¡Hola, hola! He vuelto. Tranquilidad que no me he olvidado de mi otro fic.
Voy a ir subiendo cosas poquito a poquito, pero acabaré lo que tengo empezado y subiré más y mejor.
Amo a esta pareja y espero que os guste tanto como a mi escribirla.
Suspiró por décima vez en lo que llevaban de reunión, aquel día sin duda era el peor.
Era todo un completo caos, y mira que Alemania estaba intentando poner un poco de orden, pero le resultaba imposible.
Casi todos los países hablaban entre ellos, se insultaban o hacían sus cosas... Vamos que nadie le hacia caso al tema de la reunión, en este caso la contaminación.
Yo miraba a todos apoyando mi mejilla en la palma de la mano, esperando a ver cuanto tardaba Alemania en explotar y ponerse en plan sádico.
-¡Callaos ya todos!- Pues no había tardado mucho, nuevo récord.
Todos los países miraron a Ludwing y la mayoría se calló, menos dos. Francia e Inglaterra siguieron discutiendo como si no hubiera un mañana, haciendo caso omiso de las amenazas de muerte que daba el alemán.
-¡Ya te gustaría ser tan fabuloso como yo, mon cher!- Encima discutían por cosas estúpidas.
-¡¿Pero que te crees?! ¡Si eres un baboso que no vale nada, Frog!- Creo que la vena de la cabeza de Alemania estaba por estallar.
-¡Callaos los dos!- Gritó otra vez Alemania.
-¿¡Pero no ves que es él que no para de molestar!?- Parecía esto un concurso de gritos, y yo que solo quería dormir, como estaba haciendo Grecia en estos instantes.
Con ese comentario de Arthur los dos volvieron a la carga y por ende a insultarse.
Al ver la desesperación del alemán en su mirada se me ocurrió una gran idea.
-¿Oye, Ludwing que me das si hago que se callen?- Este me miro fijamente y carraspeó.
-Te reduzco la deuda un diez por ciento- Vaya eso era interesante.
-Mejor que sea un veinte- Me levante del asiento con una sonrisa un poco malvada, haciendo que mis verdes ojos brillaran.
Me planté delante de Francia, mordiéndome el labio y poniendo la expresión mas guarra que pude poner, este se me quedo mirando confundido.
Me llevé el dedo a la boca, chupándolo con dedicación, moviendo mi lengua en círculos. Ahí creo que a Francis se le derritió en cerebro, ya que boqueó como un pez y hacía ya un rato que no pestañeaba, eso no parecía muy sano.
-¡¿Spain, what the fuck are you doing?!- Ignoré al cejotas por completo, pero creo que pude reconocer algo de celos por su parte. Si es que soy todo un ligón.
Agarré al francés por la corbata y tiré de él hacía mi suavemente, acercándome a su oído.
-Francis, dame duro contra un muro- Le susurré, para que solo él escuchara, mordisqueando luego su lóbulo.
Me separé sonriendo victorioso, pero luego el mundo se sacudió y me encontré entre los brazos del francés, que empezó a correr hacía la puerta como un loco.
-¡Me lo llevo un rato! ¡No nos esperéis!- Dijo Francis hiperventilando, a saber que guarradas se le estaban ocurriendo.
-¡Alemania no te olvides de lo acordado!- Grité como pude mientras era arrastrado por los pasillos, hacía el cuarto de baño más cercano.
Es corto lo sé. Pero tampoco quería hacer algo muy largo. En plan para que sepáis que estoy viva, y sigo aquí.
Si queréis que haga mas de esta pareja me lo ponéis en los comentarios y si tenéis algún pedido con alguna otra también. Shipeo a España con todos menos Romano. I'm so sorry!
¡Nos vemos pronto...¡Espero!
