Molesta por la luz que comenzaba a darle en el rostro no le quedó otra opción que despertar, con dificultad tallo sus ojos, y comenzó a abrirlos pestañeo un par de veces tratando acostumbrarse a la luz que le daba de lleno en el rostro.

-¿Pero que hora será?- Busco con pesadez su móvil entre las sábanas -pero si apenas son las cuarto a las 7 bien, tengo tiempo- se levantó animada ya que era su primer día de clases, se sentía nerviosa ya que era una nueva escuela, las clases habían empezado en agosto y ya casi era noviembre, lo peor es que era el quinto curso de preparatoria.

-Será mejor que tome una ducha- después de estar 10 minutos en la ducha salió de esta con una bata rosa puesta, se dirigió a la puerta de su armario.

Se vistió con un pantalón negro entubado y un top blanco, que dejaba ver el nacimiento de sus enormes senos, siempre evitó usar ropa que resaltará su cuerpo, siempre le dio pena pero ahora que más daba se había mudado para comenzar de nuevo y esta vez cambiaría, termino de ponerse unos botines negros y amarro a su bolsa rosa una chamarra negra, solo por si la llegaba a ocupar ya que el clima pintaba caluroso, después de secar y cepillar su cabello decidió dejarlo suelto, se maquillo un poco, solo uso un poco de rímel y gloss, quería sentirse bonita, no dejaría que ese tonto le afectará.

Salió de su departamento y prendió su corvette de color amarillo, no se molestó en desayunar puesto que sabía que la lacena aún estaría vacía, apenas se había mudado ayer, apenas y conocía el camino a la escuela

De camino recordó las razones de mudarse de Nanao, todo era culpa de Inuyasha su estupido novio desde hace 3 años

Flashback

-Ven a mi casa ahora- la joven suspiro, jamás había recibido un mensaje así de su novio, pero aún así fue, ojalá no lo hubiera hecho, cuando entro como tantas otras veces lo había hecho, subió las escaleras y se detuvo afuera del cuarto de su novio, pudo escuchar unos ruidos extraños que venían desde dentro, abrió la puerta con lentitud y vio a su novio encima de Kykyo

-Inuyasha...- no podía creer lo que estaba viendo, sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba haciéndole el amor a aquella mujer que siempre estuvo atrás de su novio, pero que él siempre le repitió un sin fin de veces que no le interesaba y que no tenía nada de que preocuparse

-Kagome... yo... puedo explicarlo- dijo con voz temblorosa mientras salía del interior de aquella mujer

La morena no pudo evitar asquearse, fijó sus ojos en la mujer de piel blanquecina que se encontraba en la cama, sus ojos se encontraron, Kagome demostraba dolor, mientras que Kykyo sonreía soberbia, por fin había ganado

Sus ojos se llenaron de lágrimas, no quería darles el gusto de verla llorar -¡Inuyasha pudrete!- y salió corriendo

-¡Kagome espera!-Inuyasha salió tras de ella lo más rápido que pudo, apenas si había alcanzado a ponerse un pantalón azul, ya estaba a punto de subir a su auto cuando la alcanzó tomándola de la muñeca

La azabache forcejeó pero no pudo zafarse

-Kagome... por favor... te juro que esto tiene una explicación-dijo con un tono de desesperación, no podía perderla, no a ella

-¡Basta Inuyasha! Estabas con ella ¡Teniendo sexo con ella!- ¿¡Y yo!? ¡NO PENSASTE EN MI CUANDO LO HACÍAS!

