Pareja: SasuHina
-Hablar-
"Pensamientos"
/Recuerdos/
Los personajes no me pertenecen son autoría de Kishimoto-sama
Espero sea de su agrado y me ayuden a mejor. Gracias.
Capítulo I
"Aburrirse es besar a la muerte."
Ramón Gómez de la Serna (1891-1963) Escritor Español.
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- ¡YA NO MÁS! - expresó con furia el joven de cabello azabache mientras colocaba su chaqueta sobre el cuerpo inerte de una chica peli azul para después levantarla en brazos.
- Solo está haciéndose la víctima - decía una de cabello rosa y ojos - vamos Hinata despierta - pronunció con enojo mientras se acercaba con intención de zarandear un poco a la chica para que despertara.
- Aléjate - solo como advertencia el azabache clavando una mirada asesina a la chica peli rosa lo cual hizo que se paralizara - si te atreves a ponerle otra de tus asquerosas manos encima a Hinata o tan siquiera a pensar en hacerle el mínimo daño de nuevo yo mismo te matare.
El chico salió a toda prisa con la chica en brazo y empujando a quien estuviera enfrente dejando a la chica peli rosa en shock no solo por las palabras que le había dicho sino también por la forma en la que la miraba.
- Hina-chan… - pronunció en el marco de la puerta un rubio que llegaba tarde a la escena y solo veía a su amigo alejarse con la chica en brazos, antes de salir corriendo para darle alcance a su amigo volteo al interior de ese armario y no pudo evitar mirar con tristeza y desprecio a aquella peli rosa que aún permanecía quieta y con la mirada perdida, lo que no evitó que se diera cuenta de la mirada de aquel rubio.
- Creo que esta vez sí nos excedimos un poca Sakura - comento una pelirroja que había sido cómplice de tan atroz acto.
- Cállate Karin - soltó y salió a paso firme del pequeño lugar.
*Toc toc*
El llamado de la puerta atrajo su atención, en el marco de la puerta se encontraban parados 4 personas que se preguntaban qué tan buena idea había sido esa, pero estaban realmente preocupados por la condición de la chica.
- Hola Sasuke-kun ¿Podemos pasar? - pregunto de manera dulce la única chica del grupo, al no recibir respuesta alguno decidieron ingresar silenciosamente al cuarto.
- ¿Hi...Hina-chan se...va...a...morir? - pregunto con temor un chico rubio a lo que recibió un golpe de un chico castaño con marcas en la cara.
- ¡QUE ESTUPIDECES ESTAS DICIENDO NARUTO! - grito el castaño con el puño arriba.
- ¡AUCH! ¿¡PORQUE ME GOLPEAS!? - grito Naruto desde el suelo mientras se sobaba la cabeza - ¡YO TAMBIÉN ESTOY PREOCUPADO POR HINA-CHAN!
- ¡NARUTO! ¡KIBA! ¡SILENCIO, ES UN HOSPITAL! - grito la rubia pero cuando estoy iban a reclamar Sasuke, que hasta ese momento no había dicho ni una sola palabra los volteo a ver con enojo lo que ocasionó que ambos guardaran silencio.
- ¿Qué dijeron los doctores? - pregunto un chico de gafas oscuras y gabardina pero Sasuke no contestó.
- Sasuke-kun… - solo eso logró pronunciar la rubia antes de ser interrumpida.
- Teme, no seas egoísta - dijo en tono serio Naruto mientras se incorporaba del suelo - somos sus amigos, su familia. No eres el único preocupado por ella, necesitamos saber cómo se encuentra, ella es muy importante para todos nosotros tienes que… - no pudo terminar su discurso porque fue interrumpido por el azabache.
- Tiene una neumonía algo severa por permanecer mojada y en ropa interior, también está agotada física y mentalmente, tiene algunos raspones y moretones...dijeron que está fuera de peligro y que lo único que queda es que descanse, recupere fuerzas y despierte - en ningún momento mientras explico quitó la vista de la chica, su mirada estaba completamente perdida en ella.
Naruto al ver a su amigo de tan extraño, tan preocupado quiso acercarse a él para darle su apoyo después de todo era como su hermano y a pesar de que no entendía muy bien porque se preocupaba tanto por Hinata ya que él no recordaba que se llevarán tanto, apenas se dirigían la palabra. Cuando dio el primer paso hacia delante una mano se postró en su hombre deteniendo su andar, al girar para ver de quién era se dio cuenta que era de su amiga rubia la cual lo miro y negó con la cabeza.
- Bueno Sasuke-kun, nos retiramos - dijo la rubia.
- Pero Ino, yo no me quiero ir, quiero quedarme con Hina-chan - dijo Naruto en tono infantil.
- Cállate Naruto - susurro Ino y comenzó a empujar a Naruto hacia la puerta del cuarto, el rubio se quejaba, ponía resistencia y vociferaba que le no iría a ninguna parte - solo cállate y camina, bye Sasuke-kun cualquier cosa nos llamas, venimos mañana - alcanzó a despedirse Ino mientras sacaba a empujones a Naruto del cuarto.
El grupo de amigos tenía un rato de haberse marchado pero el azabache seguía en la misma posición, en la silla a un lado de la cama en la que Hinata yacía inconsciente. La mirada perdida en el rostro de ella y el rostro inexpresivo, el único sonido que se escuchaba en la habitación era el de las máquinas que marcaban sus signos vitales.
