Summary: HitsugayaMatsumoto:: Rangiku se ha cansado de esperar y amar al hombre que ella sabe nunca podría ser suyo, es por ello que decide olvidarlo, sin embargo, las cosas no son tan sencillas como ella hubiera querido.

Cambio de vida

Prologo

(Rangiku POV)

Un día más aquí en el Gotei 13, esperando a que el hombre de cabellos plata atraviese esa puerta y al fin nos digne con su presencia, no puedo creer que se haya entretenido más de lo normal, es demasiado puntual para llegar… 2 horas y media tarde.

Varias mariposas negras atraviesan la ventana con rapidez y sonrío. ¡Al fin! Espero que la investigación haya rendido frutos.

Una de ellas se posa en un dedo extendido y mi sonrisa se va desvaneciendo conforme me va contando los hechos.

Hitsugaya nuevamente esta con Hinamori.

Hago un pequeño berrinche imaginándome como estrangulo a esa pequeña niñita y debo aceptarlo…

¡Que bien se siente!

Pero casi inmediatamente de la satisfacción viene mi depresión.

Creo que debo dejar de amarte como lo hago porque definitivamente no me hace ningún bien.

No quiero volverme de las locas que andan persiguiendo a las personas que aman, que les ponen trabas para evitar que dos personas que se quieren estén juntas, como es tu caso y el de Hinamori, de hecho, debo admitir un poco enfadada conmigo misma que a esa chiquilla de verdad la aprecio, pero a ti te amo.

Últimamente no te miro a los ojos ya que podría recaer en aquellos mares azules y me reprochas por no verte a la cara cuando me hablas porque según tú no presto atención a tus palabras.

Pero ¿que quieres que te diga cuando me miras a los ojos?

No puedo decir un te amo, ¡porque incluso ahora que lo pienso me siento completamente equivocada!

Apenas puedo poner atención cuando tú me hablas con tu voz profunda, a veces con un toque de felicidad.

Quisiera volver a los días de antes cuando no tenía estos sentimientos por ti.

¿Cuándo terminaron aquellos días en que yo jugaba a seducirte?

¿Cuándo terminaron aquellos días cuando tú te enojabas conmigo por esos detalles?

Ahora ni siquiera puedo intentarlo. Porque se que intentarlo es mi muerte y mi perdición, se que no podría resistir caer en mi propio juego y sin embargo, sigo ahí, esperando que algún día pueda manejar estos sentimientos, intentando que no duela tanto ver como corres en ayuda de Hinamori mientras me quedo aquí.

Sola.

¿Pero que puedo esperar?

¡Todo el Gotei 13 se ha dado cuenta menos tu!

Creo que eres tu el que no quiere darse cuenta de lo que yo siento por ti, incluso eres tu el que prefiere quedarse en la comodidad de la ignorancia, haciendo como el que no ve nada.

- Matsumoto

Tu me llamas y volteo a verte tranquilamente, incluso cansada… me estoy cansando del siempre insípido "Matsumoto… Matsumoto… Matsumoto…" con el que siempre tratas de captar mi atención.

Ni siquiera noté cuando entraste o cuanto tiempo llegas aquí, incluso no se cuanto es el tiempo que llevo pensando en mi propia desdicha.

Espero que prosigas, para contarme las novedades que has encontrado, si es que lo hiciste, pero no lo haces. Supongo que es porque no hay ninguna ya que estabas con ella y no te interesa para nada contarme tu vida amorosa y siendo sincera no me interesa escucharlo y herirme a mi misma. Solo volteas a verme con un gesto preocupado… como si de verdad lo sintieras, pero no te preocupes no quiero tu lástima.

- ¿Sucede algo Taichou? – preguntó para poder distraerte de lo que sea que estés pensando, tratando de que recuperes tu forma de pensar común.

Pero ajeno a mis intentos, tus solamente niegas lentamente con la cabeza como si algo estuviera mal, sin que lo planearas, ese sinceramente tampoco eres tú.

¿Qué nos ha estado pasando en estos años?

Parecemos extraños, a pesar de que quiero completamente lo contrario.

Me levanto lentamente tratando de huir como siempre lo hago ya que no puedo más… No puedo verte nuevamente con una sonrisa tratando de que tu hagas lo mismo siendo que soy infeliz.

¿Quién lo diría? Era yo la que hacía unos minutos te estaba esperando ansiosamente y ahora soy yo otra vez la que huye de ti como si mi vida dependiera de ello, y, para ser sincera eso es realmente lo que pasa.

Mi vida. Mi alma depende de que no me mires como lo haces porque siempre se rompe un poco mi corazón.

- ¿A dónde vas Matsumoto?

Nuevamente la voz de Toushirou llega a mis oídos, dulce, cálida como siempre, pero esta vez la variación es su preocupación.

¿Qué le podría estar preocupando?

¿Estaría pensando en desecharme para incluir a Hinamori como su teniente?

¿Está pensando en una manera suave de decirme la noticia?

El pensamiento me acuchilló de una manera que nunca creí me pudiera lastimar algo.

