Jeryn
El cielo estaba despejado, apenas se veían nubes en el cielo de Nueva York y eran ya las cinco de la tarde. Jeryn miraba por la ventana, absorta en sus pensamientos, estaba harta de trabajar en su último caso, un divorcio patético de dos ancianos de sesenta años que estaban hasta las narices el uno del otro; si ella hubiese tenido que llegar hasta ese punto con Wendy se habría suicidado, aunque por otro lado, no podía dejar así a Pam, le importaba demasiado como para abandonarla de una forma tan cruel, desde luego, el divorcio era mejor opción. Pero aún tenía que decírselo a Wendy, aunque primero debería decírselo a Pam, no iba a cambiar su vida por nada, si ella no iba a quererla porque ya no era una mujer casada, prefería seguir así, al menos tenía algo de diversión en el trabajo, pero la verdad, sabía que había algo más que diversión, algo que no quería aceptar por miedo a tener una debilidad.
-Jeryn… -deja una mano en su hombro, suavemente.
-Joder, que susto, ¿por qué no has llamado? –suspira, girándose y quedando cara a cara con la rubia.
-He tocado, cuatro veces –niega y le tiende unos papeles- lo que me habías pedido.
-Gracias –le sonríe de lado y vuelve a su escritorio- estoy harta de esa mujer, ni siquiera sabe lo que quiere.
-Es normal, llevan muchos años juntos, le cuesta tomar la decisión –la mira descaradamente cuando camina de vuelta, hasta que se sienta, desvía la mirada cuando la mira- Hoy es tu aniversario, ¿no?
-Sí… -suspira- aunque la verdad es que tengo demasiado trabajo, no sé si iré a la cena de esta noche.
-No pareces muy ilusionada –mira por la ventana, pensando en que ella preferiría que se quedase trabajando, pero sin dar señales de ello- ¿A qué hora es la cena?
-A las ocho –suspira- aún queda tiempo –gira su silla, quedando frente a ella.
Pam
Le sonríe de lado, mordiéndose el labio, se acerca a ella, sentándose sobre su regazo. Acaricia su pelo suavemente con cariño, sonriendo en sus labios cuando la besa. Coge su mano cuando nota que la sube demasiado.
-Puede llegar en cualquier momento –le da un beso corto.
-Es demasiado pronto –le muerde el labio, dudo que venga hasta dentro de una o dos horas si ve que tardo demasiado –sube su mano de nuevo.
-¿Qué pasa si nos ve? –deja que lo haga esta vez, separando un poco sus piernas.
-Que tendré una oportunidad de pedirle el divorcio –deja varios besos en su cuello, sin mirarla a los ojos.
-¿Vas a…? –hace que la mire a los ojos- ¿estás segura de que quieres hacer eso?
-¿Quieres que lo haga? –la mira, esperando que conteste.
-Yo… -suspira cuando suena el teléfono, algo aliviada de no tener que contestar, sintiéndose culpable por estar haciéndole eso a Wendy, pero feliz de que la elija a ella- Deberías cogerlo,
-Sí… -resopla algo molesta y coge el teléfono de mala manera- ¿Qué?
-¿Va todo bien, cielo? Soy yo, ¿quieres que pase por ti cuando salga de trabajar?
-Hola… lo siento… no es el mejor momento, si, ven sobre las siete, hasta luego.
Mira la puerta, sin decir ni hacer nada para no molestarlas mientras hablan, reprimiendo una mueca cuando le dice que si va a ir. Juega con su vestido pero se acaba levantando, mirando la mano de Jeryn cuando coge la suya.
-Espera… ¿qué te pasa? Deberías contarme lo que te preocupa…
-"No te vayas" –gesticula con los labios antes de contestar a Wendy- No es nada, nos vemos a las siete –le cuelga y mira a Pam- No me has contestado
-¿Y qué quieres que te conteste? ¿Que me siento la peor persona del mundo por hacerle esto a tu mujer o que soy la más feliz porque en el fondo me quieres? –niega, evitando sus ojos.
-Eso me sirve –se levanta, sonriéndole un poco, deja su mano en su mejilla- Puede que en el fondo te quiera, pero que yo no quiera seguir con ella no es tu culpa, bueno, tú influyes en que haya dado el paso, pero no eres la única razón, simplemente no siento nada por ella.
-No sé si eso me hace sentir mejor o peor –suspira, cerrando los ojos.
-Solo quiero saber si seguirás aquí si lo hago –deja su frente sobre la suya, rozando sus labios.
-Siempre voy a estar aquí Jeryn, hagas lo que hagas, estés casada o divorciada, me da igual –susurra, deseando besarla.
-Eso es todo lo que necesito –la besa lentamente, pegándola al escritorio.
Se sienta sobre el escritorio, dejándose hacer, olvidándose de todo por un rato y tratando de hacer el menor ruido posible por si aún queda alguien merodeando por allí. Se viste cuando acaban, odiando tener que separarse de ella, más aún si es para que se vaya con Wendy. Le sube la cremallera del vestido, dejando varios besos por su espalda y abrazándola por detrás.
Jeryn
-Se lo diré en la cena…
-Es el día de vuestro aniversario, espera a mañana al menos, es demasiado cruel.
-Oh por favor, soy yo, soy cruel, no sé qué esperabas –rueda los ojos y le da un beso corto.
-No con todos –suspira- Hazlo por mí, por favor…
-Está bien, esperaré hasta mañana –mira la hora y suspira- está a punto de llegar.
-Nos vemos mañana entonces –sonríe levemente. Saliendo de su despacho.
Suspira y se arregla el pelo, maquillándose un poco, recoge todas sus cosas, dejando todo ordenado. Sale, sorprendiéndose al ver a Wendy allí ya.
-Vamos a llegar tarde -la besa sonriendo.
-Aún queda una hora –le sonríe un poco, sin poder evitar mirar a Pam de reojo.
-Es sábado, la ciudad está imposible hoy –saluda a Pam como si nada y coge la mano de Jeryn- vamos, anda.
-Está bien –niega y se deja llevar, entrando en el ascensor.
