Gracias por pasarse a leer mi historia, déjenme decirles que este fic es el primero que subo a esta página, ósea, el primero que comparto públicamente, así que les pido que me hagan saber lo que piensan acerca del fic, estoy abierta a cualquier idea que ustedes quieran compartir conmigo y también, a cualquier crítica constructiva n.n, sin más que decir, espero que esta historia sea de su agrado... aquí vamos ;D
Simbología
-dialogo
Negritas: lo que piensa la protagonista
"" una exageración o una cita que se repite tal cual.
Disclaimer: Todos los personajes del Anime/Manga Bleach son propiedad de Tite Kubo, yo solo tome los personajes para adaptarlos a mi historia.
La historia es un mundo alterno.
Capitulo 1: Mi nuevo instructor de piano
La mayoría de ustedes sabe que en todos los cuentos infantiles hay un final feliz ¿no? En donde la princesa encuentra al chico ideal… a su príncipe azul. Pues para mi mala suerte, en mi caso no es así… estoy comprometida con un hombre que no amo.
Mi familia me prometió con el menor de los Shiba cuando tenía tan solo 7 años, se estipulo que me casaría con el cuando cumpliera la mayoría de edad, que son los 18.
En ese entonces, no le tome demasiada importancia, y si lo pienso bastante es más que lógico… era una niña. Pero ahora las cosas han cambiado, tengo 17 años y mi cumpleaños número 18 se acerca, por lo que… ¡estoy que me lleva el demonio!
Y como no? Si abusaron de mi inocencia de aquel entonces, para hacer que pusiera mi nombre en ese estúpido papel! ¡oh Dios mío! Mi cumpleaños es en 6 meses! Bueno… en realidad mi cumpleaños y mi boda son en 6 meses, ¿Qué hago? Es lo que últimamente me eh estado preguntando a mí misma, y estas son las posibles respuestas que eh pensado:
Irme a un país lejano y cambiar mi identidad (cosa que casi al instante me retracte, ya que mi familia me encontraría en menos de lo que canta un gallo)
Decir que no quiero casarme, que quiero elegir al hombre con el que compartiré mi vida por mí misma (también me retracte de esta idea poco después de haberla pensado, mi familia simplemente ignoraría mi petición y me diría que es lo mejor para ambas familias)
Aceptar lo que me depara el futuro (o más bien dicho mi familia) y vivir fingiendo el resto de mi vida que vivo felizmente casada. (sería lo más fácil… pero me asusta la idea de pensar que nunca podre ser feliz…)
No quiero optar por la última opción, definitivamente no quiero…
-Kuchiki…-
Sonara cursi y absurdo, incluso para una persona como yo que no es muy afectiva ni cariñosa, pero… quiero enamorarme.
-Kuchiki…-
En verdad… quiero enamorarme…
-Kuchiki…-
-oye… Kuchiki-san…- mi compañera de al lado me llamo.- la maestra te está hablando.
-hi!- conteste al fin.
-te llame tres veces.- regaño mi profesora- ¿te encuentras bien Kuchiki?
-sí, estoy bien.- dije- solo estaba distraída, lo siento.
-muy bien, siéntate.-
-gracias.- susurre a mi compañera.
-escuchen todos.- dijo la maestra- hoy damos inicio al tercer año de instituto, por lo que no pueden tomárselo a la ligera, deben trabajar este último año con todo su empeño para que puedan entrar a la universidad que ustedes quieran. Den lo mejor de sí chicos.- finalizo con una alegre sonrisa.
-hi!- contesto todo el salón al unísono.
-muy bien, ahora un último aviso antes de comenzar la clase.- la maestra se levantó de su silla y se acercó hacia la puerta.- tenemos un nuevo compañero, pasa.- dijo al chico
Entro un chico altísimo y delgado, su piel era de color melocotón y tenía un color muy singular de cabello… naranja.
-muy bien, preséntate a tus compañeros- pidió la profesora.
Las chicas estaban a la expectativa o mejor dicho… estaban que se lo comían con la mirada, pues no le quitaban los ojos de encima.
-me llamo Kurosaki Ichigo.- después de decir esto, las chicas hicieron un leve "kyyyaaa" y comenzaron a cuchichear cosas entre ellas referentes a el nuevo estudiante, lo único que alcance a o ir de una chica fue "que voz tan sexy tiene…".
-alguien quiere preguntar algo a kurosaki?- dijo la maestra, a lo que todas dijeron al unísono (obviamente menos yo)- ¿TIENES NOVIA?
