ADVERTENCIA: Hetalia no me pertenece. El "wapash" es una onomatopeya fail para un látigo siendo azotado.


LÁTIGO


El reino de España infló sus mejillas y se cruzó de brazos, molesto. Llevaba cerca de treinta minutos escuchando las risas y burlas de los dos que decían ser sus mejores amigos: Francia y Prusia.

Todo por una estupidez que se le había ocurrido al albino.

España comenzó a odiar los teléfonos celulares modernos, más aún, declaró su odio contra aquellas tontas aplicaciones que, odiaba admitir, en más de una ocasión le entretuvieron y/o hicieron reír.

¡Pero aquello era el colmo!

—Hey, muchachos, enserio esto ya dejó de ser gracioso.

Nada. Las estrepitosas risas no cesaron.

—Se están comportando como un par de subnormales.

Aquello sólo empeoró las cosas. Entonces el de ojos rojos sacó su celular y tras urgar un poco, comenzó con aquel característico sonidito.

wapash! ¡wapash! ¡wapash!"

De tanto en tanto el prusiano agitaba su celular, provocando una nueva oleada de risas, y éstas se intensificaron tanto que el francés y el prusiano comenzaron a lagrimear y quejarse de dolor en el abdomen. Antonio frunció tanto los labios que estos casi desaparecieron. Por un momento deseó ser capaz de volver en el tiempo y así evitar el estúpido comentario de Prusia.

Fran, ¿ te has dado cuenta que Romano maneja a España con el meñique? O mejor dicho, con un látigo.

¡Y para qué más! Sacó el —a ojos de España— estúpido celular y dio rienda suelta a la burda onomatopeya que había descargado de internet. El galo carcajeó en el acto, musitando luego que efectivamente a España así lo tenían. Y como es obvio, no se iban a quedar ahí; Prusia se puso en el papel de Romano e inició un tonto teatro, con la onomatopeya como ama y señora de ésta.

—Tráeme un tomate, bastardo "wapash"

—Lava mi ropa, bastado "wapash"

—¡Haz algo de comer, bastardo, maldición! "wapash"

Bien, tal vez Romano tenía un carácter horrible que sí, TAL VEZ lo hacía merecedor de un verdadero látigo, pero el Reino de España jamás admitiría eso enfrente de sus amigos. Su teléfono celular sonó y se alejó de las risas para poder contestar con algo más de tranquilidad. Hizo una mueca al percatarse de que se trataba de su amado Romano…

¿Y ahora cómo iba a irse sin que sus amigos supieran el verdadero motivo y no se desmayaran a causa de un ataque de risa?

—¡Ven aquí ahora mismo, bastardo! "wapash"

Sí, esa fue la linda despedida por parte del francés y prusiano. España juró vengarse de ellos… los embriagaría, grabaría y subiría a internet, sí, eso sonaba bastante tentador.

Aunque lo otro que lo tentó fue imaginarse al lindo italiano sureño con un traje de cuero y el látigo del que tanto se habían reído sus amigos.

.

.

.


Basado en una historia real jajajaja se los juro. Desde que descargué la aplicación del látigo al celular no he dejado de molestar a mis amigos que tienen pareja. Lo peor es que me siguen el juego, en ningún momento negando que efectivamente los tienen así, así que... meh, inspiración jajaj.