El ojo miel vio en sus ojos dolor, sabía que Kagome estaba intentado controlar el llanto, no sabia que hacer, esta vez de verdad había metido la pata

-Kagome.. yo aún te amo..-sentencio con el corazón en la mano mientras intentaba besarla

*Plafff* la mano de la azabache reposaba en la mejilla de Inuyasha -Uno no... -no pudo contener más las lágrimas y comenzaron a caer por sus mejillas -traiciona a la persona que ama- soltó con dolor -esto se terminó, para siempre-sentenció antes de subirse a su auto y salir a toda velocidad de ese lugar

Inuyasha quedó en estado de shock, el de verdad había perdido a Kagome... vislumbró el auto amarillo por última vez y resistió las ganas de ir tras de ella, ¿que más podrá hacer o decir? Era cierto había traicionado a Kagome y todo por la calentura, una lagrima resbaló por su mejillas, era un completo idiota

Unos ojos negros observaban son sorna la escena desde la ventana, la mujer pálida de largo cabello negro sonrío con malicia -Ya te quite a Inuyasha y así será con cada cosa que quieras Kagome-termino diciendo con soberbia

La azabache al día siguiente llamó a su papá explicándole la situación y el de inmediato se encargó de hacer los trámites para que Kagome fuera transferida de colegio, era hija única y lo que menos quería es que ella fuera infeliz

-Fin del flashback-

-Tokyo es bonito- suspiro mientras el semáforo le marcaba alto, pronto llegaría, podía ver los árboles de jacaranda a lo lejos, característicos del colegio.

Aún era temprano, pudo ver que eran muy pocos los alumnos que rondaban la gran escuela, cuando entro se dirigió a la dirección la mujer de cabello rubio peinado perfectamente en un moño, fue muy amable aunque parecía estar muy atareada, parecía tener bastante trabajo, suspiro con cansancio mientras se acomodaba en la silla de fieltro negro, parecía que estaría mucho tiempo ahí.

El reloj ya marcaba las 8:15 y a ella apenas le habían entregado su horario.

Era su primer día y ya iba tarde cuando estuvo frente del salón, se sintió nerviosa, sus piernas temblaban y sus manos sudaban, "Tranquilízate Kagome todo estará bien" intento tranquilizarse a sí misma tomó una bocanada de aire y entro con seguridad

-Buenos días-dijo apenas acabando de deslizar la puerta, todos los ojos se posaron en ella, el profesor parecía que estaba escribiendo algo en la pizarra

-Déjeme ver- dijo el hombre de cabello azabache con gafas mientras se dirigía a su escritorio en busca de un papel -Usted debe de ser Kagome Higurashi-

-Si- asintió la azabache -lamentó llegar tarde, pero me entretuvieron en la dirección-

-Entiendo, no tiene de qué preocuparse informó mientras se sentaba en el escritorio y parecía anotar algo en un cuaderno -por favor pase al frente a presentarse-mencionó sin despegar la vista del cuaderno

Sus piernas temblaban de verdad estaba muy nerviosa, caminó hasta el Pizarrón y el ver todas esas miradas sobre ella hizo que se sintiera aún más nerviosa.

-Mi nombre es Kagome Higurashi tengo 17 años y vengo del colegio nanao-

-¿Higurashi? ¿de la textilera Higurashi?-preguntó el hombre mayor

La joven asintió apenada

-Vaya, de haber sabido que la hija de Iruka vendría hubiera ido yo mismo a recibirla-dijo con alegría, pero al ver el desconcierto de la azabache aclaró -su padre y yo cursamos juntos La preparatoria, fuimos buenos amigos-

-Genial otra hija de papi- escucho una vocecita femenina, mientras que unas cuantas risas acompañaban ese comentario

La azabache no pudo evitar sentirse ¿avergonzada? Si eso parecía

El maestro miro con molestia a los alumnos para después regresar su vista a Kagome -tome asiento Higurashi-mencionó mientras retomaba el dictado que estaba apuntando en la Ibarra

-Si...- cuando se dirigía a su lugar pudo ver algunas miradas curiosas pero más aún, unos ojos zafiros que observaban con cuidado todos y cada uno de sus movimientos, se trataba de un joven con cabello largo negro sujetado en una coleta, piel tostada, traía una chamarra de cuero, era bastante apuesto por lo que se puso más nerviosa lamentablemente el único lugar que estaba vacío era delante de él, después de tres horas de la tortuosa clase de literatura el timbre sonó lo que marcaba la hora del almuerzo.

