Descargo de responsabilidad:Los personajes pertenecen a Kishimoto.
Pareja principal: SasuHina.
Advertencia:Puede contenerOoc, Lenguaje Fuerte, Violación, contenido sexual fuerte.
Género: Romance, maduro, comedia dramática, fantasía, sobrenatural.
Sinopsis: La versión mítica más difundida es que los súcubos atacan a sus víctimas para absorber la sangre o energía vital del hombre y así alimentarse, con una belleza no terrenal, a menudo con alas demoníacas suelen ser difíciles de olvidar o incluso deshacerse de su imagen. Crecida en una familia que que se alimentaba de sexo creyó no encajar en ningún momento, su mente se mantenía demasiado inocente y pura como para poder atacar a un hombre sexualmente, pero todo cambia cuando algo la induce a querer revelarse contra su propio padre, el rey de todo el reino.
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- Hablan -
~ Piensan ~
" - Fragmentos de recuerdos."
* Flash Backs*
''Sueños''
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1º día de cautiverio.
Succubus
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Su esencia era varonil.
Observó su objetivo a distancia segura, a tiempos venia siguiéndolo, esas feromonas que desprendían de él nublaban a todas las demás.
Lo necesitaba.
Él la haría poderosa.
Él seria su objetivo, lo sentía de verdad por él, pero era necesario, no daría marcha atrás.
Además, esa esencia la hacía delirar demasiado como para dejarlo pasar.
El viento sopló meciendo su largo pelo tan oscuro con tonos azulados, su falda escolar volaba suavemente.
Mientras ella estaba sobre el poste luz, su objetivo andaba solo por la calle, las pocas luces que alumbraban en solitario lugar empezaron a parpadear como si los focos estuvieran por quemarse.
El pelinegro pareció no tomarle importancia.
Tras ella la luna brillaba oscureciendo su figura como si apenas fuera una sombra. Saltó con las negras alas abiertas, aterrizando silenciosamente tras él.
El moreno se detuvo en seco, bajo una débil luz, sintió una presencia tras él, algo le gritaba que huyera, y que debía hacerlo rápido, pero en su lugar se volteó.
Lo ultimó que vio fueron unos ojos lunas a centímetros de su rostro y después nada.
[...]
Trató de abrir los ojos otra vez.
Bufó, no era que no pudiera abrir los ojos, sino que algo dificultaba su visión, lo más probable, una venda, todo se veía completamente oscuro.
Se había despertado ya a un tiempo, por la posición en que se encontraba y la textura en la que reposaba podía deduzir que estaba sobre un colchón, bastante cómodo por cierto. El frío que recorría su piel lo hizo descubrir que estaba tan sólo en ropa interior por eso permitía que la temperatura externa acariciará su piel sin barreras.
- Maldición - nuevamente trató de soltar sus muñecas y estirar sus piernas, intentando romper las cuerdas que lo sostenían a la cama.
Sí, estaba atado.
Los brazos arriba su cabeza y las piernas ligeramente separadas, aprisionadas a los bordes de la madera.
Apretó los puños, irritado.
- Maldición - volvió a escupir fastidiado, había sido secuestrado. Se maldijo a si mismo, debió haber aceptado ir con el idiota de su amigo, ahora podría haber secuestrado por cualquier motivo, pero temía más que fuera una de sus locas fangirls.
- Despertaste - observó alguien que no había notado que estaba ahí. Era una voz suave, nada chillona a las que estaba acostumbrado. Pero era lo que temía, una mujer, al menos su voz no era irritante, pero eso no lo hacía sentirse mas tranquilo.
¡Por Dios! Fue secuestrado por una mujer, una de sus locas acosadoras.
- ¡Desátame! - gruñó el moreno furioso girando la cabeza sobre la almohada en dirección a la voz.
La secuestradora temía que fuera así, ¿quien en su sano juicio iba a querer ser secuestrado y usado?
Se sintió mal por él pero debía cumplir con su objetivo, aunque odiaba tener que hacerlo de esa manera, jamas quiso ser lo que ella era.
Se había prometido a si misma que él seria su primer y última victima.
Tenerlo cerca sintiendo esa esencia varonil la dejaban hambrienta.
