¿Puedo confiar en ti?
Capítulo 1
POV AMU
Debo estar loca por estar haciendo esto…
Y me lo repetía una y otra vez. Pero aún así aquí estaba yo, con mi vestido y mi cabello recogido, bien presentada en una fiesta en la que se creía podría aparecer el famoso ladrón Black Lynx. Era la primera vez que asistía a una de estas fiestas (o más bien, me infiltraba en una) y definitivamente sentía que no era lo mío. ¿Venir a una fiesta para estar rodeada de gente elegante y refinada que solo presumía sus joyas y vestidos? Nop, definitivamente no mi estilo.
Solté un pequeño suspiro. Y todo por querer verlo otra vez...
Sucedió hace tres semanas pero los recuerdos seguían vividos como si hubiese sucedido ayer, todo fue muy rápido, en un momento salía de la casa de mi amiga notando lo tarde que era y al siguiente estaba siendo arrinconada por unos hombres que me doblaban el tamaño. Estaba aterrorizada, no importaba lo mucho que intentara forcejear, era en vano, no podía librarme de ellos. Tenía miedo... miedo... porque sabía por la forma en la que me miraban y sonreían de manera enfermiza lo que planeaban. Era una pesadilla, iba a terminar en las noticias como una de esas chicas desaparecidas de las que nunca más se supo, pero entonces...
Él apareció.
Vestido de negro, moviéndose con una velocidad y fuerza inimaginable, dejó a los hombres inconscientes en tan solo unos segundos, liberándome. Caí al piso de rodillas y sentí que mi respiración se cortó cuando su mirada se cruzó con la mía, aún podía recordar la imagen de sus ojos azul zafiro mirándome bajo su antifaz, los ojos más hermosos que había visto en mi vida. Y así como llegó, así también se marchó, rápido como una sombra desapareciendo en la oscuridad de la noche, de manera silenciosa.
A los pocos minutos, los policías que lo perseguían llegaron y al percatarse de la situación, me auxiliaron y arrestaron a los hombres que trataron de atacarme. No podía creerlo... Black Lynx, el ladrón más buscado por la policía, me acababa de salvar la vida... y no pude siquiera agradecerle por ello…
Era tan extraño... Cualquiera se hubiese asustado de él por su apariencia tan sombría y misteriosa, una sombra moviéndose en la noche, pero había algo en su mirada que me hizo sentir segura, como si internamente supiera que no me haria daño.
¿Y qué estaba haciendo yo aquí, en una fiesta en la que quizá él aparezca? ¡Ni idea! ¡Debo estar loca realmente! ¡Él es un ladrón! No entiendo el porqué se molestó en salvarme, ¡ningún ladrón en su sano juicio haría eso, y menos si estaba siendo perseguido por la policía! Quizá debía saldar cuentas con los sujetos que querían atacarme o algo así, ¡ahh! no sé ni que pensar.
Seguí caminando por el salón de la fiesta, perdida en mis pensamientos.
Lo único que sé es que él me salvó, y que una parte de mí desea volver a verlo y agradecerle, mientras que la otra parte no deja de repetirme que soy una tonta que está en un lugar en el que ni siquiera debería estar.
En ese momento sentí como si me observaran, alcé la vista y mi mirada se cruzó con la de un chico rubio, sus ojos eran fríos sin vida y llenos de odio. Al notar que lo observaba, desvió la mirada y siguió caminando hacia otra dirección. ¿Me estaba mirando a mí? Pero ni siquiera lo conozco.
No tuve más tiempo de pensar en ello ya que de repente una completa oscuridad invadió la sala en la que estábamos y los gritos de la gente no tardaron en escucharse. Observé a mi alrededor tratando de ubicarme en esa oscuridad. ¿Black Lynx ya estaba aquí? No había otra explicación para el repentino corte de energía. ¿Pero dónde estaba?
-¡MI COLLAR! -se escuchó un grito, seguido de más gritos escandalosos de señoras desesperadas por la desaparición de sus joyas.
¡Por allá! Comencé a correr en la dirección de la que venían los gritos.
Pero cuando llegué solo se escuchaban los lloriqueos de las señoras robadas, reclamándoles a los de seguridad que también habían llegado.
