En realidad no tenía pensado subir nada para San Valentín, pero una amiga del Messenger me lo pidió, así que este fic va dedicado a Ya-chan.

Aclaro que no he visto la película de San Valentín sangriento, ni tampoco tiene nada que ver con mineros vengativos homicidas, neee, principalmente es un intento de fic cómico con romance y terror mesclado. Las parejas son variadas, pero la principal es… ¡Ichiruki! (¡que sorpresa!).

Derechos reservados a Tite Kubo, yo solamente pongo las ganas de escribir.

My Bloody San Valentine

Capitulo 1

-¡vamos Ichigo!- presiono una vez mas Rukia- nadie quiere pasar este día solo, ¡será divertido!- desarruga su reluciente vestido nuevo de flecos sobre la cama.

-me parece una mala idea, no es algo necesario, solo es un día más del año enana…- ya le estaba comenzando a cansar tanta insistencia por parte de la shinigami.

-nada de eso, no seas tan amargado- se cruza de brazos y se sienta a un lado de el.

-no soy amargado, es solo que este día… no me parece bueno…- pone su cerebro en marcha para inventar la mejor de las excusas.

-¿a qué te refieres?- la morena levanto una ceja para expresar duda, estaba casi segura de que solo decía eso para zafarse del compromiso.

-pues… el del clima dijo que esta noche habría una tormenta...

-eres pésimo mintiendo, todo el día estuvo soleado, deberías de inventar algo más convincente- toma el cepillo y comienza a peinarse, esparciendo con la mano libre fijador por todo el cabello.

-pero Rukia, no ha pasado ni un mes desde que se termino la guerra de invierno, Ishida todavía sueña con que le falta un brazo, renji esta paranoico, Inoue-san quedo tocada y ahora carga a todos lados ese frasco con cenizas y…

-¡por eso mismo! Nos hará bien a todos, nadie tiene pareja, así que solo será una noche de amigos- se coloca un poco de brillo en los labios, lo único que le faltaba para estar lista era ponerse el vestido- ¡pero no te quedes ahí! Cámbiate ya, se nos va a ser tarde- Ichigo ni quiera se había levantado de la silla, no tenía ni el mas mínimo animo de salir esa noche tan empalagosa.

-no, ya te dije que no voy a ir, me voy a quedar aquí…- señala el piso debajo de él- y no me moveré de este lugar…- se aferra a la silla, no podía obligarlo, ese día era solo mercadotecnia, un truco para vender chocolates baratos, flores que solo duran dos días, globos que no tienen otro uso que flotar de aquí para ya hasta perder el aire y tarjetas cursis para personas cursis, más que feliz a él le parecía un día deprimente… y solitario, no saldría de la casa esa noche, estaba más que decidido y no había nada que pudiera hacerlo cambiar de opinión.

(8: 16 de la noche, entrada del restaurants- bar-karaoke)

-llegan tarde…- menciona Ishida en cuanto los mira venir.

-solo fueron 15 minutos…- frunce el ceño el peli naranja y molesto chico- A alguien le tomo un poco más de tiempo extorsionarme y obligarme a venir porque seguramente no sabe aceptar un no…- le clava la mirada a Rukia después de mencionar los hechos.

-¿Qué le paso al karaoke? Se supone que nos esperarían dentro…- ignora por completo las inconformes palabras de su compañero de habitación y en su lugar decide ponerse al tanto de la situación.

-está cerrado por fumigación…- se une a la plática el para nada emocionado capitán Hitsugaya, al parecer Ichigo no era el único que estaba ahí en contra de su voluntad.

-¿de quién rayos fue la idea de venir aquí?- interroga Renji, sentado en la orilla de la banqueta.

-no sabía que justo el día de san Valentín se les iba a ocurrir fumigar, es decir, ¿Qué restaurante-bar-karaoke hace eso?, la última vez que pase estaba funcional y esplendoroso…- se intenta justificar Matsumoto.

-¿y eso cuando fue Rangiku-san?- habla Orihime, la cual se encontraba recargada sobre la polvorosa puerta, mientras cargaba en brazos una enorme bolsa.

-creo que hace un mes… tal vez 40 días…. Decían que había ratas ahí, pero yo pensé que se referían a los empleados, no soy adivina ni nada por el estilo…

-hace una semana le leíste la suerte a todos con cartas…- la desmiente su capitán.