- Lo siento - profesó mirando al suelo y encogiéndose sobre si misma, de cierta forma se sentía apenada de hacer el mal a alguien. El azabache arqueó una ceja bajo la venda, su disculpas parecían demasiado sinceras, frunció el ceño prometiéndose que no caería, seguramente ella mentía - No puedo hacerlo - contestó la secuestradora refiriéndose a su orden de ser liberado.
~ Maldita ~ la maldijo mentalmente, era obvio que no lo soltaría.
- ¿Qué quieres? - gruñó impaciente, no importaba que estaba atado seguiría manteniendo su pose orgullosa.
Ella pensó en como responder-le, al pensar en lo que quería no pudo evitar sonrojarse, y era algo que no podía decirlo en voz alta.
- B-bueno, necesito poder... - contestó - Y tú serás el que me lo de - aseguró un poco mas decidida. Él frunció el ceño entre la confusión y la rabia.
- ¿De que demonios hablas? - cuestionó extrañado, sin entender a que se refería con "poder" y "tu me lo darás". Escuchó un movimiento de aleteo, sintiendo una brisa ligera por unos segundos, el pelo de sus brazos se erizaron ante la repentina brisa.
- Soy un súcubo - la suave voz contestó.
El pelinegro jadeó.
Oh Por Dios, estaba loca.
- Te necesito para completar mi objetivo, lo siento, no podía ser otro - dijo más para si misma recordando que no podía marcha atrás si quería cumplir con su objetivo.
- ¡Estás loca si crees que me voy a creer eso! - aseguró el azabache tensando la mandíbula - Por qué no solo dices la verdad? - gruñó el cautivo.
- No importa si no me crees, la verdad, yo tampoco lo creería si me lo dijeran - soltó una risita, su risa era musical y no escandalosa o molesta.
Ella movió sus alas en modo de abrazo, una expresión de tristeza apareció en su rostro.
Realmente odiaba tener que hacer eso y que ni siquiera tenia oportunidad de hacerlo con quien de verdad amaba.
- Lo siento Sasuke-kun - otra vez denotaban sinceridad y ademas educación, él estaba confundido. ¿Qué rayos le pasaba a esa chica?
Jadeó al sentir un peso extra sobre él.
Ella se había montado en él.
Apretó los dientes y los puños tensándose completamente, comprobando ahora sus intenciones, Lo iba a violar! Su virginidad estaba en juego.
Sí.
Por mas increíble que pareciera Sasuke Uchiha, el chico mas codiciado en toda la la escuela de Konoha no tenía ni una experiencia en relaciones.
Él era virgen.
No por falta de oportunidad, tan sólo no había encontrado a nadie que no fuera irritante, fastidiosa, molesta, pegadiza. Suponía que si se acostaba con cualquier mujer que conociera, ellas jamás lo dejarían en paz después de eso, y acostarse con cualquiera tampoco estaba en sus planes, entonces pensó que sería mejor no arriesgar, pero ahora estaba a punto de ser violado.
Sí claro, que forma perfecta de perder la virginidad.
No le diría a su secuestradora que era virgen, como si fuera un ruego que lo dejará ir, quizás sí lo decía eso solo empeoraría las cosas y puede hasta que ella no le creyera.
Tampoco tenía que darle explicaciones a nadie.
- ¡Bájate ahora! - ordenó irritado pero ella lo ignoró sin pronunciar una sola palabra.
Cada vez más su hambre aumentaba al sentir el calor y la esencia tan de ese Uchiha ahora tan cercana a su piel, estaba solo en ropa interior sobre él.
Sentada sobre sus muslos lo observó tratando de conseguir valor para continuar, no necesitó hacer mucho, estaba hambrienta.
Moviendo sus caderas fue subiendo hasta poder rozar sus sexos sobre la ropa, suspiró sin poder evitar.
El contacto aun por sobre la ropa se había sentido bien.
Sasuke tensó la mandíbula y contuvo un jadeo.
Se resistiría, estaba determinado a no dejar ni un sonido de placer salir de su boca.
Ella bajo hasta estar cerca de sus labios y lo besó, el pelinegro trató de girar el rostro pero ella lo sostuvo con una mano, mientras la otra pasaba por sus abdomen arañándolo ligeramente con las uñas mientras delineaba sus músculos.
El Uchiha no pudo evitar preguntarse, ¿Desde cuando una chica tenia tanta fuerza?
La mano que le sostenía la mandíbula lo impedía de hacer cualquier movimiento por mas que lo intentará. Lo peor para su orgullo era que esas delicadas manos que trazaban su piel casi lo hacía suspirar...casi.