¿Y Black Lynx?
Sentí una silueta pasar rápidamente a mi lado para luego desaparecer. ¡Ese debía ser él! Volteé rápidamente, y corrí hacia la dirección en la que sentí se había ido.
-Todos los asistentes guarden la calma y permanezcan en el centro del salón -se escuchó a un policía hablar por un megáfono.
Me detuve para recuperar el aliento. ¿Dónde está? Traté de ver algo, pero era difícil con toda esa oscuridad, mi mirada se dirigió hacia la puerta de una habitación, el único escape por el que podría haber ido.
Mi mano se dirigió hacia la perilla de la puerta observándola por unos instantes. ¡Ahora definitivamente debo estar loca por estar haciendo esto! Abrí la puerta y me metí deprisa, tratando de hacer el menor ruido posible, caminé hacia el centro de la habitación todo a oscuras.
-¿B-Black Lynx?- pregunté casi en un susurro mientras seguía caminando tratando de visualizar alguna silueta en la oscuridad.
¡¿Pero qué rayos estaba haciendo?! ¡Ni siquiera debería estar aquí! ¡Estaba buscando a un peligroso ladrón y metiéndome en el peor lío de mi vida!
No podía ver toda la habitación pero me di cuenta de que tenía libreros que llegaban casi a alcanzar el techo, sino supiera que estoy en una mansión diría que esta habitación era una especie de biblioteca.
En eso escuché los pasos de alguien detrás de mí.
-¿B-Black Lynx? -volví a preguntar volteándome, pero no pude divisar a nadie en la oscuridad, especialmente por los libreros que me rodeaban, los pasos seguían acercándose.
¿De dónde venían los pasos? No podía saberlo con seguridad y el estar entre dos libreros no ayudaba la situación. Seguí escuchando pasos mientras llegaba a un sitio más abierto, la oscuridad de la habitación y el sonido de esos pasos solo me ponían cada vez más nerviosa.
-Y-Yo... Esto... –comencé a hablar. Ya estaba aquí y lo mejor era acabar con lo que vine a hacer- Solo quería agradecerte por salvarme la otra vez en el parque de esos hombres. -Los pasos se siguieron escuchando.- N-No es necesario que aparezcas s-solo quería darte las gracias y e-este yo… ¡ya me voy!
Comencé a caminar hacia donde recordaba estaba la puerta. ¡Bien! ¡Espero que con eso mi conciencia esté tranquila! Estar en esa habitación a oscuras me ponía los nervios de punta, lo mejor era salir de aquí lo más rápido posible.
-¿Te vas tan pronto? -se escuchó la voz de un hombre.
-¿Eh?
3 siluetas aparecieron entre la oscuridad de detrás de los libreros. El solo notar que eran más grandes que yo me daba escalofríos, los recuerdos de aquella noche regresando a mi mente.
-¿Por qué la prisa? - preguntó uno de los hombres mientras comenzaban a acercarse.
Y ahora sí todo mi ser me decía que era una tonta metida en problemas y que Black Lynx no se encontraba allí como yo había creído.
Corrí lo más rápido que pude hacia la puerta. Pero uno de los hombres me alcanzó jalándome del cabello, mientras otro me tapó la boca para que no gritara, y juntaba mis brazos detrás de mi espalda. Traté de soltarme con todas mis fuerzas pero era inútil.
-Escucha pelirrosa- habló el hombre restante, el tono de su voz reflejaba un odio total - por tu culpa mi hermano está en la cárcel, así que lo vas a pagar caro -sentí algo afilado y frío sobre mi cuello, no se necesitaba mucha imaginación para saber qué era: un cuchillo.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, este debía ser el chico rubio de antes, podía sentir su mirada de odio sobre mí. ¿En qué me había metido esta vez? Estos hombres estaban locos, no iban a tener piedad conmigo, iban a acabar con mi vida sin dudarlo.
Sentí el cuchillo separarse de mi cuello.
-Qué fácil nos lo has puesto-rió el rubio- Pero no te preocupes-sentí que acercaba su rostro a mi oído - nos divertiremos mucho, ya lo verás.- escuché a los hombres reírse mientras el chico delante de mí retrocedía riéndose también.
