Está es la primera vez que escribo un fic, no como diversión, si no como desahogo.

Llevo ya tres meses sintiéndome como el culo sin motivo aparente, y la verdad poco me importan ahora mismo los otros fics que tengo, que sí, los voy a continuar. Pero necesitaba escribir esto.

Básicamente hice una tómbola a papelitos de todos los personajes de ficción que alguna vez marcaron mi vida y me hicieron sentirme menos sóla. Por puro azar le tocó a Adrien, como podría haber sido cualquier otro/a, para ser el protagonista del fic.

Este es un fic croosower, pero como va a tener mezclados más de dos fandoms, pues lo dejo como fic normal.

En todo el fic mi personaje elegido, es decir Adrien, se va a "reencarnar" en diferentes fandoms que de un modo u otro me tocaron la patata.

Además de desahogo, es un experimento :V

Os recomiendo escuchar la canción "Ilussia Cadavería" de Mago de Oz. Una de mis canciones favoritas y que, sin ella, no existiría este escrito.


LAS SIETE VIDAS DEL GATO NEGRO —

No es el inicio del fin, es el final del inicio


Amo los inicios.

Nunca sabes a dónde te van a llevar.

~O~

En la primera página de una historia,

el futuro parece ir tan bien...


Cuando te pasan cosas buenas, eres feliz.

Cuando te pasan cosas malas, estas triste.

Esa es una de las grandes leyes no escritas del mundo y todos los humanos la siguen a raja tabla... Bueno, no todos.

Hay humanos que se acostumbran tanto a tener una vida triste, que cuando les pasa algo bueno no saben exactamente como reaccionar y al final sólo se hunden más en si mismos.

Todos los humanos nacen únicamente para morir, y es cuando mueren que realmente empiezan a vivir como estaban destinados a hacerlo. Su primera "vida" sólo es una prueba, un entrenamiento para lo que les espera después.

Todos los humanos son frágiles, no valoran lo que tienen y aunque a la mayoría les asustan mucho los cambios, al final viven más cómodos en estos que en la vida que tenían antes, aunque no todos lo admiten.

Adrien Agreste murió sin esperarlo.

También lo hizo de la forma que la mayoría de personas desearía hacerlo, pero no un héroe como él.

Sólo fue una madrugada como otra cualquiera. El despertador del joven modelo sonó a las cinco de la madrugada para iniciar la rutina. Pero esa vez la mano del rubio no lo paró a los tres segundos exactos, cómo siempre.

— ¡Por el amor al Camenbert, Adrien, apaga ya esa cosa, me está desquiciando! —le grité, pero no recibí ninguna queja de su parte— ¿Adrien?

Levanté la vista para verle envuelto en cobijas tal cual un pequeño Bello Durmiente, su rostro se notaba tan apacible, como si estuviera teniendo un buen sueño, decidí apagar yo mismo el aparato del diablo y no volver a insistirle. Yo más que nadie sabía cuanto necesitaba ese niño descansar.

Aunque tengas más de cinco mil años, eso no te libra de a veces de cometer errores. Yo esa vez cometí el error de no darme cuenta que algo muy importante le faltaba a mi portador en esa imagen. El movimiento de su pecho. Su respiración no estaba ahí ya más.

No pasó ni un cuarto de hora cuando de nuevo el ruido se apoderó de la gran habitación, Nathalie aporreaba la puerta, instando a Adrien a darse prisa, pero el niño continuaba en la cama a pesar de todo.

Bufé y sobrevolé la distancia para aterrizar en el rostro de mi portador para despertarlo. Yo más que nadie deseaba que durmiese por un rato largo, pero no quería que recibiese una regañina.

Me sorprendí por lo fría que se notaba su piel y el tono ligeramente violáceo de sus labios.

— Estúpido niño, ahora ni siquiera sabe taparse lo suficiente —gruñí, pues era apenas inicio de enero y el aire todavía nocturno se notaba frío. Me acerqué a su oreja— ¡¿Qué no sabes que los gatos son animales nocturnos?! ¡Levanta ya el culo, vago!

Sin respuesta. Ahí si que me empecé a enfadar, pensé que me estaba haciendo el vacío.

— ¿Te creés qué es gracioso, niño? —pregunté en su oído. El muy maldito seguía sin contenstarme.

En ese momento las puertas se abrieron de par en par, al parecer la secretaría también se hartó de no recibir respuesta.

