Kagome Pov

No quería dejar de correr, me dolían mucho las piernas, sin contar varios cortes que tenia en ellas. Las lágrimas caían de mis ojos una tras otra.

Mi uniforme escolar estaba algo rasgado y sucio, mis zapatos los había dejado atrás desde hace mucho tiempo, mientras corría de la cosa que era la causante de tanto dolor.

¿Por qué tenia que pasarme esto a mi? ¿Qué es lo que hice mal, que hice para que esto pasara?

Sin poder evitarlo, tropecé con una raíz sobresaliente por el suelo, y caí de cara al piso. Paré la caída con mis manos, pero en el tiempo que me di cuenta, ya era tarde.

-ya no puedes escapar...-giré mi cabeza encontrándome con el causante de tanto dolor-...Kagome.

Sus ojos, su cabello hermosamente plateado, su vestimenta rojiza. Él ya me había alcanzado, no tenia escapatoria esta vez.

Inuyasha...lo siento.

Flash Back

Caminaba por el bosque, mientras pequeñas lágrimas querían asomar por mis ojos, había vuelto a creer en el, y por milésima vez, me dejo por ella.

Esto comenzó cuando Inuyasha se fue a mitad de la noche, me había despertado por accidente y pude ver como se alejaba por entre los árboles, dando vuelta la cabeza de vez en cuando para asegurarce de que nadie lo estuviera siguiendo, pero nunca se dio cuenta de mi presencia. Me levante con algunas dificultades, ya que Shippo dormía tranquilamente abrazado a mi brazo, y me costo demaciado no despertarlo.

Mire hacia ambos lados, confirmando que ni Miroku ni Sango estuvieran despiertos, y cuando lo confirme, comencé a seguir el rastro por el cual Inuyasha se había ido. Después de una media hora, llegue a una parte del bosque algo desconocida para mi, bloqueando la mayor parte de la luz por los arboles que se cerraban formando como un techo, pero que aun permitía que algunos rayos se escabulleran por entre las ramas.

Vi lo que me dió el mayor indicio de donde podría estar Inuyasha, una serpiente caza almas. La seguí.

A medida que mas me acercaba, comenzaban a aparecer mas de esas extrañas criaturas con almas entre sus patas. Tenia la pequeña esperanza de que fuera algo diferente a lo que yo pensaba. Pero esa ilusión se esfumo en el momento que me encontré con lo que me rompió el corazón en millones de pedazos.

Inuyasha se encontraba tirado en el suelo, completamente desnudo, estaba sobre su túnica de rata de fuego, pero también estaba sobre la persona que me lo robó.

Kikio se encontraba semi desnuda, ya que tenia la túnica de sacerdotisa abierta, un poco caída. Los encontré a los dos en pleno acto sexual, pero ninguno de los dos se dio cuenta de mi presencia.

-¡I-Inuyasha! ahh... ahh, m-mas fuerte.

-si quieres mas, te daré mucho mas-en ese momento comenzó a entrar y salir dentro de la sacerdotisa cada vez mas rápido.

-¡Inuyasha! e-estoy p-por acabar. M-mas rápido.

Terminaron al mismo tiempo, pero antes de que ambos calleran dormidos, entablaron una pequeña conversación.

-te amo, Inuyasha.

-yo también Kikio.

-¿cuando le dirás a la sacerdotisa de nuestra relación?

-se lo diré apenas la vea, debe saber que te elegí a ti.

-debiste haberle dicho desde el comienzo, no tres meses después. No quiero que se haga ilusiones.

-no se las hará, además, solo es un recolector de fragmentos, cuando los tenga todos, deseare que te quedes conmigo hasta que muera. Luego ella volverá a su época y no la volveremos a ver. Tengo muchas cosas que hacer de ahora en adelande, sobre todo, cuidar de nuestro hijo- lo ultimo lo dijo besando su vientre que estaba algo abultado. Luego los tapó a ambos con la túnica, para luego caer dormidos.

Sin hacer ningún ruido me aleje a paso lento, con la mirada caída.