Sé síntio aliviada esas tres horas pudo sentir esos ojos zafiros observándola fijamente, En cuanto el maestro salió, salió disparada hacia la cafetería, su estómago rugía exigiendo alimento, compró un emparedado y un jugo de manzana y tomó lugar en la primera mesa que vio vacía

"que difícil es estar en escuela nueva"

Estaba tan concentrada revisando su móvil que no noto, como alguien se sentaba a su lado

-Kagome, no? La azabache levanto la mirada para encontrarse con la persona a la que le pertenecía esa voz, se trataba de una chica de cabello castaño lacio peinado en una coleta alta y ojos de igual color -yo soy Sango- sonrio, debía de admitir que la chica era bastante bonita, vestía un vestido verde holgado con unos botines cafés caqui -Te fuiste demasiado rápido

-Si...- rio nerviosa -tenía bastante hambre

-¿Segura? ¿Solo eso?-cuestionó -Si fue por el comentario que hicieron no deberías de tomarle importancia, es una tonta

La azabache negó -a decir verdad lo había olvidado, es sólo que ser la chica nueva es difícil... además de que el sujeto que se sienta detrás de mí no dejaba de verme-

-Te refieres a Koga?- una voz de atrás de ellas se escucho

-pensé que no llegarías tengo mucha hambre- regaño la castaña mientras tomaba de la bandeja una hamburguesa empezando a comerla de inmediato- ella es Ayame-presento, se trataba de una chica de cabello rojizo sujetado en dos moños con ojos verdes, vestía un pants gris con tenis de igual color

-no me contestaste- dijo la pelirroja mientras tomaba asiento junto a ellas

-Si... bueno, no tengo idea de cómo se llame - lo busco con la mirada, ahí estaba junto a otros dos sujetos, e igual que antes no dejaba de verla solo que esta vez le sonrió y le guiño el ojo de verdad era un hombre muy atractivo, la hizo sonrojar al instante mientras desviaba la mirada hacia otro lado

Ambas chicas observaron la reacción de la azabache, dirigieron su vista hacia donde antes había mirado, era Koga

-No te recomendaría que te involucraras con el- soltó con simpleza la peliroja mientras tomaba un sorbo de agua de la botella que hacía unos minutos había traído

-¿porqué?- preguntó, no era que le importara, no claro que no, a penas y lo conocía pero sintió una curiosidad enorme

-Su ex novia no a dejado de seguirlo, a mi hace un tiempo me atraía pero con una loca así detrás de él a cualquiera se le va el interés, de verdad a Kagome es una desquiciada-

-¿desquisicada?- preguntó kagome con un claro interes

-Si, los rumores dicen que terminaron porque ella lo engañó y la última vez que él salió con una chica nabiki los siguió y en cuanto pudo comenzó a trasquilar a la pobre chica dejándola completamente calva y desde ese entonces el a procurado no salir con nadie además ella todavía sigue de mosquito muerta con el siguiéndolo a todas partes, mírala ahí va- instantáneamente dirigió su mirada hacia dónde le señalaba la pelirroja

Se trataba de una joven de cabello corto castaño hasta la barbilla, vestía una blusa melón sin hombros con franjas blancas dejando ver su plano pecho, y un jean desgastado con converse blancos, era la chica que había hecho el comentario de hija de papi durante clase

-ya veo- dijo con un tono de ¿tristeza? No, ella no estaba interesada lo acababa de conocer y aún amaba a Inuyasha ¿verdad? Trató de converse a sí misma

-Bueno Kagome pero cuéntanos porque te cambiaste de colegio tan repentinamente- preguntó sango mientras bebía de su agua después de terminar sus alimentos

Kagome solo suspiro -bueno verán es que... mi novio me engañó y lo descubrí en el acto

La castaña casi se atraganta con el agua -¿¡que!? Debió ser muy intenso, ¿cuanto llevaban?

