ok...el final que me hubiera gustado que tuviera Blood+
o que no me dejaran con toda la angustia por culpa de Haji u_u
Un nuevo despertar
Después de aquél suceso, el mundo había recuperado la calma.
Ya casi nadie recordaba el ataque que 30 años atrás habían sufrido por los Chiropterans, la mayoría había decidido pensar que eso nunca había ocurrido, que todo había sido una terrible pesadilla.
Pero para algunas personas no era así. Ellos seguían teniendo muy presentes aquellos sucesos.
Había un grupo de personas que habían estado más involucradas que todos los demás en todo aquello. Habían vivido esos sucesos desde más cerca.
Ellos conocían a la única persona que era capaz de salvarlos, una de las reinas Chiropterans: Saya.
Días después de haber derrotado a Diva, ella había entrado en su inevitable sueño. Desde entonces ella había estado en el mismo panteón familiar en el que George la había encontrado la primera vez, donde la conoció.
Casi a diario alguien iba a visitas aquel lugar, sabían que eso no ayudaba en nada a que ella despertara antes, pero no podían evitar hacerlo, la extrañaban y aunque fuera imposible que Saya los viera ni pudiera sentir, querían asegurarse de que cuando ella despertara se diera cuenta de que nunca la habían olvidado.
Kai era el que más iba. Primero solo y conforme pasaron los años comenzó a ir con su esposa y después con sus hijos.
Cuando Riku iba a Okinawa también visitaba a Saya en compañía de Carl. Como ellos nunca cambiarían de apariencia no podían quedarse por mucho tiempo en el mismo lugar, de manera que David y Joel los ayudaban con eso.
Ellos dos en ocasiones también visitaban a Saya; David en compañía de Julia con quien se había casado.
Incluso alguien más había ido sin que los demás se dieran cuenta. Solomon había ido unas cuantas veces, después de todo él seguía teniendo deseos de continuar con su experimento sobre la reproducción de los Chiropterans, pero aún así sentía algo más por Saya, aunque nada fuera a suceder no podía evitar sentirlo.
Haji…Haji era alguien que por nada del mundo podía faltar en aquella lista. Después de haber dejado la flor con el listón él había ido muchas otras veces.
En una ocasión había encontrado a Kai en aquel lugar. No se habían encontrado frente a frente, pero de alguna manera Kai se había dado cuenta de que se encontraba cerca.
-Está bien si no quieres que te veamos. Estoy seguro de que Saya se pondría muy feliz de saber que estas aquí. De cualquier manera te dejaré esto…hasta luego.
Kai bajó las escaleras, y después de unos minutos Haji se acercó para saber a qué se refería. Lo que Kai había dejado era el estuche del violoncello.
Lo abrió y ahí estaba, no pudo evitar sacarlo y comenzar a tocar una de las canciones favoritas de Saya, además él le había dicho que siempre tocaría para ella.
En los últimos días a diario alguien iba al lugar en el que Saya se encontraba y pasaban ahí más tiempo del que acostumbraban, después de todo ya habían pasado 30 años desde que Saya se había quedado dormida y en cualquier momento podía despertar.
Ese día faltaba poco para que amaneciera, un hombre iba caminando por las escaleras, a su espalda llevaba un gran estuche, mientras que en su mano llevaba una rosa.
Llegó a la entrada, abrió la puerta y entró.
El sol comenzaba a salir, por lo que entraba un poco de luz a aquel lugar. Estaba casi vació. A un lado de la entrada estaba una silla, también había una pequeña mesa en la que se encontraba un jarrón con flores y una fotografía en la que aparecían Saya, Kai, Riku y George. Haji también pudo ver el listón que él había dejado con la rosa la primera vez que había ido, le sorprendió el hecho de que aún lo conservaran. Pero vio lo que realmente le importaba. Dejó el violoncello al lado de la silla y avanzó.
Frente a él estaba un ataúd. A él nunca le había gustado el hecho de que Saya durmiera en uno de ellos, hacía que pensara cosas en las que no quería y que no le gustaban, pero ella le había dicho que esa era una manera cómoda de pasar 30 años durmiendo.
Se colocó frente al ataúd y puso sus manos sobre él. Lo abrió y dentro estaba un capullo. Éste era abierto por Saya cuando llegaba el momento de despertar, pero Haji estaba seguro de que ese día había llegado, así que comenzó a abrirlo.
Pasados unos minutos por fin volvió a ver su rostro. Estaba tan hermosa. A pesar de haber estado durmiendo en ese lugar por tanto tiempo sus mejillas tenían un ligero rubor y sus labios un hermoso tono rosado. Su cabello había vuelto a crecer, estaba igual que el día en el que la conoció.