Aproveché la oportunidad para pisar y morder al sujeto que me sujetaba, para mi buena suerte me soltó por unos segundos, y aproveché para huir.
-¡Idiota! -escuché al rubio insultar a su compañero, mientras yo trataba de escapar. Y nunca en mi vida había odiado los zapatos de taco tanto como cuando justo en el momento más importante me hacen tropezar y caer al suelo. Viendo a los hombres solo a unos metros de mí, me quité los zapatos y se los lancé directo en la cara a los dos más cerca que cayeron hacia atrás por el golpe. ¡Sí! -¡Maldita! –los oí exclamar furiosos. Y sin perder el tiempo comencé a correr descalza.
-¡AYUD...- traté de gritar pero fue inútil, uno de los hombres me tiró al piso de repente y sentándose sobre mi espalda, me tapó la boca evitando que pudiera pedir auxilio.
-¡Vas a pagar por eso ahora! -dijo el rubio mientras me jalaban del cabello de manera brusca para que mantuviese mi cabeza en alto, quise gritar del dolor pero la mano que tapaba mi boca me lo impedía. Volví a sentir el metal frío del cuchillo sobre mi cuello. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Nadie sabía que estaba aquí. No había forma de escapar de esto. No había nada más que hacer. Iban a matarme aquí. Este… era mi fin. Una última lágrima cayó por mi mejilla mientras cerraba los ojos y esperaba el impacto del cuchillo que acabaría con mi vida.
Pero en vez de eso escuché el cuchillo caer al suelo, seguido del sonido del impacto de un cuerpo contra el piso. Abrí mis ojos y divisé con dificultad una silueta pateando al hombre que tenía encima, liberándome de su agarre. Apenas mi cabello y mi boca quedaron libres comencé a tomar grandes bocanadas de aire, nunca había extrañado tanto el aire en toda mi vida. Me sentía tan débil que pensé que me iba a desmayar. Alcé la mirada, encontrándome con la silueta negra terminando de noquear al último hombre, dejándolo inconsciente. El chico que me había rescatado volteó a verme. La agilidad de esta persona ya la había presenciado una vez, no había visto nunca a una persona moverse tan rápido como...
-Black Lynx... -susurré y pude sentir la sorpresa del chico.
-¡Me pareció escuchar ruidos por allá!- escuché gritar fuera de la habitación.
Oh ¡¿en serio?! ¡¿Recién?! ¡¿Y nadie escuchó cuando intenté gritar?!
Parecía que uno de los hombres derribados estaba tratando de pararse. Lo cual no era una buena señal si los policías no venían rápido. Y no pensaba quedarme en la misma habitación que estos tipos por más tiempo.
Lo siguiente que supe fue que Black Lynx me sostuvo de la cintura y me levantó del suelo (traté de no gritar del susto), llevándome hasta el ducto de ventilación, seguramente utilizando alguna herramienta como la de los espías. Cerró el ducto de ventilación y me hizo una señal para que lo siguiera.
Mi mente aún trataba de procesar todo mientras comenzaba a seguir al ladrón por el ducto de ventilación. ¿En realidad esto estaba pasando? Podía sentir mis piernas temblar y en serio que era difícil arrastrarse por aquí con vestido. Además, no podía ver nada, un segundo después de pensar eso, todo se puso un poco más claro y escuché al ladrón hacer un gesto de enojo.
Claro, eso significaba que la electricidad había vuelto.
-Escucha- su voz tenía un tono frío y amenazante que me provocó un escalofrío- voy a dejarte en una de las habitaciones que no tenga guardias, no me importa la excusa que pongas, no debes mencionar nada de mí ¿oíste? Si lo haces pagarás caro por ello.
Su amenaza me hizo recordar con quien estaba: el ladrón que se estaba llevando las joyas de la gente más rica de la ciudad.
-¿Entendiste?-volvió a preguntar al no obtener respuesta.
-S-Sí. -todo se quedó en silencio mientras nos seguíamos arrastrando.
