Bueno este es mi primer fantic, así que los primeros capítulos son un poco más flojos (adecuándome a escribir y eso...) pero luego voy mejorando. ¡Por favor os lo ruego..., no os rindáis hasta por lo menos el capitulo cuatro y tendréis una recompensa! Si...?

Jejejeje ya se que habrá mucha gente a la que no le guste, pero bueno, ¿qué le voy a hacer? En cualquier caso estaré más que agradecida por cualquier review.

Muchas gracias por leer. Espero que se diviertan con la lectura o al menos la aguanten.

(VERSIÓN MEJORADA Y DEFINITIVA 10-2-2013)

Espero que os guste ahora, que está mucho mejor. Os lo aseguro.


1ERA NOCHE:

Abrió los ojos y se incorporó. "Blanco ¿uh? Dios, ¿Dónde coño estoy?". Antes de que pudiese seguir con sus cavilaciones un fuerte dolor de cabeza la sacudió y provocó un fuerte vómito que inundó de marrón las sábanas blancas de la cama.

"Madre mía, que pesadilla… este olor… ¿hospital?" Siseo para sus adentros mientras miraba extasiada un pequeño jarrón ámbar con inscripciones en violeta y tres rosas rojas. "Al menos alguien se acuerda mí".

En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entró un extraño doctor. En chancas, con camisa hawaiana y un poqui de chocolate en la solapa de la bata. Aun así, asombrosamente imponente, aterrador y escalofriante. "Guau, que suertaza la mía" –se dijo irónicamente.

Mientras examinaba a la chica (exclutándola y demás) ella estaba aún sumida en sus pensamientos "¿Cómo he acabado aquí? ¿No estaba durmiendo? ¿Veo distorsionado, quiero decir, este médico tiene pinta… se parece a… Shamal? No puede ser… ¿o sí?"

Un momento después se aclararon todas las dudas.

-Ya podéis entrar mocosos. Me tendrás que pagar un extra Reborn, cuidar a una niña fuera del periodo lectivo no entra dentro de mi trabajo como enfermero escolar.

-¿Pero es chica, no?

-¿Y eso qué? Está más plana que una tabla de planchar.

-Vale, eso ya lo sé –le interrumpió ella-. ¿Algún otro problema del que tenga qué saber?

-Vaya, tienes huevos enana. Si no fuera porque te he visto desnuda dudaría si eres hombre o mujer.

-Ja ja. Y yo me río.

-Basta –saltó Reborn mientras nos apuntaba con una pistola que para cualquier persona que no hubiera visto Katekyo habría aparecido de la nada (nosotros sabemos que es Leon, jajaj)

-¿Qué? –suspiró sin inmutarse por la mirada asesina que le lanzaba el mejor hitman del mundo.

Él solo la miró impasible, hacía mucho que nadie le sostenía la mirada.

-Ciaossu –empezó tras la larga pausa el bebe-. Mi nombre es Reborn. Soy el tutor de Dame-Tsuna.

-Buenos días. –Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.-Vaya, vaya. Sí que eres interesante bebé.

Él solo la sonrió y ella no podía más que gritar por dentro "¡QUIERO ABRAZARLO! KIA! ES TÁN MOO; Y ESTO ES UN SUEÑO ASÍ QUE... ¡ALLÁ VOY!". Antes de que Shamal pudiera parpadear (recordemos que Reborn no parpadea, cosa que personalmente me parece escalofriantemente alucinante) la chica había cogido al Arcobaleno y lo había espachurrado entre sus brazos, tan fuerte que si hubiese sido un bebe normal le habría causado rotura de más de uno y más de dos huesos.

El bebé se deshizo rápidamente del agarre temiendo por su integridad física.

-¿Entonces donde estamos Reborn?-preguntó ella convencida de que no estaba en un hospital convencional (la sala estaba llena de armarios llenos de medicación y libros, pero no parecía una habitación de pacientes).

-Estás en la enfermería de la escuela, no te preocupes por nada, iré a recoger tu mochila. Vuelvo en 10 minutos.

