¡¡¡¡¡ BIENVENIDOS!!!!!!

Hola a todos, gracias por entrar y tener la intención de leer este fic. Quiero pedirles que por favor me tengan paciencia con esta historia, pues soy nueva en esto y es la primera que hago una. Este primer capitulo será un poco largo (por favor paciencia .) Por supuesto aceptare y serán bienvenidos todos sus comentarios y sugerencias, también agradecería que mencionaran que es lo que les gusta de esta historia. Bueno sin otra cosa que decir, que disfrute la historia...ah! y por supuesto...arriba el ichihime!!!

Los personajes de esta historia no me pertenecen... le pertenecen a Tite kubo (si me pertenecieran ya habría lo que todas deseamos: juntar a Ichigo y Orihime =)

CAPITULO 1: "RECUERDOS DEL PASADO"

Era el comienzo de un nuevo día, la mañana era fresca anunciando que la larga noche había terminado. Poco a poco los rayos de sol comenzaron a colarse por la habitación de una chica, que al parecer dormía tranquilamente, o más bien parecía que prefería seguir dormida inmersa en sus sueños y fantasías, que despertar y regresar a la realidad.

Por fin esos rayos de luz decidieron jugar con el rostro de la chica y hacerla despertar de su sueño, así que la chica comenzó a abrir sus ojos poco a poco, mostrando con ello el color de estos. Unos ojos grises como la tempestad, pero hermosos como el rocío de la mañana. Risueña estiro los brazos un poco y soltó un pequeño bostezo que cubrió con sus delicadas manos, respiro profundo y se levanto de la cama. Cuando sus pies desnudos tocaron el frio suelo se quedo inmóvil un momento y observo fijamente el lugar donde se encontraba.

La habitación era grande, acogedora y sobre todo estaba llena de infinidad de lujos. Su cama era realmente grande, como si en vez de solo dormir una persona durmieran tres. Un enorme closet que estaba frente a ella, un espacioso y lujoso tocador con infinidad de accesorios, perfumes y maquillajes. En fin, pareciera que se trataba de la habitación de una "Ojou-sama". Cuando esa palabra cruzo por su mente salió de sus pensamientos. Sí, era verdad, lo había olvidado por completo...ella era una "Ojou-sama"...ella era Inoue Orihime... ¡Como podía haberlo olvidado!, si desde que había nacido esa palabra estaba presente día y noche en su vida.

Ella era proveniente de una familia rica, en todo el sentido de la palabra, ya que sus cuentas bancarias tenían infinidad de ceros al final, de muy buena posición social, sumamente respetada y admirada por muchos, en fin una familia intachable. Entonces recordó otra cosa, miró hacia el enorme closet que estaba frente a ella y se acerco hasta llegar a el, decidió abrirlo y allí se encontró con un conjunto que sobresalía de los demás.

Era un uniforme escolar, conformado por una falda no muy corta de color negra con un pequeño encaje al final de esta y medio tabloneada, una camisa blanca manga larga, un pequeño saco negro adornado con líneas blancas que hacían juego con el encaje blanco y por ultimo un moño rojo en la camisa. Sin duda alguna un sencillo uniforme escolar, pero elegante.

Agacho la cabeza tomando el uniforme, tomo aire y se dispuso a cambiarse de ropa. Después de todo hoy era su primer como estudiante de preparatoria en el colegio "High Blossom", uno de los mejores colegios de la ciudad de alto prestigio. Normalmente una chica de su edad estaría emocionada por su primer día de escuela, pero ella no mostraba emoción alguna.

Cuando termino de vestirse se dirigió a su tocador, se sentó en la elegante silla del tocador y comenzó a cepillarse el cabello. El cual era de un hermoso color naranja muy brillante y largo. Saco de su alajero unas hermosas horquillas plateadas, las miro detenidamente con una mirada llena de bondad y de nostalgia, cerró los ojos y se coloco una en cada lado de su cabello. Tomo una botella de los diversos perfumes y se puso un poco, era un aroma dulce y exquisito. De pronto tocaron la puerta de su habitación y entro una señora en ella.

-Ojou-sama, buenos días ¿ya esta lista?- pregunto acercándose a ella.

"Ojou-sama"-pensó ella- como detestaba que la llamaran así.

-sí- contestó simplemente.

-Ojou-sama ¿Qué le sucede?, no parece muy animada.

-N-No, nana estoy bien- dijo con una pequeña sonrisa.

Su nana se quedo observándola por un momento y en su rostro se formo preocupación, la conocía bien desde que había nacido, sabia bien que algo le pasaba.

-Estoy bien...de verdad- afirmo la chica.

-Entiendo- dijo no muy convencida su nana.

