Autor Original: Rainbowkiwii

ID: 3496428

Notas de la traductora:

¡Aloha~!

¡Sorpresa~! Aquí tenéis un nuevo fanfic de Free! Os aseguro que el empezar a subirlo ahora no tiene nada que ver con que haya empezado la segunda temporada. Simplemente se ha dado así xDDDD

Así que, sin más dilación, ¡que lo disfrutéis~!

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

1. Prólogo

Eran las tres de la mañana cuando la tragedia golpeó la residencia de los Nanase. El miembro más joven de la familia, Haruka, se despertó con los fuertes golpese en la puerta. Su corazón se aceleró mientras se tapaba con las sábanas hasta sus ojos azules, esperando que solo fuese su imaginación jugandole una mala pasada. Pero los golpes pronto se volvieron constantes, y no mucho después, se produjo un fuerte crujido en la parte de abajo. Haru saltó de la cama pero todavía estaba demasiado asustado como para investigar. Pero no fue necesario, pronto escuchó los chillidos de su madre, y los gritos de su padre. Los ojos muy abiertos por el miedo, Haru sabía exactamente lo que tenía que hacer. Corrió escaleras abajo para intentar proteger a las dos personas más importantes de su vida pero fue en vano. Su corazón se detuvo por un momento al ver las dos figuras destrozadas en el suelo delante de él. Sus rodillas se doblaron bajo el por la conmoción. Ya podía sentir su pánico interno salir. Se arrastró hasta el lado de sus padres, sacudiéndoles a ambos y llamando sus nombres. Pero los dos se mantenían inmóviles, causando que sus ojos se llenasen de lágrimas. Sin embargo, Haru no tuvo tiempo de llorar porque, de repente, sus otros sentidos fueron pateados. Su nariz captó el olor del...¿humo? Se giró rapidamente hacia la fuente del olor, para descubrir que su cocina estaba ardiendo. El terror pronto estuvo atenazando su corazón, y corrió tan rápido como pudo fuera de la casa, solamente parándose a coger dos cosas - el collar de su madre y el reloj de su padre. Estas eran las únicas cosas que pudo coger antes de que quedase todo reducido a cenizas. Después de eso, todo estaba borroso y Haru estaba confundido, herido y asustado de por vida.

Haru de repente despertó, el corazón latiendo por los recuerdos horribles. Ese incidente fue hace dos años y Haru todavía tenía pesadillas con él. La única cosa buena, en su opinión, era que todos los años que habían pasado, había olvidado más y más sobre lo que ocurrió en esa pesadilla. Diablos, estaba tan asustado que ni siquiera había registrado cuando sus padres habían sido asesinados. Todavía no entendía porqué. Deseó poder entender cómo murieron, pero no podía hacer eso. A pesar de las grandes cantidades de sangre que rodeaban a su madre y su padre la policía no pudo encontrar laceraciones o hematomas, o algo en sus cuerpos. Sin pruebas suficientes para coger al criminal/es, la policía dejó completamente el caso. Esto molestó enormemente a Haru, pero entendía sus razones. La única razón por la que se había molestado tanto era porque quería coger a los bastardos y reconciliarse por matarles. Pero solamente tenía 14 años, y el asesinato sin duda no era una opción. Ahora que tenía 16 años y su abuela no estaba viva, tuvo que aprender a ir por la vida sin la guía de nadie.

Pero Haru estaba bien con eso.

Estaba bien estando solo. Después de todo, siempre se había sentido solo, y aprendió a aceptar que este era su destino. Otros niños lo tenían peor que yo, se recordaba constantemente, y este mantra era suficiente para seguir con su vida de siempre.