-bueno, de vez en cuando hago algunas buenas predicciones… pero…

-¿buenas? Por kami, dijiste que yo me casaría en dos días- le refresca la memoria el albino.

- sí, y a mí me predijiste que me atropellaría un auto saliendo de la escuela…- recuerda Ishida.

-a mi me diagnosticaste cáncer…- habla el pelirrojo chico.

-me dijiste que un meteorito me caería encima…- menciona con diversión Inoue.

-recuerdo que tú mencionaste algo así como que resolvería el hambre mundial- agrega Rukia al ver que todos estaban participando.

-y aseguraste que yo tenía cinco semanas de embarazo…- remata Ichigo, poniendo una cara de desagrado e incomodidad como el solo sabía hacerlo- ¿para esto querías que viniera enana?- se le va encima una vez que pasan varios minutos en silencio.

-¡yo no lo sabía idiota!- le contesta furibunda, ahora todo era su culpa seguramente.

-te dije que tenía un mal presentimiento, pero nooo, en lugar de escucharme te pusiste a decir, vamos Ichigo, si no vas y me pasa algo se te va a quedar en la conciencia toda la vida…- hace una interpretación de la chica, lo cual la hace enojar aun mas.

-¡ya basta!- los detiene en seco Matsumoto antes de que la pelea se hiciera más grande- ¡estoy completamente sobria esta noche!, y déjenme decirles que nunca he pasado un 14 de febrero así, lo que necesitamos en este momento es un poco de amistad, alcohol y comprensión…- intenta cambiar de aires.

-¿estás bromeando verdad?- exclama Hitsugaya, un tanto asombrado por el cinismo de su subordinada.

-conozco un bar no muy lejos de aquí, no lo están fumigando ni nada parecido, es muy agradable y dicen que no necesitas ser mayor de edad para poder comprar bebidas alcohólicas- propone con tono alegre.

-no lo sé…- parece quererlo considerar el teniente de la sexta división.

-una copa no me vendría mal…- dice Rukia un tanto indecisa.

-pero tú no tomas- le señala el shinigami sustituto.

-no… pero en esta noche me gustaría hacerlo, solo una o dos copas…

-¡no puedo creer que lo estén tomando en cuenta!- al parecer el pequeño decimo capitán era el único que estaba contrario a la idea, incluso a Ishida le daba lo mismo.

-vamos entonces, yo no pienso beber… pero me gustaría pasar esta fecha con ustedes, conviviendo como verdaderos amigos…- dice Orihime de modo cursi, mientras tomaba a los que la rodeaban de las manos.

-está dicho, no perdamos más tiempo- comienza a caminar Matsumoto, dando pequeños saltos de alegría.

-esto es el colmo, me voy a casa- Toushiro da media vuelta y comienza el recorrido para volver.

-espere taichito, no se ponga así…- gira la cabeza para verlo alejarse.

- estoy cansado, vayan sin mi- y se aleja de ahí, perdiéndose entre los árboles y la oscuridad del parque central, no estaba ni para tomar, ni para aguantar borracheras o escándalos, solo esperaba que no lo despertara escandalosamente cuando llegara.

-bueno, ¿nos vamos ya?- apura Ichigo, sabía que esa noche sería muy larga, así que era mejor adelantar un poco las cosas.

(4 kilometros a pie después)

-dijiste que estaba cerca…- menciona Ichigo fatigado por el imprevisto viaje.

-y así es, doblando la esquina esta el bar- y se adelanta corriendo al lugar. Esa ciudad ya no parecía ser Karakura, tenía demasiada luz y para variar todas las calles estaban decoradas con corazones rojos de papel tornasol, serpentinas coloridas, listones blancos de terciopelo y mensajes de "feliz san Valentín" en cada maldita ventana y/o superficie para recordarle a las personas solteras lo miserable de su situación. Las múltiples parejas del lugar se tomaban de las manos y reían divertidas por alguna frase boba, demostrándole al mundo lo felices que eran en eso momento por tener a alguien especial. Tal vez por eso, en cuanto llegaron al lugar (lleno de mas parejas, por cierto) fueron directamente a la barra del bar, para beber, beber hasta olvidar el hecho de que ninguno contaba con una persona amada, en ese momento eran solo un montón de amigos embriagándose para no sentirse tan solos.

