Ojos de sangre

Introducción

L

anoche se hizo presente en Japón, todas las personas se dirigían a sus hogares para descansar, mientras que en las concurridas calles un auto negro muy elegante se abría paso para llegar a su destino.

En las oficinas de la BBA en los pisos altos, un hombre ya en entrada edad miraba por la ventana, esperando, cuando alguien llamo a la puerta.

-pase-dijo en forma seca

-disculpe señor Dickenson, las personas que esperaba llegaron- dijo la secretaria

-bien, hágalas pasar

-en seguida- se retiró, mientras que el Sr. Dickenson prosiguió a sentarse en su cómodo sillón y posar sus brazos en el enorme escritorio, con una mirada seria la cual casi nunca mostraba, miró un portarretratos que contenía la fotografía del equipo de bey luchadores que el mismo había formado, y que ya pasado el segundo campeonato mundial se encontraban descansando en Japón, miró a cada uno de ellos, pero su vista se detuvo en alguien en especial

-pasen por favor- sus pensamientos fueron interrumpidos por la secretaria que hacia pasar a las dos personas que había estado esperando-les traeré un café enseguida, con permiso-se retiró

-buenas noches, es un placer conocerlo señor Dickenson-dijo una mujer, de unos 30 años, con el cabello largo azul oscuro y ojos del mismo color, vestía un traje negro como la noche, un perramo para ser exactos

-gracias por poder atendernos a estas horas de la noche – fue el comentario de su acompañante que era un hombre joven posiblemente de la misma edad de la mujer, quizá un poco mayor, llevaba unas gafas oscuras, el color de su cabello era color púrpura claro, lo tenía largo y amarrado en una coleta baja, al igual que la mujer vestía un traje negro

-el gusto es mío- hablo Dickenson-por favor tomen asiento

-gracias-respondió la mujer y ambos se sentaron delante el escritorio

-espero que la visita sea de un tema muy importante así como lo dijeron en la llamada-Dickenson mostró una mirada fría

-Sr. Dickenson, creo que primero debería saber nuestros nombres-dijo la mujer-mi nombre es Leya Shinouhe y mi compañero es Shido Akeru- dijo presentándose

-como ya sabrán mi nombre es…

-lo sabemos, no necesita recordárnoslo- lo interrumpió el joven Shido

-bien, sin necesidad de más presentaciones; ¿a que se debe esta reunión tan importante?- el Sr. Dickenson quería ir al grano

-se trata de uno de sus bey luchadores

-…-se puso nervioso, apretó los puños-¿podría explicarse mejor señorita?

-no debe de sorprenderle, usted sabía que un día pasaría- el peli morado sacó un paquete de su maletín y lo puso sobre el escritorio

-¿y esto?

-es una cinta, que contiene la documentación que agentes del gobierno financiaron con tal de descubrir o desenmascarar ciertos rumores-explicó Shido

-¿Qué tiene que ver la cinta con uno de mis muchachos?- el Sr. D. estaba perdiendo la paciencia

-mucho más de lo que cree-respondió la mujer-y creo que ya sabe de quien se trata

-para ello debe ver la cinta, es solo una, tenemos más- concluyó Shido

-en la repisa esta los equipos-señaló el director de la BBA

Acto seguido, Shido se levanto cogiendo la cinta mientras se dirigía a los muebles señalados, mientras tanto, la señorita Leya fue escoltada por Dickenson hacia los sillones que había y que se encontraban frente e la televisión; después que Shido acomodó la cinta se sentó a lado de Leya y justo antes de poner la cinta a rodar…

-señor Dickenson, le advertimos que lo que va a ver, cambiara por completo…

-solo póngala-dijo el mayor, ya estaba molesto

-como quiera

Prendió el aparato y la película comenzó con un chirrido y las clásicas rayas de colores para luego mostrar las imágenes distorsionadas de lo que parecía una persona.