-3 años...-

La peliroja y la castaño se miraron

-No importa, no me dolió tanto- mintió

-No te preocupes, nosotras nos encargaremos de que lo olvides completamente- soltó Ayame

-Hoy como es Halloween abra una fiesta en la noche, deberías de acompañarnos, es de disfraces será divertido- secundó sango

Kagome solo asintió, sería divertido salir, después de todo con inuyasha nunca la pasaba bien, es verdad que iban a muchas fiestas juntos pero a él no le gustaba bailar, lo único que hacía era sentarse a ver cómo se emborrachaba para luego llevarlo a su casa, además sería una oportunidad para conocer más gente -Pero.. hay un problema yo no tengo disfraz-

-Hay kagome eso es lo de menos que te parece si vamos a tu casa a arreglarnos?- preguntó la castaña

-Si, será bueno tener a alguien en casa-

El timbre sonó marcando el fin del receso y todos se dirigieron a sus aulas, esta vez se había sentado junto Ayame y sango y aquel chico parecía no a ver entrado a las clases restantes, eso de alguna manera le hizo sentir alivio, por lo menos terminaría las clases sin menos incomodidades

-Kagome ya nos vamos, te vemos al rato- gritó la peliroja mientras se despedirán con la mano y subían al mini cooper plateado de esta

La azabache asintió -Vale a las 7 las veo- se despidió con la mano para dirigirse a su auto y dirigirse a comprar a un centro comercial algo de despensa, después se dirigió a su casa y comenzó a llenar los estantes de esta, sonrío, todo parecía estar en perfecto orden, el timbre sonó, las chicas habían llegado

-Kagomeee- saludaron ambas alegres al unísono, el departamento de su amiga era el último del edificio de 20 plantas, además de que se ubicaba en el centro

-Wooow Kagome, ¿de verdad vives aquí?- preguntó sorprendida la ojiverde mientras entraban

el departamento tenía una sala de estar con un sillón en v completamente blanco de piel, que resaltaba con el piso al ser este de madera obscura había una pequeña mesa de café de cristal con pequeñas suculentas en el medio, enfrente había una chimenea eléctrica, encima de esta había una gran pantalla, más al fondo había una pequeña cantina con dos bancos que únicamente contaba con 2 botellas de vodka y jugó en el mini refri que apenas había comprado, a la izquierda había una pared que separaba a la cocina, con encimeras blancas y una barra de desayuno, del otro lado había un gran comedor con 10 lugares completamente negro que daba vista al gran ventanal que había enfrente, al ser ya de noche, se podía vislumbrar cientos de luces, de locales y edificios,realmente la vista era preciosa, más al fondo había una puerta que era el baño y unas escaleras de caracol que daban paso al siguiente piso

-pensé que sería un departamento normal no una mansión-dijo asombrada la castaña mientras pestañeaba

- solo es un departamento chicas -dijo la azabache restándole importancia mientras caminaba hacia la pequeña cantina para ofrecerles un poco de vodka con jugo a lo que las otras aceptaron gustosas, ese era el único problema de kagome, su gusto por el alcohol, sus amigas de nanao compartían esa gusto, y esperaba que nuevas amigas también

-deberíamos de apurarnos-dijo Ayame ya más eufórica por efectos de la bebida

Todas asintieron y se dirigieron a la parte de arriba tumbándose las 3 en la enorme cama, de edredón azul turquesa

-de que planeas disfrazarte Ayame- preguntó sango mientras le daba un sorbo a su bebida

-bueno tengo este vestido morado y este sombrero de bruja creo que se verá bien- sonrió

-¿Y tu Sango?-preguntó la misma chica

-Yo si iré más atrevida-les mostró un diminuto traje negro que parecía de play boy junto con unas medias de red y unos tacones altos de aguja negros

-seguro eso le gustara al pervertido de miroku- bromeó Ayame

-pues claro por eso lo traje-soltó con suspicacia la castaña, su novia era un pervertido y parecía que esas mañas comenzaban a pegársele

