Disclaimer: Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.
Una tarea complicada
Capítulo I
La Orange Star High School galardonada como la mejor escuela de la capital, por albergar a los mejores estudiantes del mundo; los más inteligentes, los más aptos. Con gente capaz de afrontar cualquier adversidad como el ahora investigador Son Gohan. Sí que tenía un gran prestigio.
Definitivamente la hija de la más grande empresaria, dueña de la Capsule Corp, no podía quedarse atrás; y por supuesto, ella también se encontraba en esta prestigiosa escuela. Al haber heredado la suspicacia e inteligencia de su madre hicieron que se adelantara un par de años, causando la envidia de muchos. A pesar de eso se acoplaba muy bien en el lugar que fuese, Bra era una muchacha muy sociable.
Siempre causando envidia en los demás, y a ella le gustaba eso. Vestía muy bien, era inteligente y bastante bella al igual que su madre a su edad. La pasaba bien en la escuela, le fascinaba ser admirada por los demás.
Ahora bien, las vacaciones estaban cerca. Último día de clases y podría tener el tiempo suficiente para ir a la playa, al campo, podría hacer lo que se le diese la gana.
Cinco minutos más y sería libre.
Pero el maestro tuvo que arruinar todo.
Una tarea ¿Tarea? ¡Sí, tarea!
El malestar se hizo notar inmediatamente en el rostro de los muchachos que no contaban con eso, una tarea arruinaría todo lo planeado hasta el momento.
Adiós fiesta, adiós playa.
Ni siquiera le dieron la oportunidad al profesor de explicar de qué se trataba y las quejas ya se habían hecho llegar.
—Será sencillo —advirtió.
Sí, claro.
Explicó que lo que tenían que hacer era traer un resumen de la vida de algún familiar que haya influido mucho en ellos. Y una cosa más.
Ese "trabajito" les valía más de la mitad de la nota para el final del semestre. Ese dato dejó helados a quienes lo escuchaban, y tuvieron que decirle adiós a sus planes de salida de vacaciones, pero no sonaba del todo complicado como en realidad creían.
El timbre sonó y el maestro se fue con un rostro divertido. El sí disfrutaría sus vacaciones.
Todos se retiraron menos Bra y algunos de sus compañeros, quienes continuaban con cara de fastidio.
—¡¿Qué le pasa?! ¡Cómo se le ocurre hacernos eso! —dijo una muchacha de cabello color violeta mientras se ponía de pie.
—No es tan difícil, yo haré de mi hermano. Él trabaja en ZTV y conoce a todos los famosos, incluso al mismísimo Mister Satán—alardeó.
Bra soltó una risita mientras los demás lo escuchaban sorprendidos.
—Yo haré de mi papá —habló un muchacho de lentes gruesos y cabello castaño —. Su trabajo es fabricar juguetes para quienes lo necesitan y yo lo admiro por eso.
—¿Tú papá es Santa Claus? —se burló, Bra.
El muchacho la miró desafiante, luego de que los demás se rieran de su comentario.
—Muy chistoso, Bra —dijo —. Claro, seguro harás de tu mamá, la mujer perfecta que todo lo puede ¿verdad?.
A Bra le molestó eso. Siempre era lo mismo, tú mamá perfecta. Que tu mamá salió en la televisión, en el periódico. La perfección de Bulma la perseguía a todos lados.
—Pero Bra, eso es muy común. Si quisiéramos saber la vida de tu madre solo tendríamos que prender la televisión en el sector de espectáculos y nos enteraríamos de todo —comentó nuevamente la muchacha del cabello violeta.
Los mismos que se rieron de su broma momentos antes ahora de reían de ella. Que superficiales eran los alumnos de esa escuela.
—Muchachos, muchachos… —la hija de la científica se puso de pie —. Yo no he dicho en ningún momento que haría de mi mamá, obviamente haré de MI PAPÁ.
Confusión en el rostro de sus compañeros.
—¿Tu papá? ¿Tenías papá?
Eso dolió.
Casi nadie conocía sobre su padre, muy pocos lo habían visto y no estaban seguros de su identidad. Pero Bra sabía lo que valía su padre.
