Capítulo 1

Era miércoles al mediodía y un joven de 26 años estaba observando el paisaje desde la ventana de su oficina, la vista de la ciudad de Tomoeda siempre había llamado su atención, era un lugar sencillo pero a la vez confortable, se podía sentir cierta magia en el aire.

-Señor Hiragizawa, los clientes de Holanda acaban de recibir las muestras y están muy complacidos, nos han hecho un pedido gigantesco- dijo una voz desde el comunicador que estaba en la mesa de la oficina.

-Me alegra mucho oír eso Nakuru ¿Alguna otra cosa en la agenda de hoy?-

-La reunión con la junta directiva fue pospuesta para este viernes y tiene partido de tenis con el señor Gray a las 15:30 -

-Bien, gracias por todo ¿Podrías traerme una taza de café? Creo que la mañana de trabajo ya empieza a cobrarme factura-

-Por supuesto señor Hiragizawa, un café con crema ¿Lo quiere así solo o con algún bocadillo?- preguntó la chica con un tono de voz gracioso y el rió sabiendo que le hacía una pregunta retórica.

-Con un bocado de chocolate entonces- y cortó la comunicación. Eriol se paseó por la oficina mientras observaba las fotografías colgadas en su pared: él y su socio inaugurando un local, una foto de ellos con sus empleados tomando champagne mientras festejaban el aniversario de la compañía, etcétera. Nunca creyó que al abrir una pequeña tienda de dulces y chocolates se convertiría en una compañía multinacional que realiza negocios en casi todo el mundo, desde chico siempre le gustaron las golosinas y deseaba poder trabajar con algo relacionado a eso, tuvo que trabajar muy duro ya que de niño casi no tenía recursos y apenas lograba sobrevivir, después de años de trabajo y sacrificios tuvo suficiente dinero como para poder fundar su empresa, obviamente que también tuvo una considerable ayuda de su socio y el dinero de la familia de éste para iniciar ese negocio, algo por lo cual siempre estaría en deuda con ellos por ayudarlo a realizar su sueño.

Estaba viajando por sus recuerdos hasta que su celular sonó y lo trajo a la realidad, cuando vio quién era la persona que lo llamaba esbozó una pequeña sonrisa –Shaoran que sorpresa que me llames, te hacía en Italia-

-El vuelo se adelantó y volví antes de lo programado-

-Ya veo, volviste con buenas noticias espero-

-Tranquilo, después de un almuerzo agradable y un poco de adulación logré convencerlos de que invirtieran en nosotros- respondió su amigo riéndose.

-Siempre supiste decir lo que las personas quieren escuchar-

-Es mi talento, eso y mi amabilidad por hacerte favores sin cobrarte intereses-

-¡Vamos! De todas formas te morías de ganas de ir hasta allá siempre quisiste conocer Europa, además de negocios espero que también hayas tenido tiempo para el placer, escuché que las mujeres de ese país son unas bellezas sin igual-

-Apenas terminó la reunión me volví- dijo secamente.

-Deberías tomarte un tiempo para relajarte y darte algún gusto, como tu socio me alegra que te tomes en serio el trabajo pero como tu amigo te recuerdo que está bien hacer una pausa y disfrutar de las cosas buenas de la vida-

-Díselo a mi familia, siempre están pendientes de que la inversión que hicieron en tu compañía dé buenos dividendos-

-NUESTRA compañía querrás decir, recuerda que tu también formas parte de la junta directiva y ambos controlamos el 65% de las acciones, además ¿Cuándo hemos decepcionado a nuestros inversores?-

-Hay una primera vez para todo, debo colgar tengo cosas que hacer, sólo llamé para decirte que el negocio salió bien ¿Nos vemos el viernes?-

-Por supuesto, cuídate-

Luego de revisar unos documentos y firmar una pila de papeles, salió del edificio, subió a su BMW negro y se dirigió al club donde uno de sus socios lo estaba esperando afuera con la raqueta en la mano.

-Por un momento pensé que no llegarías, me dije a mí mismo "éste hombre debe estar encerrado en su oficina degustando todas las muestras que íbamos a enviar a los potenciales clientes de Estados Unidos"-

-Nada me gustaría más que quedarme encerrado comiendo chocolates, pero siempre cumplo con mis compromisos- y se dirigieron a los vestuarios.

