Yo lo lamento mucho, mucho, mucho. Me costó mucho pero al fin he avanzado lo suficiente como para publicar el primer capítulo editado. Espero que la espera haya valido la pena (realmente espero que sea suficiente -.-u).
Disclaimer: Harry Potter no me pertenece, es propiedad de J.K Rowling ya que si no, Hermione nunca se hubiera casado con Ron.
Advertencia: A/U (No completamente alterno pero si con algunos cambios).
.
.
.
.
.
.
Capítulo 1
.
.
Una aglomeración terrible de personas había detrás de aquel vitral, todos yendo y viniendo de una lado a otro, sin detenerse un segundo. El reloj marcaba justamente las diez y media, media hora para partir de una vez de aquella insufrible estación, y yo ya me sentía morir del aburrimiento.
-¿Cuánto más tengo que esperar? –Suspire irritada, y aunque ya sabía la respuesta a esa cuestión, necesitaba liberar mi frustración aunque fuera quejándome. Apoyo mi cabeza descuidadamente sobre el vidrio de la ventana del vagón y regreso la vista al paisaje de afuera.
Ya llevaba más de cuarenta minutos ahí sentada, esperando a que el maldito tren decidiera que era hora de partir de la estación ¿Y todo por qué? por culpa de mi querida madre.
Bufe ante el recuerdo de lo sucedido esta mañana.
Tal como lo había dicho, mi madre había estado más hiperactiva que nunca esa mañana, caminando de un lado a otro sin detenerse un segundo, preguntándome a cada instante si ya tenía todo en el baúl, y colocándose histérica cuando notaba que algo que ella aseguraba era "importante" faltaba. En fin, dentro de todo el revuelo nos había convencido de salir a las 9:35 de la casa para llegar con tiempo a la estación, y donde al llegar se negó a soltarme.
Si, lo sé, pero intenten ustedes entenderla.
-Yo ya me resigne-Murmuro por lo bajo mirando distraída el techo del lugar.
Desde entonces he estado aquí sentada, completamente sola, con la mente plagada de pensamientos que no lograban más que inquietarme. Estaba nerviosa, lo admito y no era para menos, hoy iría por primera vez a Hogwarts, una escuela de hechicería donde pasaría siete años de mi vida, aprendiendo el uso adecuado de la magia. Si, sé que suena como una historia sub-realista, sacada de una novela de ficción o algo así pero, todo es cierto.
Soy una bruja.
Lo supe hace cuatro meses o, más bien, lo confirme dado que ya tenía sospechas sobre ello.
Un día una extraña mujer simplemente se presentó en mi casa anunciándose bajo el nombre de Minerva McGonagall, y por ella fue que supe sobre Hogwarts, mi magia y el mundo mágico con el que convivíamos sin ser conscientes de él. Ella, con tono serio y palabras concretas, nos explicó todo sobre mi situación y la bacante abierta en Hogwarts para mí, claro solo en el caso que aceptara la oferta.
Y por supuesto que lo hice.
-Ni estando loca la habría rechazado-Exclamo para mi sonriendo de lado.
En mi escuela muggle –como había escuchado a esa mujer referirse a las personas sin magia- jamás había logrado encajar. Si no era la cerebrito, era la anormal.
Si, así me llamaban, ¿Nada original verdad?
Y pues, cuando eso sucedía, digamos que mi enojo explotaba con fuerza, provocando que mi magia se descontrolara y saliera expulsada hacia el individuo más cercano. Lo acepto, tenían razón, no era normal. Pero ellos no tenían ningún derecho de restregármelo en la cara.
-Inmaduros con cerebros de pudin, ¿Quiénes se piensan que son?-Me recuerdo pensar despreciativamente.
Pero apartando mis rencores internos…
Mis padres lo tomaron bastante bien, cosa que me asombro un poco –no es que fueran personas cerradas de mente, pero tampoco es como si fueran a aceptar algo así tan fácilmente-. Aunque me sentí aliviada, un peso se me quito de encima al dejar en claro oficialmente ante ellos que su hija, o sea yo, no era un ser completamente normal.