-¿Miroku? ¿Quién es el?-preguntó Kagome mientras se servía otro trago

-El chico de Sango, va en la misma preparatoria que nosotros, solo que en otro salón-soltó la pelirroja

-Es perfecto- dijo la castaña mientras se sonrojaba, estaba muy enamorada

La pelirroja rodó los ojos con fastidio, diario escuchaba eso -¿y tu kagome? - preguntó Intentando cambiar el tema rápido o escucharían a una Sango hablar de Miroku por horas

La joven negó con la cabeza -les dije que no tenía nada-

-Debe de haber algo por aquí-dijo Ayame mientras abría la puerta de caoba negra que daba al armario -Dioos, jamás había visto tanta ropa junta, mencionó mientras veía el gran armario, era otra habitación bastante extensa

Kagome río con incomodidad -mi padre hace telas para grandes marcas y de vez en cuando envían regalos para mi-

-Cada vez nos sorprendes más-dijo la castaña mientras sonreía y miraba maravillada todo

-esto te irá perfecto- dijo Ayame mientras sacaba del perchero un pequeño vestido strapless negro y una pashmina roja

- ¡Si! Caperucita Roja y quién sabe, a lo mejor un lobo te devora- dijo sango guiñándole el ojo

Ayame decidió ponerse el vestido morado, tres dedos arriba de la rodilla, era pegado al cuerpo dejando lucir su estrecha cintura y lucir sus glúteos perfectamente trabajados, decidió ponerse unas medias negras, prestadas por la azabache con unos botines de 10 centímetros, planchó su cabello llegándole este hasta los hombros, delineó sus ojos de color negro, aplicó rímel y un labial nude con tonalidades rosáceas

Sango vistió el diminuto traje sobre las medias de red, con unos tacones negros de aguja, se puso unas orejas de conejo sobre su cabello el cual había ondulado, aplicó un poco de rímel y un labial de un rojo vibrante

Kagome por su parte usó el vestido negro le quedaba demasiado ajustado dejando lucir el nacimiento de sus senos al ser este sin tirantes, el vestido apenas si cubría lo necesario, la pashmina la amarró a modo de que efectivamente pareciera una capa, delineó sus ojos por la parte arriba aplicó rímel y usó un labial rosa pálido de calzado ocupó unas sandalias con tacón corto

Las 3 chicas bajaron del departamento subieron al corvette de la azabache, después de unos minutos donde las otras le indicaban que calles tomar llegaron a una zona residencial que parecía ser muy exclusiva por las grandes casas que habían

La casa era realmente enorme, dejaron el auto junto a otros, y caminaron por un caminito de piedras de río, agradeció no traer tacones altos, o eso sería el infierno, sintió lástima por sus acompañantes que parecían batallar con cada paso que daban, la música se escuchaba alta, había bastante gente pintaba que sería una buena noche

-¡Amor! un joven con una pequeña coleta y ojos azules se acercó a la castaña para besarla de manera pasional

-¡Miroku! Aquí no - regaño apenada la castaña mientras se separaba

-es que hoy te miras fenomenal- le ronroneo el ojo azul en el cuello

-vamos tórtolos este no es el momento- la pelirroja interrumpió, esos dos siempre derramaban miel

-Anda Ayame que Ginta está adentro y esta preguntando por ti- el castaño le guiñó el ojo haciendo sonrojar a la ojiverde, el joven desvío la mirada para observar a la mujer que estaba a lado de la chica

-¡oh si! ella es Kagome- dijo la castaña

-Es un placer conocerla- respondió el castaño mirándola sin descaro alguno de abajo arriba

-¡se puede saber que estás haciendo pervertido!- regaño la castaña mientras lo jalaba de la oreja

-¡Auchh! Nada amor- se acercó al oído a susurrarle algo mientras la castaña solo asentía divertida

"Deberíamos presentársela a koga" es toda su línea, la castaña solo sonrió, era verdad, a koga le gustaría y Kagome necesitaba sacarse a su ex novio de la cabeza, esta noche sin lugar a duda sería muy divertido