La ojiperla se encontraba en una situación diferente.
Él era delicioso, ella lo admitía, sentía la energía creciendo a medida que lo tocaba, su alimento siempre fue de cáracter sexual.
Al ser un succubu era lo único que necesitaba para sobrevivir.
- ¡Ggh! - el Uchiha soltó un quejido cuando ella le mordió los labios fuertemente haciendo que abriera la boca, bajo las vendas ensanchó los ojos cuando sintió como le metió la lengua caliente y húmeda, explorando cada rincón de su interior.
Sasuke se negó a corresponder. Ni muerto lo haría.
O eso creía, ya que se le estaba volviendo difícil resistir aunque tratará de no admitirlo, esos labios eran extremadamente suaves, y esa lengua se sentía caliente acariciando la suya como si lo estuviera probando, era...tentador.
Maldecía su pene que estaba totalmente en contra de él.
Pudo sentir su propio miembro endureciéndose al contacto femenino.
¡Joder!
Se estaba excitando.
Ella sacó su lengua de la boca de él dejando atrás un brillante hilo de saliva que los unía a centímetros de distancia.
El Uchiha podía sentir el aliento de su secuestradora chocando contra él, la falta de aire los obligó a ambos a jadear ligeramente permitiendo que el oxigeno volviera a circular por sus pulmones.
- Bájate de una vez. ¡Demonios! - gruñó tratando inútilmente una vez más, por un momento no pudo reconocer su propia voz, por primera vez le había salido ronca y vacilante.
Ella bajó.
Pero no de la forma que él había sugerido.
Lo besó en la comisura de los labios dejando una sensación extraña para el azabache, lentamente descendió a su cuello dejamdo mordidas que lo hicieron estremecer, él pudo sentir escalofríos desde su cuello a su pierna izquierda se negaba a dejar escapar un gemido. Apretó aún más los dientes.
La peliazul fue bajando tortuosamente por su cuerpo esparciendo rastros de mordidas por la piel.
El de ella hambre era voraz y probar la piel de él era mejor que había pensado. P
Ahora que lo había probado necesitaba más, por eso no pararía. Cuando bajó completamente, deteniéndose frente a horcadas sobre su hombría, le corto la ropa interior con una garra que salió de su dedo indicador.
El Uchiha perdió el aliento, odiaba que su miembro lo estuviera traicionando y se pusiera erecto entrando en contacto con el aire externo de la habitación, sintió esos suaves labios que minutos antes recorrían su piel ahora cerca de su pene, demasiado cerca para su propio bien.
La chica, al la cual había deducido tener cerca de su edad a causa de su voz que no parecía ser tan madura para ser de un adulta, agarró el endurecido miembro con la mano, envolviéndolo en su palma con una mirada lujuriosa.
Sasuke dejó escapar un gemido que no pudo evitar y se maldijo internamente.
A ella le encantó el sonido, si obtenía más de esos estaba segura de que tendría energías para mucho tiempo.
Saciaría su hambre de él.
Empezó a masturbarlo haciendo que se quedara más y más erecto, mientras él retenía lo mas que podía los gruñidos de placer ante la fuerte sensación de estímulo.
- E-espera, de-detente - tartamudeó como si vacilará y como si las palabras se atoraran en su garganta ya que temía que un gemido escapará de sus labios, ella lo ignoró olimpicamente y pasó la lengua sobre la cabeza de su pene saboreando cada centímetro y el Uchiha mordió su labio inferior con fuerza tratando de resistir mientras apretaba los puños fuertemente - Oh - Sasuke se arqueó soltando un inaudible gemido cuando lo envolvió en su boca, deslizando lentamente hacia adentro, su boca lo estaba alucinando. La ojiperla empezó a chuparlo lentamente acostumbrándose al tamaño de su miembro dentro de su boca, fue aumentando el ritmo. Sasuke soltó más un gemido cuando paso la mano sobre su base mientras aún lo chupaba cada vez más rápido. Apretó sus manos aun mas ahora alrededor de las cuerdas que lo retenía.
¡Oh Joder! Se sentía bien, demasiado bien.
No podía más articular ordenes para que se detenga.