(hora y media, más varias botellas después)

-¡Oye tu…! - Rangiku habla con voz ahogada a través de su celular- espero que en este momento te duela haberme dejado, eres un maldito idiota y espero que te jodas…- y cuelga rápidamente sin esperar respuesta.

-¡JAjaJAja!- se escuchan múltiples carcajadas de Ichigo, Rukia e incluso Renji, el único que parecía serio era Uryuu, que se encontraba perdido mirando su vaso semi vacio de cerveza.

-se lo merecía…jaja…- menciona la morena chica algo pasada de copas.

-normalmente no estoy de acuerdo con la enana, pero en esta ocasión tiene razón…- dice Ichigo, tambaleándose sobre su lugar.

-Hey, esperen… ¿Qué no se supone que Ichimaru murió en la guerra de invierno?- levanta la mirada Ishida, recordando ese insignificante detalle.

-no lo recuerdo… pero si así fuera… entonces… ¿a quién le llame?...- mira su celular extrañada.

(Casa de Orihime, en ese mismo momento)

-¿Qué diablos fue eso?- se pregunta Hitsugaya, somnoliento, desconcertado y disgustado por haber sido despertado únicamente para escuchar una sarta de tonterías e insultos.

(Volviendo al casi vacío bar)

-disculpen, pero ya vamos a cerrar…- se les acerca una mesera de voz dulce y amable.

-no puede ser, no es tan tarde…- se levanta de su silla Matsumoto, ese lugar estaba muy a gusto para emborracharse, ¿Qué clase de bar puede cerrar de noche?

-pues… ya van a ser las 12 de la mañana… y ustedes son los últimos que quedan aquí…- todos voltean la cabeza a los lados y efectivamente, eran las últimas personas en el local, aparte de los empleados.

-he conocido tabernas que cierran hasta las 12 de la tarde- le discute la rubia, sin intenciones de irse hasta dentro de unas horas más, cuando todos estuvieran totalmente perdidos y miraran cada cosa con 5 replicas idénticas.

-normalmente nuestro horario es de 10 pm a 4 am, pero en san Valentín siempre lo cerramos antes porque hay poca clientela…- al parecer en esa ciudad perfecta no había muchos solteros con ganas de embriagarse.

-¿alguien te espera en casa?- le toma los últimos sorbos a su botella anteriormente llena.

-sí, tengo un novio que me dijo que hoy…- y antes de que terminara de hablar y presumir su buena suerte, todos se levantan de la mesa, poniendo cada uno un par de billetes y saliendo de ahí, olvidando a por completo a Orihime, la cual se había quedado dormida sobre la mesa.

----------

-¿shaben queé?- habla renji, animado por el licor- ustedeshhh soen mhis mejoresess amigoshoss en todooo el mondoe- intenta abarcar a los cuatro con ambos brazos, pero solo logra rodear a Ichigo y Rukia.

-¡yo también los quiero muchooo!- se les une la borracha teniente, abrazando a los tres.

-no creo estar lo suficientemente ebrio como para participar en eso…- sigue caminando Ishida, acomodándose sus bastante desacomodados y aparentemente empañados lentes (creía que eso era lo que causaba su vista borrosa).

-hombre, solo se vive una vez…- lo jala Matsumoto para completar el circulo.

-me duelen las piernas…- menciona Rukia al sentir los pies pesados.

-a mi también, deberíamos de tomar un atajo…- propone la exuberante mujer- podríamos acortar camino si cruzamos por el cementerio en vez de rodearlo- da una opción.

-no, es mejor entrar al bosque en donde dicen que se desaparecen personas, se corta mucho más camino que ir por la carretera o si cruzamos la barda del viejo sanatorio mental abandonado llegaríamos 30 minutos antes…- aporta información Rukia.

-meh doelech lae cabesha- se agarra la cabeza Renji, sin saber cómo era que había llegado al suelo.

-no, esperen, yo tengo una mejor idea, si cruzamos el puente debajo del lago en donde dicen que se ahogaron las personas de aquel barco que se hundió sería mucho más rápido…- da un largo bostezo Ichigo después de dar la idea.

