Una luz brillante envolvió a ambas chicas, un aura de paz y tranquilidad las lleno por completo, y en el pequeño segundo en que sus miradas se cruzaron se dieron cuenta del sentimiento que ambas resguardaban en su interior.

No esperaron más, no querían esperar más. Lo único que necesitaban era estar más cerca, más unidas, más conectadas la una con la otra. Se necesitaban como nunca antes habían necesitado a nadie y no esperaron más para unirse con un beso; uno suave, uno cálido, uno que marcaría algo diferente en sus vidas, uno que las uniría en más de una manera.

Simplemente desaparecieron por unos segundos, segundos que quisieron fueran horas y al cabo de nada ya se encontraban el mundo espiritual. Se separaron, sonrojadas y con una sonrisa que iluminaria cualquiera habitación oscura, tan pura, inocente y juguetona. Ninguna antes se había sentido así.
Libres.
Unidas.
Los espíritus no tardaron en acercarse y darles las bienvenida; Korra tenía sujeto un mechón de su cabello, tan sonrojada que no podía evitar ocultarlo de Asami, quién río por lo bajo.

-Gracias por traerme Korra, este lugar es hermoso. - Asami cogió un mechón suelto de su cabello y lo coloco para atrás.
-Tiene mejores vistas, pero ya tendremos suficiente tiempo para mostrártelas todas.

Korra tomó la mano de Asami y empezaron a caminar entre los espíritus que las saludaban amablemente.

-¿Sabes exactamente a dónde iremos? - Asami sujeto un poco más fuerte la mano de Korra.
-No, pero lo que importa es que iremos juntas, ¿verdad? -Korra volteó a mirarla mientras sonreía.

Una semana había pasado desde las vacaciones del Avatar y su ahora novia. Se habían divertido, disfrutado y descansando; lamentablemente, era hora de volver a la rutina. Korra tenía que regresar a su habitual vida como Avatar.

Regresaron al templo del aire alojándose en una de las habitaciones.

-Regresar después de haber disfrutado las vacaciones no se siente tan bien como esperaba.-La oji verde se sentó en el borde de la cama.
-Tendremos otras vacaciones. Solo tú y yo. -Korra se acerco y la beso, gesto que al ser tan impulsivo hizo que se alejara un poco sonrojada. -Lo siento, yo no...-titubeo.
-¿Por qué lo sientes? No hiciste nada malo. -Asami acercó el rostro de Korra hacia el de ella y le devolvió el beso.

Terminaron de desempacar algunas de las cosas que habían llevado a su viaje. Toda la habitación estaba en silencio mientras que ambas se tiraban a la cama a descansar.

-Mmm ¿Asami? -El avatar habló esta vez de manera calmada.
-Dime -volteó a mirarla- ¿Todo bien? -Preguntó mientras movía un mechón de cabello de Korra.
-¿Qué crees que deberíamos hacer con todo esto? -La pregunta salió de la nada y retumbo en las paredes de la habitación.
-¿A qué te refieres? -Asami se encontraba algo confusa por la reciente pregunta.
-Nuestra relación -Korra cerró los ojos y volteó quedando su mirada hacia el techo. -Yo... Yo no sé si deberíamos comentarlo aún. Es muy pronto y no sé yo... -Entre palabras dudaba y titubeaba.

Asami se sintió algo herida por la reciente duda de Korra, pero trato de entenderla lo mejor posible y tan solo volteó igual mirando hacia el techo y suspiro.

-Supongo que tienes razón. -cerró los ojos- Será mejor mantenerlo en secreto un poco más.

-Necesitas que te corten ya el cabello, está creciendo rápido, ¿No crees? -Asami le cogió las puntas del cabello a Korra y esta se sonrojo.
-N-o No lo sé, estaba pensando dejarlo crecer, tal vez, de nuevo. -tocó su cabello también- ¿Tú qué crees que debería hacer? -Evito la mirada que tenía Asami en ella por timidez.
-No sé, me gusta corto. -Asami se acercó a su oído y susurró- Te veo más linda así.

Asami se alejó un poco del oído de Korra y quedaron mirándose, Korra no sabía que tenía Asami que su mirada siempre la hacía perderse, sonrojarse, enamorarse de ella un poco más. Se acerco al avatar sin chistar, quería besarla, coger su cuello y atraerla hacia ella; y Korra, también quería esto se notaba en su mirada. Korra la cogió de la cintura y estaba a punto de atraerla hacia ella cuando unos pasos y una voz conocida se escucho detrás.

-¡Korra! ¡Asami! -una voz varonil se escuchaba a sus espaldas. ¡Chicas, que bueno verlas!

Korra se alejo bruscamente de Asami como si aquel instante no hubiera sido nada.

-¡Mako! ¡Has vuelto! -Korra se acerco al chico que acaba de entrar y dejo a Asami detrás.
-Si, el principe Wu tenía que tratar unos asuntos con el presidente de la ciudad republica, así que pensé pasar a visitarlos.

Asami no dijo ni una palabra, miró a la poca distancia a Korra conversando con Mako como si nada hubiera pasado hacia unos segundos entre ellas. Esto la molesto, se sentía rechazada, frustrada, enojada con la acción de la pelinegra.
No quiso quedarse más tiempo observando sus interacciones, así que tomo su postura de siempre, caminó y los pasó de largo para salir de ahí.

-¡Oye Asami! -Mako con una sonrisa se dirigió hacia Asami que iba de salida- ¿A dónde vas? ¿No te quedaras a conversar?

Asami tan solo escucho la voz de Mako alejarse mientras caminaba, no tenía ganas de dirigirla la palabra, ni si quiera de mirarlo.

-¿Algo paso? -Preguntó Mako a Korra que aún seguía aún con él.
-Debe de estar cansada -contestó ella mientras veía como Asami se alejaba molesta- Eh Mako, ¿Ya fuiste a ver a Tenzin? -Korra sonrió, pasó por el costado de Mako y le tocó el hombro- Seguro estará feliz de verte.

Inmediatamente detrás de esas palabras el avatar salió corriendo en busca de Asami, la buscó por todas las habitaciones del templo y cada rincón hasta que al final dio con su paradero en el balcón del templo.

-Por fin te encontré. -Korra se apoyó en el balcón al igual que Asami.
-Todo era perfecto allá. -La mirada de Asami estaba fija en el portal, como tratando de volver a aquellos recuerdos en donde se sentía más cómoda y tranquila.
-Lo siento.
-No tienes porqué sentirlo. -Asami suspiró- Todos tenemos una debilidad al parecer, y la mía eres tú. -sonrió ante tan declaración.
-Y tú eres la mía. -Korra volteó a mirarla y le cogió la mano- Siento mucho que te sintieras así, yo no quise...
-Esta bien Korra. -Su nombre en los labios de Asami sonaba ideal, como nunca había sonado antes en boca de nadie, era especial- No quiero presionarte tampoco.
-¿Presionarme? -Korra sintió la culpa por haber rechazado a Asami en una forma que la lastimaba- Yo soy la única que debería pedir disculpas, te alejé y no debería, yo... yo solo no estaba preparada. -Korra la abrazó por la cintura. -Pero ahora lo estoy. -Asami la rodeó con sus brazos- Sé que quiero estar contigo y no quiero tener que ocultárselo a nadie. -Korra se separó centímetros de Asami. Entonces ¿Vamos? -Le sonrió-
-Por supuesto.

Asami se acercó a Korra y la besó, un beso intenso como si no se hubieran visto en días, un beso que solo daría paso a muchos más; y tanto Korra como Asami estaban listas para ello.