Los gemidos ya no podía retenerlos en su garganta, empezaba a alucinar entre el placer y bajo las vendas sus ojos se volteaban hacía arriba, era una sensación acalorada que recorría su cuerpo estremeciéndolo hasta la punta de los pies, cuando la peliazul se concentró en la punta de su miembro ahora palpitante de la excitación y completamente cubierto por la saliva, chupando su glande el Uchiha sintió que deliraba.
Ella se detuvo unos segundos encarando extasiada por el sabor y el calor la punta de su miembro, recuperando un poco de aliento paró antes de lamer el fluido blanquecino provocando que el moreno se estremeciera aun mas.
Solo con verlo y escucharlo la ojiluna se estaba excitando, sentía lo húmedo de sus bragas, esos gemidos eran demasiados sensuales y perfectos para alimentar su hambre. Sin embargo sintió que quería más, mucho más.
Volvió a concentrarse en tragar toda su endurecida hombría mientras se quitaba la ropa interior deslizándola por sus piernas hasta que se le hizo difícil mantener el ritmo y terminar de desvestirse entonces se detuvo.
Sasuke soltó un quejido involuntario, insatisfecho por la interrupción ahora que empezaba a entregarse ante el placer.
La sintió moverse sobre, agudizando sus oídos para oír como ella se movía inquieta hasta que sintió alguna cosa de textura suave caer al lado de su pierna, algo que dedujo de inmediato ser una prenda de ropa a causa del tejido y por el tamaño era mas que obvio que era su ropa interior.
¡Oh Dios!
Debía detener eso de alguna forma.
- ¡Oh! ¡Cielos! - gruñó tensándose cuando la sintió montarse sobre él, acoplando su intimidad empapada cobre su miembro, rozando superficialmente pero lo suficiente que ella soltará un sensual gemido.
- Ah - ella volvió a soltar mas un melódico sonido de placer frotando sin barreras sus sexos, quitando una mueca de placer del azabache.
Era caliente pero mojado, sentía todo su sistema nervioso sufriendo descargas eléctricas demasiado agradables, haciéndolo perderse en esas sensaciones.
Cuanto mas se frotaba simulando embestidas lentas y tortuosas mas Sasuke estaba empezando a sentirse impaciente y se odiaba por ello.
¡Genial! Ahora no quería que se detuviera.
La ojiperla agarró su miembro envolviendo otra vez ese resbaladizo pero palpitante y duro pene, guiándole a su interior. Sasuke apretó más las cuerdas cuando sintió la punta de su miembro en la entrada de ella, estaba realmente empapada, eso hacía que involuntariamente la expectación floreciera en él.
Lentamente ella lo obligaba a adentrarse en ese canal apretado y extremadamente cálido, envolviéndolo con su calor tanto que él se sentía derretir en el delirio.
El Uchiha no lo pudo negar mas, era tremendamente genial sentirse cada vez más adentro de ella.
Jamás había imaginado que así de bien se sentía.
Ella se arremetió contra él, finalizando el acto de una sola vez.
- ¡AH! - ambos gimieron fuertemente arqueando sus espaldas y provocando más contacto.
Hizo una mueca de dolor, esperó acostumbrase a su gran tamaño reteniéndose en su lugar sin moverse por lo que pareció interminables minutos.
Cuando por fin se acostumbró empezó moverse de arriba a abajo, cabalgando sobre él, no pudiendo esperar mas el tener que sentir el placer llenarla.
- ¡Dios! - los pensamientos del Uchiha empezaron a nublarse de placer al igual que ella, la peliazul apoyó ambas manos sobre su abdomen para poder encontrar fuerzas mientras su propias piernas temblaban y las fuertes sensaciones la alucinaban, fue aumentando el ritmo arañando su abdomen de forma involuntaria, cosa que hizo que la piel del Uchiha ardiera de dolro pero su interior, mas bien su bajo vientre se quemaba por adentro - Muévete más - el azabache ya no podía controlar sus palabras, sólo le urgía sentir mas el como ella se deslizaba sobre él. Obedeciendo sus ordenes la ojiluna empezó a moverse aún más rápido sobre el, se inclinó sobre el moreno y dirigió su boca hacia el cuello expuesto del vulnerable azabache.
Los pelos de la nuca del Uchiha se erizaban, cuando ella se concentró en dejar marcas y moretones en su cuello. Lo mordía y chupaba tan ferozmente como se movía sobre él, como si lo estuviera literalmente devorando.
Se estaba volviendo loco, ella lo estaba volviendo loco.