Antes de que la adolescente pudiera terminar de escucharle éste ya había salido por la puerta. Comenzó a cambiarse silenciosamente hasta que se dio cuenta de que Shamal aún seguía en la sala.

-Sal de aquí pervertido pedófilo- le gritó mientras le sacaba a patadas de la habitación.

Mientras se cambiaba se acercó al escritorio y miró la hoja de asistencias a la enfermería. El último nombre apuntado era Ritsune Anko . Clase 2do A. Escuela Naminori. No había hora de salida apuntada, como sí había en el caso de los demás ni tampoco había nadie más en la habitación así que acepto sin pensarlo mucho, que ese debía ser su nombre.

Más o menos un cuarto de hora después volvió el bebe, seguido por Tsuna, Yamamoto y Gokudera.

-Siento el retraso –dijo mientras se lanzaba sin ninguna delicadeza a los brazos de la estudiante, pasado el susto del abrazo mortal.

-Nada, gracias.

-Te quedarás con mi dame-estudiante un tiempo.

-¿Qué?

Mientras el arcobaleno se volvía en sus piernas para disponer a saltar la chica posicionó su mano en la cabecita y él respondió:

-No hay problema. No hay nadie en tu casa y ya he informado a tus tutores legales.

-Umm... ¿No es molestia? Es decir, ¿están de acuerdo tus padres Sawada –san?

-No te preocupes-respondió Tsuna con una radiante sonrisa mientras se rascaba nerviosamente la cabeza- Mama nos dio permiso. Además es nuestra culpa que hayas tenido este accidente.

-Mmm.. ¿Y qué ha pasado exactamente? ¿Por qué estoy en la enfermería?

-Ujjj… "¿Cómo le explico que…


FLASHBACK

Mochida había vuelto a reñir con Gokudera, a causa de los humillantes insultos de este primero hacia el Decimo. Hayato en uno de sus ataques de impulsividad sacó una dinamita de su pantalón y cuando se disponía a lanzarla llegó Tsuna corriendo, obligándolo a tirar la dinamita la cual cayó por el hueco de las escaleras por donde estaba subiendo Aiko con una pila de panfletos de los distintos clubes de la escuela.

Por suerte o por desgracia solo era una granada de pimienta y produjo una pequeña explosión, pero fue suficiente para desequilibrar a la chica y hacerla caer por las escaleras produciéndole una contusión en la cabeza.

FIN DEL FLASHBACK


-Tsuna eh Tsuna.

-T-te caíste por las escaleras. F-fue mi culpa. Si no hubiese venido corriendo quizás…

-No se disculpe Décimo. FUE MI CULPA. ¡YO TIRÉ LA DINAMITA! –saltó Hayato haciendo exagerados aspamientos con las manos– YO MEREZCO SU CASTIGO. NO SOY DIGNO DE SER SU MANO DERECHA.

-Gokudera calla, calla –le susurraba Tsuna rogando internamente a Kami que Anko no hubiese escuchado lo de las dinamitas.

Ella los miraba con los ojos como platos. Estaba viendo en directo una de las apasionadas disculpas de Smoking-Bomb Hayato. Era una primicia. ¡Qué pena que no tuviera cámara! ¡Y había sido bombardeada! Una sonrisa se aposentó en sus labios y un segundo después estaba riéndose a lágrima viva mientras los demás presentes la miraban atónitos.

-Jajaja… Ai que me muero… jajaja…

-¿TE ESTÁS RIENDO DEL DÉCIMO TABLA DE PLANCHAR?

-Moo calmaros todos. Ella está consciente. Es lo que importa ¿no? –interrumpió el beisbolista.

La discusión siguió durante un rato, pero ella no volvió a participar, solo miraba con incredulidad la cara de cada uno de los presentes. Eran divertidos. Muy divertidos. Antes de darse cuenta otra sonrisa se había posado en sus labios.

PUM! La puerta se abrió de un golpe, dejando pasar al prefecto de Namichu. Hibari Touya era aterrador. Esa aura de asesino y esa mirada fría… daba mucho más miedo que en el manga. Entendió en ese momento porqué todos los estudiantes (y profesores) se plegaban a él. Con esa aura no parecía ser humano.

