Esto va por Angel Utau. La persona que me motivó a escribir y me ha estado apoyando por mucho tiempo. Arigato ne?
La primavera llegaba, llevaba mucho tiempo sin salir del castillo de Edgar. Al menos podía estar con mi preciado padre todos los días. Cada día que pasaba Edgar y yo nos hacíamos cada vez más cercanos sin darnos cuenta, pero mi padre ya me había insinuado varias veces que tenía permitido casarme con Edgar. De todos modos hoy había hecho unos pasteles con una mermelada que me habían traído las hadas como regalo y quería que Edgar los probara.
-¿Edgar?-pregunté llamando a la puerta de su despacho
-Lydia, entra, necesito hablar contigo- contestó él. Abrí la puerta y vi a Edgar mirando por la ventana. Me miró con sus preciosos ojos malva y su sonrisa que me dejaba atontada.
-¿Has hecho pasteles para las hadas?-preguntó él.
-En cierto modo sí- dije volviendo a la realidad.
-¿En cierto modo?- dijo él acercándose.
-Quería que probaras estos pasteles que he hecho, no son como los de siempre.
-De acuerdo- cogió un pastel del plato y se lo comió.-Ciertamente no es como los de siempre, siento… más amor en ellos.
-Eso no es cierto-contesté nerviosa, aunque a lo mejor si lo era, me sonrojé.
-Qué guapa estás sonrojada- dijo pasando sus dedos por mi mejilla.
-¿De qué querías hablar?- pregunté, quería salir rápido de la habitación al no estar Raven estaba más nerviosa.
-Me iré de viaje dentro de unos días, o eso tengo planeado ¿Te gustaría venir conmigo?-Me apetecía salir aunque fuese un poco de ese castillo.
-De acuerdo-contesté. Él se fue a la mesa, cogió un papel y me lo trajo.- ¿Qué es?
-Una especie de contrato, si quieres ir lo debes firmar y deberás acatar lo que ponga- Lo firmé rápidamente sin leer si quiera, quería salir del despacho ¡Ya!
-Me voy- dije dejando el plato con los pasteles en la mesa – si necesitas algo llámame.-Fui a abrir la puerta pero Edgar ya estaba en la puerta. Se quitó su guante, cogió mi mano y la besó.
-Deberías haber leído lo que ponía en el contrato- dijo riendo. Me volví para mirar el contrato pero ya no estaba en la mesa.-Lo hecho, hecho está.-Él abrió la puerta riendo en voz alta.-Espera-dijo, me tendió un papel.-Estas son algunas cosas de las que hablaba en el contrato. Empecé a leer: dormirás con Edgar. Le tratarás dulcemente. Harás lo que sea mejor por él. Le cuidarás. Asumirás la responsabilidad si coge frío. Compartirás la misma habitación que él.
-Te has aprovechado de mí- dijo con cierto enfado.
-Mi dulce princesa, yo jamás me aprovecharía de ti. Pero si así lo quieres…-Le saqué la lengua y me fui. Entré en mi habitación donde Nico estaba durmiendo y cerré. Me eché en la cama y pensé en si podía escaquearme a lo mejor si decía que estaba mala…
Seguiré subiendo capítulos que acompañen esto para todos los lectores ;)
Gracias por leerme.