- Hime, perdóname. Si yo...todavía recuerdo el día que nos conocimos, si alguien me hubiera dicho que terminaríamos así me hubiera reído en su cara…
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Aburrimiento es lo experimento todos los días. Camino con fastidio hacia la universidad, los árboles de cerezo florecen y el nuevo inicio de curso comienza lo que significa que el tormento regresa entre profesores, chicas fastidiosas y trabajos de la universidad.
- ¡Hey Sasuke! - Naruto llego de sorpresa y se encimó en mis hombros
- ¿Qué quieres Naruto? - dije con molestia
- Vamos Sasuke no seas tan amargado, ya quiero ver a Sakura - chan
- La viste ayer
- No importa, siempre es hermoso ver a Sakura-chan
La única manera de que Naruto se levantara temprano era por Sakura, comenzó a hablar de ella, sigo con el ramen, películas y cosas que no me interesaban así que solo lo deja hablar solo. El día anterior habíamos asistido a la ceremonia de apertura, muy aburrida, presentaron al "nuevo" director Hatake Kakashi, dieron la bienvenida a los nuevos estudiante, avisos generales y cosas por el estilo. Hoy comenzaban las clases o un intento de clase ya que al ser la primera clase del curso no hacíamos nada, sólo perdíamos el tiempo. Todo transcurrió tranquilo pero sobre todo aburridas, los profesores se presentaban, explicaban el contenido de la clase y hacían algunas preguntas estúpidas para conocernos más.
Las dos primeras clases habían terminado y mi última clase empezaba dentro de 2 horas, me apresuro a salir antes de que Naruto se me acerque para ir a comer y me dirijo hacia la máquina expendedora más cercana, inserto unas monedas para sacar unas papas y un refresco, la mejor comida de todas. Ya con mi comida me dirijo hacia la azotea de uno de los edificios de la institución, sé que al final Naruto me encontrara pero tengo la esperanza de que busque primero en otras azoteas antes que en esta, al llegar a la azotea escucho una voz, genial alguien ha llegado antes.
- Yo...bu-bueno...de-desde ni-niños...y...a-ahora - la voz era de una chica y no tenía mucho sentido lo que decía, me asomé discretamente, mirando hacia la pared había una chica de ropas holgadas, cabello largo y azulado que entre balbuceos hacía una reverencia con los brazos estirados hacia enfrente y en las manos una carta.
Lo único que pasó por mi cabeza fue "huye", solo quería que este fuera un semestre tranquilo y ya el primer día una maldita niña de primer semestre me había encontrado y quería confesarme sus malditos sentimientos, lo más importante ¿Cómo demonios me había encontrado? ¿Cómo sabría que estaría aquí?
- No, no, no...Así no - no comenzaría así el semestre, pero mi intento de bajar en silencio las escaleras fracaso, golpee un balde que rodó por las escaleras - ¿Qui-quien e-está ahí?
Escuche su voz temblorosa y sus pasos acercándose poco a poco, pensaba bajar corriendo para huir pero Uchiha Sasuke no huye de nada ni de nadie y no empezaría ahorita por una patética chica que quería ser bateada como todas las demás. Acabaría con esto rápido para poder sentarse a comer y descansar un rato. Salí hacia la azotea para terminar con esto y quedamos frente a frente, pude ver como se sonrojaba y sus ojos se abrían como platos.
- U-Uchi...Uchiha-san
En un susurro tartamudeo mi apellido, era raro ninguna chica me llamaba tan formal. Nos quedamos en silencio uno frente al otro por bastante tiempo, ella parecía asustada, movía ligeramente los labios como para decir algo pero simplemente no decía nada y mi paciencia se estaba agotando.
- Acabemos con esto - le arrebate la carta que tenía entre las m
anos.
- ¡¿Q-QUE HA-HACE!? - grito alterada.
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Naruto
Yo siempre lloraba y me rendía pero desde ese día que te conocí, con tu forma de ver las cosas me salvaste, tú sin darte cuenta me diste el apoyo que necesitaba, no solo para enfrentar mis miedos y mis problemas, sino también para perseguir mis ideales. Es por eso que hoy quiero afrontar uno de los retos más grandes de mi vida y es el de confesarte que te amo.
No puedo esconder por más tiempo que cuando te miro, mi corazón se pone a latir de manera desenfrenada. Es difícil describir como una mirada tuya basta para que sienta vértigo y con esa bella y resplandeciente sonrisa que siempre tienes haces que todo a mí alrededor se ilumine, sólo con esos pequeñas detalles puedes hacer que mi ánimo se mantenga durante el resto del día.
No puedo evitar lo que siento por ti y sé que no quiero hacerlo. Aunque estoy segura que tu ni siquiera te has dado cuenta de ello, porque en ocasiones puedes llegar a ser bastante despistado, pero está bien porque siempre he tenido miedo a que descubras mis sentimiento pero al mismo tiempo quiero salir corriendo para decirte. Aun si decidieras no corresponderme, quiero que sepas que jamás dejaré de estar ahí para ti, porque eres lo más importante que tengo en la vida.
H. Hinata
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Cuando termine de leer la carta solté una carcajada no lo podía creer, ¿Naruto? esta carta era para Naruto, la confesión no era para mí. Lo último que sentí fue un ardor en la mejilla, me había dado una cachetada y lo último que vi en ese momento fue que entraba llorando al edificio.
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