El chico solo frunció el ceño y contesto con indiferencia, "la tengo". Todas las chicas quedaron abatidas y desanimadas por la respuesta, (menos yo… obviamente)
-muy bien… supongo que con esa respuesta quedaron aplacadas, por lo que voy a comenzar la clase- la maestra camino hacia el nuevo alumno- puedes pasar a sentarte en ese lugar que está solo, detrás de la señorita Kuchiki- señalo el lugar con su dedo.
El chico camino hacia el lugar que estaba detrás del mío, coloco su mochila en el piso y se sentó.
La maestra continuo con su clase, dio una explicación y después puso una dinámica en la que tenías que practicar una conversación con un compañero.
-oye…- escuche de atrás, ¿me está hablando a mí?, mi gire lentamente así el, hasta quedar en una posición en la que pudiera escucharlo mejor y hablar.
-¿necesitas algo Kurosaki-san?- pregunte mirándolo fijamente a los ojos, fue entonces cuando pude ver más de cerca su rostro, si de lejos se veía bien… de cerca estaba mucho mejor.
-esto es un poco molesto para mi…- su seño se frunció y rasco su cabeza- tengo que practicar la conversación, ¿quieres practicarla conmigo?- pidió viéndome fijamente, así que es de lo que siguen indicaciones… por su apariencia cualquiera pensaría que es de esos que hacen lo que quieren.
-seguro.- conteste.- espera un segundo.- tome mi libro.- bien, tu empiezas.
Comenzamos con la conversación, era una conversación muy simple en inglés de cuando conoces a alguien nuevo. Tenía que admitirlo… su pronunciación era muy buena.
-termínanos.- dije, poniendo mi libro en el pupitre.- tu pronunciación es muy buena. Tenía que decirlo…
-Gracias.- coloco su codo en el pupitre.- oye, a qué horas es el receso?
-es a las 11.- conteste
-bien.- di por terminada la plática y me gire hacia mi pupitre- una última cosa… podrías hacerme un favor?- sentí como mi piel se ponía chinita ante el sonido de su voz tan cerca de mi oído. Lo vi de reojo, el chico estaba con los dos brazos sobre el pupitre y su cabeza sobre ellos, esa posición es la que adoptan las personas cuando…- despiértame a las 11- van a dormir, moví mi cabeza en señal de afirmación, este tipo…
-nee… Kuchiki-san- me gire hacia la chica de al lado- ¿Qué tanto hablabas con Kurosaki-kun?- pregunto con un leve sonrojo en las mejillas
-nada en especial- conteste volviendo mi vista a un libro que estaba leyendo.
-aah… ok.- dijo
No es que no le haya querido contar… si no en que en realidad no habíamos hablado de algo en especial. Al parecer Kurosaki había llamado la atención de todas las chicas de la clase (exceptuando la mía) si bien… tengo que aceptar que el chico no está mal, pero sinceramente eh visto mejores.
El timbre de la salida al receso sonó, saque mi obento y me acerque al bulto detrás de mi asiento.
-Kurosaki-san…- llame, pero el chico ni se inmuto- hey… ya sonó el timbre, son las 11.- dije mientras lo movía un poco con mi mano, pero seguía bien dormido… ¿seguirá vivo? Me acerque un poco a su rostro que se encontraba oculto entre sus brazos.
-KUROSAKI!- grite en su oído.
El chico se levantó de sopetón del pupitre y luego me miro con el ceño fruncido.
-te llame tres veces…- dije en defensa.- tienes el sueño muy pesado… era la única manera de que despertaras.
-tsk… si ya! ya se!.- se levantó de su silla- nos vemos.- Kurosaki salió del salón y yo detrás de él, parece que lo estoy siguiendo...- no me sigas enana.- ¿co-co-como me dijo?Este estúpido cabeza de…
-¿Disculpa? ¿Yo siguiendo te a ti? Ja… no me hagas reír… cabeza de zanahoria.- pase por un lado de él, con la vista hacia el frente y la cabeza en alto, una posición digna de los Kuchiki, la familia más poderosa de Japón.- idiota… - dije por lo bajo.
Me fui a la terraza, mi lugar favorito para la hora del almuerzo. Siempre estaba sola, no es que no me gustara la compañía, pero como dice el dicho "mejor sola que mal acompañada", los amigos que tenía no se encontraban en esta escuela, ellos estaban en escuelas de elite, ósea… las mejores de Japón.
A veces me preguntaba a mí misma, ¿Por qué rayos estoy en esta escuela?, en realidad no lo entiendo, mi familia bien podría pagar cualquier colegio de Japón o de cualquier otra parte del mundo, pero eme aquí, en mi tercer año de preparatoria, en una escuela de clase media.