-Está prohibido armar alboroto en la enfermería. Os morderé hasta la muerte, herbívoros.

-Hieeee-gritó Tsuna con un desgarrador y agudo chillido. Insoportable. Realmente insoportable.

-Perdón –dijo Anko procurando no tentar a su suerte-, no volverá a pasar. Es que me caí por las escaleras.

-¿Te he preguntado algo herbívora? –respondió Hibari mirándola fijamente

-No, lo siento.

-La próxima vez os morderé hasta la muerte.

Un segundo después ya se había ido, aunque a Anko le dio tiempo a ver parte del peinado de Kurasabe. "Realmente están siempre juntos. Son como Sherlock Holmes y Watson. Menos más que el tiburón está en el comité disciplinario, que si no…" Un escalofrío le recorrió un cuerpo. Entonces sería mucho más aterrador. Mucho más peligroso. Ahora solo bastaba con seguir sus adoradas normas.

-Ufff. De seguro que no volveré a armar jaleo. Nunca. –dijo la chica mientras cogía la mochila del lateral de la cama y se ponía la chaqueta a rallas que había tirada al lado. "Supongo que es mía ¿no?- ¿Qué? ¿No nos vamos?

-Jajajaj No es eso. Es qué eres la primera persona que le habla así a Hibari. –respondió Yamamoto mientras le ponía la mano en el hombro y le daba unas palmaditas.

-¿eh? Le pedí disculpas. Solo eso. Además ERA nuestra culpa.

-Jajaja es cierto. Gokudera es muy pasional –dijo con un tono jocoso.

-QUÉ HAS DICHO FRIKI DEL BEISB…

-BASTA –les cortó Anko alzando su tono de voz- No queréis que Hibari-san venga ¿no?

-Kisss

-Jajaja

En el casillero de la entrada del instituto dejó las zapatillas del colegio y cogió los zapatos de salir. Se dio cuenta de que lo

Detrás del trío Tsuna miraba anonadado la escena. Había parado a Hibari y ahora a Gokudera. No solo eso: le había sostenido la mirada al prefecto, y se conocía (a ciencia cierta) que éste no hacia distinciones entre alumnos y alumnos.

-¿Nos vamos? –dijo la chica sacando a Sawada de sus pensamientos y regalándole una gran sonrisa.

Él se sonrojo y empezó a mostrarle el camino mientras le hablaba de Mama, de Lambo, de Fuuta, de I-Pin y de Bianchi. Se separaron de Gokudera y Yamamoto y aligeraron hasta llegar a casa del castaño.

-Buenas tardes Mama- dijo Tsuna.

-Buenas tardes chicos. Tú debes ser Ritsune –san. Soy Nana Sawada, la madre de Tsuna. Encantada.

-Buenas tardes Nana-san. Gracias por su hospitalidad. Puede llamarme Anko. Sin honoríficos.

-¿Sabes Anko-chan? Siempre quise tener una niña.

-Le ayudaré en lo que pueda: comidas, planchar, limpiar…

-Oh no. Eres mi invitada no podría consentirlo.

-Le ayudaré con lo que pueda. Tómelo como un alquiler. Mmm… que bien huele… ¿qué hay de cenar?

-Tsukiyaki.

-¿TSUKIYAKI? ¡Qué rico! ¿Me enseñaría a cocinarlo?

-¿No sabes preparar tsukiyaki?

-No. Pero se preparar comida extranjera. Por ejemplo tortilla de patatas, paella, macarrones…

Mientras las dos mujeres se adentraban en la cocina olvidándose del mundo Tsuna subió las maletas a su habitación y empezó a acondicionar la habitación de enfrente por orden de Reborn. Cuando bajó Anko tenía a Lampo sentado encima de sus rodillas y le cogía intentando que parara de llorar.

-Cálmate Lambo.

-NOOO! NO ME GUSTA EL SUYAKI!

-Lampo –dijo con voz calmada-¿quieres a Mama?

Lampo se calmó al instante y le contesto serio –Claro, es Mama.

