Hola volvi con una nueva historia, las ppgz en esta historia no tienen poderes.

Las PPGZ no me pertenecen.

pensamientos de Momoko (en cursiva)


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Hola me llamo Momoko Akatsusumi y yo era el tipo de chica alegre y despreocupada, que se la vivía con sus mejores amigas mirando chicos lindos, comiendo lo que se me ponga enfrente, y todo eso, pero desde ese día soy un poco mas…distante, tengo pocos amigos, soy más seria y reservada, solo hay una persona capaz de sacar a la vieja Momoko de mí, me hace olvidar mis penas e incluso me introdujo a un mundo totalmente nuevo.

Todo empezó con un accidente:

Era en vacaciones de verano, mis padres y yo íbamos a visitar al mejor amigo de la infancia de mama, el tío Him, yo no quería ir, pero mi padre dijo que era un viaje familiar y que como parte de la familia tenía que ir, al final acepte, el camino fue tranquilo íbamos cantando las canciones que conocíamos, como long road to ruin, drive by etc.

Lo último que recuerdo era que todos estábamos riendo y cantando una canción que estaba pasando por la radio, se llama Young Forever de Nicki Minaj, luego escuche a mi hermanita Kuriko gritar, mi padre que mantenía la vista fija hacia delante volteo a la dirección que todos volteamos y vimos a un tráiler de doble remolque derrapando hacia nosotros.


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-lo siento-dijo el señor Him tocando el hombro de la peli naranja menor que al oír las palabras solo se aventó a los brazos de su hermana mayor para seguir llorando como lo hacía desde que le dieron la noticia.

Kuriko aun lloraba cuando se lo mencionaban, no lo podía evitar y Momoko parecía un zombie, sus ojos estaban oscuros y cansados con ojeras a su alrededor ella se sentía culpable, el viaje le daba mala espina, pero su mama se veía tan feliz que no dijo nada.

Hacía apenas un día atrás que todos estaban sentados alrededor de la mesa de su casa hablando sobre las cosas que debían empacar para ver al tío Him que en realidad no era su tío, solo le decían así cuando hablaban con el por teléfono, él fue el mejor amigo de su madre cuando eran niños y por una u otra razón nunca se conocieron en persona.

-no sé qué voy a hacer señor Him-dijo Momoko casi en un susurro y sin mirarlo a los ojos sabía que no podía mirar a los ojos de nadie o toda la fortaleza que estaba reuniendo por no llorar se quebraría, el nudo de su garganta le impedía hablar tanto como quisiera.

El señor Him, como le llamaban ellas, era un hombre alto y delgado de cabello platinado que parecía canoso, con profundos ojos rojos que le daban una apariencia demoniaca, su piel era muy blanca, el había asistido al funeral con su esposa Mary Ann quien es una mujer de ojos color violeta y de una larga cabellera rubia debía tener más o menos la misma edad de la madre de Momoko y Kuriko. Y con su hijo Brick, el se había mantenido distante desde que llegaron al velorio y solo se había acercado para dejar el ramo de flores blancas cerca de los ataúdes de sus padres su cabello era un rojo-anaranjado como el de ella rebelde y poco arriba de los hombros y sus ojos eran igual de rojos que los de su padre.

Him por su parte se sorprendió de oír a la oji-rosa hablar ellos nunca habían hablado ni por teléfono por una u otra cosa ella o el no podían contestar el teléfono y nunca hablaban, la observo junto con su hermana quien ahora solo sollozaba.

-tu eres Momoko, ¿cierto?-pregunto, Jack y Mimi le había hablado maravillas de sus dos hijas, y él tenía ganas de conocerlas, pero no de esta forma.

-si, y ella es Kuriko, un gusto-dijo con voz como si de un robot programado para decir eso se tratara. Him miro a la pequeña peli-naranja, tenía los mismos ojos de Mimi y el cabello castaño claro de Jack y se pregunto ¿Qué sería de ellas?

-no sé que pasara con nostras -dijo Momoko mientras que por sus mejillas comenzaban a resbalar unas cuantas lagrimas, al parecer pensaba lo mismo que Him, solo que ella era solo una adolecente de 16 años a punto de cumplir los 17 y su hermanita era una niña de 13 años, lo más seguro es que se las llevaran a una casa hogar, y luego si tenían suerte serian adoptadas, aunque para bombón eso le parecía imposible, nadie adopta adolecentes.

-denme un segundo- dijo Him para dirigirse con su esposa y decirle al oído, ella asintió rápidamente y se retiro de ahí con su hijo.