Debería tener miedo… a decir verdad lo tenía, pero a la misma vez… esta persona me acababa de salvar la vida (otra vez) y se estaba tomando el tiempo de dejarme en un lugar seguro en vez de escapar. Lo mínimo que podía hacer era agradecerle…
-Yo esto... -comencé a decir- E-En realidad te estaba buscando -Él paró de golpe y sentí que su mirada se dirigió hacia mí. Oh genial Amu. - ¡N-No te preocupes no estoy ligada a la policía ni nada es que...- (¡Solo la éstas arruinando peor!) -Yo... -respiré profundo tratando de ordenar mis palabras- Tú... me salvaste la otra vez en el parque de unos hombres, si no hubiese sido por ti lo más probable es que yo no estaría viva ahora, por eso desde entonces... he querido agradecerte - Alcé la mirada tratando de encontrar sus ojos en la oscuridad, pero aún así era difícil ver algo- Muchas gracias... por salvarme.
Él no dijo nada, pareció meditar algo por unos segundos, pero solo volvió a mirar al frente y siguió avanzando. Yo solo lo seguí en silencio.
Bueno, al menos ya se lo dije, espero que mi conciencia esté tranquila a partir de ahora.
Una luz comenzó a emanar con fuerza sobre la oscuridad del ducto, solo faltaban unos metros para llegar a la rejilla de otra habitación. Avanzamos un poco más y al llegar al extremo pude divisar una habitación que parecía estar vacía. Supongo que esto significaba mi partida.
Él se detuvo sentándose a un metro de la rejilla, para que la luz no dejara verlo, pero aun así podía divisar mejor su silueta, su cabello oscuro, su traje negro, su antifaz y sus ojos azules. Era extraño tenerlo a mi lado...
-¿No me tienes miedo? -su voz me tomó por sorpresa, su tono ya no era de amenaza sino uno tranquilo. Sus ojos azules se enfocaron sobre mí con una expresión que no pude descifrar.
-¿Ah?
-Sería muy fácil para mí el deshacerme de ti ahora ¿cómo puedes estar tan tranquila cerca de mí? –podía notar la intriga del ladrón en su voz.
Era cierto... Cualquier persona estaría temblando del miedo con solo pensar estar tan cerca de un ladrón y más con la forma en la que me amenazó. ¿Cómo puedo estar tranquila cerca de él?
-...No lo sé... -dije con sinceridad mientras me acercaba también a la rejilla. -Quizá es porque... podrías haberme matado y dejado en esa habitación con esos hombres, pero no lo hiciste, al contrario, me salvaste la vida y te estás tomando las molestias de dejarme en una habitación segura. -podía sentir los reflejos de la luz sobre mí, ahora que estaba más cerca a la habitación, se sentía un poco más cálido a pesar del frío del metal donde estábamos- Podrás ser un ladrón, pero... sé que no eres una mala persona. -mis ojos se encontraron con los suyos- Después de todo... eres la persona que me salvó la vida dos veces.- le sonreí agradecida.
Vi sus ojos ensancharse un poco, mientras me observaba. Desvié la mirada un poco nerviosa.
-No te preocupes, no le diré a nadie que te vi. Puedes irte tranquilo- le dije.
Me di cuenta que aún no apartaba su mirada sobre mí. No dije nada raro antes, ¿verdad?
O quizá sea por la luz de la habitación, ahora que estaba más cerca de la rejilla, se podía ver mi extraño cabello rosa, mi peinado debe haberse arruinado, y... ¡rayos mi maquillaje! Después de haber llorado, ¡debo estar un desastre!
-Ah ¡lo siento! -dije apartando la mirada avergonzada, mientras trataba de quitarme el maquillaje negro donde seguramente se había corrido - mi maquillaje debió haberse corrido y esos hombres arruinaron mi peinado, debo verme horrible. Y...
Él se comenzó a reír.
-Hey ¡¿qué es tan gracioso?!
-Lo siento no pude evitarlo. –dijo mientras lentamente dejaba de reír - Te preocupa como te ves pero no el estar al lado de un peligroso ladrón, es irónico.
-Hmph ¡¿y eso qué?!
Sabía que era irónico pero aun así no iba a dejar que se burlara de mí.
- No te preocupes... -Dijo mientras levantaba su mano quitándome un poco del maquillaje que se había corrido, me sobresalté al sentir el roce de su mano sobre mi rostro - Aún así estas hermosa.
