hola!
Me ha costado mucho decidirme si empezar a subir esta mini-historia o no. Ha sido un impulso... espero no arrepentirme (estoy un poco indecisa con la trama), pero la idea principal que tengo en mente sí me gusta, aunque no sé que tal quedará...
Esto es más bien algo parecido a una segunda parte, aunque no sea así técnicamente. El inicio de esta historia esta en esa trama de un capítulo que escribí hace poquito llamada ¿Cartas de Amor? Así pidiendo mil perdones tengo que decir que si queréis entender al menos un poquito de esto, recomiendo que os paséis por allí (no es largo) o aunque no es necesario.
Para no liarme mucho, solo diré que en mi mente se tratara de una historia corta, de dos o tres capítulos, y el protagonista exclusivo es Remus Lupin, junto con la misma chica que salía en la otra historia. También aparecen de vez en cuando en cierta maneras los otros tres merodeadores (lo siento por Peter -no mucho en realidad pero bueno- pero saldrá muuuyyy poquito, si es que sale), Harry, Severus Snape... y compañía.
-----Para situarlo un poquito en el tiempo, esta historia comienza más o menos en el sexto curso de Harry, por el mes de Noviembre, o así (aunque esto en verdad mucha importancia no tiene) El profesor de Pociones Slughorn ha sufrido un ataque y tiene que dejar sus clases y ser trasladado a San Mungo. Por ello, Dumbledore no tiene más remedio que nombrar a un profesor sustituto para que dé las clases de Pociones hasta que Slughorn se recupere... y todo empieza a desarrollarse (recuerdos, conversaciones, hechos) en el momento en el que el sustituto de Slughorn aparece...-----
¿Qué tal el mini resumen?
Mal lo sé. Soy malísima para resumir cosas, aunque sea una pequeña introducción. Por cierto, antes de que se me olvide ponerlo (que se me olvidó al inicio de ¿Cartas de amor?) mencionar que los personajes no son míos, sino de J.K Rowling... y nada más.
Capítulo uno. El reencuentro
Harry observaba perdido en sus pensamientos el Gran Comedor al completo, a su lado Ron y Hermione mantenían una charla muy concentrados sobre quién sería el profesor sustituto para impartir la asignatura de Pociones, dado el ataque que había sufrido Slughorn apenas tres días antes.
-Podría encargarse del puesto Snape de nuevo, y así nos dejaría tranquilos en Defensa...- comentó el chico mirando hacia la mesa de los profesores
-no lo creo. Ahora que ha conseguido esa asignatura, estoy segura de que no la va a dejar fácilmente...
-pero si Dumbledore se lo ordenase obedecería
-vamos Ron, todos conocemos al profesor Snape... demasiado tiempo deseando dar Defensa Contra las Artes Oscuras como para dejarlo ahora porque su profesor sustituto hubiera resultado herido.
-¿tú que opinas, Harry?
Este dio un respingo al darse cuenta de que se dirigían a el. La verdad era que no había estado para nada pendiente de lo que sus amigos trataban... más bien no le quitaba ojo a cierta pelirroja que se encontraba muy cerca de Dean Thomas... demasiado cerca para su gusto.
-¡Harry!
-¿qué?
-si la sigues mirando así, se te saldrán los ojos...- comentó Hermione lentamente
-yo no... no la estaba mirando- negó empezando a ponerse rojo- sólo observaba hacia la mesa de los profesores
-claro
-¿qué opinas sobre el profesor de Pociones que nos manden?- preguntó Ron no muy seguro de si le hacía gracia que su mejor amigo estuviese empezando a interesarse por su hermanita o no.
-Estoy de acuerdo contigo, Snape no dejará su puesto así como así...
Con un gran esfuerzo posó su mirada en su temido ex profesor de Pociones, y sintió que algo estaba planeando. Su rostro no tenía la misma expresión maliciosa y altanera de siempre. Para él, era más que obvio que se traía algo entre manos, y más seguro no pudo estar cuando le observó mirar hacia la mesa de las serpientes en repetidas ocasiones. Quiso comentárselo a sus amigos, cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe, y por ella entró alguien encapuchado.