-Saya, es hora de despertar, vamos.
Haji tocó la mejilla de Saya, segundos después los párpados de ella temblaron.
//…/.../.../.../
Se sentía algo confundida. Todo estaba confuso dentro de su mente, pero esa voz la tranquilizaba, la conocía tan bien. Comenzó a abrir lentamente sus ojos, pero antes de poderlos abrir por completo alguien la besó.
Esa persona mantenía una mano junto a su mejilla, los labios que estaban sobre los de ella los sentía tan familiares, esa sensación la conocía muy bien. Casi de inmediato pudo sentir el sabor de la sangre. Aquella sangre que había probado tantas veces y hacía que fuera ella misma, que recordara quien era realmente y en lo que se había transformado a través de tantos años junto a su Caballero. Haji era su Caballero, el que siempre estaría para ella, el que le había dicho que siempre regresaría.
Abrió sus ojos y pudo ver el rostro de la persona en la que había estado pensando. Era exactamente cómo lo recordaba, el único cambio era que la última vez que habían pasado tiempo juntos él casi no sonreía, y en esta ocasión si lo hacía, en su rostro tenía una cálida sonrisa y la felicidad se podía ver en sus ojos.
-Haji…
-Bienvenida dormilona. Te extrañaba.
-Regresaste…creí que…
-Claro que sí. ¿No lo recuerdas? Jamás te dejaré, siempre te amaré.
Ahora fue Saya la que tocó la mejilla de Haji, él se acercó y se volvieron a besar. Después de unos segundos se separaron, pero ella seguía con la mano en la mejilla de Haji y él sujetaba su mano, mientras que en la mano que Saya tenía libre depositaba la rosa que le había llevado.
-Ya te lo había dicho…pero me alegra que seas mi Caballero. Te amo.
-Y a mi me alegra serlo, y yo también te amo. Soy tuyo y de nadie más. Aunque, creo que no puedo evitar compartirte con tu familia. Ellos también tienen muchos deseos de verte.
-Y yo quiero verlos a ellos.
-De acuerdo, vamos. Hay muchas cosas de que hablar.
Haji ayudó a que Saya bajara del ataúd y le dio un abrigo para que se lo pusiera.
Cuando salieron, el sol casi estaba en lo más alto. La luz le molestó un poco a Saya después de haber pasado tanto tiempo dormida, pero aún así le alegraba mucho el hecho de volverlo a ver y sentir los rayos sobre su piel. Pasaron por la playa que tanto le gustaba, ya tendría tiempo de ir después. Fueron caminando por las calles de Okinawa, Haji rodeando la cintura de Saya en un abrazo.
Las calles habían cambiado muy poco, pero aún así había cosas que Saya no reconocía: edificios, personas.
Pero a pesar de eso aún recordaba perfectamente el camino para llegar a su casa. Antes de que se diera cuenta ya estaba frente a ese lugar, en el que había vivido tantos momentos de felicidad en compañía de su papá y sus hermanos.
De pronto se sintió con miedo, angustia, una especie de ansiedad. Haji lo notó y la miró.
-Todo estará bien.
-Es que, no sé…ha pasado tanto tiempo.
-Sí, pero tú y ellos siguen siendo los mismos, siguen sintiendo lo mismo los unos por los otros. Te han estado esperando durante todo este tiempo, nunca te han olvidado y nunca lo harán. Tú siempre serás Saya para ellos: la hija de George y la hermana de Kai y Riku.
Esas palabras la ayudaron a tranquilizarse, las personas que estaba dentro de esa casa eran su familia, no tenía nada de que temer. Además tenía a Haji a su lado.
-Lo sé…adelante.
Haji tomó la mano de Saya y ambos avanzaron hacia la entrada de la casa. Abrieron la puerta y entraron.
Todos dirigieron la vista hacia las 2 personas que habían entrado y se quedaron sorprendidos. Comenzaron a sonreír y Saya pudo ver que algunas lágrimas comenzaban a caer.
Era claro que ellos habían cambiado físicamente, pero sus sentimientos seguían intactos.
-Estoy en casa.
si no me mandan a la hoguera por haber arruinado el final o a los personajes subiré la segunda parte xD
yo creo que el fic está raro por las personalidades de los personajes y otras cosas, es que terminé poniendo cosas del anime y otras del manga...sigo diciendo que el Haji del manga más el del anime sería el hombre perfecto *-*
bueno...esperaré a ver qué les pareció...si es que alguien lo lee ._.
tenía mucho tiempo de no pasar por aquí
u_u