-Bueno, ellos ya lo sospechaban también-Recuerdo haberme dicho mientras nos encaminábamos a la puerta para despedir a la profesora.
Cuando llego el día siguiente, la señora McGonagall me llevo a mi primer viaje al "Callejón Daigon" donde mis padres y yo nos maravillamos por la magia que exudaba el lugar, y donde obtuve mi primer recuerdo de vida en ese mundo. Todo era tan… mágico, que no pude ni quise aparentar indiferencia en ese momento.
Esa misma noche, en la comodidad de mi cuarto e incapaz de retener más mi curiosidad, empecé a estudiar el material comprado. Leí cada libro de hechizos, cada dato histórico, cada minúscula frase escrita en los tomos designados a los alumnos de primer año hasta, en solo una semana, memorizarlos completamente. Me dije a mi misma que si iba a formar parte de ese mundo debía estar al tanto de cada hecho relevante e irrelevante de su historia, no por ser hija de muggles iba a dejar que me pasaran por encima.
-"Hogwarts una historia", el mejor tomo que he leído jamás –Sonreí al recordar aquel libro con la historia del colegio, el primero de todos los que le siguieron, y en el que me vi maravillada por aquel nuevo mundo. Las palabras impresas en aquellas páginas me transportaron a épocas remotas en aquel viejo castillo, al que ya moría por conocer.
Murmullos.
Me despeje al percibir un mayor alboroto afuera, observo mi muñeca donde reposa mi pequeño reloj y suspiro. Solo han pasado veinte minutos desde la última vez que revise. Me recuesto en el asiento y observo de nuevo por la ventana, ahora la aglomeración se hizo un hervidero, agradezco internamente a mi madre por apresurarme a llegar temprano, sino ahora mismo estaría ahí afuera sufriendo entre toda esa gente.
-Realmente debo agradecerte mama-Susurro observando como un niño era derribado por el tumulto de personas, eso debió dolerle.
Entre todo el molesto hacinamiento note a algunas personas apareciendo de la nada, lo que llamo mi atención enseguida.
Me inclino hacia adelante en mi asiento para visualizarlos mejor, eso había sido sorprendente. Sus ropas se veían extrañas, como las de la profesora McGonagall, pero más elegantes y con un toque excéntrico que sin duda no pasarían desapercibidos en mi mundo. Esos debían ser los llamados "Sangre pura".
Entrecierro lo ojos y los observo más minuciosa.
Sé que no es justo juzgar antes de conocer a las personas pero es que solo había que verlos, desde lejos se podía percibir su desagrado al verse rodeados por la multitud. En sus miradas no había más que frio desdén y tal presunción que me sentí descomponer por un momento.
-Desagradables -Me dije internamente apartando la mirada.
La sociedad mágica tenía una polémica sobre la sangre bastante pronunciada y antigua, con una historia tan remota que superaba la llegada del mismísimo Merlín al mundo y no parecía muy forzada a erradicarse del sistema aun en la actualidad.
Incluso Hogwarts se rige por esta aun…
-Slytherin, la casa de las serpientes, astutos y determinados, con un instinto de preservación innato, y donde solo los puros de sangre pueden yacer -Dije para mí en voz baja apretando los puños. La rabia que me producía el solo pensarme inferior a seres como ellos me hacía hervir la sangre de tal manera que sentía que explotaría en cualquier segundo y más luego de haber presenciado aquella escena tras la ventana-De ninguna manera puedo permitir que me sobrepase un Slytherin-Frunzo el ceño y concentro mi atención afuera otra vez.
El humo en el exterior seguido de un silbido, informan que al fin llegó la hora de partir. Me tranquilizo un poco por eso, al fin había llegado la hora.
El suave movimiento del tren logra aplacar completamente mi furia anterior, por lo que con la confianza suficiente tomo uno de mis libros. Este era uno de mis favoritos junto con el tomo de Baltilda Bagshot de la historia de Hogwarts, "Libro estándar de hechizos" de Miranda Goshawk. Me enfrasque en la lectura y sentí como todo desaparecía a mi alrededor, siempre me sucedía eso cuando me abstraía en un tema que era de mi interés, nada más existía en ese compartimiento más que mi persona y el libro que reposaba en mis manos.