Rápidamente me escondí de la vista de la mujer, que se acercaba a mi yo creía que durmiente portador.

— Joven Agreste, entiendo que esté agotado, pero ya es momento de que sé levanté para... —y silencio. Fui testigo de como la mujer tocó el brazo de mi portador, para después quedarse tensa. Pasaron tres incómodos segundos, antes de que la mujer se separara de Adrien como si quemase y empezara a gritar como una poseída.

No entendí que sucedía. Hasta que la vi detrás de Nathalie.

La Muerte, siempre muda ella, sostenía entre sus brazos el alma inmortal de mi portador. Todavía estaba dormido en ese abrazo sobrenatural. Aun no sabía que había, como comúnmente lo llamáis los humanos, muerto. Pero en realidad eso significaba que Adrien ya había completado su "entrenamiento", para la verdadera vida a la que estaba destinado en cuanto comenzó a existir. Y al parecer no era ser Chat Noir.

Los humanos decís que morir joven es triste, pero en realidad es algo digno de admirar.

Adrien Agreste sólo tenía 16 años, cuando el forense declaró la muerte súbita del joven.

No había enfermedad, no había nada externo que acabase con su vida, simplemente se le paró el corazón.

Simplemente ya le tocaba desaparecer de ese mundo al que, en realidad, jamás perteneció, dejando una ristra de corazones desconsolados a su paso.

En especial el de cierta superheroína de rojo, quien en un suspiro no sólo perdió a su primer amor, si no también al compañero de batallas en el que, sin saberlo, se había apollado demasiado.

Pero él jamás volvería a recordarla, porque para él ella jamás existió, ahora que había pasado la barrera. Se volverían a conocer en otro mundo, tal vez, no es del todo imposible.

¿Deseas acompañarle?

Como kwami, sabía que debía responder con un tajante "no" a la pregunta dada por La Muerte. Púes si yo también moría, ya no habría más Chat Noir en el mundo. Pero nunca hubo un Chat Noir como Adrien. Nunca ninguno me tocó el corazón como él lo hizo. Me di cuenta de que ya no podría aceptar a ningún otro portador diferente, por muy bueno que fuera. El Maestro Fu me olvidará, Tikki me olvidará, todo el resto de kwamis olvidará que alguna vez existió Plagg, el gato de la destrucción. Pero Adrien me recordará, porque nunca dejaré de estar a su lado, vaya a donde vaya. Sabrían los Miraculous el gran número de kwamis que no recuerdo y que seguramente hicieron esto antes que yo.

— Sí, deseo acompañarle —le respondí por primera vez de forma afirmativa.

Pues con todas las muertes de mis portadores, ella me preguntaba lo mismo. Misma pregunta que seguramente te haga a ti, si es que alguna vez logras verla cargando un alma inconsciente entre sus brazos, antes de que llegue tu momento.

Y todo fue negro para mi. Al igual que cuando estaba encerrado en el anillo. Pero ahora eso se acabo para mi. Ya nunca más sería un kwami. No tenía ni idea de que me esperaba en mi reencarnación, más allá de que estaría con él. No con Adrien Agreste, si no con el alma sin nombre, alegre pero fácil de quebrar, bromista pero madura, que en realidad es él... tal vez en otra vida hasta sea "ella" en lugar de "él", todo es posible. Puede que ni tan siquiera sea humano en su nueva vida. A pesar de todo, yo estaré con él.

Porque la Muerte ya lo sabe para futuros trabajos, que a partir de ahora nuestras almas van unidas.

En cuanto despertase, no recordaría nada. Sin embargo, sería el momento.

Mi ya no más portador deberá elegir la vida que realmente desea vivir, la que realmente le llene y no haya vacío ni dolor, en cuanto despierte.

Pero todavía sigue dormido, gestándose de nuevo, renaciendo en un nuevo cuerpo, uno que parece humano, pero no es humano.

Mientras que yo, como en mi existencia anterior, me voy transformando en algo que parece un gato, pero no es un gato.

Es la primera de las siete posibles elecciones a las que tiene derecho de vivir.

Una vida totalmente diferente a los Miraculous y salvar París.

Y la probaríamos juntos.

Un humano que no es humano y un gato que no es gato. Si alguno adivida el fandom en el que van a caer estos dos creo que salgo de la pantalla y lo beso XD