travesuras, sin darse cuenta es nuestro guía.
Con grandes esperanzas y el mayor miedo unidos en los corazones, abordamos a nuestro destino, aferrandonos a la vida, al hecho de que nosotros creamos nuestros pasos y dejamos huellas más allá de una vida.
-)-(-
"Papá, mamá, miren son peces grandes que saltan cerca del barco y nos están saludando"
"Son delfines", responde sonriente Umeko
"Mamá, mira, ese pescadote de allá, echa agua de su espalda, mucha, parece volcán, pero de agua¿por qué¿qué es¿es raro?"
"Ja ja, es una ballena, es muy grande, muy bella", Umeko, esta empezando a resentir el agotamiento que causan los viajes.
"Llevare a mamá a acostar, no te acerques mucho al borde del barco, en un momento regreso hijo"
"Si papá, que descanses mamá"
-)-(-
Cuatro días pasamos en aquel crucero, tres más en busca de la ubicación del señor Marco, siento que estamos cerca, muy cerca, lo presiento.
La carroza que obtuvimos, y nuestro guía un joven conocedor de los alrededores son reconfortantes, por lo que comenta el joven Ryuu, como es su nombre primero, el señor Marco es alguien admirable, respetable, de gran corazón e ingenio, un verdadero ejemplo a seguir en la elite medica y social.
"Llegamos señor Usui", con un ademán muestra la entrada principal de una lujosa mansión, la puerta se abre y se nos concede el paso y la posibilidad de ser recibidos en ese momento por el maestro Marco.
"Buenos días señor y señora Usui, es grato conocerles en persona, y más aun siendo usted y señora esposa tan cercanos a mi colega y amigo, Fausto, que en paz descanse"
"Le agradezco infinitamente señor…" no conozco su apellido, por lo cual mi frase queda inconclusa.
"Marco, llámeme Marco"
"Gracias, Marco, y el gusto es enteramente mío"
"Señores¿aquel infante es suyo?" pregunta mirando a mi hijo.
"Así es señor, es nuestro hijo, mi luz, mi fuerza, una de mis dos más grandes bendiciones", argumenta mi esposa, a lo cual comparto por completo su opinión, de forma tal que solo asiento en señal de igualdad y aprobación.
"Es una bendición, que las parejas jóvenes conciban y estén maravillados por ello, mis bendiciones en su camino.
Señora, descanse, mañana será usted mi primer paciente." Dicho esto se despide con los mismos corteses ademanes que usará mi amigo Fausto.
-)-(-
Los seguimientos de esta nueva técnica han tenido unos significativos resultados.
Esta tarde, Marco, nos ah concedido en honor de acompañarle en una de sus celebridades mas apreciadas, la reunión con sus íntimos amigos, que año con año se lleva acabo, en esta ocasión se efectuara en casa de la familia Tao.
Ah decir verdad, el susodicho apellido me trae amargos recuerdos, mas conservo la esperanza de que sean simple coincidencias y nada pasado tenga que repetirse.
La noche llega, ese frío estridente en las nevadas constantes vislumbrándose en las lejanías a través de los enormes ventanales decorativos en la mansión Tao, que para mi desgracia resulto ser aquella casa ala cual jamás querría regresar.
Por suerte y el pasar de los años, ellos no me reconocen, aun cuando Marco me presento por mi apellido, no hubo expresión en su rostro.
La última vez que estuve aquí jure que no volvería a poner un pie por mi propia voluntad, que contrastante resulta la vida, el día que te lo da todo, es por que te quitara algún tesoro; es necesario para poder valorar las cosas y para que tu bolsa no llegue a sobrevalorarse y romperse, es un equilibrio natural.
Estando de regreso en casa de Marco, puedo sentir como mis pulmones empiezan a inhalar aquel oxigeno vital de manera más confortable que en toda la noche pasada.
Mi amada, también fue recordando su pasado en aquella casa, la gente que le dio la espalda al casarse conmigo, como simplemente la eliminaron de su vista, de sus vidas por el hecho de haberme amado, hace ya seis años. Partimos lejos, sin fortuna ni destino, a la deriva en un camino, camino que construiríamos, huellas que dejaríamos, por nuestra propia voluntad, por nuestras elecciones, y este destino, se sello con la llegada de nuestro hijo.
El doctor Marco, salio fuera, a un lugar lejano, por lo que me comento Ryuu, él es el jardinero de la familia Tao. Una enfermera, adquirió todos los conocimientos necesarios para poder llevar acabo las curaciones necesarias en el cuerpo de mi esposa, sin embargo, las terapias dejaron se surgir efecto, Umekoya no tenia ganas de seguir, ni aun con la sonrisa de nuestro hijo; estaba desvastada, por alguna razón que aun mi corazón no lograba percibir.
Ceso, el dolor termino para ella, la agonía, el sufrimiento, un nuevo ciclo le espera, no en mi compañía, no en este mundo ni con esta gente, Umekomurió, el 24 del mes Diciembre, frente las puertas de la casa Tao, desconozco absolutamente por que aberrante razón infundada en todo este mundo de posibilidades tenía, Umeko que ir a ese maldito lugar, pero fue, sin comentarme nada, y ¿Cuántas veces anteriormente no lo hizo también, lo desconozco y me da rabia, no fui capaz, no pude ver que mi amada esposa me necesitaba más cerca de su corazón.
"Umeko" Recorro, los jardines de la mansión, encontrare al maldito que la cito, al desgraciado que le provoco esto, lo encontrare y entonces me vengare, no hay nada más que hacerle pagar, nada más, no habrá nada más.
"Papá, papá¿en donde estas, no me dejes, PAPÁ", una voz, es la voz de mi hijo, hijo, no vengas, tu padre no puede dejarse ver por ti en este estado, no quiero que vengas.
"HORO", esta a unos pasos de mi, respirando agitadamente, me ah seguido por varios cientos de metros, aun a su corta edad, me ah seguido. Nuestras raices nos prohibian dar un nombre aun pequeño antes de los siete años de vida, pero para poder ocupar un lugar en la nueva sociedad era necesario deshacerse de algunas ideologías; sin embargo, el nombre de nuestro hijo, estaba decidido desde que nacio, y aunque tratabos de usarlo lo menos posible, en ocasiones resultaba necesario.
"Papá, papá"
"No te acerques Horo, hijo, tengo algo que hacer, regresa a casa del doctor Fausto y quédate allá, yo iré más tarde, buenas noches", el niño, mi hijo, con lagrimas en sus ojos, afirma y emprende la marcha de regreso, triste, desolado, por que la basura de su padre, yo, no pude hacer nada para asegurar su felicidad, su sonrisa eterna ya no es más en su infantil rostro, por que su alma es aun muy pequeña para comprender como tal la partida de su madre, en su inocencia no sabe que su padre esta por volverse un fugitivo, por que esta vez, no tendré piedad de aquellos que me lo han arrebatado todo, por que en si las huellas y los caminos no tienen sentido y si acompañante y testigo no está más conmigo.
Si te ah gustado házmelo saber.
X Asia