-¿Entonces le harás ese feo a Mama?

-¿No?

-No. Buen chico Lambo –susurró mientras le acariciaba su cabecera. Le dejó libre, pero Lambo no se levantó, solo se metió el dedo en la nariz y le dijo que pusiera la televisión.

Tsuna no se atrevió a estropear la atmósfera (rara vez veías a Lampo sin montar bulla) y se volvió hacia la cocina mientras pensaba en lo extraña que era su invitada. Cuando llegó vio a Bianchi poniendo la mesa y a Fuuta e I-Pin debajo de la mesa con varias hojas de papel y un par de lápices.

-Podéis ir al salón -dijo el castaño.

-El Brocoli está allí –susurró I-Pin mientras pensaba internamente en lo que haría Lambo con las hojas.

-Está tranquilo.

Fuuta levantó las cejas. ¿Lampo tranquilo? Los niños salieron de la mesa a investigar y Tsuna aprovechó para recoger lo que había bajo la mesa. Al llegar al salón se encontraron a Lambo y a Anko hablando animadamente mientras veían Red Wings, la serie de rangers del momento.

-Soy el amarillo –dijo Lampo mientras posaba delante de la chica.

-Vaya, entonces yo soy el verde ¿vale?

-El verde soy yo Aiko-nee –dijo Fuuta mientras entraba por la puerta.

-¿Y tú I-pin? –preguntó la chica, que había visto asomarse la coleta de la menor por el cristal de la puerta.

-I-pin es la rosa –dijo ella avergonzada dejando solo ver parte de su carita.

-Tienes muy buen gusto I-Pin. El rosa es mi segundo color favorito después del rojo.

Ella se sonrojó un poco más y entró en la habitación sentándose al lado de su nueva nee-chan.

Desde la cocina se escuchaba a los niños entonar el ending del anime. Eso significaba que pronto empezaría la zona. Nana sonrió a la nueva silla que tenía la mesa del comedor "la familia se amplía otra vez"


Hibari estaba sentado en su silla de la Sala del Consejo. Esa herbívora, le había mirado a los ojos, sin miedo pero con respeto. Miró hacia la cancha de baloncesto y pronto se le olvidó el incidente de la enfermería y se relajó. Tenía quince minutos para volver al trabajo.


Al terminar de cenar Tsuna le enseño a Aiko su nueva habitación, enfrente de la suya. Dentro había una cama y un armario de madera abierto y vacio.

-Espero que estes cómoda.

-Gracias Tsuna-san. Tenía que haberte ayudado.

-No pasa nada –dijo este dándole- . En un principio fue mi culpa ¿no?

-¿De qué hablas? Cualquiera puede tener un accidente. Además sois muy divertidos. De verdad. Gracias por la hospitalidad, no todo el mundo haría lo mismo.

-N-no hace falta que me halagues. Mañana podrás voler a casa no te preocupes.

-Jajaja -Anko se rió procurando ser lo más silenciosa posible- De nuevo gracias. Good Night.

-¿Gud Nait?

-Jajajaj sí, buenas noches.

-Ah sí. Buenas noches.

Anko cerró la puerta y se puso el largo pijama de mujer rosa y morado que había sido extendido delicadamente encima del edredón. No tuvo ninguna duda de que era de Bianchi, por el color y porque le quedaba tres tallas más grande. Abrió la cama y extendió las sabanas encima, al igual que el edredón. En menos de un minuto estaba completamente dormida.


En su hamaca Reborn consideraba a la nueva adquisición de la familia.


Jejeje Anko es una chica normal ¿qué os pensabais, que Hibari se iba fijar en una debilucha como ella? No, ¡no es tan fácil impresiaonar a un carnívoro! Por otro lado Reborn la conoce un poco más, aunque tampoco la ve como un gran prodigio sino como alguien "práctica" fuera de la batalla.

¿Por qué digo todo esto? Porque Anko no saltará como una ninja ni nada por el estilo, más bien es una miedica.

Nos vemos, dentro de nada. (Realmente pasará poco tiempo hasta que publique el 2do capítulo)