Sé que he estado un buen tiempo desaparecida del fanfiction, como siempre digo… "Han pasado muchas cosas…" También el trabajo rotativo ha destruido en cierta forma los pequeños lapsos en que se me permitía escribir. Así que para empezar a calentar y ver si consigo recuperar el ritmo, he decidido escribir esta historia mientras pongo mis notas en orden y recuerdo lo que planeaba hacer con mis demás fanfics.

DEEP es la tercera historia de una serie llamada en Ao3 como "Días Ambiguos" (aunque aquí están sueltas XD). La primera parte es "Día de Pago" y la segunda es "XX".

DEEP continuaría una pequeña parte de la narración de XX, pero estará casi totalmente centrada en otro tiempo –ya entenderán cuando lo lean-.


Advertencia: Izuo

Podría ser tomado como un darkfic, ya que se tocan algunos temas algo oscuros.


DEEP

CAPÍTULO 01: VISITAS


|~°U°|~

Aquella mañana del 29 de abril, Heiwajima Shizuo se encontró con algo completamente inesperado fuera de su puerta.

Para ser exactos, era "alguien" que debía haber visto en los días anteriores en los que su pago se había dado por adelantado, pero el elemento sorprendente no era tampoco los días de atraso que llevaba este individuo. Sino lo que él llevaba en ambas manos junto con esa sonrisa cínica que lo caracterizaba y de paso le hacía hervir la sangre como nadie más.

Se puede saber… ¿Qué demonios haces aquí, Izaya? – Preguntó Shizuo al fin, tratando de contenerse para no lanzarle el basurero nuevo que le había enviado Kasuka tres meses atrás. Estaba de más mencionar que aquel excéntrico regalo había sido a causa de su propia boca al evitar decir que estaba pensando en el sujeto en cuestión que estaba mirando en este momento.

¿Por qué esa cara, Shizu-chan? ¿No te alegra verme~? – Dijo una cantarina voz desde la puerta.

Sabes la respuesta a eso, Izaya-kun~. – Dijo el rubio con irritación en su voz.

Oh, entonces estás feliz de verme~. ¿Cómo pude haber pensado otra cosa? – Izaya pasó sin más dentro del departamento, dejando sus maletas en el recibidor.

Espero que no estés pensando en quedarte aquí hoy. Vete. – Vociferó Shizuo ya al tanto de las intenciones de Izaya.

¿Por qué? Vas a estar libre hasta la otra semana por la Golden Week. ¿No? – Izaya dirigió su camino hacia el sillón sin darse la vuelta para mirar a Shizuo.

Es por eso que lo digo. ¿Qué parte de "estar libre" no entiendes? Eso incluye estar lejos de ti. – Shizuo agarró el brazo de Izaya para darle vuelta bruscamente. Una parte de él quería tener a Izaya ahí, pero su lado instintivo le decía que no era una buena idea. Estar cerca de Izaya era igual que estar rodeado de problemas.

¿Quién le aseguraba que esto no era alguna treta de él para involucrarlo en alguna situación extraña?

No sé en qué te molesta mi presencia. Ya me he quedado aquí antes. ¿Se te olvida? Después de hacer lo que tú ya sabes~. – Izaya le sonrió al barman, recordándole todas las "fiestas" que le siguieron al incidente del cumpleaños de Shizuo.

A diferencia de los usuales encuentros en los días de pago, ahora ellos se encontraban hasta varias veces en la misma semana en ese departamento. Y como dato sorprendente, Izaya no se iba y lo dejaba solo como antes. Shizuo sabía que ese detalle hacia una diferencia enorme, pero no le quería dar esa importancia que podía costarle la vida si Izaya sabía aprovecharlo.

¡C-Cállate! – Gritó Shizuo con vergüenza. Izaya enarcó una ceja con molestia. El bartender le estaba dando demasiadas negativas con lo de quedarse ahí.

"¿Ahora por qué te niegas…? Tch…" – La molestia creció más en la mente de Izaya. Él necesitaba quedarse en algún lado en que no tuviera el tiempo para pensar en cosas importantes. Sabía que ese lugar era junto a Shizuo porque así su mente solo se centraría en molestarlo de muchas formas y en diferentes aspectos. Pero ahora él estaba detectando el rechazo de Shizuo cuando había hecho lo suficiente para que esto no se diera.