-¿Por qué solo mencionan lugares así?- habla el Quincy un tanto interrogante.

-¿Cuál es tu idea de atajo?- le pregunta el peli naranja shinigami al notar que él era el único que no había propuesto nada.

-pues… geográficamente y según mi GPS sería más fácil llegar entrando a la mansión en donde ocurrió el homicidio familiar múltiple, conecta directamente con la entrada a karakura…- agacha la cabeza al darse cuenta de que su propuesta era igual o más escalofriante que las demás.

-no hay porque pelear, en este momento le voy a hablar a mi pequeño taicho para que me diga la mejor opción, el sabe muchas cosas cuando esta sobrio…(que sería todo el tiempo)- marca unos cuantos números de forma rápida y espera a que suene la llamada.

--------------

-¡brrrrrrrrr!- el teléfono comenzó a zumbarle en la mano, abrió los ojos cansado y miro con pesadez la pantalla, sabía que solo podía haber una persona lo suficientemente desconsiderada como para llamarle en la madrugada… dos veces… y seguramente por una tontería como la última vez. Abrió la pantalla y no le sorprendió ver el nombre de la cantarina teniente de su división. Apretó una tecla y lo apago antes de volver a cerrarlo, para intentar recobrar al sueño interrumpido, ya era un buen sueño, en el que él era el capitán más alto de todos y su escuadrón se consideraba el más eficiente (porque TODOS trabajaban, no solamente él).

--------------

-el numero que marco se encuentra fuera del área de servicio, favor de volver a marcar más tarde o si lo desea puede dejar un mensaje después del tono, beeeeeeep…- escucha desconcertada la voz de la operadora telefónica, le resultaba extraño que su capitán no respondiera el teléfono tomando en cuenta lo responsable que era.

-¿Qué pasa?- le dijo Uryuu, sentándose a un lado de la carretera al sentirse mareado.

-no… no me contesta… tal vez… le pudo haber pasado algo… ¿y si no llego a la casa?- como buen ebrio experimentado, Rangiku se puso a pensar lo peor.

-oigan, hablando de perdidos… ¿alguien ha visto a Inoue-san?- era la primera vez en 45 tambaleantes minutos de camino que alguien se daba cuenta de su ausencia.

-creí que estaba detrás…- se voltea Rukia para mirar las posibilidades de encontrarla.

-enf la mañranna lhos busqueamos…noe creoc quer less pashe nadea…- da una risotada Renji, restándole importancia a las desapariciones.

-está decidido, tomaremos los 5 atajos, tal vez en alguno de ellos los encontremos y llegamos más rápido, mataríamos dos pájaros de un tiro…- y se pone a la cabeza Matsumoto, saltando primero una pequeña cerca que dividía el bosque de la carretera.

-no estoy muy segura… estamos muy borrachos… deberíamos de ir a un hotel y tomar el autobús cuando ya sea de di…-

-¡la enana tiene miedo!- la señala con ambos dedos índices para burlarse más abiertamente.

-no tengo miedo idiota, es solo que… nos podemos perder dentro…- usa un poco de la prudencia que aun tenia.

-nada de eso, mientras yo esté aquí, nada te va a pasar…- salta sin problemas la cerca, no era tan alta como debería.

-¿de verdad?- ella era la única que faltaba pasar.

-claro, no estamos tan ebrios como parece, todavía es entendible lo que decimos y nadie ve doble…bueno, a acepción de Renji- le tiende la mano para ayudarla.

-habla por ti, el piso se mueve mucho…- menciona mientras apoya un pie sobre la barda- pero igual, es San Valentín- pasa la barda dando un ligero tropezón- este día es de amor y armonía… ¿Qué podría pasar?...digo, nadie se va a morir en camino…- y se adentra en el oscuro bosque siguiendo a los demás.

De aquí en adelante van a comenzar a desaparecer y no precisamente porque un homicida sediento de venganza los este siguiendo. Espero que les haya gustado el primero de siete capítulos, cada uno en un lugar y con una historia distinta o algo así.

Espero también que tengan un feliz día de San Valentín, pásenlo con sus amigos (preferentemente alejados del alcohol), su familia, su novio /novia o amigo con derecho.