Harry le dio un codazo a Ron y ambos observaron como una joven castaña con el pelo largo caminaba con paso decidido hasta la mesa del director. Este sonrió cálidamente al verla entrar... todos los alumnos se quedaron callados al sentir una especie de escalofrío que recorrió toda la estancia a medida que ella daba un paso más... ¿Aquél extraño frío lo provocaba ella con sus movimientos?
-¿de qué estarán hablando?
-¿quien será?
-chicos...- murmuró Hermione tras escuchar las dos preguntas de sus amigos- Ron, obviamente no puedo escuchar de que conversan y Harry mucho me temo que ya tenemos nueva profesora de Pociones- añadió al verla sentarse entre Hagrid y Snape con soltura.
Albus Dumbledore dio la buena nueva minutos después y los alumnos solo atinaron a aplaudir para darle la típica bienvenida al castillo. Harry no pudo dejar de observarla fijamente. Esa mujer parecía esconder algo y estaba intrigado... una especie de escalofrío le recorrió por la espalda cuando ella buscó su mirada y la mantuvo durante varios instantes...
-¡Harry!- volvió a llamarle por tercera vez Hermione- ¿qué estás pensando?
-esa mujer...
-hay algo extraño en todo esto... es lo que trataba de decirte
-¿algo extraño?- repitió Ron mirando a sus amigos confundido
-Ronald, el director no ha dicho su apellido... perdón, mejor dicho, ella no ha querido que dijera su apellido aún...
-¿cuál es su nombre?- preguntó el chico de ojos verdes aún inmerso en la mirada de esa mujer
-Anne
Remus cruzó las puertas del castillo con la idea de no pararse hasta llegar al despacho del director. La nota que había recibido de parte de Dumbledore horas antes le había pillado desprevenido, y sobre todo le había preocupado. ¿Por qué querría que él fuese al castillo justo esa noche, después del ataque sufrido a Slughorn? Sin lugar a dudas, algo estaba sucediendo, de lo contrario jamás le hubiera mandado llamar...
Subió las escaleras de dos en dos impaciente por realizar esa reunión con el director. Últimamente salía poco de la mansión que antes era de Sirius, y ahora la había heredado Harry al morir su padrino. Le gustaba estar allí pues aún podía sentir la presencia de su amigo... habían pasado cinco meses desde que Canuto cayera por el velo en el Ministerio y aún no se podía creer que se hubiese marchado para siempre. Aún seguía pensando que las cosas no tenían que haber sucedido así... él no se merecía terminar de aquella forma, después de todo lo que había tenido que pasar a lo largo de su vida...
-Bienvenido, Remus
Reconoció esa voz al instante¿Cómo olvidarla? Se dio la vuelta con el corazón latiendo con fuerza y la vio... seguía tan guapa como siempre, no había cambiado nada desde la última vez que se vieron. Durante un instante pensó que todo podría volver a ser como antes, pero enseguida recordó su traición... todo el dolor que había guardado a lo largo de los años volvió a aparecer ante él, y ya no pudo seguir evadiéndolo más.
-¿Qué estás haciendo aquí, Tompson?
-no me equivocaba... sabía que jamás recibiría de ti una calurosa bienvenida, Remus
-Después de lo que hiciste¿Cómo puedes pensar si quiera que sea capaz de mantener una conversación civilizada contigo?
-no has cambiado nada... sigues odiándome igual que la última vez que te vi... tú no deberías odiar, Remus, tu alma es demasiado pura para caer en eso
Él quiso replicarle que se equivocaba al pensar eso, pero la repentina llegada del director junto con Severus Snape se lo impidió. Aunque no lo quiso reconocer sintió una punzada extraña en sus extrañas al ver el abrazo que Snape le daba a la chica delante de sus narices.
-¿para qué quería verme, director?- preguntó deseando marcharse del castillo cuanto antes.
-acompáñame al despacho, Remus, allí podremos hablar mejor
-encantado
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Anne suspiró al verle marchar de esa forma... había imaginado una y otra vez la reacción que Remus podría tener ante ella, y no se había equivocado lo más mínimo. Seguía odiándola con toda su alma, y no se lo reprochaba... en el fondo se lo merecía, eso tenía que reconocérselo. Intentó sonreírle a Severus al darse cuenta de que él se le había quedado mirando de forma extraña.
-¿Cuándo pensabas decirme que tú serías la profesora sustituta?
-Vamos Severus¿estás molesto porque vaya a ocupar temporalmente tu antiguo cargo?