Abrí mi obento que como siempre, tenía demasiada comida y como siempre nunca me la terminaba. Las cocineras continuaban llenándome mi obento hasta el tope, por órdenes de mi Nii-sama, ya que decía que tenía que comer bien para crecer, cosa en la que no veía resultado, ya que seguía en mis mismos 1.44 cm de estatura, desde que entre a la secundaria.
Estaba a punto de comenzar a comer, cuando mi celular sonó. Deje mi comida a un lado y conteste mi teléfono.
-¿sí?- dije
-Rukia…- era mi hermano.
-¿Qué sucede Nii-sama?-
-tu instructor de piano vendrá esta tarde.- dijo- Renji pasara por ti.
-está bien Nii-sama, ¿eso es todo?-
-una última cosa.- dijo- comete todo el obento.
-hi…- conteste con monotonía
-nos vemos- colgó
Nuevo instructor de piano… ¿Cómo será? El último que tuve se fue a dar clases a Julliard, por lo que mi hermano tuvo que buscarme uno nuevo.
El timbre del fin del almuerzo sonó, ¿Qué? ¡No pude comer nada! Guarde mi obento y baje de la terraza, tratare de comer entre clases…
Al entrar al salón, el cabeza de zanahoria ya estaba en su lugar, me miro por un momento y luego me desvió la mirada. Camine hacia mi lugar, coloque mi obento dentro de mi pupitre y me senté.
Las clases pasaron rápido, debes en cuando tomaba pequeñas porciones de mi comida y las llevaba a mi boca tratando de no ser vista por el profesor.
-sensei…- la voz venia de mis espaldas.- ¿está permitido comer entre clases?- este maldito…
-no, no está permitido Kurosaki-san- contesto el profesor, quien me cacho con las manos en la tragazón, con plena boca llena de comida.- Kuchiki… voy a tener que retirarte tu comida.
-hi…- dije apenada- lo siento- me levante de mi asiento y fui a entregarle mis sagrados alimentos.
-No te preocupes Kuchiki, puedes venir por ellos al terminar la clase.- dijo por lo bajo para que solo yo escuchara, asentí con mi cabeza y me regrese a mi lugar, no sin antes fulminar al tipo de atrás con la mirada.
-¿Qué hay con esa mirada?- escuche detrás de mí oído.- solo tenía una duda, soy nuevo y no conozco el reglamento… enana.- Quieres guerra…
-¿Qué dices "Kurosaki-kun"? ¿Qué no le entendiste a la explicación del maestro?- grite de pronto en el silencio de la clase, todo las miradas cayeron en el cabeza de zanahoria, Pues guerra tendrás. – oh!, lo siento "Kurosaki-kun" hable muy fuerte.-
Era obvio que lo había hecho apropósito, a lo que el chico no tardó en darse cuenta, tenía el ceño fruncido y me miraba encabronado.
El timbre sonó, lo que significaba que las clases habían terminado por hoy, tome mi mochila y Salí del salón a toda prisa… tenía que llegar a mis clases de Piano.
Camine por todo el pasillo de la escuela, perteneciente a los estudiantes de primer año.
Salí por la puerta principal, caminando elegantemente como lo haría cualquier señorita de la nobleza.
Pude ver de lejos el carro que estaba esperando por mí frente a la entrada de la escuela.
Llegue hasta ella y un chico alto de una cabellera roja ya muy familiar para mi salió de la puerta del conductor.
-Rukia, ¿Qué tal tu día?- se acercó a mí, inclino un poco su cuerpo hasta llegar a mi mejilla y me dio un beso amigable en señal de saludo a lo que yo correspondí de igual manera.- ¿todo bien?
-Estuvo bien Renji.- entonces recordé al animal que tengo por compañero que se sienta detrás de mí.- bueno… casi todo.
-¿paso algo malo?- pregunto un poco preocupado abriéndome la puerta del coche.
-te cuento en el camino.- dije subiendo al ostentoso mueble.
-De acuerdo.- dijo y me dio una media sonrisa.
Renji era mi mejor amigo de la infancia, con él había vivido grandes aventuras, momentos tristes, felices, alegres, divertidos y demás… era como un hermano para mí. Lo apreciaba mucho y estaba decidida a estar para el incondicionalmente.
Mi amigo venia de una muy buena Familia, los Abarai, dueños de pozos petroleros en Japón y en otras partes del mundo, era una familia poderosa e influyente al igual que los Kuchiki, llevaban una muy buena relación con nosotros desde años atrás. Renji era hijo único, por lo que estaba más que claro que sería el futuro dueño y presidente de las empresas de su familia.
