QUE NADIE VEA
Exactamente cuando había empezado? Las divagaciones, las alucinaciones, las miradas ocultas que le dedicaba, las sonrisas que se le escapaban sin meditación alguna.
No estaba seguro de cuando, pero lo que si sabía era por quien.
Aquel rubio que lo tenía loco desde hace días, o semanas, inclusive meses. Aquel culpable de todos sus delirios matutinos. Y es que se repetía a sí mismo una y otra vez que aquello no podría ser más que una mera fantasía, y se sentía culpable al verse acariciando su piel cada vez que aquel se posaba sobre su pensamiento.
"Que nadie sepa"
Se mentalizaba el moreno mientras encerrado en su habitación echaba un corto vistazo hacia afuera en donde contemplaba al culpable de todos aquellos malditos sueños que lo mantenían despierto hasta altas horas de la madrugada, a veces acompañándolo, otras veces simplemente espiándolo celosamente.
Nuevamente se levantaba de la cama en donde había pasado aquella semana tortuosa, iría directo a la cocina y se lo diría de una vez por todas, aquel temblor de piernas indeseado hizo su aparición en aquel momento, y viéndose indispuesto para pronunciar siquiera una palabra se hizo para atrás desistiendo.
Cuánto tiempo más tendría que esperar a que su valor tomara fuerza y correr a los brazos del rubio y besarlo con furia apasionada y amorosa? No estaba seguro, pero sabía que por el momento aquella fuerza se había ido con la misma viada con la que había llegado.
La puerta se abrió de par en par dejando ver el cuerpo semidesnudo del cocinero entrando y eso le provocó una taquicardia que no sabía explicar. Cuántas veces lo había visto de la misma manera? Miles, y en todas esas sentía desfallecer; no era lo mismo con el espadachín, ni con el capitán ni con el cyborg, ni siquiera con la navegante y la arqueóloga que resultaría muy natural. Solamente el cocinero podía llevarlo a ese estado.
Sin darse una mínima cuenta de su estado se levantó hipnotizado por la fragancia a sudor que su compañero emanaba.
-Oi, Usopp, que te pasa?- Pregunto sanji al ver a su compañero, especialmente entre las piernas.
El moreno al percatarse de la prominente hinchazón en sus pantalones se cubrió.
-Solo que he recordado algo- Se excusó y salió disparado hacia las duchas.
"Que nadie vea"
Se repetía continuamente mientras trataba de cruzar el barco sin ser notado por un trío que al parecer estaban formados para ver el espectáculo.
-Quién se lo dirá de una buena vez?- Preguntaba Nami
Robin y Zoro alzaron los hombros con clara intención de no ser ellos quienes confesarían lo que a ciencia cierta se podía ver claramente. Era obvio que estos tres sabían el secreto de los dos muchachos que minutos antes estaban encerrados en el cuarto, pero confesarse estaba en manos de ellos.
EXTRA
Sanji encendía un cigarrillo.
-Si será cobarde el narizotas, pero no lo puedo culpar, también soy un miedoso.
FIN
Otro SanUso para la lista. Lo disfruté mucho aunque originalmente se trataba de la evolución de los sentimientos mientras los escondía de toda la tripulación pero me ha salido esto.
Quizás otro día haga algo por el estilo, y estoy pensando en un lemon pero primero quiero tomar más experiencia en esto del yaoi.
En fin, espero que lo hayan disfrutado.
Suerte!