-sabes que no lo digo por eso... sabías a lo que te enfrentabas si volvías
-Siempre me han gustado las Pociones y tú me enseñaste bien.- contestó con ligereza- además necesito un empleo y este es el puesto indicado
-llevas dieciséis años fuera de Inglaterra, y solo has mantenido contacto conmigo... ¿Cómo has sabido que Dumbledore buscaba a un sustituto?- insistió él intentando penetrar en su mente
-Sevy no lo intentes... no puedes leer mi mente... recuerda que no sólo me enseñaste Pociones
Le sonrió dulcemente antes de darle un beso cálido en la mejilla. Aún le gustaba saber que podía seguir contando con él, a pesar de verle ahora de forma defensiva. Demasiados años conociéndole para no darse cuenta de que lo que le sucedía ahora a su amigo era que estaba preocupado por ella. Nunca lo había aceptado, pero era así.
-Antes en el Gran Comedor vi cómo observabas a Potter, no lo vuelvas a hacer- le advirtió secamente
-¿Acaso está prohibido mirar al niño que vivió?- se burló ella
-sí en el caso de que con una mirada tú quisieses entrar en su mente... ese chico es demasiado débil, y con tu habilidad podrías ver incluso el día en que echó su primera papilla... meterse con él es un asunto serio, Annabelle
-mi nombre es Anne... no vuelvas a llamarme así nunca más, Sevy
Se marchó instantes después incapaz de quedarse allí para seguir con aquella absurda conversación. Si había decidido regresar después de todos esos años de exilio auto inculpado, había sido porque deseaba dejar la oscuridad en la que vivía inmersa. Ya se había sentido demasiado culpable a lo largo de todo ese tiempo, no quería seguir sufriendo más. El primer paso ya lo había dado y ese era volver al lugar en donde lo había estropeado todo. Había muchas cosas que debía reparar, y entre ellas estaba Remus Lupin.
Sé que me odias Remus, y que me lo merezco, pero he vuelto y esta vez no pienso huir. Cometí un error y ya he pagado bastante por él... aunque no me arrepiento. Ayudé a tu enemigo, aunque eso me llevase a arruinar la vida de tus mejores amigos. No me siento orgullosa, pero el pasado no se puede cambiar y ya estoy harta de vivir con esa carga. Tendrás que superarlo, Remusin... no me moveré de aquí.
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En su sala común, Harry no dejaba de pensar en su nueva profesora de Pociones. Aún podía recordar sus ojos fríos como el hielo al observarle, y su expresión serena y decidida. Había algo en ella que seguía llamando su atención, y tenía que averiguar qué era.
-Es hora de subir a acostarnos
-ahora voy, Ron
-¿estás bien? Llevas todo el día en el limbo, Harry
-un mal día, supongo
-no te tardes mucho...- agregó bostezando el pelirrojo antes de subir por las escaleras rumbo a su cuarto aún un poco preocupado por su mejor amigo.
Él suspiró al quedarse solo en la sala común. En aquellos momentos era cuando más echaba de menos a su padrino. Aún no quería aceptar que no le volviese a ver más. Bajó la mirada sintiéndose de nuevo culpable por su muerte... si él no se hubiese dejado engañar aquél día para ir al Ministerio quizás ahora podría contar con su ayuda.
-Buenas noches, Harry
Alzó la cabeza de golpe al oír aquella voz. Ante él se encontraba Ginny Weasley sonriéndole cálidamente. Harry no pudo más que sentir un cosquilleo en el estómago al verla tan cerca suyo. Su expresión se oscureció un poco al encontrarla con a Dean, su noviecito. No le gustaba nada saber que ambos estaban juntos.
-me voy a la cama Gin, descansa- el chico la besó y tras despedirse con un gesto de la cabeza a Harry se marchó sin decir nada más
-¿qué haces aquí solo?
-necesitaba pensar
-¿estás bien, Harry?
-claro
-te noto... extraño
-un mal día- repitió lo mismo que le dijo a su hermano minutos antes- necesitaba estar solo
-si puedo ayudarte en algo, no dudes en decírmelo. Sabes que puedes contar conmigo
Él asintió mientras la observaba darse la vuelta para irse a su dormitorio. Enseguida una pregunta le vino a su mente, y antes de que ella se fuese del todo, la llamó:
-Ginny¿qué te parece la nueva profesora de Pociones?