Sentí mi rostro sonrojarse un poco y mi corazón palpitar ante sus palabras. Nuestros ojos volvieron a encontrarse, no podía concentrarme en nada más que en sus ojos azul zafiro y en la calidez de su mano sobre mi mejilla. Traté de procesar lo que me había dicho. ¿Me acababa de hacer un cumplido? ¿Por qué? Nada de la situación tenía sentido y... Amu apúrate tienes que responderle algo.
-Eh... ¿gracias?
Justo cuando creí que no podía hacerme ver más ridícula. Mejor salgo de aquí, antes de que siga avergonzándome más.
Mi mirada se dirigió hacia la rejilla que conducía a la habitación mientras él separaba su mano. Iba a tratar de abrir la rejilla cuando él estiró su brazo delante de mí, impidiéndomelo.
-Retrocede- susurró.
-¿Eh? -hice como dijo y unos segundos después escuché la voz de unos policías entrando a la habitación.
-¡Cubran todas las habitaciones! -ordenó uno, mientras los demás policías corrían, obedeciendo.?
Oh no, esto es malo.
Black Lynx me hizo una señal para regresar por donde habíamos venido. Hice como indicó.
-Bien -dijo cuando ya nos habíamos alejado a una distancia prudente de la habitación- cambio de planes gatita.
¿Eh? ¿Escuché bien? ¿Me acaba de decir gatita?
-Todas las habitaciones deben estar resguardadas a estas alturas -siguió diciendo- así que tendré que sacarte de la mansión antes de que te atrapen conmigo
-¿H-Hey qué fue eso de gatita?
-Tú solo confía en mí, después de todo soy el héroe que te salvó la vida dos veces - por su tono de voz parecía divertirse
-Eh... ¿P-Por qué tu cambio de actitud tan raro?
Llegamos a un ducto de ventilación que iba hacia el segundo piso.
-Escucha yo subiré primero, después te lanzaré algo para ayudarte a subir, así no me retrasas. -y sin decir más comenzó a trepar subiendo con agilidad el ducto.
¿Que no lo retrase? ¡¿Quién me cree que soy yo?! ¡También puedo hacerlo! ¡No porque este con vestido no puedo hacer algo tan fácil!
Comencé a trepar por el conducto tratando de hacer el menor ruido posible, felizmente estaba descalza y eso me ayudaba más a que si estuviera usando esos zapatos de tacón. Seguí concentrándome en subir, ya no debía faltarme mucho, cuando vi una luz iluminar el ducto.
-¿Necesitas ayuda? -preguntó el ladrón divertido.
-¡¿Tenías una linterna contigo todo este tiempo?!
¡¿Qué le sucede a este sujeto?! ¡¿Le gusta burlarse de mí o algo así?!
-Normalmente no la necesito, pero no todas las noches logro presenciar algo como esto -dijo mientras iluminaba mi cara con la linterna divertido.
-Eres un tonto -susurré.
No faltaba mucho, subí el corto tramo que faltaba cuando vi la mano extendida de Black Lynx para ayudarme, tomé su mano y con facilidad me subió hasta el siguiente tramo del conducto de ventilación.
-¿No era más fácil esperar a que yo te subiera, gatita?
-Ahorramos un poco de tiempo ¿no? – (¡No iba a dejar de que se burlase de mí!) - Además no es como si no pudiese subir sola y ¡deja de llamarme gatita!
-Meowch. ¿Realmente crees que puedes seguirme el paso? –preguntó provocándome.
-Hmph, te sorprendería de lo que soy capaz. –traté de mantenerme cool- Ahora solo sigamos, mientras más pronto salgamos de aquí mejor.
No era agradable estar en este ducto de ventilación después de todo.
-Mm eres diferente -susurró el ladrón.
-¿Ah?
-Solo sigamos.
Después de un rato por fin llegamos al ducto del tercer piso, pero por lo que se podía ver por algunas rejillas, todas las habitaciones estaban resguardadas. Aunque Black Lynx estaba buscando una habitación en especial.
-Por esta habitación podemos salir-dijo al llegar a ella- la ventana es lo suficientemente grande y da hacia el área que está menos protegida.