Al tiempo en que me aleje lo suficiente, mi caminar se convirtió en trote, y luego en una carrera. No me sentía triste, ni desepcionada; si no que me sentía engañada, traicionada. El me había dicho que me amaba a mi, que quería pasar el resto de su vida conmigo luego de recuperar los fragmentos de la perla de Shikón. Pero todo fue una mentira. Solo soy un recolector de fragmentos. Solo para eso sirvo.

Luego de correr por mas de lo que creo un kilómetro y medio, comencé a caminar, mientras que algunas pequeñas lágrimas asomaban por mis ojos.

Después de tanto caminar, llegue la la parte mas alejada y oculta del bosque, encontrándome con una laguna de agua cristalina, que río arriba llevaba a una cascada de mas de quince metros de altura. Cuando llegue a la cascada, me tire en el pasto que rodeaba a esta. Ahora ya podía llorar tranquila, sin ninguna interrupción.

¿Por qué me hacia esto? Si el no quisiera haber estado conmigo desde un principio me lo hubiera dicho, y no me habría echó tantas ilusiones con el. Resulta que seria padre ahora...

-Ya no puedo soportar esto-dije llevando mis rodillas a mi pecho para dejar caer esas amargas lágrimas que desde hace rato amenazaban con salir, pues ahora me podría permitir llorar todo lo que quisiera.

-¿se puede saber que es lo que ya no puedes soportar?-esa voz...era Jakotsu, uno de los siete guerreros. No tenia nada con qué defenderme esta vez, ni arco o flechas, no estaba Sango para protegerme con el Hiraikotsu, ni Miroku para absorberlo, o Shippo para llevarme lejos o Kirara. Esta vez estaba sola-te hice una pregunta, niña.

Escuche sus pasos acercarse hacia mi, pero, ¿que mas da lo que pasara conmigo?

Me dio la vuelta y pude ver su expresión, estaba enfadado. Seguramente por mi culpa.

-mira que tenemos aquí, la que me quitó a mi perrito bonito.

-si quieres te lo regalo, pero primero debes deshacerte del cadáver-las lágrimas aun caían de mía ojos, Jakotsu hablandó su semblante y se acerco a mi.

-¿Qué te pasó?-pasó sus dedos por mis mejillas y limpió las lágrimas que todavía seguían saliendo de mis ojos. Notó que no podía seguir hablando, así que dejo de preguntar. Pero en lugar de irse, se sentó a mi lado-yo puedo hacerte compañía si quieres, hasta que el perrito te encuentre.

-¡no! ¡no quiero que me encuentre!-me miró sorprendido, pero no dijo nada-prefiero morir a que me encuentre.

Las lágrimas volvieron a comenzar a salir de mis ojos, pero no intente retenerlas.

-lo peor que puedes hacer, es llorar por alguien que te a roto el corazón tantas veces. Cuéntame que sucedió-no se porque, pero me abrazó y me acunó entre sus brazos, sentí una inmensa paz cuando lo hizo, y el miedo que le tenia, se esfumó.

-fue...horrible-le conté lo que sucedió con Inuyasha, cuando lo vi en pleno acto sexual, y como me enteré de que me ha estado mintiendo desde hace tres meses, y que además, seria padre dentro de algún tiempo. Dejó de abrasarme y se paró, vi su expresión y era una de completo odio.

-voy a matar a ese hijo de perra-comenzo a caminar en dirección por la que me encontró. Quería detenerlo, ya que aunque me haya roto el corazón, no me gustaría que el niño o niña se quede sin padre.

-¡Jakotsu! ¡ espera!-paró en seco y se dió la vuelta, me miro y luego me dijo.

-¡¿como que espera?! ¡lo matare por haberte echo eso! ¡nadie tiene el derecho o el poder de hacerlo! ¡y menos a alguien como tu!

¿Cómo yo? No entiendo porqué decía eso si cada vez que nos encontrábamos, siempre se formaba una pelea. Me paré y fui hacia él, le hice frente y espere.

-no entiendo...-dije-¿por qué me defiendes?

-porque además de que odio ver a la gente llorar, ya he pasado por eso, y se lo horrible que es. Y de las pocas veces que te he visto, me di cuenta del gran corazón que tienes. Si no quieres que lo mate, ¿como puedo ayudarte?