-¿Tompson?
-¿cómo sabes su nombre?- preguntó Harry sorprendido- no lo dijo en el Gran Comedor
-Hace un rato Dean y yo la encontramos hablando primero con Remus, y luego con Snape
-¿Remus está en Hogwarts?
-sí y por lo poco que oímos, conocía a la mujer de antes- murmuró encogiéndose de hombros
Harry no supo qué pensar sobre aquél hecho. Él entendía que muchas personas pudieran conocer a Remus de su época juvenil, pero ¿por qué justo aquella mujer que tanto había llamado su atención¿Quién era ella y porque Lupin nunca le había dicho nada? Ahora más que nunca estaba seguro de que debía averiguar lo que allí estaba pasando. Agradeció con una sonrisa a Ginny por su ayuda, y se encaminó a su dormitorio para dormir.
Tal y como se había esperado, Ron seguía despierto observando el techo con las manos en la cabeza. No lo dudó ni un instante y le comentó lo que había descubierto sobre la profesora Anne Tompson.
A fin de cuentas dos cabezas pensaban mejor que una.
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-Profesor¿por qué no me dijo que iba a contratarla? Podría haberme evitado volverla a ver...
Remus llevaba más de una hora encerrado en el despacho de su antiguo profesor y aún no había logrado recuperarse. Dieciséis años habían pasado desde que la viera por última vez... Anne, su gran amor de juventud... la chica que le enamoró primero bajo el apodo de Sirena, y que después le volvió loco... Nunca olvidaría aquella noche de San Valentín cuándo al fin supo quién se escondía bajo el nombre de Sirena... Anne Tompson, una chica de Slytherin, sin aparente agraciado físico, pero con un gran corazón, o eso pensaba él al principio. A medida que fue conociéndola, fue amándola cada vez más... estar a su lado era un sueño, pues ella aceptaba su condición y aún así le quería... él mismo incluso se enfrentó a todos por poder estar junto a ella, incluso a sus amigos...
-Flashback-
Era la mañana después del baile de San Valentín de su séptimo curso. Remus había pasado toda la noche junto a su chica misteriosa, su sirena. Aún no podía creerse que al fin pudiese haber descubierto quién era... no le importó ni que fuera una Slytherin, ni su aspecto, ni siquiera que fuera la mejor amiga de Severus Snape... fue mirar a sus ojos y reconocer los sentimientos que encontró plasmados en cada una de sus cartas... Anne y él se habían quedado juntos, sentados en la orilla cerca del lago hablando sobre todo y nada. Era increíble lo bien que congeniaban...
Casi al mediodía había tenido que regresar a su sala común aún envuelto en una bruma de felicidad. Tarde se dio cuenta de que sus amigos podrían estar preocupados por él, sobre todo al cruzar el cuadro de la señora Gorda y encontrarles esperándole con cara de pocos amigos.
-¡Hola!- saludó Remus con una sonrisa tímida
-¡Cómo que hola!- exclamó Sirius furioso caminando hacia él- ¿Te parece bonito pasar toda una noche junto con una Slytherin?
-ya veo, entonces lo sabéis
-os vimos anoche, Remus- murmuró James tranquilamente
-¡Anne Tompson¡La novia de Severus Snape!
-Canuto sólo son amigos, no hay ninguna relación entre ellos... Anne es mi novia
James, Sirius y Peter se quedaron con la boca abierta al escuchar aquello. Justo en ese momento, por la puerta entraron Sara Cannigan y Lily Evans hablando animadamente. Al observar la situación se quedaron en silencio sin saber qué hacer.
-¡Tu novia!
-Sirius...
-Cornamenta, ha dicho su novia... no un ligue cualquiera¡su novia!
-¿por qué ella?- preguntó Peter confundido
-ella es mi sirena, la chica de las cartas... anoche me lo confesó
-¡y tú te has dejado embaucar por ella! Remus, por favor¡Esa chica es la mano de Severus Snape¡Quejicus!
-sé que Severus es su mejor amigo, y creedme ese punto es el que menos gracia me hace, pero yo quiero a Anne. Empecé a quererla a través de sus cartas, vosotros mismos me alentásteis a ver lo que en verdad sentía por ella; y esta noche hablando con ella con sinceridad y tranquilamente me he dado cuenta de que de verdad estoy enamorado de ella... Anne es especial chicos, y desde hoy es mi novia. Me gustaría que la aceptaráis...