Él era un chico alto, que media más de 1.80, de cabellos color rojo, recogidos en una coleta alta, ojos rasgados, de color marrón y tono de piel parecido melocotón, un chico muy apuesto.
-vaya… que tipo- dijo Renji con un tono de ligero enfado en su voz cuando le termine de contar mi día- hazme saber si te causa más problemas… hare que te deje tranquila.
-Descuida, puedo encargarme de ese corriente yo sola.- dije acomodando mi flequillo.
-si el chico fuera más inteligente, no se metería contigo- detuvo el carro en un rojo- se ve que no sabe quién eres.
-si… puede que sea eso.- dije
-cambiando de tema.- dijo acelerando.- me gustaría llevarte a comer antes de llegar a casa, pero ya conoces a tu hermano, no le gusta hacer esperar a las visitas.- me miro de reojo fugazmente- te llevare en otra ocasión, ¿te parece?
-por supuesto, no te preocupes por ello.- me mire en el retrovisor de mi lado.- se cómo es mi hermano y con gusto acepto ir en otra ocasión.
-llegamos.- dijo Renji apagando el auto.- déjame abrirte.- bajo del carro, camino hasta mi puerta y la abrió para mí como siempre.- permíteme.- me dio su mano para que bajara con más facilidad, aunque más que nada era por puro acto de caballerismo y costumbre.
-Gracias.- tome su mano y baje del auto.
-muy bien señorita, ya está en su casa.- dijo Renji haciendo una reverencia a modo de broma, lo que logro sacar una pequeña risilla por parte mía.
-Caballero… gracias por traerme a mis aposentos- reverencie.- es usted muy amable.
Los dos reímos al unísono, era divertido estar con Renji.
-Tengo que irme, mi instructor debe estar esperándome.- dije colocando mi mochila en mi hombro derecho.
-bien, entonces te veré luego.- se inclinó hacia mí y me dio un beso de despedida en la mejilla.- cuídate Rukia y recuerda que tenemos una comida pendiente.
-sí, lo se.- dije.- tú también cuídate.
Mi amigo subió a su elegante auto y a una velocidad muy peligrosa para cualquiera, pero muy normal para él, salió de la mansión.
Después de ver partir a Renji, camine a paso rápido hacia la puerta de la casa, gire la perilla y entre.
Como siempre, la casa estaba silenciosa, una característica ya muy común de mi hogar… el silencio.
Una empleada doméstica vino a recibirme.
-señorita Rukia-sama, ¿desea tomar un baño o desea ir a comer?- pregunto amablemente mientras tomaba mi mochila.
-no, gracias Rika.- conteste de forma amable.- primero iré a mis lecciones de piano, ¿ya llego el instructor?
-sí, él ya ha llegado, está en la sala donde se encuentra el piano.- dijo.- ¿quiere que le diga que ya llego?
-no, no es necesario.- dije.- iré yo misma.
-como usted desee señorita Rukia-sama.- Rika hizo una reverencia y partió hacia el segundo piso a dejar mis pertenecías a mi habitación.
Iba camino a la sala del piano cuando una melodía hermosa y llena de armonía invadió mis oídos.
Acelere el paso, quería conocer al intérprete de la tan agradable melodía que inundaba mis oídos.
Llegue por fin a la sala y me fui acercando silenciosamente al hombre tan talentoso que tocaba el piano de cola, no quería hacer que perdiera la concentración, quería escuchar esa melodía hasta el final. Parece joven…
Pero algo se interpuso en mi camino, un jarrón… que tire sin querer al suelo, hizo que el hombre dejara de tocar abruptamente y volteara su mirada hacia mí.
-¿estás bien?- se acercó a mí
-sí, lo estoy.- dije.- siento haber interrumpido tu interpretación.
-Descuida.- dijo
Me ayudo a salir de entre los pedazos del jarrón que estaban regados por el piso, con cuidado de no pisar ninguno.
Fue entonces cuando lo vi de frente… y me quede perpleja, mis ojos se abrieron abruptamente y mi boca igual. La expresión de él fue la misma o un poco más exagerada.
-TUUUU?- Dijimos al unísono, con claras expresión de asombro en nuestros rostros.
Imposible… simplemente imposible, mi nuevo instructor de piano, era nada más y nada menos que el odioso nuevo alumno… Kurosaki Ichigo.
Espero que les haya gustado, ya estoy trabajando en el segundo capítulo, tratando de mejorar un poco para que esta historia sea totalmente de su agrado n.n, bueno me despido y ojala y reciba algún review T.T, chaauu n.n