Sin más que decir tomó su mochila y se retiró jurando realizar el mejor trabajo del aula. Su padre tenía muchas cosas interesantes para contar.
Llegó a casa enfadada. Ingresó y tiró la puerta indicando que había hecho su llegada. Bulma, al oír el ruido, fue para su encuentro.
Se sorprendió de verla tan enfadada, y ella sin siquiera saludar subió directo a su habitación a comenzar con su tarea. Ni siquiera le importaron los gritos de su madre diciéndole que bajara para comer. Estaba totalmente decidida a realizar el mejor trabajo.
Bulma insistió tocando la puerta.
—No tengo hambre.
—Pues tienes que comer, te traeré tu comida —advirtió.
En realidad, sí tenía hambre.
En su habitación, tomó una hoja de papel y sus bolígrafos de colores. Se sentó en el escritorio y se dispuso a comenzar lo que sería el mejor trabajo de la historia.
Acto seguido comenzó a escribir. Obviamente con cuidado de no dar muchos datos, pues ella sabía muy bien que no podía escribir cosas como que él era de otro planeta o que podía volverse rubio cuando quisiera.
"Mi papa se llama Vegeta. No es muy alto de estatura, es muy fuerte y muy orgulloso"
Y ahí se quedó.
Cinco minutos
Diez minutos
Quince minutos…
Nada.
Su madre entró con la comida que había indicado y Bra se quedó pensando en que quizá no conocía del todo a su padre, y eso que era con él con quien mejor se llevaba.
"¡Rayos! Es más complicado de lo que creí"
Bulma notó que algo le sucedía a su pequeña, ella siempre estaba de buen humor. No entendía por qué podría estar así.
Bra comió inmediatamente, algo que había heredado de la raza saiyan era el increíble apetito que tenían. Al terminar, Bulma se atrevió a preguntarle que era lo que le estaba sucediendo, quería saber cuál era la causa de su mal humor.
—¿Una tarea?
La muchacha le explicó con todo y detalles lo que le había sucedido hoy en la escuela. Con su madre había bastante confianza porque era la única mujer con quien podría hablar de sus cosas personales. También con Pan, pero a veces se encontraba muy ocupada con sus entrenamientos.
—¿Solo eso? Pero puedes encontrar mi biografía hasta en Wikipedia.
—¡Pero no pienso hacer de ti, mamá!
Ya se estaba cansando de eso, si todo seguía así tarde o temprano terminaría escribiendo sobre su perfecta madre. Pero no, no quería hacer eso. Ella era Bra Vegeta Brief y le gustaban los retos.
—¿Entonces? ¿Harás de Trunks? ¿O de mi papa? ¡No me digas que harás de mi mama!
Bra se golpeó el rostro con una mano. ¿Era tan difícil de entender?
—¡No! Haré de mi papi —. Y sonrió. Pero se le quito la sonrisa de inmediato al darse cuenta que no había avanzado ni dos párrafos con su tarea —. Pero no he hecho casi nada —dijo —. Tal vez tú me puedas ayudar ¿Qué me puedes decir de él?
La pregunta la tomó por sorpresa. ¿Vegeta? Llevaban muchísimos años juntos, los suficientes como para conocerse al cien por ciento ¿O no?
Con la mano en la barbilla comenzó a recordar…
—Bueno, tu papá es…orgulloso … fuerte… algo enano…
Y nada más. Se le acabaron las ideas al genio. Bra la miró con una media sonrisa aprendida de su padre.
—¿Lo ves? No es tan fácil.
Ambas, madre e hija se quedaron pensando un rato más. ¿De dónde podrían sacar información sobre Vegeta? Cuando él llegó a la tierra jamás dio muchos datos sobre su vida pasada, era un hombre misterioso inclusive para su propia familia. Llegó como una tabula rasa, jamás conocerían todo sobre él, era un hombre cerrado, frío y calculador. Pero así lo querían esas dos mujeres.
—Mamá, ¿y si le pregunto a papá directamente?
Bulma se extrañó ante el comentario.
—¿En serio? ¿Crees que tu padre vendrá pacíficamente a tomar asiento y narrarnos con lujo de detalle su vida antes de llegar a la Tierra en vez de quedarse entrenando en su ultra mejorada cámara de gravedad?