Sin desearlo, ya se había rendido hacia su secuestrado, sin siquiera haber podido verla.
Pero esas vendas solo hacían que la sensación de placer aumentara a cada cabalgada deliciosa que ella hacía.
El sonido de las arremetidas, jadeos y gruñidos era lo único que llenaban el recinto rebotando contra las paredes y provocando que se oyeron mas alto de lo que en realidad era.
A los pocos el estrecho coño empezó a apretarse más alrededor de su miembro, estremeciéndolo hasta lo mas recóndito, una señal de que ella no tardaría mucho en venir, pero él aun no estaba listo para sentirla detenerse.
- ¡Demonios! - gruñó el pelinegro apretó aún más las cuerdas sus nudillos se volvían blancos - No... Te detengas.. a-aguanta un poco más - la extasiada súcubo dejó de morder su cuello y subió su boca hasta los labios del cautivo, lo besó.
Sasuke ya no pensaba, cuando movió los labios sobre los de él, sin importarse que minutos antes ella le hubiera hecho una felación, la correspondió con la misma intensidad, dejó que ella conectará su lengua con la de él y se saborearon cada rincón de la boca del otro.
Ella clavó sus uñas sobre su torso, el Uchiha soltó un quejido entre la lujuria y el dolor, sensaciones tan nuevas.
- Nhn - la ojiluna gimió contra su boca al alejarse para tomar aire, fue un sonido increíble que provocó que el se sintiera aun mas duro y se hinchará en el interior de la apretada vagina - E-estoy tan cerca - su voz y sus gemidos era sensacionales para los oídos de él, y si lo paraba para pensar no creía haber oído mejor sonido que ese, pero él no podía parar para pensar, su lado racional se había ido a quien sabe donde, lo había abandonado completamente.
- Solo un poco mas - no podía siquiera para parea pensar que estaba rogando por mas. Sasuke también estaba tan cerca, estaba tan caliente y apretado dentro de ella que sentía que tocaba el cielo.
Era fenomenal cada movimiento, tan acalorado que su piel sudaba y todo en su interior quemaba.
Ella dio una última y fuerte arremetida, apoyándose en su torso y arqueando la espalda con el rostro dirigido hacía el techo.
- ¡AHH! - gritaron de placer en unisono, cuando se corrieron juntos.
Los ojos de ambos se voltearon hacía arriba y se sintieron explotar mientras su orgasmo llegaba al ápice.
Las fuerzas los abandonaron.
Ella se derrumbó sobre él, jadeando para recuperar el aliento mientras sentía el pecho masculino bajar y subir bajo ella, buscando recomponerse de igual forma, jamas había sentido tanto placer, estaba tan satisfecha.
El placer del sexo, más el alimento, más el poder que obtenía cuando se alimentaba ahora lo sentía corriendo sus venas, no era tan fuerte pero era un buen comienzo, más dosis de esas y lograría su objetivo, era algo que la dejaba doblemente satisfecha.
De pronto ella salió de sobre él.
Sasuke la sintió abandonarlo, aun estaba jadeando y recuperándose de lo que acababa de suceder, su miembro aún estaba sensible. Su flequillo despeinado se pegaba a su frente por el sudor y ya no tenía fuerzas para apretar las cuerdas.
¡Santo Cielos! Fue el paraíso lo que acabó de ver.
Se tensó de pronto.
Por fin empezó a volver e si, mas que nunca quiso golpearse a si mismo.
Pero lo único que pudo hacer fue culpar a sus hormonas de adolescente por haber caído tan bajo como para pedirle que no se detuviera.
Frunció el ceño y apretó las cuerdas como si el enojo fuera alguna fuente de fuerza para él.
Mientras tanto la ojiluna ya había bajado de la cama y estaba parada al lado de él, observándolo.
Llevó la mano a la boca, pensando con una expresión aprehensiva en cómo haría con el, ella necesitaba un baño pero no podía dejarlo así.
Pensó un poco, sonrió.
Mataría a dos pájaros de un tiro.
Agarró una sabana y salió en busca de su mascara.
Sasuke aún se maldecía mentalmente.
De pronto sintió que ella se había alejado y conmemoró internamente pero no por mucho tiempo, algo lo hizo sobresaltarse, eran las manos de ella en su cabeza, buscando el nudo de las vendas, eran pequeñas y delicadas, tal como la pudo sentir sobre su cuerpo.