-Bueno mejor me apresuro o llegare tarde- dijo levantándose de la silla y recogiendo su maletín.

Pero antes de salir, Orihime se acerco a su buro y miro una fotografía que estaba sobre el, la tomo con las dos manos e Inmediatamente en su rostro se dibujo una expresión de tristeza.

-Me voy yendo ya- dijo en voz baja mirando la fotografía.

La coloco en su lugar y ambas salieron de la habitación, Bajaron las escaleras y llegaron hasta el comedor.

-Ojou-sama ¿Qué desea desayunar?- pregunto la nana.

-No gracias, desayunare en el colegio- contestó Orihime.

-¡De ninguna manera!- dijo exaltada su nana- no pienso dejarla ir sin que coma algo.

-P-Pero es que- fue interrumpida por su nana.

-¡Sin peros Ojou-sama!- y se dio la vuelta para ir a la cocina.

-Ah!...pero- trato de decir, pero su nana ya se había marchado.

Resignada, Orihime decidió tomar asiento en el comedor y esperar a que su nana regresara. Fue entonces cuando se dio cuenta de que se encontraba sentada en un enorme comedor, y se sumergió de nuevo en sus pensamientos...

-¡Queridículo!...todo este espacio solo para una persona... ¡es demasiado grande!- pensó para si misma.

Todas las mañanas era igual, Orihime al bajar nunca encontraría a nadie sentado en ese comedor esperándola para desayunar. Sus padres trabajaban todo el día, salían desde muy temprano y casi no los veía. Orihime estaba destinada a ser solo ella en ese enorme comedor.

-"Definitivamente es mejor estar dormida"- susurró.

Después de un momento su nana regresó con una bandeja de comida. Entonces se dispuso a desayunar y trato de comer lo que su nana había preparado para ella, pues no tenía mucho apetito.

-Gracia por la comida- dijo limpiándose con la servilleta para luego levantarse de la silla

Tomo su maletín para marcharse hacia el colegio, pero se detuvo al observar un recuadro grande que yacía en el centro de la sala, lo miro fijamente y su expresión cambio de inmediato por una leve tristeza.

-Me voy yendo ya- dijo en voz baja aun mirando el recuadro.

Después de eso siguió su camino hasta la salida, afuera se encontraba el chofer esperándola.

-Ojou-sama, el auto esta listo- se dirigió a Orihime.

-Gracias- dijo ella- pero hoy quiero irme sola caminando al colegio.

-Pero, Ojou-sama!- exclamó el hombre

-No se preocupe-lo interrumpió ella- conozco bien el camino y le prometo que no me pasara nada- aseguró la chica.

-Si sus padres se llegan a enterar-dijo preocupado.

-Si eso llegase a suceder, yo me hare responsable Sebastián.

El chofer miro a la nana que se encontraba a un lado de ellos y al verlo ella hizo un gesto de "esta bien", entonces resignado acepto dejar ir a la chica tal y como ella quería.

-Bueno creo que ya es hora de irme- dijo la chica con una media sonrisa.

-Que tenga un buen día, Ojou-sama- dijo su nana despidiéndola.

-Si- contesto ella.

Entonces se encamino a la salida, al caminar miro a su alrededor y observo que el jardín era realmente grande, tanto que era tardado llegar hasta allá. Por fin salió de la enorme mansión y dio un suspiro de alivio, como si en lugar de salir de su casa saliera de una prisión.

-"Prisión"- Pensó ella mirando la mansión desde afuera.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar tranquilamente para llegar a su destino.

-Sí, definitivamente esa es la palabra- dijo en voz baja mientras caminaba.

Al caminar el viento soplaba amablemente, hacia mover su larga cabellera y su elegante falda escolar. Desvió su camino hacia el colegio y se paro frente a un portón de gran tamaño, que al parecer era la entrada de un enorme lugar. Después de verlo un poco, decidió entrar a aquel lugar y una vez que atravesó ese lugar un enorme escalofrió invadió su cuerpo, las piernas le empezaron a temblar, incluso le costaba respirar, después de todo estaba parada en un cementerio.

Luego de pasar por algunas lapidas se detuvo frente a una en especial. Era una lapida de color blanco puro, con acabados hermosos y finos, estaba muy limpia y bien cuidada adornada de bellas flores a su alrededor. La chica miro la lapida y enseguida se dibujo una enorme tristeza en su rostro, intento hablar pero no pudo, sentía un nudo en la garganta que le impedía hablar. Las lágrimas no tardaron en salir y se deslizaron por el rostro de la chica, perdió el control de si misma y se tiro de rodillas desconsolada. Varios sentimientos y recuerdos pasaban por su cabeza, por mas que apretaba las manos las lagrimas no dejaban de salir. Tomo aire y al fin se pudo tranquilizar un poco, después de eso levanto la mirada hacia la lapida aun con lagrimas en los ojos.