¡TUMM!
Mi cuerpo entero se estremeció ante tremendo ruido haciéndome botar sobre el asiento, giro la cabeza casi inmediatamente luego de eso encontrándome con la figura del causante.
-Disculpa- Una tímida voz hablo con suavidad despertándome al fin de mi aturdimiento. Lo miro con el ceño fruncido sin olvidar el susto que me dio al entrar y espero a que hable- ¿Esos asientos están ocupados? Es que ya no hay lugar en el tren y… pues si no te molesta, quisiera saber si podría quedarme-Explicó con voz temblorosa.
Lo observo detenidamente sin ninguna prisa por responder a su inquisición, analizándolo de arriba abajo con todo el descaro del mundo, notando casi al instante su mortal timidez y nerviosismo intenso, y… que si no le contestaba pronto se desmayaría en la puerta.
Bufe para mis adentros al notarlo así que decidí contestar antes de que mis suposiciones se hicieran realidad.
-No, no están ocupados -Respondí tomando nuevamente mi libro y concentrándome en él. Pasaron unos segundos hasta que decidí levantar la vista de nuevo para observar discretamente que hacía el intruso y me lleve una gran sorpresa al verlo aun parado en la puerta del compartimiento-¿Por qué no entras? –Inquirí aun sin poder quitar la sorpresa de mi rostro.
-E-es que n-no me h-as di-dicho que p-pued-o en-trar –Indico bajando la cabeza con el rostro rojo de la pena.
Me aseste un golpe mental con la mano en la frente.
-¿Es que es idiota?-Me pregunto abriendo ligeramente la boca ante tal respuesta del chico- Entra de una vez antes de que me arrepienta –Ordeno frunciendo el ceño volviendo la mirada a mi lectura, no podía creer que realmente me dijera eso.
El pelinegro entro rápidamente sentándose en el asiento frente a mí, lucia tan nervioso e incómodo que no pude evitar rodar lo ojos. El ambiente estaba tenso y eso me molestaba, no soportaba verlo mirarme a cada rato y desviar la vista cuando yo lo miraba. Se retorcía de un lado a otro haciendo ruido en cada movimiento ¿Es que no se puede quedar quieto y en silencio? Parece que no. Cierro el libro un poco más brusca de lo que debería pero es que estaba irritada, y así no podía leer en paz.
Alzo la vista y la poso sobre el intruso quien se tensó al instante, mi ojo tiembla irritado por eso pero rápido tomo un respiro y me obligo a serenarme, gritarle no funcionara.
-Escucha niño, quiero que te calmes porque el ruido que provocas al revolverte de esa manera me molesta ¿Si?-Declare con el ceño fruncido, no me culpen a mí, es el quien se comporta como una tonta oveja recién nacida.
-A-ah yo lo lo siento-Expreso bajando la cabeza sumisamente, oh Dios, ¿En serio este chico es mago?
-No quiero que te disculpes, solo quiero que te calmes y dejes de temblar-Suspiro y me dejo caer en mi asiento.
Cielos, ¿Tan difícil es lo que le pido?
-Y-yo… mi nombre es…-Levante la mirada de nuevo y lo mire, aún tenía la cabeza baja pero al menos no tartamudeaba tanto, solo un poco entrecortado pero era un avance-Soy Neville Longbotton, ¿Cómo te llamas?-Se presentó alzando un poco la mirada, mirándome temerosamente, ¿Así que intentaba aligerar el ambiente eh? buena idea.
-Hermione Granger –Respondí sentándome correctamente, le extendí la mano para que la tomara, el me miro sorprendido pero tímidamente la tomo-¿Así que también es tu primera vez en Hogwarts?-Comencé a hablar, ya que él había dado pie a comenzar la conversación, ¿Lo mejor sería continuarla no?
-¿Ah? sí, es mi primer año-Sonrió quedamente pero rápido su mirada se tornó triste.
Entrecerré lo ojos ante el gesto, ¿Qué fue esa reacción? No lo sabía pero lo mejor sería dejarlo pasar, por ahora.
-El mío también-Confesé intentando apartar el tema anterior.
