" " son cuando hablan las personas
Los pensamientos en cursiva
Recuerdos
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El Perro
Kagome estaba con la cabeza gacha, caminando por los pasillos alfombrados del edificio de su departamento, con las luces del pasillo pasando por su ser. Cerrando los ojos siguió, continúo su andar, sabiendo ya su rumbo de memoria, solo tiene que dar cinco pasos mas para llegar a la puerta debida. Hoy había pasado un día muy, realmente muy agotador.
Su jefe le había pedido que cubriera el turno de su secretaria personal, ahora no solo tenía que hacer el suyo, sino igual, el de su secretaria enferma. Prácticamente tuvo que dividirse en dos para hacer el doble trabajo, mas valía que le diera un buen pago, ya venía la cuenta de la renta.
Deteniéndose frente a una de las puertas de madera con dos números, los cuales eran 25, de metal de color amarillo. Saco las llaves del bolso, introdujo la llave suavemente por el cerrojo para encontrar la puerta atorada, dando un gemido de decepción y forzándola un poco para ver si se abría.
Solo quiero entrar, tomar un baño y acostarme a dormir ¿Qué tan difícil puede ser eso? pensó la ojos zafiro colocando la cabeza en la puerta, cerrando los ojos otra vez, en su rato de decepción oyó lo que eran pasos por el pasillo, muchos pasos, pero no era el de un ser humano, sonaba como un ¿Animal?.
Abriendo los ojos, se puso correctamente de pie mirando por el pasillo, al no ver nada siguió con sus intentos de abrir la puerta solo quiero descansar cuando al fin el cerrojo se puso a favor, logró abrir la puerta. Con un gritito de gloria, termino de empujarla y comenzó a entrar, dándose mentalmente palmaditas en la espalda por su ganancia.
"Kagome" le hablaron.
La susodicha, evitando dar un gemido, se volteo observando a su vecina de en frente "Buenas noches Hitomi-san" respondió cordialmente.
"¿Por qué estas llegando tan tarde?"
Kagome alzando una ceja ligeramente por su pregunta ¿De cuando acá tengo que explicarle?
"Trabajo" expreso cortante, no tenía una gran paciencia en estos momentos, solo quería que el día de hoy terminara.
"Esta bien" respondió Hitomi dándole una sonrisa que Kagome paso por alto, ya que cerro los ojos y alzo los hombros en un gesto desinteresado.
Sin darle chance simplemente se dio la vuelta "Que descanse" y cerro la puerta tras suyo dejando a una chica sorprendida del otro lado.
Sin molestarse en encender las luces, se fue directo a su cuarto, se desvistió, agarro una toalla y se metió al baño. Al terminar su ducha, se seco el cabello con la secadora hasta estar listo, salió del baño tomando rumbo a su guarda ropa, sacando de este su pijama, el cual se coloco. Acostada en su cama, se acurruco entre sus sabanas y se durmió, para un merecido descanso.
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Kagome estaba feliz, se encontraba en su quinto sueño, sintiendo la comodidad de su colchón, la suavidad de su cama, lo esponjado de su almohada la respiración en su cuello, la luz de la maña…Espera ¿Respirar de mi cuello? abrió los ojos sobresaltada, sentándose rápidamente, perdiendo el equilibrio y cayendo de la cama "¡AH!", la ojos azules sintió un dolor en su espalda donde cayo y con las piernas enredadas en las sabanas que se vinieron con ella, con sus brazos libres, se apoyó para alzarse y asomarse sobre su cama.
Lo que no espero fue toparse con dos ojos amarillos, mirándola, alrededor de una capa blanca de piel. Estática, le regreso la mirada.
"Un perro" al fin dijo en un murmullo, mientras trataba de ponerse en pie con las sabanas todavía enredadas en su piernas "¿Cómo entraste aquí?" el perro solo se le quedo mirando con un brillo de lo que parecía ¿Gracia? sin moverse. La cabello azabache recordó el sonido de unas patas por el pasillo Pero no vi nada y este perro no creo que pase desapercibido pero ayer estaba tan cansada y mi vecina me entretuvo mientras tenía la puerta abierta…haciendo dos en dos sus pensamientos miro de arriba abajo al perro su piel era blanca con manchas marrones, lo que parecía suciedad, lodo entre otras cosas, ojos color amarillos como dos soles, sus orejas moviéndose levemente a los diferentes sonidos, una nariz de un leve color café, una vista de sus colmillos nacarados de su boca y eran grandes. No dudaba que en sus cuatro patas fácilmente llegaría a sus caderas, no quería imaginarse en dos hasta donde le llegaría.