-Lo siento...-soltó por fin- se que no tengo derecho...pero por favor...perdóname...onii-sama!

-Estoy aquí frente a ti...y sobre todo! –se calló por un momento- sobre todo...viva!- gritó

Agacho la mirada y apretó las manos de nuevo.

-No es justo...no lo entiendo!- gritó de nuevo- eres tu el que debería de estar en mi lugar!...Eres tu el que debería de haber empezado la preparatoria...no yo!- dijo llorando amargamente de nuevo.

FLASH BACK

Ese día era temprano por la mañana, una mañana fresca en la ciudad de Karakura. En ese momento un automóvil fino y lujoso viajaban dos personas acompañados de un chofer, uno al parecer era un joven bien parecido que vestía un uniforme de preparatoria perteneciente al colegio "High Blossom", y a su lado se encontraba una niña pequeña que vestía un lindo uniforme de preescolar, parecía estar enojada y algo distante, pues en su rostro se dibujaba un gracioso puchero.

-¿Todavía sigues enojada, Orihime?- preguntó el joven.

-.......-la niña no respondió nada.

-Por favor entiéndeme- dijo sutilmente- hoy es mi primer día de clases en la preparatoria y no puedo llegar tarde.

-No quiero...-menciono en voz baja la niña.

-¿Eh?

-No quiero!- gritó ella- tu me lo prometiste Onii-sama- agregó- me dijiste que vendrías conmigo en mi primer día de clases!.

-Lo sé, pero los planes cambiaron- tratando de hacerla entender- cambiaron la hora de la ceremonia de apertura y no puedo faltar.

-Pero...-Orihime comenzó a llorar.

-No llores Orihime, Sebastián te acompañara por mi y...-pero fue interrumpido.

-No!, no quiero- dijo entre sollozos.

El joven saco de entre sus ropas una cajita de regalo y se la mostro a la niña.

-Toma Orihime, es para ti- dijo el joven- tenia planeado dártelo cuando llegáramos a casa, pero mejor te lo entrego en este momento.

-¿Eh?- se sorprendió Orihime.

-Felicidades por tu primer día de clases!- dijo tiernamente el joven.

La niña lo tomo con las dos manos y abrió la cajita, en ella vio un par de horquillas plateadas. Y la expresión de la niña cambio nuevamente.

-No lo quiero- dijo enojada.

-Orihime...- susurró el joven.

-No pienso dejar que me compres con un regaló...

En ese momento el auto se detuvo en un semáforo que estaba en rojo.

-Onii-sama...eres un mentiroso-dijo llorando- Te...Te Odio Onii-sama!!!- abrió la puerta y bajo del auto.

-Orihime, ¿Qué haces?...regresa!!!- y salió detrás de ella.

El joven vio como un auto se dirigía directamente a su hermana a gran velocidad y al parecer no podía frenar. El auto se acercaba, Orihime no podía moverse, estaba totalmente paralizada del miedo, parecía el fin y solo se escucho un fuerte golpe...

Después de unos minutos Orihime abrió un poco los ojos, no sabia que había pasado, comenzó a escuchar voces y por fin reacciono. Sus ojos se horrorizaron al ver a su hermano que estaba sobre ella, abrazándola fuertemente y protegiéndola, pero el estaba totalmente cubierto de sangre.

-¿Onii-sama?- lo llamó ella- ¿Onii-sama?...respóndeme!- insistió de nuevo.

El joven se movió un poco y alzo la cabeza, miro el rostro de Orihime y muy despacio coloco una mano ensangrentada en el rostro de ella.

-Que alivio...-dijo débilmente el joven- estas bien...Orihime, tenia tanto miedo de que te sucediera algo...

-Onii-sama...yo- trato de decir ella.

-Todo está bien- aseguró él- no sabes que feliz estoy de que estés bien, porque para mi Orihime...es lo más importante...en la vida...-dijo por ultimo.

La mano que estaba posada en el rostro de la niña perdió fuerza, al igual que el cuerpo del joven, quien había cerrado sus ojos...que al parecer jamás abriría de nuevo.

-¿Onii-sama?- decía la niña mientras intentaba mover el cuerpo de su hermano- despierta por favor!- suplicaba- por favor... no me dejes sola!!!!

FIN DEL FLASH BACK

Bueno aquí termina el primer capitulo, creo que algo largo y confuso, pero sentí que tenia que ponerlo primero por todas las raíces y todo eso de la historia. Les prometo que en el siguiente aparecerán más personajes y también el esperado Ichigo XD.

Y si no es mucho pedir dejen algunos reviews porfissss.....

Bye bye.