—¡Entonces es tu culpa! ¡¿Quién te manda a reparar la cámara de gravedad?!
—¡Tu padre!
—¿En serio no quieres hablar de mí?
—¡No!
La joven hija de la científica y el saiyan se desveló meditando en qué podría escribir en su tarea, estaba complicado desde su punto de vista y le daba rabia saber que había pasado un día y no tenía absolutamente nada. Era increíble pensar que no conocía del todo bien a su padre como esperaba.
Al día siguiente fue a visitar al mejor amigo de su hermano a las montañas. Sí, Goten.
Se conocían desde niños y Goten siempre había sido el amigo sincero con quien contar. El joven mayor que ella la protegía de todo y de todos; por supuesto que su hermano también lo hacía, pero era diferente con él. Goten era diferente.
Bra sabía perfectamente que si tenía algún problema ya sea con su padre, su madre, su hermano, o cualquiera siempre podría contar con él. Tal vez Goten no lograba solucionar los problemas de la muchachita, pero al menos la escuchaba; y eso era suficiente para Bra. Le regalaba un poco de su tiempo para apoyarla y hacerla reír con sus bromas y ocurrencias, y eso a ella le gustaba.
Goten era el amigo perfecto, siempre se daba el tiempo para ella.
— Así que necesitas saber sobre el señor Vegeta.
Bra le comentó todo lo sucedido el día anterior; por supuesto exageró un poco su narración. El híbrido la escuchó atentamente buscando una solución en su cerebro. Con la mano en la barbilla se veía sumamente pensativo.
Estaban sentados en la zona más alta de las montañas, a Bra le gustaba conversar con él ahí porque le encantaba la vista que tenía desde ese lugar. Claro estaba que él estaba muy pendiente de que no se tropezara o se lastimara con algo. Aunque siendo ambos hijos de saiyan no importaba mucho eso, un rasguño o golpe no era amenaza para ellos.
—No pensé que supiera tan poco sobre él —suspiró —. Esto es lo único que he podido avanzar.
De su cartera color rosa, el mismo color que la blusa que llevaba, extrajo un pequeño papel arrugado. Lo extendió bien y le mostró a su compañero las únicas pobres dos líneas que había escrito.
Goten la leyó dos veces y asintió.
—Esta bien, si te fijas es el resumen perfecto de la vida de tu padre.
Su comentario generó una mirada de pocos amigos de parte de la muchacha.
—Pues déjame informarte que no basta con esto —alzó el papel para dejarlo ver prácticamente vacío —. Necesito que sea interesante, llamativo y que cause envidia en todas esas personas que osaron burlarse de mí —dijo, dejando relucir el orgullo heredado de su padre.
—Creí que era porque valía más de la mitad de la nota del semestre —recordó.
—Igual yo ya pasé de año, lo que quiero en realidad es que nadie se burla jamás de mi nuevamente ¿Entiendes?
—¿Nadie?
—Nadie.
El hijo menor de Goku se río ante lo graciosa que se veía la híbrida orgullosa. Se acercó sin dejar de mirar los azules en su rostro y puso el dedo índice sobre su blusa.
—Tienes una mancha ahí —señaló.
—¿Dónde?
Preocupada, bajó la mirada hacia donde indicaba el dedo de Goten e inmediatamente éste subió su dedo pasando por la nariz de la muchacha de cabello azul.
—¡Tramposo!
Son Goten no paraba de reír.
—¡Me burlé de ti! ¿Qué me harás?
La peliazul solo lo miró con ojos llenos de furia mientras él continuaba revolviéndose sobre el césped sin poder parar de reír.
Bra hizo puños y entonces Goten, al fin, desistió.
—¡Espera, espera! —la detuvo antes de que comenzara una batalla en la cual él no quería participar —Sobre lo de tu papá, ¿por qué no le preguntas al mío?
—Con el poco coeficiente intelectual de tu padre no creo que aporte mucho que digamos —bufó.
—¡Oye! ¡No te permitiré que te expreses así de mi papá!
Ahora quien se carcajeaba era Bra. Goten la miró confundido, pensando en lo extrañas que solían ser las mujeres.
—Y ahora, ¿Quién se burlo de quién? —y continuó riéndose.