Luego de un entretenido juego, el cual Eriol ganó con una clara diferencia en la puntuación, se dirigieron a las duchas del lugar.

-Estuve hablando con los otros socios, están bastante impresionados con los resultados obtenidos este cuatrimestre-

-¿Pero…..?- dijo Eriol sabiendo que no era lo único que quería decirle.

-Pero aún se preguntan los motivos por los que no quieres abrir una sucursal en Londres, es decir, tu naciste allá, su situación económica es muy buena y no ven razones que justifiquen el hecho de que no quieras hacer negocios en ese país-

-No creí que debía darles explicaciones a la junta acerca de mis motivos personales-

-Sí cuando ese motivo anula la oportunidad de realizar un buen negocio ¿Hay algo que deberíamos saber y nos lo estás ocultando?- preguntó su socio mientras se terminaba de cambiar.

-Escucha, no necesitamos a Inglaterra, tenemos a Suiza, China, y Holanda con nosotros, Shaoran me dio la confirmación de Italia, y dentro de poco también estará Estados Unidos, cuando llegue fin de año y vean las ganancias obtenidas te aseguro que dejarán de insistir con Londres-

-Tú eres el jefe ¿Nos vemos en la junta de pasado mañana?-

-Por supuesto, cuídate y mándale mis saludos a Claire y a Naomi- y se despidió de su socio.

-Lo haré, nos vemos- y se dirigió afuera dejando solo a Eliot con sus pensamientos.

-¿Por qué no entienden que no quiero tener nada que ver con Londres?- se dijo a sí mismo.

Una vez fuera del club consultó su reloj y vio que era temprano para volver a casa así que decidió dar un paseo por el parque. A pesar de tener un auto último modelo a su disposición le gustaba caminar, le ayudaba a poner en orden sus ideas, iba concentrado en sus cosas cuando unas voces llamaron su atención.

-Te dije que quería que habláramos- dijo la voz de un hombre que parecía estar enojado.

-Ya te dije que no hay nada que hablar, tú y yo ya hemos terminamos Víctor- dijo la mujer.

-¿Crees que esto solo se termina solo porque tú lo digas? No voy a consentir que me abandones como a un perro-

-Suéltame me estás lastimando-

-Si no te callas, te lastimaré de verdad- respondió mientras forcejeaba con ella. Eriol se acercó lo más rápido que pudo y lo empujó al sujeto.

-¿Cuál es tu problema idiota?-

-No sé en qué cueva fue criado usted, pero esa no es forma de tratar a una mujer-

-Lárgate si no quieres que te dé una paliza-

-¿Por qué no me obligas?-

-Tú lo pediste- y le lanzó un puño con todas sus fuerzas, el cual él esquivó con facilidad y le respondió dando un golpe en la nariz y antes de que pudiera reaccionar le propinó otro en la boca del estómago, haciendo que el sujeto se tambalee y se arrodille en el suelo, al ver que se estaba levantado Eriol lo golpeó con la rodilla en la cara y lo dejó tumbado.

-¿Se encuentra bien señorita?-

-S-sí estoy bien, gracias por su ayuda-

-No fue nada, me las he visto con peores, deje que la acompañe-

-No es necesario, estoy bien-

-Insisto, nunca se sabe cuándo puede aparecer otro mal educado como éste- dijo riéndose.

Mientras la acompañaba hasta afuera del parque le preguntó si no estaba herida, ella le aseguró que estaba bien y que sólo había recibido un susto.

-¿Como una chica tan linda cómo usted puede estar acompañada de ese animal?-

-Él y yo no estamos juntos, ya no, cuando lo conocí no era así, era impulsivo pero nunca había reaccionado de esa forma-

-No se preocupe, no es la primera ni la última mujer que sale con el sujeto equivocado-

-Le agradezco mucho su ayuda señor-

-Por favor no me llame "señor" me hace sentir como si fuera un hombre mayor, sólo llámeme Eriol-

-Lo siento, Eriol, mi nombre es Tomoyo, un gusto conocerlo-

-El placer es mío, señorita Tomoyo- y le besó la mano como un auténtico caballero.