- Voy a dar los informes que me pidió que le diera al capitán del Sexto escuadrón

El sonrió incrédulamente y sentí unas ganas inmensas de poder de una buena vez alcanzar mi Bankai para poder quitarle esa sonrisa del rostro.

- Matsumoto… eso te lo pedí hace cinco días – dijo – ya fui a entregarlos personalmente, además no tienes ningún papel en las manos.

Maldije en silencio.

¿Habían pasado ya tantos días desde que me pidió el favor?

Siempre me gritaba para que lo hiciera o mínimo se enojaba conmigo… frunciendo esa frente que a mí tanto me gusta, pero ahora no hizo ni el más minimo gesto para que me pusiera inmediatamente a trabajar.

- Ahh… - fue lo único que dije tratando de no sonar demasiado afectada, esperando que otra palabra viniera a mi mente para decirla, pero nada.

Hitsugaya empezó a reír al notarlo y yo salí dando un portazo.

¿Cree que se puede burlar de mí?

¡Eso ya lo veremos! Nadie se burla de Matsumoto Rangiku y sale ileso.

Me pasé por el Gotei 13 tratando de que mi mente y cuerpo tuviera un respiro pero cuando iba en camino nuevamente hacia nuestro circuito lo vi nuevamente a Hitsugaya y a Hinamori.

Realmente no pude evitar sentir rabia para luego apreciar un sentimiento nuevo en mí. ¿Resignación? ¿Aceptación? No lo sabía… pero sabía que si lo amaba tanto como lo juraba a mi misma, debía dejarlo ir.

Me di la vuelta y agradecí que no me hubieran visto. Caminé de manera muy lenta hacia la oficina del primer escuadrón, quería dejar de sufrir, quería librarme de mi dolor que parecía nunca terminar, aunque mi mente me gritaba que parara de mi andar, que no tenía nada que hacer con Genryusai, que de algún modo él me quería e incluso podría llegar a amarme tanto como yo lo amaba a él.

Pero aún así, mis piernas no escucharon los gritos de mi corazón y siguieron avanzando y antes de darme cuenta estaba en frente de las puertas que cambiarían mi destino.

Para mi sorpresa sentí unas gotas de agua resbalar de manera suave e incesante por mis mejillas. Lágrimas. Las últimas que en ese momento me prometí que derramaría por él.

Limpie rápidamente cada rastro de ellas y toqué con decisión la puerta.

- Matsumoto Rangiku, teniente del décimo escuadrón, pido permiso para entrar.

Hubo unos segundos de silencio y en ellos, la chica sabía que no había vuelta atrás.

- Adelante.

La voz del siempre serio Choujiro Sasakibe y teniente del respetado capitán Yamamoto se escuchó tras la puerta.

Mis manos se dirigieron lentamente al picaporte y abrieron las puertas. Sonreí lo más radiantemente que pude, tratando de esconder toda mi tristeza y la verdadera razón de la tonta y egoísta súplica que iba a pedir.

Ambos me miraron con curiosidad y yo hice una breve inclinación para darles mis respetos.

- Matsumoto Rangiku, es raro verte a ti por aquí – susurró el capitán del primer escuadrón – es siempre el capitán Hitsugaya el que viene, ¿pasa algo urgente?

Negué con la cabeza.

- Es solo que… - las palabras siguientes no quisieron salir de mi boca, pero al final las obligué – es solo que quiero pedir mi traslado para otro escuadrón.

Tanto Choujiro como Genryusai se miraron algo confundidos.

- ¿Razón?

- Ninguna en especial. Solo quiero cambiar un poco de ambiente, es decir, como shinigami creo que es primordial trabajar en distintos aspectos y lugares para poder servir mejor a la Sociedad de las almas.

Les miré fijamente después de hablar, tratando de evaluar sus expresiones, intentando saber si se conformarían y aceptarían mi historia o no.

- No parece ser tan mala idea. – dijo al final el vice capitán.

No pude evitar sonreír.

- ¿A que escuadrón desearías ser enviada?

La sonrisa de mi rostro desapareció. Nunca pensé en ello.

- Pues… a decir verdad, a cualquiera estaría bien…

- Entonces, se te hará un periodo de prueba que constará de un mes. ¿Estás de acuerdo? Si aún estas decidida a que es lo más correcto y deseas seguir con tu petición no te detendré.

Asentí decidida y nuevamente hice una inclinación de agradecimiento.

Sabía de antemano que esa era la mejor respuesta que por el momento podía recibir por parte del viejo.

- Entonces serás trasladada al tercer escuadrón.

Al escuchar esas palabras levanté rápidamente la mirada hacia las personas que se encontraban frente a mí, pero al parecer nadie notó mi sorpresa ya que prosiguió hablando normalmente.

- Eso quiere decir que serás la subordinada de Ichimaru Gin, no se cambiará tu posición de teniente, por supuesto.

¡Por supuesto que lo sabía! Ichimaru Gin era la persona que me había ayudado cuando era pequeña, pero si no me equivocaba, su teniente era…

- ¿Qué pasará con Hinamori Momo?

