Antes de empezar debo decir que los personajes no son míos, pertenecen a Naoko Takeuchi, hasta la existencia de unir esta pareja es de su propio manga.
Igualmente, como aconteció este romance es de mi imaginación y solo hago esto como pasatiempo. Espero no defraudarlos y leeré todas sus sugerencias.
22 de octubre 1998
¡Hoy es mi cumpleaños! Estoy empezando otra década, así es, oficialmente tengo 20 años. Hablé con mi madre la semana pasada para hacer algo sencillo con mis amigos cercanos e intentar que papá venga a visitarme. Mi mamá gustosa me ayudó a planificar los detalles, mis mejores amigas (Amy, Lita, Rei y Serena) fueron las primeras en ser invitadas y encantadas llegaron temprano para ayudar con los preparativos, menos Serena que fue arrastrada por las demás. Cada una tiene una tarea especial: Lita hace la torta, Rei y Amy la comida, mientras Serena está con las decoraciones, mi mamá salió a buscar vasos desechables y servilletas.
-¡Chicas! Hoy será un día increíble, tengo planeado un karaoke, será la sorpresa de la noche- luego pensé: una de ellas. En eso escucho el teléfono sonar y corro a atenderlo, porque obviamente es para mí-¡Moshi, moshi!
-Buenos días, cumpleañera-escucho por el auricular.
-¡Papi!-grito emocionada.
-¿Cómo está la princesa más hermosa?
-Muy bien, esperando que llegues pronto-comento ilusionada-mamá no ha llegado, pero no debe tardar ¿le aviso que vaya a buscarte?
-Mina-interrumpió con un suspiro-No creo que pueda llegar hoy a tu cumpleaños, el avión está retrasado y tenía que hacer escala en Texas, es probable que cuando llegue el otro avión ya haya partido, princesa -no pude evitar que la decepción me invadiera.
-Entiendo papá, no es tu culpa. Llegarás mañana entonces.
-Sí, ¿puedes avisarle a tu madre?- pronuncié un sí- Hasta mañana, princesa. Disfruta con tus amigas.
Cuando colgué sentí cierta tristeza, volví con mis amigas, entre las cuatro subieron mi ánimo, era como decía Rei los 20 solo ocurren una vez. Así continuaron su faena y yo me dediqué a cambiar el equipo de karaoke desde mi cuarto hasta la sala, luego ayudé a Serena con la decoración, evitando así tocar la comida y envenenar a mis invitados. Escuché el timbre de la casa y me conseguí un arreglo floral de rosas rojas y narcisos blancos, detrás de ellos estaba mi mamá.
-¡Que lindas, mami! Gracias-comenté, mi mamá me dedicó una sonrisa.
-Pero yo no las traje-dijo ella, sorprendiéndome-las trajo un encargado, justo me lo conseguí en la puerta, preguntó por ti y le dije que yo era tu mamá que te las iba a entregar a ti. Pero no podía abrir la puerta y tuve que tocar el timbre-pasó a la casa y buscó un florero, sabía quién las había mandado, pero me extrañaba que no las trajera personalmente.
-¡Ay!-escuché a Serena gritar desde la sala, seguido de un ruido estrepitoso, corrí hasta llegar a su lado, al igual que Amy y Rei que venían desde la cocina-Lo lamento-dijo mi amiga rubia en el piso enredada con los listones de la decoración. Todas empezamos a reír y pronto Lita se unió a nosotras, estaba cubierta de harina, lo cual aumentó nuestras risas.
-¿Qué les parece si nos arreglamos?-dije cuando me calmé. Todas asintieron, Lita y yo desenrollamos a Serena y seguimos a las otras hasta mi habitación. Sobre mi cama estaba un vestido hermoso color mostaza, perfecto para mí.
Ya entrada la noche nos sentamos en la sala, pasado un rato Lita se animó a cantar. Había transcurrido gran parte de la reunión nerviosa, Serena se había dado cuenta y preguntó dos veces si estaba bien, a lo que yo contestaba "sí, muy emocionada" y parecía ser lo suficientemente convincente para ella. Escuché el timbre, cuando abrí eran Darién y Neflyte, apenas pasó la puerta el último empezó a aplaudir a Lita, causando un gran sonrojo a mi amiga, llevan dos años juntos, prácticamente desde que regresaron a esta vida. Los invité a pasar, me felicitaron y saludaron a las chicas, así como a mi madre. Luego llegaron Jedite y Zoisite, ambos me desearon feliz cumpleaños, presenté a mi mamá y fueron a saludar a las chicas. Continuamos nuestra reunión sin mayor inconveniente, entre canciones y aplausos.
Estaba cantando, inspirada, cuando sonó el timbre y mi madre abrió la puerta, en el umbral se encontraba la razón de mi nerviosismo: Kunzite, con su cabello largo recogido en una cola con un traje oscuro y una camisa azul clara. Vi como mi madre comentaba algo, pero no permitía que el peliplateado entrara a la casa. Me indicó con el dedo que me acercará a él.
-Se me hizo tarde en la oficina, tuve que venir directo de allá-dijo mostrando su vestimenta. En ese momento regresó mi madre con su monedero.
-Aquí tiene joven-dijo sacando unos billetes-había olvidado pagarle esta mañana. Mina, este chico es el repartidor de esta mañana- Kunzite negaba con las manos y decía que no podía aceptar el dinero, cuando me decidí.
-Mamá te presento a mi novio, Kunzite-dije observándolo con una sonrisa, el cual le extendió una mano a mi madre.
-¿Qué?-se asomaron a coro los chicos de la sala, yo solo sonreí.
-Un placer-dijeron Kunzite y mi madre
-¿Su qué…?-escuché la voz de mi padre detrás nuestro.
Nota mental: a papá no le agrada que tenga un novio oficial.
