Disclaimer: Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Capítulo 1

—Potter, Harry.

Harry mira a Ron, quien le da una pequeña sonrisa de apoyo, aunque luce tan verde como Harry, y Harry se mueve hacia el taburete al frente de la habitación; el Gran Comedor está bañado en docenas de murmullos y susurros, murmullos acerca de Harry Potter, el Niño Que Vivió, y Harry lo odia, pero no puede quejarse. ¿Qué diría la gente entonces, después de todo?

Se sienta, y mira hacia todos lados por un momento, con los ojos abiertos como platos a las cientos de personas que lo miran de forma inquisidora, y luego el sombrero le cubre la cabeza y Harry no ve nada, excepto la ligeramente gris costura.

—Hmm —dice la voz del Sombrero, queda y al mismo tiempo alta dentro de su propia cabeza —. Difícil. Muy difícil. Bastante coraje, ya veo. Tampoco una mente mala. Hay talento, por Dios, sí, y una sed de probarse a sí mismo, ahora eso es interesante… ¿así que dónde debería ponerte?

Harry no está seguro de qué decir, ¿quiere el sombrero una respuesta? ¿De él? No sabía que se le estaba permitido elegir. Duda, considerando lo que había leído en la copia de Hogwarts: Una Historia que Hagrid había añadido sobre su pila de libros.

Incluso con lo que Hagrid había dicho sobre los Slytherin, y Ron también, todos le habían parecido bien. Merlín había sido un Slytherin, después de todo, y son ambiciosos. ¿Es Harry ambicioso? Quiere ser un buen mago, quiere-

—Oh, Slytherin sería una buena decisión para ti, chico —Harry salta ante la súbita invasión de la voz del Sombrero en sus propios pensamientos, pero supone que no debía haberse olvidado de aquello; el Sombrero está en su cerebro por el momento.

¿En serio?

—Oh, en serio. Podrías ser grande en Slytherin.

Terrible, Ollivander había dicho. Terrible, pero grande.

—Oh, pero tan, tan, grande —el Sombrero le asegura, y Harrry hace lo mejor que puede para suprimir el escalofrío que amenaza con recorrer su espalda. Quiere ser grande, piensa —. Mmm, guarda esa impulsividad, entrena esa ambición. Sí, es bastante obvio ahora: ¡Slytherin!

Harry sonríe un poco mientras empuja la costura del sombrero fuera de sus ojos, esperando el mismo aplauso de la mesa de Slytherin que todos los demás habían recibido, pero no oye ningún aplauso.

Todos ellos simplemente lo miran como si- ¿no lo quieren en su casa?

Harry se mueve cuando McGonagall da un golpecito en su hombro al mismo tiempo, intentando ignorar la expresión en su rostro y en los rostros de los Weasley en la mesa de Gryffindor, cada uno de los cuales luce bastante traicionado; luego de la pausa, oye un vitoreo de la mesa de Slytherin, y luego están celebrando, el sonido ensordecedor en comparación al pulcro silencio de los Gryffindors.

Respirando pesadamente y mirando a la mesa de profesores, donde Hagrid luce devastado y McGonagall dudosa, Harry corre a sentarse con los Slytherin de primer año.

La cena es incómoda, a decir verdad; Harry le da una breve disculpa a Draco Malfoy, y aunque es cortante, parece haber aceptado las palabras, e incluso da una breve disculpa propia. Harry duda de su honestidad, pero el otro chico ha hecho un esfuerzo, al menos. Harry está agradecido cuando la cena termina y cada uno camina hacia abajo en las mazmorras; su cabeza le había dado una horrible punzada de dolor cuando había cruzado miradas con su nuevo Jefe de la Casa, pero algunos de los Slytherin mayores habían expresado su creencia de que el hombre podía leer mentes con ligereza, y quizá había sido un efecto adverso a aquello.

—Potter —Harry se detiene, y mira hacia la chica junto a él; es una chica alta, bonita y con facciones aristócratas, y Harry nota la placa de prefecto adherida a uno de los lados de su túnica —. Soy Afifa Lanjwani: soy una de los prefectos de la casa. Fuiste criado por muggles, ¿no es así?

Harry asiente su cabeza ante su tono crispo, y sus ojos están ligeramente abiertos mientras la mira: Afifa no sonríe. Traga saliva mientras recuerda que se supone que los Slytherin no lo toman muy bien con los muggles, y abre su boca, pero ella lo interrumpe fácilmente.

—Tendrás tutelaje. El uso de pluma es esperado de ti. Etiqueta mágica básica, incluyendo paso en falso, moda, historia cruda y pensamiento común. Una guía estará en tu cama mañana por la mañana. Es sólo para Slytherins, incluyendo algunos secretos de la casa, así que por favor no los compartas con nadie más. ¿Vale?