"Esta bien perrito" recibiendo un gruñido a su palabra "Bueno…Perro" corrigiendo rápidamente, como resultado que parara el sonido Este perro si que tiene mal humor "¿Qué voy a hacer contigo?" Espero no tenga rabia, por que si me muerde ya me metí en problemas.
Terminando de desenredar las sabanas de sus piernas, se paro lentamente del suelo para no alterarlo, camino poco a poco al baño. Consiguiendo como respuesta del perro que la siguiera con la mirada, abriendo la puerta del baño, entró y la cerro tras sí, tomando un suspiro se dejo resbalar por la puerta "Solo quería dormir" murmullo.
Ya no había tiempo para lamentarse, así que salió de su pijama y entró a la ducha a tomarse un baño Que bueno que hoy es día libre pensó positivamente, terminando, se envolvió en la toalla cercana y salió. Tomando rumbo a su closet, al abrirlo le quedo la impresión que alguien la observaba atentamente, volteando, miro al perro, que lo único que había movido había sido su cabeza, dudando de su cordura mejor se fue arreglar al baño.
Eso fue extraño pensó al cerrar la puerta tras suyo.
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Preparando el desayuno, trato de ignorar la atenta mirada que tenía puesta encima suyo, pero estaba consiguiendo rápidamente en sus nervios, parecía que no podía mirar a otro lado mas que a ella. "¡Basta! ¿Qué tanto me miras?" dijo exasperada la chica de ojos azules al perro tras suyo, lo único que había echo desde que lo encontró en su cuarto era mirarla.
La cabello azabache fulminándolo con la mirada, espero una respuesta que nunca iba a llegar ¡Dios es un perro! volteándose, apretó los dientes al sentir todavía su mirada encima suyo, a pesar de su explosión.
Terminando, coloco todo sobre un plato, saliendo de su cocina, se sentó en la mesa para empezar su mañana. En medio de su auto infringida tranquilidad, sintió otra vez una mirada encima suyo, golpeando con el cubierto más fuerte de lo debido a su desayuno, continuó mientras lo ignoraba. A mitad de su platillo, lo miro de reojo, estaba en la misma posición acostumbrada pero en otro lugar, parecía una estatua.
Regresando su mirada a la comida en frente de ella, jugando con una servilleta en una de sus manos, volvió a mirarlo de reojo "¿Quieres?" le pregunto haciendo señas con el cubierto, consiguiendo solo como resultado nada. La ojos zafiro no sabiendo que hacer, bajo el plato al piso, esperando una reacción. Observo como lentamente se paro y se acercó al plato, oliendo levemente su desayuno y, lo que pareció un asentimiento, vio como de un bocado se acabó lo que había dejado "Al parecer tienes hambre".
Levantando el plato del piso, regreso a la cocina para poner las sobras del sartén, y le volvió a ofrecer viendo la facilidad con la que se la comía. Agachándose y observando como se alimentaba. Al terminar alzo la mirada a ella como dando a entender que había finalizado, alzando otra vez el plato y se fue a lavarlo.
Volteándose al terminar, se le quedo viendo "¿Qué hare contigo? No tienes collar así que no tengo donde llevarte y estas sucio y por lo que veo no haz comido en una buena temporada, supongo que no tienes dueño" arrodillándose en frente suyo y acariciándole la cabeza, el perro no se movió.
"Te quedaras conmigo temporalmente hasta que vea si alguien te busca, si no te buscan" Que es lo mas seguro "Me quedare contigo, no me haría mal algo de compañía" dijo lo último mas para si mismo que el perro, al fin consiguiendo una reacción, al sentir como movía de lado la cabeza, rascándole detrás de las orejas.
"Ahora ¿Cómo te llamare? A pesar de estar sucio eres esponjoso, ya se fluffy" consiguiendo un gruñido de respuesta "Esta bien, no es tan buena idea, um, ¿Cómo te puedo llamar?" pensó Kagome caminando hacia la sala y acostándose en uno de los sofás, mirando al techo de color crema, estirando los brazos miró de reojo al lado suyo y volvió a encontrar al perro.
No lo oí llegar, es tan silencioso.
Que podía ser tan silencioso que no se oía al moverse y callado, tan quieto como una estatua pero al mismo tiempo se mueva.
La ojos zafiro se sentó en el sillón al oír un leve toque en la puerta, extrañada volteo a ver a su nueva mascota ¿Quién estaría tocando a estas horas? levantándose de su lugar camino hacia la entrada, tomando la manija la giro y la abrió, para ver unos ojos castaños.
"¿Hitomi-san?" Dudosa.