La desesperación empezó a impacientar el corazón del informante.

El pelinegro suspiró en su lugar, ya sintiendo que no tenía otra opción más que jugar aquella carta que no le agradaba mucho usar. Pero la situación y su estado emocional lo ameritaban mucho, por no decir que lo orillaban a hacer algo que después se arrepentiría como antes.

Fue en ese momento en que Shizuo se dio cuenta de que había algo raro en Izaya. Esa mirada que escondía en su fondo un eco de ruegos silenciosos atrapados en esas orbes carmín, golpeaban a Shizuo de una manera nostálgica.

Había visto esa mirada antes.

Ocho años antes en la última etapa de la preparatoria.

Shizu-chan… Si dejas que me quede, permitiré que lo hagas. – Dijo Izaya dándole un profundo beso a Shizuo.

Heiwajima Shizuo entendía perfectamente el significado de esa oración, incluso aunque fuera fácil de malinterpretar.

Con Orihara Izaya solo tenía un significado.

"¿Por qué…? ¿Por qué, Izaya…?" – Interrogó el rubio en su mente con angustia y un poco de alegría al poder entender algo más de aquella persona que colgaba de él.

|~°U°|~

OCHO AÑOS EN EL PASADO

Estoy seguro de que escuché un sonido extraño por aquí. – Dijo uno de los guardias de seguridad del depósito que estaba junto al muelle.

¿De verdad? Yo no escuché nada. ¿No será tu imaginación? – Habló el segundo guardia con un poco de irritación. Lo habían interrumpido cuando estaba en medio de la mejor parte del programa que estaba viendo. Él dudaba mucho que alguien se metiera ahí a robar.

No es mi imaginación. Tendremos muchos problemas si algo de aquí es robado en nuestro turno… - Hizo la advertencia el primero.

Ok, entiendo el punto. Pero de cualquier forma no veo que falte algo aqu-… - El segundo no terminó de hablar porque el maullido de un gato lo interrumpió.

Jajajaja, ahí está lo que hizo ese ruido extraño que dices haber escuchado. Es solo un gato. Ya vámonos, aun puedo alcanzar a ver el final del programa. – Pidió el segundo casi arrastrando a su compañero hacia el puesto de vigilancia.

La verdad no sé si fue ese gato… mmm… Ya no importa. Volvamos. – El primero se dejó llevar hacia el puesto dejando de lado a los verdaderos culpables de aquella alerta de seguridad.

Tch… Casi nos descubren por tu culpa. – Dijo una voz muy fastidiada.

Cierra la boca, no hubiera hecho ruido si no fueras tan animal. – La otra voz sonaba más irritada.

Con la tenue luz de la Luna se podía apreciar dos figuras a medio vestir que forcejeaban sobre unas cajas.

Me largo. Quítate. – Dijo el pelinegro con su enfado al máximo.

¿Por qué estás molesto de repente, Izaya? – El rubio no le hizo caso en absoluto y en vez de alejarse de él, lo tomó por las muñecas para acorralarlo contra la pared.

¿No te dije que te alejaras? Ya no estoy de humor, Shizu-chan. – Izaya hablaba de forma cortante aun cuando decía el apodo de Shizuo.

No me importa. Yo no he terminado. ¿Planeas dejarlo hasta aquí? – Dijo ahora Shizuo.

En la posición en que estaban los dos, era casi una blasfemia para Shizuo dejar el asunto hasta ese punto. Ya que la parte baja del rubio se encontraba en el interior de Izaya. El ruido extraño que había escuchado el guardia antes no habían sido más que los quejidos del pelinegro en medio de su actividad.

Ya te dije que no me interesa. Sal ahora o me encargaré de que te arrepientas de no hacerlo. – Dijo un desafiante Izaya dando una fuerte advertencia.

No me importa. Si crees que me vas a dejar a medio camino, estás muy equivocado. – Contestó Shizuo pegándose con más fuerza a Izaya.

¡Ahh…! ¡N-No…! Ya te dije que no más… - Izaya intentó ahogar su voz, la cual era atacada por el incesante dolor de las descuidadas embestidas del otro. No le gustaba de esa forma. Shizuo solo estaba haciendo lo que le daba la gana sin siquiera pararse a pensar que lo estaba arruinando todo. El único que estaba obteniendo placer de todo esto no era nadie más que la bestia de Ikebukuro.