-Sí, pero también tiene guardias, necesitamos apartarlos primero.
-Oh ¿en serio? –dijo con tono sarcástico - No se me había ocurrido
-Cállate. Tengo buenas ideas, ¿ok? Incluso... ¡oh, se me acaba de ocurrir una para distraer a los guardias!
-¿En serio? -dijo el ladrón curioso de qué rayos podría yo estar pensando.
-Así es... -sonreí con maldad.
Ohh cuanto me iba a odiar la gente por esto.
Le dije mi plan a Black Lynx, parecía que él había pensado en otra cosa, pero al final accedió a seguir el mío, solo se necesitaba una persona para hacerlo, así que decidí ir yo mientras él solo esperaría a que regresara. Nos separamos y en otra habitación, y con ayuda de un objeto que me prestó Black Lynx, rompí de lejos una de las lámparas que originó una pequeña llama, que activó el sistema contra incendios de la mansión. Felizmente todo salió bien y los gritos de la gente no se hicieron de esperar mientras el agua arruinaba el traje de todos en el salón.
Los policías fueron llamados para que ayudaran a controlar a la gente del primer piso, y seguramente también los que estaban en la habitación que usaríamos para escapar.
Mi plan salió a la perfección jeje.
Solté un pequeño estornudo, estar en estos ductos de metal solo con vestido no me ayudaba en nada.
-¡Está en los ductos de ventilación! -escuché un grito.
Ay no.
Comencé a temblar del miedo mientras me arrastraba lo más rápido que podía hacia el lugar de dónde me había separado de Black Lynx. ¡No, no, no, no, no! ¡No podían atraparnos! ¡Y menos por mi culpa!
¿Eh? Solo que al llegar él ya no estaba. Mil cosas comenzaron a cruzar por mi mente tratando de entender la situación. La rejilla de la habitación que habíamos visto ya estaba abierta.
¿Planeaba escapar sin mí? No lo haría ¿o sí? Aceptó a que yo me deshiciese de los guardias, pero aún así él no me dejaría aquí ¿verdad?
Entré a la habitación y sentí que mi respiración se cortó al encontrar a Black Lynx al lado de la ventana con una especie de polea ya lista para escapar de la habitación.
-¿Vas a... abandonarme? -las palabras salieron de mi boca sin pensar, no podía evitar sentirme triste, ingenua y traicionada.
-¡Abre la puerta ladrón! -escuché a los policías gritar, mientras trataban de tirar la puerta. Black Lynx había colocado algunos muebles para bloquearla pero lo lograrían en poco tiempo.
Incluso él había dicho: "Tú solo confía en mí, después de todo soy el héroe que te salvó la vida dos veces". Quizá solo lo había dicho de broma o solo por decirlo, pero yo de verdad de verdad había confi-
-¡No seas tonta!-exclamó de repente, mientras mis ojos se ensanchaban y estirando su brazo me jalaba hacia él, acercándome a la ventana. –No te dejaré aquí sola –No podía describir el alivio que sentí ante esas palabras, pero pronto fue reemplazado con miedo al ver la altura de la que pensaba deslizarnos, ¡después de todo estábamos en el tercer piso! ¡Puedo morir aquí!
-¡ABRAN LA PUERTA!
O en prisión, ambas opciones eran aterradoras
-Confía en mí no te pasará nada. -susurró en mi oído. Nuestras miradas se encontraron unos segundos -¿Confías en mí? -sus ojos azul zafiro me mostraban total seguridad. ¿Podía confiar en él?
Cerré los ojos y aferrándome a él, asentí. Él me tomó de la cintura y saltó conmigo por la ventana, justo escuchando como los policías derribaban la puerta de la habitación. Traté de no gritar mientras nos deslizábamos con la polea por los aires y sentía el viento sobre mi rostro. Lo único que podía hacer era aferrarme de Black Lynx, lo único que me separaba de entre la vida y la muerte.
Tras unos segundos aterrizamos entre unos árboles, y lo siguiente que supe es estar siendo cargada mientras él corría alejándose de la mansión. Pasó un tiempo antes de que Black Lynx me dejase descansar en un lugar seguro, mi respiración seguía agitada por el viaje.
-Que horrible casi nos atrapan –dije tomando aire.