- Ella será trasladada a tu puesto anterior con Hitsugaya Toushirou.

No podía creerlo. ¿Qué demonios estaba haciendo?

- ¿Pasa algo? – preguntó el capitán Yamamoto notando mi repentino estado de shock.

- No es nada – susurré. – agradezco mucho su ayuda, si no es molestia quisiera retirarme ahora para mi realizar los trámites necesarios para el cambio, quisiera empezar mañana mismo si fuera posible.

Llegué a la oficina y me sentí un poco tranquila al ver que no había nadie ahí, así que me apresuré a realizar el pacto de mi muerte o si mi plan resultaba, de mi salvación.

Terminé en un tiempo récord tratándose de mí y sin embargo, no me sentía satisfecha. Ya estaba todo listo para dejarlo ser feliz pero entonces… ¿Por qué me sentía así? ¿Por qué no quería que nunca apareciera? Pero sobre todo… ¿Por qué aún tenía la ilusión de que el me amara?

Esta vez, no tardó en aparecer el chico al que estaba esperando. Parecía estar en un apuro cuando entró pero decidí que si no era ese momento, nunca tendría el valor para hacerlo.

- Taichou…

El paró de su andar y volteó a verme con una sonrisa.

- Lo siento, no pensé que aún estuvieras aquí… ¿te sientes mejor?

Fruncí el ceño. En realidad no. Y mucho menos cuando me dijo esas palabras. ¿Por qué seguía siendo así conmigo? ¿Por qué no podía ser frío una vez en su vida y hacerme las cosas más fáciles? ¿Qué no sabía que si no me marchaba ahora nunca sería capaz de dejarlo ir?

Le tendí la hoja como si nada pasara y el me miró extrañado hasta que vio el encabezado de la página y empezó a leer el escrito.

Su rostro se veía apacible, sin embargo, no pude evitar notar que sus manos empezaban a apretar el papel más de lo debido.

- ¿Qué… es esto? – preguntó incrédulo mirándome a los ojos.

- Capitán, sé que sabe perfectamente lo que es… - él aún me veía como si no pudiera creer lo que escuchaba por lo que aclaré con toda la fuerza de voluntad que me quedaba - Pedí mi cambio y lo aceptaron.

- ¿Qué es lo que pretendes Rangiku? – preguntó Hitsugaya molesto, nunca lo había visto así, pero eso no fue lo único que me sorprendió, esa vez, fue la primera que me llamó por mi nombre.

- No pretendo nada, solo liberarte de la carga taichou… y también la mía.

Sus ojos se desviaron de mi cara, tomó una pluma que estaba en su escritorio y firmó sin chistar ni dudar en ningún momento.

Fue ahí cuando no pude evitar sentir un hueco profundo en mi corazón.

Por un pequeño e iluso momento, cuando me preguntó que es lo que pretendía tuve la esperanza de que me detuviera, pero al parecer había estado esperando este hecho por mucho tiempo, la rapidez con que firmó el papel lo comprobó todo.

Tenía ganas de llorar nuevamente, pero esta vez pude detenerme a tiempo, incluso pude evitar que no se asomara ningún amago de lágrimas de mis ojos. A pesar de todo lo que sentía sonreí para él y con el último aliento que tenía le dije en voz baja.

- No se preocupe Taichou… tendrá mejor compañía que la mía, ya lo verá – suspiré esperando de todo corazón que eso no fuera verdad.

Incluso esperé a que me dijera unas últimas palabras, algo… lo que fuera pero no dijo nada. Incluso evitó verme a los ojos y observó directamente al escritorio mirando la hoja que tenía bajo sus manos.

Ni siquiera volteó a verme cuando él arrastró el papel por el escritorio, el cual tomé después de dudar un poco.

Sabiendo que no me observaba, miré la oficina del décimo escuadrón con sumo cuidado, tratando de grabar hasta el mas mínimo detalle que pudiera haber en él, pero sobre todo miré a mi capitán que se encontraba en frente mío… no, debo decir mi ex capitán: Hitsugaya Toushirou.

Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Notas de la autora: Hola! Primero que nada y antes de que me linchen… ¡Se que Momo Hinamori es teniente de Aizen! Solo que en este fic no es así, además de que aún no ha habido traiciones de nadie ¿ok?. A decir verdad es el segundo fic de bleach que hago pero… el otro esta en otra cuenta y es de una pareja diferente, ¿razón del cambio? A veces siento mucha presión por la gente que sigue mis historias y quise intentar algo diferente sin miedo a ser linchada, aunque presiento que por mi manera de escribir unos si podrían darse cuenta de quien soy yo jajajaja.

En fin, espero les guste la historia, a mi me gusta el drama hasta en sopa así que esta historia es muy estilo: "Me cortaré las venas". Dejen sus comentarios y quejas para mejorar, vale? Todo tipo de cosa se acepta aquí, recuerden que entre mas reviews/comentarios obtenga más rápido actualizo el fic, además de que siempre mis prólogos son pequeños y los demás capítulos son mas largos. Gracias y byebye!