-Oh, ¿Y a qué casa planeas entrar?-Pregunto regresando el gesto tímido a su cara.
Suelto un suspiro y cierro los ojos por un segundo.
-Siendo honesta, no lo sé-Dije sincera, la verdad es que no había pensado en eso, increíblemente porque los últimos meses no había otra cosa en que pensara más que en Hogwarts.
-Yo… quisiera ir a… Gryffindor-Murmuro bajito pero alcance a oírlo.
-Gryffindor, la casa de los valientes-Repetí lo que ya me sabía de memoria, pensé en ello y cuando iba a decir que habían pocas posibilidades de que alguien como el entrara en esa casa, algo me distrajo.
-¡Trevor!-Grito el chico levantándose de su asiento y saliendo del compartimiento por donde instantes antes el sapo había salido también.
Me quede quieta durante un segundo para seguidamente levantarme y seguir al chico.
-¡Oye tu… Neville, espera!-Grite yendo tras él.
Él se detuvo y me miro inquieto. Suspire y me acerque a él.
-Tranquilízate quieres, te ayudare a buscar a tu… mascota ¿sí?, así que despreocúpate-Dije colocando la mirada más suave que tenía, para que se tranquilizara.
El asintió aun nervioso y empezamos a caminar.
Preguntamos en los primeros vagones que vimos pero no lo habían visto. Avanzamos hacia otros vagones pero sucedió lo mismo, continuamos preguntando pero nadie sabía nada. Comenzaba a molestarme ¿Cómo es que nadie lo había visto? ¡Era un sapo! Un asqueroso sapo que no podía pasar desapercibido aunque quisiera, no eran animales comunes, por lo menos no como mascota. Y por ello me parecía imposible que nadie lo haya visto, ¿Es que no tenían ojos en la cara?
-Los tienen, pero de adorno-Pienso despectiva con el ceño ligeramente fruncido, Neville tras de mi trataba de seguirme el paso, tal parecer que he acelerado sin darme cuenta.
En nuestra travesía, descubrí bastantes tipos de personajes que viajan también en este tren, desde los más amistosos, hasta los más apáticos. Estos últimos, ni se dignaron a contestar nuestras preguntas, simplemente levantaban la mano y cerraban la puerta con un simple movimiento de varita.
-Malditos, esos eran Slytherin, estoy segura-Los maldije en mi mente.
Neville intentaba aplacar mi furia cada que eso sucedía, lo que me hizo comprobar que no era solo una persona demasiado tímida sino también alguien muy pacifico, y que en este tipo de situaciones intenta resolver los problemas de la manera más tranquila posible o, de ultima, huía de la escena lo más rápido que sus torpes piernas le permitían.
-Único en su especie, sin duda-Pensé sonriendo en mis adentros.
Lo que sucedió luego no es muy difícil de adivinar, dado que no quedaban más de cuarenta minutos para llegar al castillo. Le dije a Neville que lo mejor sería volver a nuestro vagón para colocarnos las túnicas ya que no faltaba mucho para llegar a Hogwarts, a lo que acepto con la promesa de continuar buscando a Trevor –como ahora sé que se llama el escurridizo sapo- y así lo hicimos. Luego de eso, nos reunimos nuevamente y continuamos nuestra tarea de fastidiar gente –había que admitirlo, eso es lo que hacíamos-.
Hasta ahora lo peor que nos había pasado fue recibir miradas desdeñosas o de irritabilidad, seguidas de un portazo en la cara con magia, nada demasiado malo a decir verdad. Pero en el momento en que puse un pie en aquel compartimiento supe que nada bueno nos esperaba. Lo primero que reconocí al entrar fue a un niño rubio que parecía ser el centro de atención en ese momento, lo había visto por el cristal de la ventanilla, a él y a sus desagradables padres.
-Sangre pura-No pude evitar estrechar la mirada unos milímetros en su dirección, se me hizo imposible no hacerlo luego de presenciar ese escena tras la ventana, y más ahora cuando ese insecto me mira con tanta arrogancia y superioridad-¿Estaría mal darle un puñetazo? No estaría rompiendo las reglas ya que no usaría magia-Me abofetee internamente y me obligue a abandonar esos pensamientos.