Te dij-dije que te callaras. No quiero que vengan los guardias. – Dijo un entrecortado Shizuo en medio de la faena.

¡Para…! ¡M-Me duele…! – Una lágrima se escapó del ojo derecho de Izaya.

Esto era más de lo que podía soportar.

La persona que tenía encima no le importaba en absoluto lo que él estuviera sintiendo en carne propia en estos momentos. Simplemente era visto como algo que solo servía para dar placer de forma gratis. La indignación se adueñó de sus emociones que solo le repetían que había cometido un gran error al acercarse a Shizuo de otra forma, fuera de sus usuales peleas. Le fue irónico a Izaya que la resolución final llegara con una última y dolorosa estocada que sacó a relucir su odio por Shizuo.

Hasta aquí había llegado todo.

Esto sería el final.

¡Te dije que pararas! – Izaya había conseguido alcanzar la navaja que estaba en su pantalón mientras se daba todo. Y gracias a eso, ahora él había logrado hacer un corte lo bastante profundo en el pecho de Shizuo. Nuevamente, Izaya se sorprendía con lo irónico del panorama; el corte que había comenzado todo entre ellos, ahora sería lo que marcara el fin. Desde su perspectiva se podía ver la cicatriz del corte de hace dos años.

El destino como siempre no dejaba de sorprenderlo.

¡¿Qué es lo que te pasa?! – Shizuo interrogó muy iracundo, viendo su sangre correr por sus dedos. No es que le preocupara perder tanta sangre, pero luego sería un verdadero problema si se desmayaba después por la falta de esta en el camino hacia la casa de Shinra.

¿En serio me estás preguntando eso…? ¿No es obvio hasta para ti? Esto se acabó. Ve a hacérselo a algunas de tus mujeres mayores o algo así. – Izaya comenzó a vestirse de inmediato, notando como un escozor atacaba su parte trasera. No estaba seguro si era por cosa de Shizuo, pero hallaba que algo no estaba bien con esa sección. Lamentablemente, no era mucho lo que él podía ver en esa oscuridad, por ello, solo se concentró en largarse de ahí.

¡Bien! ¡Eso haré! No te necesito de cualquier forma. Ve y muérete, pulga maldita. – Shizuo escupió sus palabras mientras buscaba sus cosas también en la oscuridad. Antes de que pudiera agregar más insultos a su repertorio, se dio cuenta de que Izaya ya no estaba en el lugar.

Haz lo que quieras… Tch, maldición. – Él estaba tan cabreado por quedar a medias que necesitaba golpear algo para tranquilizarse. Por supuesto, él no podía hacer eso porque si no se darían cuenta de inmediato de su ubicación.

No, espera…

Ya lo había hecho.

Sin darse cuenta, Shizuo había golpeado una de las cajas que estaba junto a él y de esta había salido algo que no podía visualizar bien, ni tampoco le interesaba hacerlo porque era probable que los guardias estuvieran ya en camino. Él tomó sus cosas con rapidez, solo le faltaba llevarse su celular que estaba en algún lado junto a la pared. Al encontrarlo, la luz del dispositivo iluminó levemente el sitio, revelándole el rastro de sangre en donde Izaya había estado acorralado minutos atrás.

… - Shizuo se quedó congelado en su sitio por unos segundos con algo de breve culpabilidad.

No, no necesitaba sentir culpa.

Izaya se lo merecía.

No era su problema.

Y así mismo como la culpa apareció… Así mismo se fue hacia algún profundo lugar de la mente de Shizuo para no volver a ser analizada.

|~°U°|~

Luego del incidente de la fábrica, Izaya no se presentó a la escuela durante una semana entera. Por lo cual, no era raro decir que había sido una semana lo bastante tranquila para Shizuo, ya que ninguna banda había arribado al plantel estudiantil para enfrentarse a él. Incluso había podido caminar a casa con su hermano menor, cosa que le daba la sensación de que llevaba años sin hacerlo.

¿Acaso pasaba demasiado tiempo persiguiendo a Izaya?

Tal vez si…

Shizuo-kun… ¡Shizuo! – Shinra alzó la voz para ver si por fin conseguía llamar la atención del perdido rubio.

¿Eh…? ¿Qué pasa, Shinra? – Shizuo miró al chico de anteojos quien lo observaba curioso.