Harry asiente, y ella le da un golpecito en el hombro desinteresadamente, pero de alguna manera el contacto es reconfortante aunque su expresión es sombría; no es Afifa quien se dirige al grupo de primer año, sino un bajito chico de hombros anchos llamado Francois Richelieu, (comúnmente conocido, a juzgar por el juguetón golpe de parte de uno de los otros prefectos, como Frank).

—Habéis sido afortunados —habla abruptamente, y mira a cada uno de los de primer año; Pansy Parkinson está sonriendo burlonamente, al igual que Draco Malfoy; Vincent Crabbe y Gregory Goyle parecen completamente aburridos, junto con Millicent Bulstrode; Theo Nott y Tracey Davis están parados con los brazos cruzados; Blaise Zabini y Daphne Greengrass, el príncipe y la princesa de hielo del grupo, tienen expresiones neutrales en sus rostros aristócratas.

Harry se siente fuera de lugar.

—Habéis sido seleccionados en la única casa con un completamente fundado esquema de alumnado. La única casa con más habitaciones que meros dormitorios y una sala común. La única casa con visa al lago, y veréis cuando lleguéis a vuestros dormitorios —habla con una sonrisa burlona en su rostro, guiñándoles el ojo, pero luego adopta una expresión seria —. Pero también seréis odiados como principio. Notaréis que los Slytherin tienen mala reputación. La gente piensa de nosotros como etilistas, mortífagos, practicantes de magia negra, nigromantes, abusadores, monstruos. Dicen que Voldemort era un Slytherin —Harry está sorprendido, y a juzgar por los jadeos cortantes de algunos a su lado, los otros también lo están. Pero Frank lo dice con una fácil confianza.

—No mencionan a Merlín. Slytherin no os hará más un villano que Gryffindor os hará un héroe, pero que las otras casas os traten de manera extrema no os debe aislar. No os abusaréis entre ustedes. Os quedaréis de pie, y estaréis unidos, o haremos de vuestras vidas un infierno.

Harry traga saliva mientras Francois mira en su dirección, sólo por un momento, y luego dice: —Los chicos conmigo, chicas con Sarah —y luego vuelve su mirada.

Draco, Harry, Crabbe, Goyle, Zabini y Nott se arrastran ante el aparente prefecto en jefe de la casa de Slytherin, y él los guía a través de una serie de pasos y un largo corredor. La luz es baja con una pizca verduzca, y hace algo de frío, pero luego Francois gesticula hacia tres puertas, cada una grabada en quemadas letras negras.

PRIMER AÑO

Draco Malfoy y Harry Potter

PRIMER AÑO

Blaise Zabini y Theodore Nott

PRIMER AÑO

Vincent Crabbe y Gregory Goyle

—Estas serán vuestras habitaciones hasta que dejéis la escuela. Las otras casas tienen dormitorios grupales, pero habitaciones grandes no son buenas por aquí bajo. Estamos construidos en y bajo el lago en algunos lugares, así que nos gusta tener muchas paredes soporte. Entrad, chicos. Os despertaremos en la mañana —el corredor tiene las habitaciones de cada año juntas, y a su derecha están las habitaciones de segundo año, las de séptimo año frente a ellos.

Draco dirige el camino, pero cuando Harry entra en su habitación jadea, mirando al techo con su boca muy abierta y sus ojos como platos. El techo ha sido hechizado con el mismo encantamiento del Gran Comedor, pero en lugar de mostrar el cielo nocturno, muestra el lago, y Harry está asombrado.

La lámpara tiene un tinte verdoso, y Harry se acerca a la cama de la derecha con Draco a la izquierda; mira la cama con curiosidad. Tiene cortinas, pero no dosel.

—Es para que puedas mirar directamente hacia arriba si no puedes dormir. Padre me dijo sobre ello —Malfoy suple, y no parece orgulloso de saberlo; en lugar de eso, hay una sonrisa honesta en sus facciones, y Harry también mira hacia el techo con una sonrisa agradable. El baúl de Harry ha sido ubicado en el fondo de su cama como una otomana, y al lado hay un ropero. En la cama hay tres libros: Una Historia Serpentina, Una Introducción al Mundo Mágico y Hechizos Básicos y Encantamientos del Hogar.

—¿Cuál es tu tercero?

Harry duda, y luego dice: —Mi tío y mi tía son muggles. El Callejón Diagon fue mi primer día entre cosas mágicas. Es una guía, creo.

Draco suelta un presumido, sonido de diversión, y Harry vuelca su cabeza, concentrándose en desvestirse y entrar a su cama, mirando hacia arriba a la vacía agua. No se queda vacía, pero; luego de un par de minutos, justo cuando los párpados de Harry comienzan a cerrarse, sirenas suben a la vista, y él las mira de forma somnolienta, mientras empiezan a danzar a la verdosa luz de la luna filtrada desde arriba.

¿Está soñando? Las sirenas no pueden ser reales…

Pero se duerme antes de poderlo considerar a fondo.