¿Música

¿Música?

Si, eso es lo que escucho. Es suave y dulce. Tierna, cariñosa. No la puedo distinguir bien, pero deseo saber su procedencia.

Me abro paso entre la oscuridad que ha absorbido hasta el más pequeño recoveco y me guío por el oído.

Cada vez la escucho con más claridad. Parece música de un piano, de un piano que acariciado por su pianista, me llamaba suavemente.

Sigo buscando, casi con desesperación. Necesito saber la procedencia de la música.

El sonido se vuelve cada vez más claro, más fuerte, señal de que estoy cerca.

Enfocó los ojos y busco, penetro, en la oscuridad y… lo veo…

Veo al ser más hermoso de este mundo, un ángel iluminado por la claridad de la luna. Sentado en un banco, frente a un piano.

-Acércate, Bella.

Su voz es un susurro melodioso que llega a mis oídos y los acaricia con delicadeza. ¿Podría existir voz más melodiosa? ¿Podría existir ángel más bello?

Me adelanté unos pasos. Pocos. No me gustaría que la ilusión desapareciera. Él alzó los ojos y me mira con aquella sonrisa torcida, que tanto me gustaba. No se había ido. Seguía ahí, esperándome. Volví a poner en funcionamiento mis pies y seguí hacía delante.

Cuando llegué hasta él, me cogió de la cintura y mi guió hasta su regazo.

-¿En qué piensas-susurró mientras sus dedos volvían a acariciar las teclas del piano.

-En la maravillosa melodía que has creado-sonrió-, otra gran obra-entreabrió sus labios para dejar que el sonido de las palabras llenen el espacio vacío, pero me adelanté con rapidez humana-. Pero se que, esto, es un sueño, un maravilloso sueño.

ME acurruqué en su regazo y noté su pecho temblar a causa de la risa y como acariciaba con una de sus manos, una de mis mejillas.

Sentí que su cuerpo desaparecía lentamente y una brillante luz me cegó, obligándome a tapar mis ojos, con las manos.

-Bella-la voz de Alice me obligó a volver abrir los ojos-, ¿que te parece esto?

Miré a mi alrededor. ¿Y Edward? Aquel tranquilo lugar, en el que estábamos, había sido sustituido por una de las famosas tiendas de Alice. Los vestidos con su etiqueta de "mírame, pero no me toques si no tienes suficiente dinero como para comprarme" estaban por todos lados, mientras que un agradable dependiente nos miraba con coquetería mal disimulada.

-Bella-Alice parecía ofendida por no haber prestado atención a sus palabras.

-Si… dime…-tartamudeé patéticamente-.

-¿Que te parece este vestido?

Miré el vestido que señalaba y me quedé boquiabierta.

Era un vestido corto, un poco más corto de las rodillas. Negro, con unos pequeños volantes al final y sin mangas, ni tirantes. Era realmente sencillo, pero seguramente el más hermoso de los que se encontraban entre las paredes de la tienda.

-Es hermoso-fue lo único que pude decir.

-A que si. Nos lo llevamos-dijo refiriéndose al dependiente.

-Vamos, Bella, hay mucho que comprar.

Estaba a punto de protestar cuando me encontré con más de siete bolsas en cada mano y la imagen de millones de bolsas cayendo y enterrándome.

Cerré los ojos y luché desesperadamente. Solté mis bolsas y comencé a patalear y dar puñetazos.

-Auch.

Ese sonido me sorprendió. Sonaba a una voz humana. Escuché pequeñas risas y decidí abrirlos. LA imagen que vi, me sorprendió bastante: un señor, ya con sus años a punto de desplomarse por… el puñetazo que sin querer le había dado. Vestía como un cura y si en este momento pudiera pedir un deseo, hubiera sido "tierra trágame".

Entonces caí en la cuenta, si había un cura, yo… yo estaría vestida de novia y una iglesia realmente llena donde la gente parecía no parar de cuchichear.

Me eché un vistazo y así fue. Yo con un gran y largo vestido de novia. Con un magnifico y deslumbrante Edward a mi lado sonriendo con mi sonrisa preferida.

Entre el gentío vi a Jessica y a Laurent que me enviaban miradas de furia y celos, camufladas en unas agradables y alegres, aunque de vez en cuando hablaban entre ellas y sus caras eran el reflejo de la maldad.

Tambien vi a Mike, a Tyler y a… Eric. Sus presencias me cogieron por sorpresa, aunque no podían ocultar su risa.

Tambien vi a Ángela y a Ben, quienes me sonreían con ánimos y alegría. Ellos parecían sinceros. Luego estaban mis padres y mis…suegros "¡rayos, como sonaba esa palabra!". Todos felices.

El cura carraspeó y no entendí el porque.

Al ver la cara de emoción contenida de todo el mundo, supuse que sería el momento de dar mi "si, quiero". Cogí aire y con una sonrisa:

-Para siempre.

Muchos sonrieron, pues me giré a ver sus caras. Si, todos estábamos felices.

-Para siempre y por siempre.

Las palabras de Edward me tomaron por sorpresa, no había puesto demasiada atención a lo que decía el cura.

-Pues entonces, puede besar a la novia.

Eso si lo escuché y con claridad y ese cura no sabía hasta que punto estaba de acuerdo con él.

Edward me cogió por la cintura y me acercó a él, mientras yo rodeaba con mis brazos su cuello.

-Ahora eres la señora Cullen.

-Mmm-ronronee de forma seductora, aunque seguramente solo hice el ridículo-, que bien suena.

Los dos reímos antes de esa idea y justo cuando nuestros labios estaban a punto de juntarse, una voz me llamó…

-Bella…

Haciendo que me alejara del sueño…

-Bella…

Haciendo que me alejara del beso…

-Bella…

Haciendo que volviera a la realidad y despertara de aquel extraño, pero maravilloso, sue…ño.

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Aquí vengo con otro fic. Disculpen, pero no me pude resistir a la idea que fue recorriendo mi cabeza lentamente.

Como muchs ya habran supuesto, esto es como mi breaking Dawn y espero que les guste, asi que porfavor dejen sus reviews.

Besos,

Vampire Dark