-Te dije que no te pasaría nada. –sonrió él satisfecho.
-Sí… gracias –le sonreí, nuestras miradas volvieron a encontrarse.
-Y gracias a ti por deshacerte de los policías, lo hiciste bien. Me diste más tiempo para preparar todo para nuestro escape.
-Sí, me hubiese encantado ver la cara de la gente llorando por sus vestidos. ¡Debió haber sido épico! Jaja
-No tanto como verte tratando de trepar por el ducto de ventilación con ese vestido. –rió él.
-Ahh, ¡pero viste que sí lo pude hacer! -traté de mantenerme cool. -Ya quisiera yo verte tratando de trepar con este vestido.
-Créeme, no… creo que quieras ver eso.
-Jajaja –reímos los 2.
Y extrañamente me encontraba riendo al lado del ladrón que había estado saliendo últimamente en las noticias. Observé por última vez su silueta, su rostro largo y la máscara negra que rodeaba sus ojos azules, esta noche no salió como lo había pensado pero me alegra que el resultado haya sido este.
-Black Lynx… -él me miró- gracias por todo, ya es tarde así que será mejor que ya me vaya. Mi casa no está muy lejos de aquí así que no tendré problemas.
-Ah…. Claro.
-Ahh que noche, estoy exhausta. -dije mientras estiraba los brazos -Ahora lo único que quiero hacer es darme una ducha, irme a dormir y olvidar que esto alguna vez pasó.
-¿Quieres... olvidar?-algo era distinto en el ladrón.
-Sí… no me malinterpretes siempre te estaré agradecida por haberme salvado la vida y eso, pero lo mejor será olvidar todo lo que pasó, fue toda una aventura pero solo quiero que mi vida siga tal como era, como si nada de esto hubiese pasad… - sin previo aviso me tomó de la cintura y me acercó a él.
Mis ojos se ensancharon, mientras sentía sus labios sobre los míos y mi rostro se tornaba rojo. Solo podía escuchar el viento moviendo las copas de los árboles, mientras alzaba mi mano y lo siguiente que se escuchaba era el sonido de una cachetada. Me aparté de él, mientras una marca roja comenzaba a aparecer en la mejilla del peliazul.
-¡¿P-Por qué me besaste?!-le grité y estaba segura de que mi rostro estaba totalmente rojo.
Él solo sonrió, como si estuviese satisfecho con mi reacción. Volvió a acercarse mientras yo retrocedía un poco.
-¿Por qué? -repitió mi pregunta sonriendo- Porque no permitiré que te olvides de mí tan fácilmente.
-¡¿De qué rayos estás hablando?! ¡Ni siquiera te conozco!
- Mi nombre es Ikuto-dijo sonriendo pícaramente- y recuérdalo bien porque a partir de hoy me encontrarás en tus sueños. –me guiñó el ojo.
Mi boca se quedó abierta. ¡¿Pero quién se cree este que es?!
-Además aunque lo niegues, tú sabes que en el fondo te gustó ese beso-sonrió.
-¡P-Pero ¿qué tonterías estás diciendo?!
-Entonces ¿por qué estás tan sonrojada? –sonrió observando mi rostro.
-Porque... Porque...-mis manos se cerraron en puños. No podía creerlo. Si antes llegué aunque sea por unos segundos a considerarlo mi héroe por haberme salvado la vida, no había duda que ahora odiaba a este sujeto. Ikuto me miraba en silencio.
-Nos veremos pronto-dijo con una sonrisa pícara.
-¡Espera ¿qué?!
Y con eso el ladrón se fue haciendo una serie de piruetas hacia el techo de una casa, escapando entre la oscuridad de la noche.
¿Nos veremos pronto? ¿Qué quiso decir con eso?...
¡¿Pero qué le pasa a ese sujeto?! Mis manos seguían cerradas en puños. ¡Me robó mi primer beso! ¡Baka!
Hola a todooos, regreso a fanfiction después de bastante tiempo, no planeaba hacer una nueva historia, pero me llegó la inspiración con bastantes ideas para varios capítulos, y he querido compartirlo con ustedes. Espero hayan disfrutado del cap, ¿les gustó? Díganme que opinan por favor.
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