Hola! Esta historia fue borrada de hace unos meses. Lastimosamente, ya no cuento con la historia completa y en el momento en que la historia se borró me quedé bajoneada. Pero hoy, al enterarme que otra persona la publicó en Potterfics sin mi autorización tengo que decir que me hizo sentir tan mal y enojada que, como usualmente acontece cuando estoy enojada, me pasé horas removiendo cielo y tierra hasta finalmente encontrar en la computadora de mi hermana una versión, aunque incompleta, de la historia.
Así que estaré posteando de nuevo aquí, tratando de editar algunas cosas y que sea incluso mejor que la versión anterior. Saludos!
PRELUDIO.
"Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante."
- Canción del Sombrero Seleccionador, 1991 -
Todo en la vida es una cuestión de elección. Y Harry, años atrás, tomó la suya.
La primera en una larga serie de elecciones e infinitas posibilidades.
"Podrías ser grande, lo sabes, lo tienes todo en tu cabeza, y Slytherin podría ayudarte en tu camino a la grandeza."
Por supuesto, podía haber dicho que no, y tal vez entonces todo hubiera sido diferente; pero tal vez no. Había cosas que no podían ser cambiadas, como el hecho de que él estuviera caminando hacia su muerte en ese mismo momento. Harry no veía el modo en que aquello ocurriera de otra forma.
Al final, sólo había acabado haciendo daño a sus amigos, las personas por quienes esos últimos seis años habían sido memorables - y felices, a pesar de las desafortunadas circunstancias que siempre lo habían perseguido - y sólo quedaba la esperanza de que, si Ginny, Draco y Hermione sobrevivían, pudieran ser felices.
"Lo tienes todo en tu cabeza... la grandeza..."
¿Era eso la grandeza?
Amigos y compañeros muertos, el castillo destruido, y un destino que no podía evitar, porque era la única esperanza para devolverles algo, aunque fuera mínimo, aunque fuera doloroso, a las personas que eran importantes para él.
Harry había sido alternadamente, en la imaginación colectiva de los alumnos de Hogwarts y de toda la comunidad mágica, héroe o villano. Muchos se inclinaban a creen en lo último, después de todo, era un Slytherin, y todos los magos tenebrosos salían de allí. Ahora Harry sabía la verdad, posiblemente la verdadera razón por la cual estaba en Slytherin y no en Gryffindor o cualquier otra casa a la que hubiera podido pertenecer. Pero no importaba. No hacía ninguna diferencia.
O tal vez si.
