Buenas mis lindos lectores, aquí les traigo un poco de HiruMamo… y cuando digo poco, realmente es poco. Igual espero que lo disfruten y comenten (:
Dieta
Escuchó pronunciar su nombre y gruñó ligeramente. Estaba demasiado cómodo ahí, echado sobre la amplia cama envuelto en sábanas como para que le pareciera atractiva la idea de que alguien lo molestara. Levantó la vista, bien… aquella escena no estaba mal tampoco; su novia frente al espejo en ropa interior.
- Oye, Hiruma-kun –Llamó de nuevo, para asegurarse de tener la completa atención del chico, sin despegar su vista del espejo- ¿Crees que estoy gorda?
Levantó una ceja ¿Para eso lo había despertado?, sonrió de su forma tan peculiar, mostrando toda su afilada dentadura.
- No diría gorda, más bien… -hizo una pausa, fingiendo estar buscando la palabra adecuada- hinchada.
- ¡¿Qué?! –se llevó las manos al estómago y las caderas ¿Hinchada?-
La observó prácticamente auto-manosearse, buscando los inexistentes kilos de más que alucinaba tener. Apoyó su barbilla en la palma de la mano, riendo entre dientes y disfrutando del espectáculo.
- ¡Oh por Dios! –se llevó las manos a la boca, como si acabara de comprender algo de vital importancia- Es por eso que ya no estoy arriba cuando tenemos sexo… ¡Estoy como una vaca!
Bueno, ya esto se estaba tornando estúpido y nada divertido, su novia estaba neurótica. Él simplemente quería molestarla un poco, no crearle inseguridades innecesarias. Suspiró aburrido, poniéndose de pie y caminando en dirección a la chica.
- ¡No puedo creer que no me lo dijeras antes! –golpeó el pecho masculino cuando lo tuvo cerca, casi al borde de las lágrimas- Ya ni siquiera te gustarê, estoy como una bola, como un bagre, como una morsa, como un—
- Cállate –la cargó entre brazos, caminando de regreso a la cama- Eres una maldita manager escandalosa.
-¡Bájame! -soltó un suave gritillo cuando fue lanzada contra el colchón- ¿Qué crees que haces?
- ¿Tu qué crees? –se posiciono sobre la chica, provocándole un escalofrió al reír de aquella forma que no pronosticaba nada nuevo- Te ayudo a rebajar, Anezaki.