—Bien, ya entendí. Entonces, ¿Qué sugieres?
La híbrida tomó aire para idee cesar de reír, pero la cara de indignado que tenía Goten le causaba mucha gracia. Pero no, debía adoptar seriedad en un momento como ese. Tomó aire una vez más y pudo calmarse.
—No lo sé, Goten. Si tan solo tuviéramos con nosotros a alguien que hubiera conocido a mi padre antes de…
—Já, mejor pregúntale a Freezer, ¿No crees? —comentó en son de broma.
Sí, porque era una broma y él ya había comenzado a reírse. Pero ella ni se inmutó. Y miró a Goten con una sonrisa que daba miedo y los ojos abiertos como platos.
—¿Bra? ¿Por qué me miras así?—preguntó. La risa se le fue inmediatamente —. Me estas asustando.
Pero a Bra se le iluminó todo. En las bromas de su amigo encontró la solución que estaba esperando.
—Ahí está la respuesta ¿no lo ves?
—No
—Tonto, tenemos que encontrar alguna manera de ir al infierno y pedirle toda la información que queramos a Freezer y a cualquiera que conozca a mi papi.
Y mientras la niña veía la luz, el híbrido vaticinaba el mismo infierno. ¿Acaso él era el único realista en esta historia?
—¡Estas loca! ¡Te matarían!
—Vamos, somos saiyans. Además tú me defenderías ¿no?
El joven Son se sonrojó ante lo indicado por su amiga. ¿Se notaba tanto? Aún así, la muchacha sabía muy bien cómo mover sus fichas cuando de Goten se trataba.
—Sí, pero… al infierno solo pueden entrar los muertos.
—Eso se puede arreglar.
Goten abrió los ojotas y en ese momento no le cupo la menor duda de que Bra había perdido la razón por completo. Acaso estaba pensando en…
La risa de su compañera le negó en lo que estaba pensando.
—Muy chistosa, Bra. Aún así, si me mataras yo me iría directo al paraíso por mi bondad y mis grandes hazañas —alardeó. Eso le causó aun más gracia a la muchachita.
—¿Hazañas? En fin, tenemos que ver como rayos podemos llegar hasta allá.
—Sin matarnos.
Ambos se recostaron sobre el verde pasto para poder pensar. Estaba complicado el caso, de todas maneras buscaron en su memoria cualquier dato para poder conseguir una entrada en el infierno sin la necesidad de pasar por la dolorosa prueba de la muerte.
El cielo estaba tomando colores violetas y anaranjados indicando que el atardecer había llegado, aún así, los muchachos continuaban pensando.
Un par de minutos más y fue al joven Son a quien se le ocurrió una idea primero. Su amplia sonrisa le indicó aquello.
—¡Ya tengo la respuesta!
—¡¿Y cuál es?! —preguntó impaciente y curiosa, Bra.
—Uranai Baba.
—¿Ah? ¿Acaso no es el nombre de una canción?
—No, Uranai Baba es la hermana del Maestro Roshi.
Aquella revelación sorprendió a la peliazul. Pero si con ella conseguiría la respuesta a sus problemas, bienvenida.
—¿Ese viejito tiene hermana? ¡No me digas que es mayor que él!
Goten no pudo contestar a esa interrogante porque ni él mismo lo sabía, pero lo del país estaba seguro es que aquella extraña anciana de cabello violeta y acompañada de su inseparable bola de cristal serian las respuesta a todo. Le contó a Bra como la conoció, y que fue ella quien trajo a su padre desde el otro mundo a la Tierra para que pudieran conocerse. Le explicó también, que esta extraña mujer podía entrar y salir del otro mundo cuantas veces quiera.
Tantas revelaciones sorprendieron y maravillaron a la híbrida quién no aguantaba las ganas de conocer a esa maravillosa mujer.
—¿Qué estas esperando? ¡Vamos!
Y entonces partieron a la búsqueda de la extraña mujer que les conseguiría el valioso pase hacia el otro mundo y así, los problemas de los híbridos estarían resueltos. O al menos eso creía…
N/A
Y… ¿Que tal? XD Ya en el próximo capítulo podrán ver el encuentro de Freezer con Bra… :)
Gracias por pasar por aquí
n.n