No es nada. Es solo que me parece raro que Izaya no haya venido en tantos días a la escuela. ¿Pasó algo entre ustedes? – Interrogó Shinra.

¿Por qué aduces que su ausencia tiene algo que ver conmigo? Tal vez alguien al fin le dio su merecido y por eso no viene. Quizás esté muerto. – Shizuo dijo de lo más feliz mientras miraba la hora. Aún faltaba mucho para que el reloj marcara la hora de salida. Quería ir a dormir a su cama antes de ponerse a hacer toda su tarea atrasada. Era algo importante salvar el año escolar antes de que fuera demasiado tarde.

En eso tienes razón, puede ser que esté muerto. ¡Ah, diablos! Olvidé preguntarle a Orihara-kun si me donaría su cadáver en caso de que fuera asesinado por sus fechorías. – Shinra se quedó pensando por un momento cómo convencería a los padres de Izaya para que le dieran su cadáver.

"Y se supone que es su mejor amigo… Incluso Shinra es así con él." – Shizuo pensó.

De cualquier forma, hay que ir a comprobar si sigue vivo. – Shinra volvió su mirada al rubio que pensaba que se había librado por fin del tema.

¿Jah? – Shizuo lo miró como si estuviera loco.

Cualquiera diría que Shinra estaba hablando en plural.

Si, el consejero me ha dicho que sospecha que le hiciste algo a su mejor estudiante en su materia. Por ello, te envió a ti. Este es el material de toda la semana. – Dijo Shinra entregándole una torre de papeles a Shizuo.

No hablas en serio… No voy a hacerlo. – Shizuo contestó sin más.

Eso me demuestra que algo pasó entre ustedes. – Shinra comentó con seriedad.

¿Por qué lo dices? Es normal negarse a hacer algo por la maldita pulga. – El rubio había decidido que era mejor irse antes de la hora. La conversación con Shinra se estaba volviendo un poco molesta. No tenía nada que hacer en la casa de Izaya cuando las cosas se habían puesto así de violentas la semana pasada. De cualquier forma, aun no entendía qué había puesto tan furioso a Izaya en ese instante.

Estaba seguro que había sido antes de que los guardias vinieran.

Shizuo. Otra vez me estás ignorando… No voy a profundizar con el tema. Te haré el favor de acompañarte. ¿No es mejor así? Si lo haces, tal vez abogue por ti con el profesor de biología. – Shinra sonrió amistosamente desde su lugar.

No, Shinra definitivamente era el mejor amigo de Izaya.

Heiwajima Shizuo comenzaba a entender las razones de ello.

Además la propuesta era convincente, solamente tenía que dejar los papeles y largarse de inmediato. En ninguna parte decía que tenía que hablar con la maldita pulga, si se controlaba lo suficiente él podía sacar buenas cosas de esto.

Supongo que está bien… - Shizuo accedió de mala gana.

|~°U°|~

Izaya miraba sus múltiples celulares desde su cama, parecía que no había pasado nada interesante en el tiempo que llevaba en casa. Comenzaba a aburrirse de estar encerrado en su cuarto sin hacer nada, pero el peso del bochorno parecía mantenerlo en su lugar.

Pero… ¿Qué hacía específicamente que Izaya se sintiera así?

No era algo que quisiera pensar en estos momentos.

Él solo quería quedarse así un poco más entre tanto conseguía algo más en lo que distraerse. Pero parecía ser que él mismo tendría que crear su distracción porque todo estaba demasiado pacifico. En otro tiempo hubiera mandado a una banda rival de la escuela a buscar a Shizuo; no obstante, la situación y su enojo le prohibían hacer eso.

Heiwajima Shizuo debía dejar de ser algo importante en lo que concentrarse desde ahora.

Izaya no pienses… Es hora de buscar entretenimiento. – Se levantó de su cama aun cuando sentía un poco de dolor. Ya eso no era importante, ahora lo único que necesitaba pensar era cómo se divertiría la próxima semana. Entonces en ese instante, Izaya escuchó que tocaban la puerta. Que él supiera sus padres no esperaban visitas porque siquiera estaban en el país y sus dos hermanas estaban de campamento en algún lugar que no era de su interés.

¿Quién será…? – Izaya abrió la puerta con expresión apática que cambió a una de estupefacción al ver de quienes se trataba.

|~°U°|~

Así que el consejero los envió. No se preocupen, iré mañana. El resfriado ya se me quitó. – Dijo Izaya sirviéndoles una taza de té a ambos simplemente por cortesía mientras comentaba con sarcasmo la visita de sus dos compañeros.

