RING...
RING...

-Maldita sea... -con voz terriblemente adormilada House dio un golpe a la almohada, sacó la cabeza de dentro de las mantas y apretó fuerte los párpados para mantenerlos aún cerrados.

RING...
RING...

-Me resisto...

RING...
RING...

-De acuerdo. Ya estoy despierto... ¿Sabes dónde quedó el teléfono...? -preguntó al bulto a su lado, pero antes de recibir una respuesta recordó que el dichoso móvil que le proveyó el hospital había caído al piso un par de horas antes. -Ya, lo encontré... -Avisó mientras sacaba el brazo por el lado de la cama y cerraba sus dedos en torno al aparatito que ya estaba vibrando a punto de sonar otra vez. El antes mencionado bulto apenas se movió.

RI-

-Soy House.

-Y yo Cuddy. Necesito que vengas ya.

-Quedamos que hoy no te tocaba, ¿recuerdas? -bromeó. El bulto emitió un gruñido y se movió un poco. -¿Qué sucede?

-Te he conseguido un nuevo paciente y... Aguarda, accediste muy rápido. ¿Estás bien?

House miró otra vez al bulto a su lado y revoleó los ojos con un suspiro.

-Sí. Sólo que me acabas de interrumpir. Estaba por tomar mi Vicodin de las 4 de la mañana. ¿Qué hay con el paciente?

-Oye, esto es demasiado raro. Hasta pareciera que sonrieras mientras hablas... -Se hizo una breve pausa, y después House escuchó una risa ahogada al otro lado de la línea. -No me hagas caso, ideas mías.

-De acuerdo, no te haré caso. No iré. Nos vemos como... a las 10AM, ¿te parece? ¡Bye!

Con un rápido ademán cortó la llamada y apagó el teléfono. El bulto ahogó una risita y luego habló:

-Cuddy tenía razón.

-¿Qué dices? ¡No! Yo no...

-Sí, estabas sonriendo.

-No lo sabes si no me ves.

-¡Bah! Lo dices como si no te conociera.

-Entonces saca tu cabeza y compruébalo.

El bulto se revolvió un poco hasta que cerca del rostro de House aparecieron el cabello y los ojos de Cameron.

-Sí, tenía razón. Estabas sonriendo.

-Tú también, y no ando por ahí haciendo alharacas por eso...

-¿Qué quería Cuddy?

-Que fuera al hospital para ver un caso.

-¿Y no irás? -Una sombra de preocupación opacó de pronto su mirada.

-Sí... pero como a las diez saldré de aquí, -respondió como restándole importancia. -Estoy demasiado ocupado.

-¿Ocupado? -sonrió traviesa. -Te veo demasiado desocupado.

-Te equivocas... Mírame... -Con otra sonrisa cerró la distancia que separaba sus labios de los de la mujer y le dio un beso que pronto la dejó sin aliento.

-Mejor que vuelvas a ocuparte pronto...

Con un nuevo beso, House tomó la frazada que había quedado a mitad de su espalda y volvió a cubrirse con ella. No pensaba desocuparse por un largo rato...

FIN