NOTA:
Clasificación: K+ para todo publico.
Disclaimer: Los personajes no son míos, y no se de quien son. Es una mesclar entre el libro y la película.
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Capitulo Unico.
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Calcifer se movió incomodo en la chimenea. Bueno, incomodo no era la palabra que utilizaría el pequeño demonio de fuego, más bien perturbado. El demonio esta total y completamente perturbado, sentir algo aleteándole dentro era nuevo, un pequeño movimiento constante ahí donde se centraba su llama. Era una sensación extraña, sabía que él era el mismísimo corazón del mago Howl, pero el corazón de este no solía moverse tan deprisa, era más usual ese latir pausado y tardado que a veces le hacía pensar que el mago no era humano.
Pero ahora, el sentimiento era diferente y lo peor era que, con cada pequeño aleteo su flama subía y consumía más rápido el tronco debajo de él, estaba creciendo, un latido cada vez más grande, no le faltaba mucho para abarcar la chimenea, solo unos cuantos metros más y sus flama lamerían las paredes y llegaría a las vigas de madera. Calcifer sabía que incendiaria todo y la primera en quemarse sería la dulce y pequeña sophie. Al notar eso, el demonio llevo enseguida sus ojos a aquel lugar y su boca se abrió sorprendido.
El mago Howl estaba inclinado sobre la figura de la chica, manteniendo las cortinas que ocultaban su pequeña cama abiertas con sus brazos. El mago se inclinaba un poco más cada segundo y cuando este roso la pequeña y respingada nariz de la chica con la propia, Calcifer lo sintió, fue como si algo se expandiera y se achicara en unos segundos, fue doloroso y lo dejo casi sin aire reduciéndolo solo por par de segundo a una pequeña flamita antes de volver a crecer lo suficiente para que sus flamas lamieran más allá del hueco en la chimenea.
—¡¿Pero qué haces, Howl?!—No pudo evitar gritar el demonio con pánico, viéndose ya casi fuera de su lugar.
El mago pego un brinco y pego sus brazos a sus costados dejando que las cortinas cayesen y golpearan su rostro. Los azules ojos de Howl se posaron en el demonio de fuego y parpadeo sorprendido de ver a Calcifer de tal tamaño, ladeo la cabeza y levanto una ceja al notar como el demonio comenzaba a empequeñecer poco a poco, dejándolo aún más confundido.
El aleteo comenzó a detenerse, a calmarse lentamente, dos latidos rápidos, después uno cortó, un latido rápido, después uno corto…y ocurrió, de vuelta a la normalidad, un largo y casi muerto latido que le hizo sentir cosquillas y a la vez vacío dentro de sí.
—¿Lo has sentido, Calcifer?—Pregunto el mago mientras se acercaba a la chimenea.
—¡¿Qué si lo he sentido?, Lo he vivido, Howl, casi incendio la casa!—Gruño el demonio, con enojo, bastante molesto por el susto.
El mago solo rio divertido mientras se arrodillaba frente a la chimenea, ante eso Calcifer estuvo a punto de volver a replicar pero en cambio miro atento los movimientos de quien lo había convertido en su corazón. Aquel hombre de largos cabellos dorados estaba feliz.
—Es ella, Calcifer.—afirmo, sorprendiendo al demonio.
Y Calcifer lo entendió, y su flama volvió a crecer por él mismo, muy pronto lo lograrían.