¿Tenías resfriado? mmm… ¿Y por qué no contestabas el teléfono? El consejero se quejó de eso. – Shinra manifestó aun cuando Shizuo parecía no querer hacerse notar en la conversación. Esto confirmaba las sospechas de Shinra; lo que sea que había pasado, tenía algo que ver con Shizuo. El hecho de que ambos evitaran mirarse a la cara o que no se insultaran hacia que todo fuera muy extraño.

Estaba dormido y no escuché el teléfono. Pero eso no importa… Como ya dije, iré mañana. mmm… ¿Esa es la tarea que hay que hacer…? – Izaya desvió el tema hacia la torre de papeles que estaba junto a Shizuo.

Si, el consejero dijo que podías entregarla en una semana si querías. – Indicó Shinra al ver que Izaya se dirigía hacia Shizuo.

Shizuo levantó la vista al percibir que Izaya se estaba acercando a su posición. Él podía ver cierto rencor en sus ojos aun cuando el pelinegro hacía todo lo posible para guardar las apariencias frente a Shinra. Ya era obvio que Izaya se había percatado de la mirada inquisidora del joven de lentes.

Ya veo, entonces me pondré a hacerla de inmediato. No quiero tener que estar preocupándome por esto en una semana. – Izaya tomó los papeles fríamente, detalle que no fue pasado por alto por Shinra.

Ok. Debo volver ya. Celty debe estar esperándome. Nos vemos mañana, Orihara-kun. – Shinra hizo su camino hacia la puerta. Por su lado, Shizuo se debatía en lo que debía hacer. No era necesario que dijera algo, pero sabía que si él no lo hacía, las cosas se pondrían más insoportables.

Si, te veo mañana. – Dijo Izaya para despedirse únicamente de Shinra. Parecía ser que sus ruegos habían sido escuchados de una forma negativa, ya que ahora tenía mucho "entretenimiento" para rato con sus tareas atrasadas.

"¿Debería empezar por literatura…?" - Pensó el joven mirando la pila de papeles con desgano.

|~°U°|~

Lo que sea que hiciste, fue muy grave eh… - Shinra habló de repente con una mueca de burla.

Él está furioso contigo. Tan furioso que no sabe cómo expresarlo. ¿Qué fue lo que hiciste? Tengo curiosidad. – Añadió Shinra ganándose una mirada de odio por parte de Shizuo.

No sé de qué hablas. – Respondió Shizuo.

No te hagas el tonto. Izaya llegó a mi departamento la semana pasada. No me dijo lo que le pasó al final, pero sé que fue algo grave que tenía que ver contigo. Y fue más evidente porque después de esa noche que se quedó en mi casa, no volvió a la escuela. ¿Qué más pruebas quieres? Ni siquiera estoy contando el teatro de los dos hace un momento. Y para que te quede claro, no es un secreto lo de sus andadas… - "No son muy brillantes al escoger sus nidos de amor…" Shinra se rió en su mente, en más de una ocasión se había topado con estos por accidente.

S-Shinra… No… - El rubio se quedó en blanco.

¿Qué se suponía que debía decir en su defensa?

Hagamos como que no dije eso y que todo fue "hipotético". ¿Qué piensas hacer? Izaya está de muy malas. Lo que sea que haya pasado, lo ofendió bastante. Tal vez sea idea mía, pero quizás el problema va por ese rumbo… - Dijo el castaño con duda. Este era un aspecto de Izaya que le costaba leer un poco, a razón de que era la primera vez que lo veía reaccionar de esa forma frente a algo.

Realmente no me interesa. – Concluyó Shizuo caminando adelante para evitar seguir con el tema.

Entiendo… - "Espero que no te arrepientas de eso…" Shinra suspiró en su mente.

De todos modos, esto no era asunto suyo.


Y bien~, este fue el primer extraño capítulo. Aún no sabemos cuál fue la gota que colmó el vaso en Izaya, pero si Shizu-chan piensa un poco más en retrospectiva tal vez lo descubramos más adelante XD (?). Y como siempre Shinra no pierde un solo detalle ~.

Sin más que decir, pues…

Nos vemos 8D.

DEATH GOD RAVEN~