Frunció el ceño irritado con lo que acababa de observar mentalmente.
Pero no se la quitó, sólo desató velozmente todo, incluso sus piernas y brazos.
~¿Pero qué...? ~ él parpadeó confundido.
Sasuke no se iba a detener a pensar que estaba haciendo, cuando sintió la cuerda floja se levantó de sopetón sobresaltando a la fémina que dio un paso atrás, él se quitó la venda listo para huir sin importarse en que estaba sin ropa, sin embargo jamás logró dar siquiera un paso mas allá, se quedó estático cuando sus vendas cayeron en el suelo.
La chica que era unos diez centímetros mas baja que él, estaba envuelta en una sabana blanca y con una mascara de conejo que dejaba en descubierto tan sus naturales labios rosados, una parte de sus pómulos ruborizados y sus ojos de luna.
Quedó atónito ante lo que sus ojos veían frente a él.
Su figura era de lo más erótico, aun con la sabana se veía la figura ángel, sus exuberantes y enormes senos eran capaces de atraer sus ojos como un imán, su piel era tan blanca como la propia porcelana, haciéndola parecer una muñeca frágil, su pelo era largo hasta las caderas y tan negro que parecía de un profundo azul marino.
Las piernas largas que sobresalían por los costados de la sabana eran de provocar que cualquier hombre deseará enredarse en ellas.
¿Esa chica lo había secuestrado?
Aun sin mostrar completamente su rostro podía notar que era la chica mas seductora que había visto jamás.
Aun pareciendo frágil como la porcelana ella parecía ser peligrosa para cualquier hombre sobre la tierra.
Bajo la mascara la pequeña secuestradora se ruborizaba por la mirada penetrante de su prisionero.
Abrió las alas negras y sobre su trasero su cola negra con la punta afilada apareció, sin esperar ni un segundo y ignorando la cara incrédula del azabache extendió una mano hacia él, como si fuera a tocarlo pero jamás acercándose.
Sasuke jadeó al ver sus alas y su cola.
¿Así que ella no estaba mintiendo?
Era un súcubo.
Aunque parecía más un ángel que un demonio súcubo.
Solo podría estar soñando, o quien sabe alucinando.
Eso no podía ser real.
Incluso la belleza de ella parecía irreal.
Ella lo miró fijamente a los ojos y probó su nuevo poder obtenido.
Lo controló.
Sasuke soltó un jadeo cuando sintió que se movía sin desearlo, había agarrado una toalla lo primero que hizo fue cubrir su y se dirigía a quien sabe donde, no podía controlar su cuerpo.
La secuestradora lo seguía detrás, con la mano alzada, necesitaba mirarlo a los ojos a cada 1 minuto. Era poco tiempo de duración, pero jamas había podido controlar a un humano antes.
Sonrió contenta al ver que su plan estaba dando resultado.
Hizo que él dejará caer la toalla, agradeció que el Uchiha no pudiera verla en esos segundos que ella se sonrojó violentamente de igual forma que lo hizo cuando lo dejó solo en ropa interior o cuando él se puso de pie frente a ella, pero se obligó a recuperar el aire o desmayaría ya había sido mucho para ella todo lo sucedido, aun así debía mantenerse de pie si quería cumplir con su deseo, respiró hondo recomponiéndose y obligó al pelinegro se sentara en la bañera llena con agua tibia.
- ¿Qué demonios me hiciste? - gruño enfurecido, ahora se sentía un muñeco sin voluntad que tenía no podía controlar su propio cuerpo.
- Mirando a tus ojos puedo controlar tu cuerpo - explicó la peliazul, las negras y enormes alas se fueron guardando pero su cola aún había quedado moviéndose inquieta de un lado a otro ya que aun estaba algo incomoda - No intentes escapar no te dará resultado - trató de sonar amenazante, o al menos dejar en claro que era mejor no serviría tratar de huir.
Él apretó la mandíbula enojado. Genial de verdad había sido secuestrado por un súcubo y sin posibilidades de escapar mientras ella estuviera cerca.
- Me buscaran lo sabes - recordó para tratar de imponerle miedo y que abandonará al idea. Ella lo encaró en silencio, sus ojos denotaron tristeza capturados por las perlas negras de forma fugaz ya que rápidamente ella esquivó la mirada hacía el suelo.