"Hola Kagome-chan"
"…¿Se te ofrece algo Hitomi-san?" pregunto respetuosamente, pero haciendo una leve mueca al oírla decir su nombre con un sufijo personal.
"Bueno, Kagome-chan, me preguntaba si...¿Tienes algo que hacer en la tarde? Ya vez que es tu día libre" dijo con una sonrisa.
Kagome estaba impresionada, ¿Cómo sabía esta chica que era su día libre? Entendía que era su vecina pero no era consiente que sabía su horario, ahora que lo pensaba a noche sabía cual era su hora de llegada "Lo lamento, Hitomi-san, pero, ya tengo cosas que hacer" respondió con una sonrisa, sintiendo un escalofrío en su ser al pensar en una posibilidad de por que se comportaba así su vecina.
"Entonces ¿En otra ocasión?" insistió.
Esta chica me recuerda a Hojo sintiendo otro escalofrío por su cuerpo, mientras daba un leve asentimiento, al parecer la ojos castaño no se conformo por que abrió la boca para seguir hablando.
Crash.
Salto al oír un objeto que se rompió en su sala, la ojos zafiros recordando su invitado se preocupo de lo que pudo a ver caído.
"¿Qué fue eso? ¿Tienes alguien haya dentro?" empezó a cuestionarla la ojos castaño.
La cabello azabache preocupada, se puso nerviosa por el interrogatorio "Me tengo que ir adiós" cerrando la puerta repentinamente y corriendo a su sala, al llegar se encontró con una vieja lámpara rota en el piso y un perro cómodamente acostado en el sofá de la sala como si no hubiera pasado nada. La cabello azabache observó su ex lámpara y se puso a recoger los pedazos OH no importa de cualquier forma pensaba comprar una nueva.
"Sabes, no fue tu intención, pero me libraste de un problema" ojos zafiros se alzaron a ver a su mascota que la miro con lo que parecía ¿Arrogancia? Y una ¿Sonrisa? Luego bajo su cabeza y la acomodo en una de las almohadas.
O si sabe lo que hizo
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"Podrías relajarte" malhumorada la ojos zafiro al observar como su perro se encontraba tieso mientras le tomaba un baño. Cerrando los ojos fuertemente, había averiguado dos cosas...Uno: que le gustaba tomar un baño pero se atieso en el momento en que le puso el anti pulgas, y dos: que era un él. Tomando una cubeta con agua, se la echo encima, eliminando con efectividad toda la espuma de su cuerpo.
Kagome hizo un movimiento para pararse, cuando en eso la mascota salto del tambo en donde se encontraba y se sacudió, aventando agua por todos lados alrededor, entre ellos, a la joven que se encontraba al lado de él.
"Eres mas trabajo de lo que pensé" la cabello azabache resignada, observando al animal de ojos amarillo mirándola ¿Burlonamente?
Entro por la puerta de cristal de su balcón a su apartamento, con una gracia al caminar, casi como si fuera ¿Elegancia? Dando un suspiro largo, decidiendo ignorar y dejar de pensar todo lo que cruzaba sobre ese perro, que en el poco tiempo se comportaba tranquilo pero tenía algo que la irritaba, la mojada ojos azules uso la toalla, que en principio era para el perro, para secarse un poco.
Siguiendo los pasos de su mascota entró al departamento con la toalla sobre su cabello mientras lo agitaba tratando de secárselo lo mas posible, mirando a todos lados busco a su perro y observo su sombra cerca del sofá, caminando, lo encontró acostado en la alfombra con dos patas cruzadas frente a su cabeza mirándola desinteresadamente.
Ush sino fuera por que es un perro diría que es muy arrogante Lo miro levemente enojada consiguiendo, al parecer, una ceja alzada del, ahora, perro blancamente puro, consiguiendo que Kagome se atragantara con su propia saliva.
"Sabes me recuerdas a alguien que conocí" consiguiendo que el perro le virara la cara, como resultado haciendo que Kagome le empezara a temblar una ceja Creo que gracias a él tengo el nombre perfecto para ti, la actitud es la misma.
"Te voy a llamar Sesshomaru"
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Hola esta es una historia que se me ocurrió, no será una historia tan larga como la de estrellas o rosas y melocotones ya que en esas no tengo si quiera la mitad, espero sus comentarios sobre esta historia, vamos a ver si tiene alguna fama y si la idea que tienen de Hitomi es la correcta pero si todavía no la captan mas adelante entenderán ahora no s preocupen que mi pareja esta decidida.
Por cierto una galletita virtual para todos aquellos que me dejen comentarios y para los que me han dejado en otras historias. ¡Yummy! ¡Galletita! non
Su amiga
Kigami Aizawa