-se está haciendo tarde- dijo Him mirando de reojo por donde se habían ido su esposa e hijo como dándoles una explicación de su ida.

-si quiere puede retirarse a descansar, no es su obligación permanecer aquí- le dijo Momoko mientras miraba los ataúdes con nostalgia, preparándose para llorar

-y que pasara con ustedes? Digo irán a dormir?-se dio cuenta que la primer pregunta pudo haber sido tomada de otra forma, así que la corrigió con la segunda

-nosotras nos quedaremos aquí, y luego iremos al entierro, como debe ser- respondió la menor luchando por que sus ojos no se cerraran y que su voz no sonara tan cansada como realmente estaba en esos momentos.

-entonces igual yo-respondió Him a lo que las dos menores asintieron levemente, su madre les había contado que ella y Him habían sido los mejores y más inseparables amigos, hasta que él se convirtió en esposo y padre, luego paso lo mismo con Mimi ocupándose cada vez mas de su labor de madre y esposa, cada quién se ocupo mas en sacar adelante a sus familias hasta que su amistad quedo casi en el olvido.

Him las volvió a mirar, ya había pasado un par de horas desde que alguien emitió alguna palabra, la demás gente ya se había retirado.

Kuriko aun luchaba por mantenerse despierta mientras que su hermana le acariciaba la cabeza intentando calmarla y que se olvidara de la situación por un momento, Momoko miraba a un punto fijo en la pared, posiblemente pensando en su futuro y en el de su hermana, era lo mismo que Him había hecho desde que se entero de la tragedia, en menos de un segundo ya sabía su respuesta el tomaría la tutela de las hijas de su mejor amiga el estaba seguro de que Mimi querría eso, además que no podía dejarlas a su suerte, Mimi no estaría feliz ni él se quedaría con la conciencia tranquila.

Him intento hacer platica con Momoko pero era inútil, ella estaba sumida en mundo pensando sobre cosas que a él le era difícil adivinar, pero no era nada agradable ya que hacia muecas. Y Kuriko ya estaba más despierta después de haber dormitado.

-y dime Kuriko, tienes hambre?-dijo acercándole un sándwich que había comprado en un autoservicio junto con un par de cafés, tanto el cómo ellas debían estar hambrientos, y lo estaban.

-los paramédicos dijeron que fue un milagro que las dos saliéramos ilesas…-contesto kuriko mirando el café que le acababa de acercar Him, la verdad él se estaba comportando mejor que nadie con ellas, pero cada que hablaba no podía evitar sacar ese tema a conversación y luego se ponía a llorar…

-Kuriko, ¿quieren quedarse con nosotros?-le pregunto lo más dulce que pudo, aunque sonó un poco tosco sabiendo que apenas y se conocían en persona, porque por teléfono ellos, ya habían hablado.

-¿por Cuánto tiempo?-pregunto la oji naranja mirando hacia el suelo con la mirada perdida, sin mirarlo a los ojos

-el tiempo que ustedes quieran-dijo él, al parecer la menor era muy madura para su edad e iba directo al grano, y si no lo era había madurado de golpe, la situación lo ameritaba.

-gracias, pero no sé si-Kuriko fue interrumpida, mientras hablaba miraba la suelo desesperadamente como si en el fuera a encontrar las palabras que buscaba para hablar

-gracias señor Him, le tomaremos la palabra ya que mi madre como usted sabrá es hija única y mis abuelos fallecieron hace años y la familia de mi padre nos odia…gustosamente aceptamos ir con usted por un tiempo-dijo Momoko despertando de su trance para mirarlo a los ojos, ella estaba decidida a salir adelante y sacar a su hermana con ella, solo necesitaba la mayoría de edad y listo.

Him pensó un rato en las palabras de la chica, Mimi le había comentado una vez que Jack se había peleado con su familia y desde entonces no tenían contacto con ellos pero nunca pensó que no volvieran a tener contacto y lo más triste es que quién sabe cuánto tiempo duraron sin hablarse pero nunca se arreglaran ahora.

-entonces pasaremos mañana y después del entierro iremos a mi casa-dijo Him mirándolas, ellas no querían moverse de ahí pero de alguna manera tenían que descansar por su bien mas que nada.

-niñas, tienen que dormir un poco-les dijo Him

-no, no dejare a mis papas, estos son las últimas horas que pasare con ellos-dijo Momoko

-y que tal si va una primero a descansar un rato y luego al otra?-

-esta bien-dijo Momoko pensando en su hermanita