-Díganme ¿Han visto un sapo por aquí?-Inquirí yendo directo al punto cruzándome de brazos enviándoles la mirada más seria que tenía, la que según mi padre me hacía lucir como investigador privado en cuestionario. Lo sé, ha visto muchas películas.
-Oh, yo acabo de ver uno-Respondió la única niña del lugar sonriendo de una manera que me recordó al gato de Alicia en el país de las maravillas-No sé cómo no lo has visto si está parado justo detrás de ti-Las risas seguidas de esas palabras me hicieron entender, voltee a ver a Neville que estaba parado unos pasos atrás, encogido de los nervios y con la mirada en el suelo por la vergüenza que de seguro le produjeron las palabras de esa tonta.
-Es cierto, y bueno no dudo que con esa mata de pelo logres ver algo más allá de tu nariz-Esta vez la voz fue masculina, mire de reojo al locutor encontrándome con unos burlones ojos grisáceos, bufe y me gire por completo.
-Pero cuanta estupidez junta, disculpen no sabía que estaba tratando con personas "especiales"-Dije simulando comillas con mis dedos índice y medio- lo repetiré lentamente de nuevo para que me entiendan perfectamente ¿Han visto a la mascota de mi compañero sí o no?-Reitere colocando una mueca de aburrimiento, esto ya me está cansando ¿Por qué no solo responden para largarme de una vez?
El silencio se instaló en la sala, y ya nadie volvió a reír, todos me observaban con visible sorpresa. ¿Tan increíble era lo que había dicho? Observe la mueca en la cara del rubio y lo entendí, esa era la primera vez que alguien le hacía frente.
-H-hermione-Murmuro Neville desde atrás con voz aterrada, y me contuve de rodar los ojos, cielos con este chico.
La mueca en el rostro del rubio y la idiota a su lado no presagiaba nada bueno pero aun así me mantuve en el papel, jamás había bajado la cabeza ante nadie, ni siquiera con niños de edades y capacidades superiores a las mías.
-Nadie aquí carece de intelecto-Una voz rompió el silencio y atrajo la atención del público. Voltee a verlo, era la única persona que desde que llegamos se había mantenido ausente del asunto, completamente en silencio leyendo un libro.
-¿Así? Permíteme dudarlo-Exclame irónica haciendo que el chico me mirara por sobre el libro con una ceja alzada.
-Pero quien te crees idiota, ¿Acaso no sabes quién soy?- El blondo hablo de nuevo mirándome con furia al igual que la pelinegra que había insultado a Neville.
-Ha de ser una mugrosa sangre sucia, por eso no lo sabe Draquito-Dijo sonriendo maliciosa enviándome una mirada desdeñosa a través de sus ojos mientras se prendía del brazo del nombrado.
Era curioso en verdad, con esa mueca me recordó vagamente a la cara de un bulldog, cosa que me provoco soltar una carcajada pero me detuve a tiempo y solo deje escapar una sonrisa pequeña mientras continuaba mirando fijamente a ambos, que par más interesante. Desvié mi vista hacia el niño de antes y dije:
-Bueno pues tus amigos no demuestran ser muy brillantes a decir verdad- Exprese señalando a los antes mencionados, a quienes el moreno observo frunciendo el ceño, para segundos después suspirar con algo que me pareció resignación.
-¿Qué es lo que quieres?- Corto para terminar de una vez con el asunto.
- Al fin- Me dije internamente en un suspiro de alivio- Queremos saber si han visto el sapo mascota de este chico- Conteste con simpleza señalando a Neville.
-No-Contesto simple, tomando el libro que había dejado de lado, dando fin a la conversación.
-Bien-Exclame encogiéndome de hombros y saliendo de una vez del vagón junto a mi regordete amigo.
-¡Theodore! ¡¿Por qué se lo dijiste?! ¡Iba a terminar de humillarla!-Chillo la niña cara de perro desde el otro lado de la cabina.
-Cierra la boca Pansy, no me dejas leer- Corto el otro con voz notablemente irritada.
Sonreí sin poder evitarlo.