- Supongo que lo harán - comentó inaudible de forma melancólica aun encarando en piso - Tienes a gente que te quiere - murmuró mas para si misma pero él logró oírla.
Sasuke arqueó una ceja, ella sonaba culpable.
Y aunque no lo sabía así se sentía la secuestradora, iba a hacer que muchos se preocuparan pero tenia que cumplir su meta, ademas él no estaría por tanto tiempo en cautiverio, alzó la mirada hacia arriba con renovada determinación, necesitaba poder y eso lo conseguiría.
- Lo lamento, pero no te encontraran hasta que yo te deje ir - declaró tratando de aparentar lo mas segura posible para dejar en claro quien debería tener el control en ese lugar, el Uchiha se sorprendió por el repentino cambio pero frunció el ceño con verdadera molestia, al parecer tendría que encontrar por si mismo una forma de salir ya que era obvio que no ella no lo dejaría ir pronto aun después de haberse aprovechado de él. La súcubo dejó caer la sabana al suelo tímidamente.
Sasuke abrió los ojos desmesuradamente.
Demasiado erótico, demasiado curvilíneo, tenia el cuerpo de una belleza nada terrenal era mas bien la de un ángel.
Hinata se ruborizó de nueva cuenta pero determinada a terminar con lo que inició se metió junto a el la bañera sentándose arriba del cuerpo varonil desnudo. Sasuke que había seguido sus movimientos sin poder quitarle la mirada como si estuviera embobado, volvió en sí y frunció el ceño mandándole una mirada amenazante, fría y afilada para asustarla, se movió tratando de apartarla de sobre él pero la peliazul lo detuvo controlándolo con la mirada otra vez.
Él maldijo esa sensación de impotencia.
Ella exhaló algo agotada al pensar que él se resistiría en todas las veces y tendría que controlarlo.
Llevó lentamente la delicada mano sobre el pene de el empezando moviendo de arriba a abajo y provocando que éste despertará por el delicioso y tortuoso estímulo, Sasuke apretaba los dientes para contener los jadeos del placer que ella le proporcionaba, no volvería a caer, ¡No!
Pero volvía a ponerse difícil pensar con el agua tibia rodeando su piel de forma relajante y tener a una muchacha proporcionando un indescriptible placer en la parte mas sensible de su cuerpo.
Ella paró de masturbalo de pronto haciendo que él frunciera más el ceño, ahora irritado que la peliazul se detuviera ya que en el fondo se sentía expectante, sólo una vez bastó para que quisiera sentir esas fuertes sensaciones nuevamente. La ojiperla llevó las manos a sus hombros para apoyarse mientras acercaba sus caderas contra las de él, acercó su boca a su cuello y lo mordió quitando un suspiro inevitable de parte del moreno, dejando aún más moretones y mordidas, estremeciéndolo hasta la punta de los pies y inundándolo en esas desconocidas sensaciones otra vez.
Hinata empezó a rozar sus sexos desnudos, sacando suspiros de ambos, cuanto más duro el se ponía más mojada ella quedaba y no necesariamente por el agua que los rodeaba, pegando el largo cabello a sus caderas.
Dios la visión de ella era demasiado, sus senos se movían arriba y abajo y en su perfecta y mojada piel se le pegaba el brillante pelo.
Sus miradas nubladas se cruzaron.
Y entonces Sasuke lo notó.
- Eres una Hyuga- observó sorprendido y la mencionada se paralizó de pronto.
De una sola arremetida lo ignoró y colocó el hinchado miembro en su interior, envolviéndolo entre sus paredes estrechas.
- ¡OH! - ambos gimieron en unísono fuertemente echando la cabeza hacía atrás. La peliazul aún no se acostumbraba a ese tamaño, además de que hace unos momentos había perdido su virginidad pero para una súcubo era más fácil recuperarse del cansancio y del dolor por lo que eso no significaba problema para ella, después de todo de eso se alimentaba. Empezó a moverse lentamente, montándose con una paciencia para tratar de acomodarse pero esa lentitud y esa paciencia lo estaba volviendo loco.
¡Dios! Otra vez le estaba nublando el raciocinio, era tan caliente y apretada por dentro.