-solo...alejame de el, si quieres hacerlo.

-... ven-me tomó de la mano y me subió a su espalda, esta posición me hacia acordar rotundamente a Inuyasha, pero era una sensación diferente. Esta vez, me sentía en paz. Comenzó a caminar sin rumbo alguno que yo supiera, pero al cabo de un rato, caí en un sueño que, sinceramente, necesitaba.

Bankotsu Pov

¿donde rayos se había metido Jakotsu? Se fue al anochecer y nunca mas volvió.

-¡Renkotsu!-grité. El levanto la cabeza del suelo, ya que estaba dormido.

-¿que quieres?

-¿a donde se fue Jakotsu?

-para eso me despiertas...-refuñó levantándose-y yo que se.

-maldita sea, ¿donde se metió ahora?

En ese momento, lo vi a lo lejos caminando hacia nosotros, pero traía algo en la espalda. Tal ves el desayuno, pensé. pero cuando lo vi mas de cerca, traía a una mujer, pero una en especial.

Apenas llegó al campamento, mire a la chica que se encontraba en su espalda. Era la mujer que acompañaba siempre a la bestia con orejas. Pero, ¿que hacia el con ella?

-valla, hasta que haces algo bien-dijo Renkotsu.

-¿?

-la secuestraste, ¿no?

-emm...jejeje...je-dijo algo incomodo-puede que, tal vez, la allá traído porque si-

-¡¿solo porque si?! ¡que tienes en la cabeza!

-...-me quede sin palabras, mientras ellos peleaban, al fin los interrumpi-Jakotsu, quiero hablar contigo, ahora.

-esta bien-dijo como si nada, pero aun sin dejar a la chica.

-ella se queda-dije.

-¡¿que?! ni loco la dejo con Mukotsu, es un maldito violador.

-tsk, has como quieras-caminamos un poco hasta que nos alejamos un poco de los demás, entonces la dejó recostada en un árbol y pudimos hablar tranquilamente.

-¿que sucede?

-¡¿como que que sucede?! ¡¿por qué la trajistre aquí?!

-¡ya para de gritar, la despertarás!-era una de las pocas veces que el me gritaba, así que debía de tener sus razones para hacerlos.

-ahh...que hace ella aquí.

-le paso algo muy horrible, la encontré, me explicó lo que pasó, y la traje.

-...solo por eso-dije, aunque no en forma de pregunta.-¿se puede saber que es tan grave como para que la trajeras aquí?

-¿recuerdas lo que me pasó cuando todavía estábamos vivos?

-¿?

-ya sabes...lo de Akira.

Entonces recordé al mal nacido ese. Ese hombre le rompió el corazón a mi hermano, yo no estoy enojado de que le gusten los hombre, aunque creo que debió de elegirlos mejor.

-si, ¿y que con eso?

-pues...a ella le paso lo mismo-esta bien, eso si me dejo impresionado-queria ayudarla, y eso hice.

-¿por que solo no mataste al que lo hizo, si es que tanto querías ayudarla?

-porque no solo esta por ser padre...

-¿padre?

-si, padre, Ahora ¿me dejas terminar?-asentí-sino que además, es el el perro ese, se notaba que ella estaba muy enamorada de el, además, le mintió durante los últimos tres meses diciendo que la amaba.

-...

-ella me detuvo para que no lo mate, no se por que, pero solo dijo que quería alejarse de el. Y eso hice.

-¡oye! ¡ Jakotsu!-se escucho el grito de Renkotsu desde el campamento-¡ayudame a hacer el intento de desayuno!

-¡ya voy!-me miro y me dijo-dejala aquí por ahora, cuando despierte tendrá hambre.

Se fue caminando con Renkotsu a buscar algo que sirviera para desayunar. Pero en cambio yo, me acerque a la chica; tenia rastro de las lágrimas que habían caído de su rostro. Pero apenas la toqué, un color carmesí apareció en sus mejillas, seguido de algunas lágrimas.

