Dentro de una noche quizás ya no pueda hablar, quizás sea demasiado tarde por eso cuando él le dice:

"Solo quiero pasar cada minuto del resto de mis días contigo" ella lo arrastra hacia su habitación mientras enreda su mano en el cabello rubio del chico. Luego lo besa.

Y él ya no distingue que es real y que es teatro. Poco le importa, solo se deja llevar por el momento, imaginando que en efecto todo es real, porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche? Y se deja llevar por el beso. Intenta memorizar el sabor de sus labios, quiere morir con ese recuerdo. Quiere aprender el contorno de su cintura, el hueco entre sus hombros, sus espalda. Quiere crear una réplica perfecta para amarla en sus sueños. Y en lo que le aguarde después de la muerte.

Las estrellas titilan en el cielo, debe ser más de media noche. Él duerme a su lado, abrazándola. Sus labios están muy cerca. Solo ella sabe que el beso que le dio antes de dormir era real. Inconceviblemente real. Y ahí está, observando el rostro del muchacho en la oscuridad. Una palabra le viene a la mente cuando aparta un mechón de su rostro "Hermoso" Para ella eso es lo que es él. Ahora mismo para ella no hay nada más hermoso que él. Para ella él es hermoso. Y comprende algo que se niega a comprender. Quiere al chico que duerme junto a ella. Ama sus ojos azules, sus rizos rubios, sus pestañas largas, su mirada. Y más allá de lo que todo el mundo ve, ella ama su calidez, su paciencia, su nobleza. Lo quiere, lo ama. Y se atreve a reconocerlo porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche? Y no entiende como no fue capaz de reconocerlo antes. Si muere, muere para salvarlo, morirá feliz. Morirá por él. Y lo sigue mirando y nunca se cansará de hacerlo. Pero no tendrán futuro. Por primera vez se ilusiona con un futuro. Y sabe que no lo tendrá. Acaricia sus facciones, ella tambien quiere memorizarlo. Esa noche no quiere dormir, quiere soñar despierta. Con él. No puede vivir sin él y si puede nunca lo descubrirá. Porque no quiere no sin él. Y por un impulso lo dice en voz alta.

"Te quiero" Porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche?

Pero él la ha escuchado. Ha sido consciente de sus finos dedos deslizarse por su mejilla, por sus cejas, por sus pestañas. Sabe que le apartó un mechón de su frente suavemente. Ha sentido el miedo de ella a despertarlo con sus caricias. Pero él las ha sentido... Y esa frase que ha salido de sus labios nunca la olvidará. Abre los ojos decidido a encontrarse con los de ella. A mostrarle que ha escuchado sus palabras porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche? Y cuando los abre efectivamente se encuentra con los de ella. Grises, tambien hermosos para él. La ama. Siempre lo ha hecho. Siempre lo seguirá haciendo. Y nota que ella se ruboriza al percatarse de que él ha escuchado su secreto. Ahora es el turno de él. Le acaricia el pelo. Se acerca más a ella, si es posible. Ella toma su otra mano. Entrelaza sus dedos. Para él ella tambien es hermosa. Y la besa. Y ella le corresponde sin dudar. Porque ya le da igual que él lo sepa. Es más está feliz de que lo sepa, porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche?

Y ambos se se entregan a ese beso como si fuese a ser el último. Porque tal vez lo sea. Ninguno quiere rendirse y abandonar esa cálida sensación que les recorre a ambos el cuerpo.

Cuando se separan en murmura en un susurro lo que siempre se ha sabido a voces.

"Te qiuero"

Esta vez ella se abandona antes al sueño, esta vez es él quien la contempla. Ella lo mantien fuertemente abrazado a su lado, porque ¿que más da? ¿quien sabe donde estarán la próxima noche?