Cuando acopló sus intimidades perfectamente empezó a cabalgar aumentando el ritmo a los pocos, sosteniéndose de los fuertes hombros masculinos y de ojos cerrados se dejó otra vez llevar por esa deliciosa fricción. Sasuke se vio con necesidad de morder esos enormes montes que rebotaban frente a sus ojos, como si lo estuvieran invitando. La Hyuga se movía arriba y abajo aún más rápidoy no pudo evitar clavar las pequeñas garras que crecieron en lugar de sus uñas sobre los hombros del moreno.
- ¡Ah! - él gimió entre el dolor y el placer, no se habían dado cuenta que ella paró de controlar su cuerpo, hasta que Sasuke la había agarrado firmemente por la cadera apretándola más contra él y friccionando mas sus pieles.
Muy extasiados como para notarlo.
Ambos necesitaba seguir sumergiéndose en ese abismo tan placentero.
Chocando sus cuerpos y nublados por la lujuria, ella lo besó con ansia y él lo permitió contagiado de esas ganas más. Sus lenguas recorrían cada centímetro de la boca del otro. Sasuke llevó una mano a su pecho para estrujarlo fuertemente robando un sabroso gemido por parte de ella, además de que se sentía genial ese monte entre su mano, con el pulgar tocó estimuló el pezón rosado hasta dejarlo erecto.
Ya no se sentía dueño de su raciocinio, cuando se alejaron por la falta de aire su labios no pudieron mantenerse quietos y esas ganas de probar esos exuberantes senos se apoderaron de él, la hizo arquearse aprofundando mas su miembro hinchado en el interior de ella y clavó sus dientes en el pecho de ella, ayudándola a moverse mas rápido mientras saboreaba su piel mojada.
- ¡Sa-sasuke-kun!
¡Mierda!
¿Qué gemido glorioso había sido ese al pronunciar su nombre?
El pene de Sasuke hinchó, poniéndose aún más duro si era posible, llegaba a doler de tan excitado, su miembro imploraba alivio y rogaba saciarse, sin pensar se movió para ponerla bajo él en la bañera, ella jadeó sorprendida al ver que él controlaba su cuerpo no para alejarse sino para adentrarse mas aun en su interior, el Uchiha levantó una de las piernas de peliazul y la sostuvo alrededor de su cadera mientras que la otra mano la puso en la borda de la bañera para poder sostenerse a sí mismo.
Ella era peligrosa, en pocos minutos había logrado que él perdiera la cabeza.
La embistió fuertemente, necesitaba sentirla más, sus ojos negros se habían nublado por el placer al punto de parecer grises. La Hyuga se sorprendió al principio por su repentina ferocidad pero no duro mucho, estaba alucinada. Él la hacía delirar de placer, volvieron a besarse para sentir esa sensación placentera en sus bocas mientras la arremetía con mas urgencia.
Lo estaba haciendo delirar, y para empeorar la situación para el Uchiha ese cálido interior se ponía mas empapado y estrecho.
- ¡Oh! ¡Mierda! - gruñó extasiado, la ojiperla lo había rodeado con las piernas en la cintura, atrayéndolo mas hacia ella, eso lo hizo sentir su vientre arder y la necesidad de correrse con tan simple movimiento.
Apretó el borde de la bañera con mas fuerza mientras dejaba marcas de sus dedos en el costado de la cadera de la peliazul por la fuerza con la cual la sostenía.
- Córrete - ordenó perdido, quería volver a sentir como ella se corría sobre su pene provocando que él mismo se sintiera explotar. La gruesa y ronca voz salió de lo más sensual a los oídos de ella, que como un interruptor se corrió.
- ¡Sasuke! - gritó de placer estremeciéndose a más no poder, arqueando la espalda y convulsionando extasiada. Sasuke gruñó al sentir el liquido caliente contra su pene.
Era demasiado para soportarlo.
Sin más se corrió dentro de ella convulsionando y reteniéndose en su interior, sus ojos se pusieron en blanco volteándose hacía arriba en una mueca de éxtasis.
Segundos después reposó la cabeza sobre el hombro de la Hyuga, jadeando, hasta que se dio cuenta que otra vez se había dejado llevar y como si de fuego se tratará se alejó de ella.
La Hyuga dio un brinco de sorpresa y rápidamente lo encaró a los ojos y lo controló, obligando al azabache que se sentar al otro extremo de la bañara para poder empezar a bañarse de verdad.
Sasuke no podía dejar de maldecirse mentalmente, estúpidas hormonas.
Estúpida chica peligrosa.
