¡Yuru Yuri No Me Pertenece!


El formulario

Mientras que las chicas y yo divagamos sobre las mascotas, una brillante idea se me vino a la mente, ya era hora de que nuestro club tuviera una.

Sería genial que tuviéramos un perro aquí dentro, uno enorme en el cual pudiera recostarme, eso sería muy divertido, y Ayano jamás lo notaría.

Me imagino a ella estando aquí pidiéndome el formulario como siempre y no notando la presencia de nuestro perro, seguramente si lo viera ella se pondría muy molesta y haría esa cara linda que hace cuando se enoja.

Ya es demasiado común que piense demasiado en Ayano, tanto así que ya no me sorprende hasta lo hago inconscientemente, y no es que me queje al respecto ni nada de eso, sobre todo porque en serio ella es muy linda.

Y esto ha ido incrementándose desde aquel encuentro que tuvimos cuando llevaba puesto aquel vestido que compré y que le quedaba perfecto. Recuerdo ese día tan especial ya que no muchas veces podemos disfrutar el tiempo juntas y asolas, o sin que ella esté regañándome por algo.

Hablando de eso, se supone que Ayano ya estaría por aquí pidiéndome el formulario como siempre, no por nada es que lo olvido cada vez sólo por verla venir y gritar "Toshino Kyoko" haciendo que me acelere de la emoción.

Después de tiempo escucho abrir la puerta y para mi mala suerte sólo es Sakurako gritando "Toshino Kyoko…senpai" y ni siquiera, aunque suena gracioso, causa el mismo efecto en mí que cuando proviene de la voz de Ayano.

Yui me reprime como siempre por no haber hecho el formulario antes, pero obviamente no le puede explicar el porqué de que siempre lo hago, sería muy difícil explicar porque ni yo misma entiendo mis ganas de ver a Ayano.

Aunque este día mi plan no funcionó, bueno, siempre habrá otro día para ver a Ayano de nuevo, aunque tal vez podría…

Me doy cuenta que Sakurako esta justo dentro de la casa para perros que construí, extramente noto que Sakurako se ve un tanto más adorable de lo habitual, prestando un poco más atención, noté que llevaba el mismo peinado que Ayano.

Bueno ya todo resulta tan obvio.

Después de un tiempo jugando con Sakurako la dejo ir entregándole mi formulario, sólo dejo pasar algo de tiempo para ir detrás de ella y continuar con mi plan.

Luego estoy justo en la entrada del consejo estudiantil, tomo aire y grito "Sugiura Ayano" mientras abro la puerta.

Ahora veo porqué Ayano lo hace tanto, es demasiado divertido y me encanta la sensación del nombre completo de Ayano deslizándose por mis labios.

Cuando entro ella reacciona rápidamente a mi llegada, luego pronuncia mi nombre sorprendida, y noto algo de nerviosismo en su voz, tal vez ella no esperaba verme aquí hoy. Además de que el color de alguna forma a regresado a su rostro, lucía algo pálida cuando entré hace un momento.

Así que les comento que "casualmente" olvide poner mi nombre en el formulario y eso obviamente sólo era un plan grandiosamente elaborado para tener mi dosis de lindura diaria que mi querida tsundere me brinda.

Veo que un sonrisa aparece en su rostro. ¿Podría ser que ella también ansiaba verme?

Y eso me da ánimos para acercarme más a ella, hacerle unos cuantos pucheros mientras la tomo del brazo y disfruto de ver como se sonroja al instante. Me encanta lo débil que se hace su voz mientras me dice que la suelte, sé que lo he repetido cientos de veces, pero es condenadamente linda.

Me hace pensar que no cambiaría estos momentos por nada en el mundo, ni siquiera por una cantidad exorbitante de ron con pasas.

Ya que esta es mi parte favorita, el estar con Ayano, aunque tenga que poner excusas tontas para ello.

¿Sería un atrevimiento de mi parte pensar que ella también hace los mismo de vez en cuanto sólo para verme?


Sólo pasaba a traerles este corto fic que se me vino a la mente después del último capítulo.

Sé que no es la gran cosa pero espero que les guste.

:P

Nos vemos.