-¡aceptarla!- gruñó Sirius
-es amiga de Snivellus y eso no dice mucho a su favor...- murmuró James nada convencido
Lily caminó hasta su novio dispuesta a intervenir en aquél momento. No se había enfrentado a él desde lo sucedido con Lisa Fenton semanas atrás, pero ahora no podía permanecer en silencio.
-James, no puedes tener nada en contra de Tompson. Para bien o para mal ella me ayudó...
-Lily...
-además¿Desde cuándo eres clasista¿Qué importancia tiene que ella sea una Slytherin?
-eso no es lo que importa... El asunto es que es amiga de Snivellus...
-¡No puedes salir con ella, Lunático! Tiene que ser una trampa...- gritó Sirius furioso
Sara al escuchar río irónica fulminándole con la mirada mientras caminaba a su lado. Se puso enfrente suya, y poniendo las manos en sus caderas se le enfrentó:
-Black¿tengo que recordarte que tu último ligue fue Rotwild, esa chica de sexto de Slytherin...¿O quizás mencionar a Lailson, o Suprfin, o...?
-Nadie te ha pedido que te metas en mi vida, Cannigan
-eso lo dices porque sabes que tengo razón- manifestó ella satisfecha
-Eran solo ligues... ¡Y no eran amigos de nuestro mayor enemigo, pelo grasiento Snape!
A partir de ese momento se formó una discusión a dos bandas entre Lily y James y Sara y Sirius. El causante involuntario de aquella situación suspiró hondo pensando que por mucho que discutiesen no le iban a hacer cambiar de opinión. Anne era una buena chica y le quería... ya tendría tiempo de demostrarle a sus amigos el gran corazón que la chica poseía.
-Fin del Flashback-
Remus observó el suelo al recordar aquél momento. Si tan solo les hubiese hecho caso, no les habría condenado años después al destino que tuvieron. Por su culpa, Anne los traicionó y separó... ella fingió amarle cuando en todo momento si estuvo de parte de Severus y de las Artes Oscuras... ¿Cómo podía haberse equivocado tanto con ella?
-No te lo dije antes porque sabía que huirías, como paso hace dieciséis años...
-yo no...
-te marchaste después de que condenasen a Sirius a Azkaban, lo sabes. Creíste que tuviste la culpa...
-yo tuve la culpa...- sentenció con ira- yo condené a mis amigos por enamorarme de Tompson... ella causó nuestra destrucción
-deberías hablar con ella... hasta el más cruel de los demonios debería ser capaz de explicarse...
-¿para qué¿Para qué me mienta?
Negó con un gesto seguro y se dio la vuelta. No pensaba pasar más de un minuto allí de lo necesario y menos estando tan cerca Tompson. Volvería a Grimmaulce Place, donde la presencia de Sirius le devolvería la calma y la serenidad. Puede que él ya no estuviese a su lado, pero sus recuerdos y lo que le pasó sí lo estaría... La esencia de Canuto le ayudaría, claro que sí.
-Debes arreglar las cosas, al menos legalmente
Esas fueron las últimas palabras que Remus oyó del director de la escuela. Sí, él sabía que debía hacerlo, pero aún no podía. En aquél momento no era capaz de ver a Anne Tompson, y mucho menos mantener una conversación con ella cara a cara. Aquello tendría que dejarlo para más adelante...
¿Qué más daba tener que esperar un par de meses más?
Aquí termina el capitulito uno
No es nada del otro mundo, lo sé, pero se me formó la idea y cuando me empeño con algo, no hay quién me pare. Espero que guste, al menos un poquito, y no me matéis por determinados comportamientos que vaya poniendo. Hay que tener en cuanta que depende de la escena que esté narrando, la visión pasa de un personaje a otro, por lo tanto, lo que por ejemplo Anne pueda considerar malo, Remus lo considerara bueno, y así... lo digo por el capítulo siguiente, más bien, que estoy proceso de elaboración (no sé si me he explicado muy bien)
y ya dejo de ser pesada. Bueno, un segundo más y lo dejo... dejadme reviews, please
un abrazo y muchos besitos
xxlizzie
