DISCLAIMER: Todo es propiedad del increíble Akira Toriyama.

El torneo del poder por fin había llegado a su esperado final. Después de increíbles peleas y de sorprendentes transformaciones, habían logrado sobrevivir. El universo 7 había sido el vencedor, siendo el Androide 17 el esperado campeón. Después de todo lo sufrido había valido la pena. Ahora todos estaban regresando a su casa, a la corporación cápsula y él no podía estar más feliz. Por supuesto que no se sentía bien no haber sido el ganador, pero entendió que lo único que realmente importaba era que sobrevivieran.

-¡Estamos aquí!- Gohan dijo con una sonrisa.

-Por un momento llegué a pensar que no lo lograríamos- Shin dijo en voz alta lo que pensaba.

-¿Está lista la comida?- Bills empezaba a impacientarse.

-Señor Bills, ¿no debería decirle unas palabras a todos?- el ángel dijo con una sonrisa burlona.

-Grrr- el dios de la destrucción miró con odio a su ángel.

-Es lo correcto- el viejo Roshi habló.

-¿Por qué debería? En primer lugar todo fue culpa de Goku- dijo apuntándolo y gritando. Él y su estúpida idea de divertirse. Es por eso que pedí volviéramos inmediatamente.

-Tranquilo Señor Bills, todo fue muy emocionante. Al final todo estuvo bien. Zeno sama no nos destruiría- Gokú habló despreocupadamente.

-¡Por supuesto que lo haría! ¡Estúpida cabeza de chorlito!- Vegeta empezaba a sacarse de quicio ante su amigo.

-Calmen todos. Es momento de relajarnos. ¿Por cierto dónde está Bulma?- Krilin preguntó al notar la ausencia de su ruidosa amiga.

-Probablemente esté dormida, o cuidando a Bura. Iré a buscarlas.

-Mientras tanto nosotros traeremos a Marron, ella se quedó con Trunks y Goten. Espero estén bien- un preocupado Krillin habló.

-Ellos están bien. Vamos- Androide 18 comenzó a volar.

Vegeta entró a su casa y vislumbró la imagen que más había estado deseando ver: su esposa acostada en su cama y su hija a un lado de ella. Se veían hermosas, él no quería perturbar su sueño, pero por supuesto nada le salió bien, justo cuando se disponía a entrar al cuarto tropezó con unos peluches y juguetes que su amada esposa había dejado tirados. Así que sin más cayó al piso llevándose con él un buró y haciendo por supuesto mucho escándalo. De inmediato los guerreros Z lo alcanzaron a tiempo para ver que sucedía, cuando Bulma abrió los ojos y en cuestión de segundos tomó a su hija en sus brazos y corrió hacia donde estaba llorando de alegría.

-Regresaste- Bulma alcanzó a balbucear, mientras lo abrazaba más fuerte. Vegeta pensó que su mujer era demasiado fuerte.

-Te lo dije mujer. Hemos ganado.

-Gracias Vegeta, por conseguirnos un nuevo día.

El príncipe miró a su esposa con ojos de amor. Dioses fue por esto, por lo que él luchó con tanto ahínco, por su familia.

-¿Ya me vas a dar el banquete que me prometiste?- El señor Bills estaba impaciente.

-Claro, pero antes todos a ducharse. Huelen terrible.

-Pero Bulmaaaa- Goku comenzó a protestar.

-Ni lo intentes Kakaroto, no va a cambiar de opinión- dijo el príncipe en su camino al baño.

Todos aceptaron a regañadientes, pero felices de haber cumplido con su promesa. Todo estaba bien… por ahora.

NO ME PUDE RESISTIR. PROBABLEMENTE DESPUÉS SUBA ALGUNO MÁS LARGO. GRACIAS A LOS QUE ME LEEN.