-Ese chico me agrada-Exprese obteniendo una mirada incrédula de parte de Neville.
-¡¿Acaso enloqueciste?!-Grito con fuerza provocándome abrir los ojos en sorpresa por su arrebato, y este viendo mi reacción se recompuso volviendo a hablar tranquilamente- Es un futuro Slytherin, ¿Cómo puedes decir que te parece agradable?-Cuestiono mirándome con extrañeza.
-Pues fue el único que se dignó a respondernos Neville, eso cuanta como algo, además de que al parecer siente molestia por la idiota cara de perro que te insulto- Respondí con simpleza alzando los hombros mirándolo con una mueca de obviedad.
-Bueno, en eso tienes razón- Acepto mirando el suelo pero rápido volvió a mirarme inquieto- Pero aun así, es mejor mantenerse alejados de ellos Hermione, no son buenas personas- Me dijo con seguridad a lo que lo miro burlona.
-Neville, si hay algo que en verdad aborrezco en este mundo es a un idiota hablador que se cree mejor que todos, y los Slytherin tienen mucho de eso, puedes estar seguro de que lo último en mi lista es acercarme a ellos- Le asegure sonriendo levemente a lo que él respondió igualmente.
Dando el tema por zanjado, continuamos nuestro recorrido. Ya no faltaba mucho para llegar a Hogwarts y Neville empezaba a resignarse a la idea de encontrar a Trevor.
-Aún quedan unos cuantos compartimientos Neville, no te desesperes- Reproche al ver su cara de resignación.
-Pero ya hemos vistos miles de ellos y aun no encontramos a Trevor-Rezongo con desanimo arrastrando los pies.
-Tch, no lloriquees antes de tiempo, veamos en este- Abrí la puerta y el movimiento en la estancia se detuvo-Lo diré rápido para poder marcharme de una vez, ¿Han visto un sapo por aquí?-Pregunte sin rodeos.
-ah ¿No?-Dijo el pecoso niño con el ceño fruncido, alce una ceja ante el gesto en su cara y mire su mano, sonreí de lado y sin perder un segundo me adentre arrastrando a Neville conmigo a lo que ambos habitantes del compartimiento miraron asombrados.
-Practicas un hechizo, prosigue-Alenté sin quitar la sonrisa de mi rostro, si había algo que me entusiasmaba ver siempre era un hechizo, y este niño estaba a punto de realizar uno. Solo espero que no sea tan malo como me lo imagino. Mire al otro niño, el de cabello azabache, para ver si estaba igual de atento que yo pero para mi sorpresa su mirada estaba puesta en mí, con la más indisimulada desconfianza que había visto jamás , le envié una mirada interrogante para indagar sobre su acción pero no pudo ser devuelta porque el rojizo empezó a recitar su encantamiento.
Lo que sucedió luego fue lo siguiente: el pecoso recito el hechizo –uno patético si me lo preguntan- y fue obvio que no funcionara ¿Quién en su sano juicio creería que una rima pasaría como un hechizo? Solo este tonto al parecer.
-Y yo pensando que sería algo fabuloso-Rezongue decepcionada soltando un suspiro.
Se lo hice saber y me reto altaneramente a hacerlo mejor, a lo que rápido respondí con sinceridad que no sabía cómo hacerlo, su sonrisa de satisfacción me advirtió que me apresurara a decir algo para no quedar como una tonta frente a ese idiota.
-Pero mis hechizos al menos funcionan- Aclare antes de que se regodeara por mis previas palabras-Mira y aprende- Exclame sacando mi varita y apuntando al pelinegro quien se puso nervioso al ver la punta de mi varita frente a sus ojos-Oculus reparo- Y al instante sus gafas se mostraron como nuevas- ¿Ahora se ve mejor no?- Inquirí guardando mi herramienta mágica sonriendo con superioridad pero mi mueca se congelo al ver la cara del chico quien se había quitado las gafas para observarlas mejor, un mechón de su cabello quedo apartado por el movimiento de sus manos dejándome apreciar la marca en su frente-Oh Merlín, eres el niño-que-vivió, Harry Potter-Exclame abriendo los ojos del asombro, salí del trance y sonriéndole le extendí la mano-Soy Hermione Granger, espero nos llevemos bien durante nuestra estancia en Hogwarts-Exprese mientras él tomaba mi mano y la estrechaba.
