Disclaimer: Los personajes no son míos les pertenecen a sus respectivos dueños.
Disfruten del primer capitulo!
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Capítulo uno: El fantasma de Esparta
Desde la partida del guardián de Manhattan, Goliath y su clan, David Xanatos no podía mantener sus ojos encima en la ciudad, solo. Fox se marchó con su hijo Alexander, su padre murió y solo Owen quedó a su lado. Era un hombre fuerte pero dentro suyo su alma se rompía con cada dia que pasaba. Lo que mantenía en movimiento es el rol que la gárgola morada dejó vacante, un guardián. Conocía a los criminales y siendo uno en el pasado, sabía como pensaban. Matt y Elisa eran sus oídos en la ciudad, pero ellos ni la policía podrían detener una fuerza mágica.
Xanatos decidió, crear un nuevo clan. Su poder alcanzaba cualquier parte del mundo, tenía ojos y oídos por todos los continentes. Su primer candidato era muy difícil de encontrar, pasó siglos y siglos ocultándose perfectamente en la humanidad. Unos dicen que es un demonio otros un dios, aún con esas similitudes, era el ser más peligroso mas grande que cualquier ser omnipotente.
David Xanatos llegó a Londres por la mañana lluviosa. El clima de ahí era la mayoría lluvioso, las personas iban con sus paraguas a sus respectivos lugares de trabajo u ocio. El empresario llegó hasta una tienda de antigüedades. El lugar tenía toda clase de cosas del mundo, tanto del siglo pasado y de mayor antigüedad. Xanatos se quedó fijo en un cuadro griego.
-Si... Es una de las tantas pinturas griegas de aquí.
-Si parece que si. -Le respondió David al hombre que hablo atrás. Se dió vuelta, teniendo frente a un masculino corpulento de traje, con barba y su piel blanca con una línea roja pasando por su cara. -Estoy buscando a alguien.
-Este lugar no es un bar. A dos calles tiene uno. -Le respondió el hombre de la barba.
-No me refiero a esa clase de búsqueda, si no a otra cosa... Señor.
El dueño del lugar se acercó a la puerta principal en donde cambió el cartel de abierto a cerrado, teniendo privacidad. El hombre corpulento volvió a quedar frente a frente con Xanatos.
-¿Como dio con mi paradero?
-Pasaste siglos y siglos viviendo los acontecimientos de la humanidad. Desde que empecé a investigar noté que aparecías en sagas, libros, diarios, pinturas, crónicas, leyendas, cuadros, pinturas, fotos. Eres el hombre que mató a Zeus, que venció a los dioses nórdicos y egipcios, hasta los aztecas y mayas.
-Debo decir que admiro mucho tu información sobre mi, ahora ¿Que quiere un hombre del otro lado del mundo? Seguro no gastó dinero por nada mas que un simple cuadro.
-Tengo un Jet. Necesito que venga conmigo... ¿Como te llamo? ¿Kratos o Fantasma de Esparta?
-... Kratos. ¿Que quiere?
-Soy David Xanatos, y estoy buscando gente con habilidades especiales, como las tuyas, para defender además que Manhattan, el mundo.
-¿Y porqué razón? No soy un héroe, y jamás lo fui. Está perdiendo el tiempo conmigo señor Xanatos.
-Eres igual que él... Quiero decir un amigo. Si cree en dioses y monstruos ¿Puede creer que una gárgola de mil años fue un amigo mío? No era inmortal como tu, fue maldito con un hechizo, que lo hizo vivir como piedra un largo tiempo, hasta que lo desperté. Tuvimos nuestros altibajos pero de enemigo se convirtió en aliado, luego a amigo.
-Debió ser alguien importante para su vida.
-Kratos algo muy grande se acerca, y quiero estar listo para eso. ¿Nunca pensaste en todo este tiempo que sigues con vida por alguna razón? Si aún crees en la redención, este es tu momento.
El fantasma de Esparta se quedó pensando por unos momentos. Las intenciones del hombre que estaba en frente sus intenciones no se veían con claridad, pero aparentaba ser buenas. Kratos fue un señor de la destrucción, todos le tenían miedo hasta los mayores ejércitos sentían que cuando él iba a la batalla, sería el vencedor. Desde que fue un ciervo de Hades, su vida cambió. Aún cuando huyó a tierras heladas su pasado lo atormentaba. En el camino, Kratos quedó solo otra vez, volviéndose nuevamente un hombre agresivo. Tuvo que pasar siglos caminando sin compañía hasta ahora. David Xanatos no era Hades, ni Zeus. No vino con intenciones hostiles hasta su presencia. Kratos no podía seguir ocultando o eludiendo su verdadero papel en la vida. Se quedó mirando fijamente a Xanatos, penetrando su alma y asentando levemente su cabeza.
-¿Que planea hacer Xanatos?
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Continuará...