Creo que es hora de comer, pensó mientras su estómago gruñía, sacándolo de entre sus pensamientos. Se levantó de debajo de su actual residencia, la cual estaba a un lado de la parte a la sombra de un edificio de la ciudad y se instaló en un callejón en busca de alimento. Ves, Haru se mudaba de ciudad en ciudad, buscando refugio bajo cualquier lugar. De vez en cuando alguien le ofrecía un lugar donde estar, junto con buena comida y una ducha caliente. Pero esto no había sucedido desde hace dos semanas hasta ahora, y dudaba seriamente que pudiese acercarse para conseguir otro trabajo ahora. Algunas veces, hizo trabajos temporales para pagar cosas esenciales pero, de repente, todos los trabajos que pagaban bien incluían hablar con otras personas, para lo cual Haru era terrible.

Se estaba quedando sin opciones, lo sabía, así que viajaba de ciudad en ciudad, en busca del trabajo perfecto. La siguiente ciudad, según las señales que pasó mientras caminaba, se llamaba Iwatobi. Haru aspiró el olor del aire, calmando sus nervios. Esperaba que Iwatobi tuviese algo bueno para él, incluyendo una buena comida.

Al momento en que el pelinegro llegó allí, supo que ya le gustaba la ciudad. Era un lugar pintoresco, con solo algunos coches pasando de vez en cuando. Esto no era nada en comparación la ciudad llena de gente que era Tokio, y Haru se sintió como en casa. Sería aún más perfecto si pudiese encontrar un trabajo aquí. Con ese nuevo pensamiento en mente, Haru empezó a caminar por la ciudad, explorando diferentes edificios y olvidándose del desayuno al momento. Al fin, cuando llegó al final de la ciudad, llegó a un callejón oscuro. A la derecha del callejón había un edificio de oficinas de tamaño medio, que parecía un poco sucio pero, no obstante, era un edificio de negocios. Leyó el cartel encima de este.

"Prensa Escrita Iwatobi. Eh" susurró Haru mientras la curiosidad podía con él. Se acercó y entró dentro del edificio. El interior no estaba tan mal como el exterior, sorprendentemente, y Haru se sintió bastante cómodo. Había un mostrador y una máquina de café y Haru podía escuchar el sonido de las impresoras viniendo desde arriba. En el mostrador, un hombre estaba sentado, en ese momento dormido. Haru caminó hacia él y observó el timbre a un lado. Había una nota junto a la campana que decía: "toque para que le atiendan" con letra desordenada. Así que eso es exactamente lo que hizo Haru. El hombre se despertó con un sobresalto pero al ver a Haru le saludó cortesmente.

"Lo siento, me quedé dormido. Pasa el tiempo lento por aquí, ¿sabes? De todos modos, dime para qué estás aquí" dijo, encendiendo el ordenador en caso de que Haru tuviese algo que consultar. Haru estaba nervioso, pero se tragó el miedo y respondió.

"Me gustaría trabajar aquí" el hombre solamente le miró, sorprendido por su petición. Ahí estaba el chico, quien no se veía ni olía muy bien, queriendo un trabajo en un lugar que no podía permitirse el lujo de tener a personas sin hogar como él. O al menos él pensaba que no tenía casa. Decidió dejar esto en claro de la mejor manera posible.

"Chico, no te ofendas, pero pareces un sin-"

"Lo sé, lo sé. Es una larga historia" Haru no estaba verdaderamente ofendido ya que estaba acostumbrado pero se estaba impacientando e incomodando "Solo deme algo, por favor" el hombre lo pensó durante unos instantes, ya que era obvio que el chico estaba desesperado.

"¿Qué tal como chico de los recados? No interactúan con las personas y ganan una buena cantidad. Suficiente para que cuides de tí mismo" Haru reflexionó sobre eso. Todo lo que tenía que hacer era levantarse lo suficientemente temprano para repartir periódicos. Bastante simple, razonó.

"Está bien" vio cómo el hombre cogió varias papeles y empezó a escribir en ellos. Haru no podía esperar para empezar su nueva vida. Decidió que lo celebraría más tarde con su comida favorita, la caballa. La vida en Iwatobi iba a ser genial.

Podría acostumbrarme a esto.