-Sí, igualmente-Dijo aun algo aturdido por mi anterior muestra de magia.
-¡¿Eres Harry Potter?! ¡Oh Merlín, es un placer conocerte!-Neville se adelantó hasta Harry y tomo su mano agitándola ávidamente con una sonrisa-¿Es tu primer año también? Espero seamos compañeros de casa-Exclamo emocionado sacándonos una sonrisa a Harry y a mí.
-Si es mi primer año, y también espero seamos compañeros-Dijo el chico aun con su mano siendo agitada por la animada de Neville.
-Coff coff-Se aclaró la garganta el pelirrojo atrayendo la atención-Yo soy Ronald Weasley y voy a ir a la mejor casa de todas, la de los valientes Gryffindor-Se señaló hinchando el pecho orgulloso.
Lo mire en silencio durante unos segundos igual que el par frente a mí, y al ver que no bromeaba no pude evitar bufar burlonamente ante la vergonzosa acción del pecoso.
-Por supuesto, y yo voy a ir a Slytherin-Dije con desbordante sarcasmo.
-¿Eres de familia mágica? ¿De cuál de todas, los Abbott o quizás los Greengrass?-Ante la mención de este último arrugo la frente y me miro desconfiado, pero que idiota.
-No bobo, ese es el chiste-Exclamo cruzándome de brazos también, mirándolo con aburrimiento.
El pecoso me miro indignado mientras abría y cerraba la boca cual pez fuera del agua, su ceño se frunció y su rostro se tornó de un pavoroso rojizo, parecía a punto de estallar.
-Pues yo creo que si Ron en verdad lo desea puede ir a la casa que quiera-Mire al oji-verde que había hablado, Harry me miraba con el ceño levemente fruncido, al parecer no le agrado mucho que insultara a su amigo, rodé los ojos hastiada y sin querer continuar esa charla me levante.
-Si tú lo dices-Le di la razón solo para no alargar más la discusión-El tren ya está por llegar a la estación, será mejor que se cambien-Mencione abriendo la puerta, mire de reojo a Neville quien ya estaba detrás de mí al ver que me marchaba-Puedes quedarte con ellos si quieres Neville, de todas formas nos veremos al bajar del tren-Indique al ver que no deseaba irse todavía.
-Yo no…-Intento hablar pero lo detuve negando con la cabeza.
-Nos veremos luego-Finalice atravesando el portal y cerrando tras de mí.
-Tch, pero que niña más engreída-Escuche decir al pecoso desde el otro lado.
-No digas eso, es una persona estupenda, solo debes conocerla mejor-Neville replico en contra de lo dicho por el niño y una sonrisa se apodero de mi rostro.
-Mi estancia en Hogwarts será más entretenida de lo que creía-Me dije mientras avanzaba por los pasillos.
.
.
.
.
.
.
.
Quisiera decir alguna excusa para salvarme de su ira pero me merezco todo eso y más, realmente no tengo perdón. Soy una mala autora por dejar esperando tanto a mis lectores, de verdad lo lamento mucho.
Fue bastante difícil seguir esta historia, luego de leerla descubrí una infinidad de errores y la narrativa era tan mediocre que no podía creer que hubiera escrito esto. Por eso me di a la tarea de corregir completamente todo, desde el principio (y aun continuo editando) para que resultara más entretenido para los lectores. De verdad lamento haber tardado tanto, espero no volver a hacerlo (aunque dudo que no lo haga -.-u), y que aun deseen leer esta humilde historia.
Gracias a todos aquellos que aún se pasan a leer, y conversaban en sus favoritos este fic :) no saben lo feliz que me hace eso.
Espero les gustaran los cambios :D creo que así está mejor, y bueno ya saben si tienen algún opinión al respecto, déjenme un review (quisiera saber lo que piensan, pero por favor absténganse de comentarios destructivos)
Continuare editando y dentro de poco subiré el próximo capítulo, hasta entonces abrazos y saludos a todos!