¿que le estaba pasando? Sin saber que hacer, la cargue en mi espalda y la lleve a un río que estaba cerca. Apenas llegamos, la baje y mojé un poco su rostro para borrar el rastro de las lágrimas. Me pregunte por que lo hacia, y la respuesta llego sola a mi mente. A uno de mis hermanos ya le había pasado algo parecido, así que sabia lo que debería de afrontar la chica para volver a ser como era, si es que puede volver a ser lo que era.

En ese momento, comenzó a abrir los ojos, y pude ver un hermoso color marrón, algo cristalinos por culpa de las lágrimas que le había limpiado. Y, sin poder resistirme, quede cautivado por esos ojos.

Parecía que no se adaptaba a la luz todavía, por lo cual rápidamente me aleje de ella y me subí a un árbol un poco alejado.

La vi despertarse y mirar a todos lados, como buscando algo. Su mirada se transformo a una de tristeza, para luego decir.

-parece que no fue un sueño-miro hacia abajo y luego comenzó a llorar de nuevo-¿por que me tubo que pasar esto a mi?

La miraba mientras intentaba limpiarse las lágrimas, se acerco al río y miró su reflejo. Fue ese el mejor momento para mi, para aparecer detrás de ella y hablarle.

-que raro que Jakotsu te haya traído aquí, ¿no?

-B-Bankotsu-dijo dándose la vuelta asustada-d-donde esta el-

-cálmate, no te aré nada, ya se lo que pasó-me miro y luego se dio la vuelta, como si yo no estuviera allí.

-¿te lo dijo él, no?

-si...dijo que fue la bestia esa. No te preocupes, el te ayudara a superarlo, ya paso por algo parecido- me miro algo mas interesada-a no, preguntas a el no a mi.

-dele las gracias por todo, pero debo volver a mi casa.

-¿a tu casa? creí que vivías aquí.

-en realidad, soy de otra época, paso por un pozo mágico.

-¿ok?

-hmm, si no me tuviera acercado a ese pozo, nunca lo hubiera conocido-hablaba con ella misma, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia delante. Pero en un momento dijo.

-eto...¿m-me puedes decir en donde estoy?

-prs...¡jajajajjajajaja! ¿como quieres irte si ni sabes donde estas? jajajajajajaja.

-¡n-no me da risa!

-pero a mi si.

-ya callate.

-¿y que si no lo hago?

-rrr...¡aba...-en ese momento paró de hablar, para mirar hacia abajo y luego caer arrodillada. Llevó sus manos a su cara, y volvió a comenzar a llorar.

-oye...

-¡vete!

-no me iré.

-no tienes nada que hacer aquí, ve con tu grupo y dejenme sola.

-¡no lo aré!

-¡que mas quieres! ¡Inuyasha esta vez no vendrá a buscarme! ¡asi que a mi no me necesitan para nada! ¡ya no sirvo ni de sebo!

-¡no me importa la bestia esa!

-¡¿entonces que quieres de mi?!

-¡quiero que me escuches!- en ese momento guardo silencio y me miro esperando respuesta-ahh...a Jakotsu le pasó algo muy parecido a lo que te pasó a ti, ese fue el momento en el que nos hicimos amigos, así que se como tratar un caso como este. Y el al haber pasado por eso te puede ayudar a superarlo. Así que...

-¿asi que...?

-si quieres puedes quedarte un tiempo con nosotros y de paso te ayudaremos a entrenar un poco, y cuando quieras irte, no dependeras de nadie mas que de ti misma-esto lo dije sin mirarla a los ojos, ya que sentía algo caliente en mi cara, por lo cual supuse que estaba sonrojado.

-...si.

-¿eh...?

-si, me quedare aquí. Gracias, Bankotsu-se acerco a mi y entonces, me abrazo. En ese momento sentí que algo estaba creciendo dentro de mi, algo cálido.

¿qué sera esa sensación?

-ooo-

Wiiiii

Espero que les haya gustado el primer capitulo, me llevo mucha imaginación que, ni yo se de donde saque.

Actualizare todos los viernes, ¿no es una linda manera de empezar el fin de semana?

Si les gustó, compartan la historia y recomienden. Espero sus comentarios.

Bye bye~~