El manga/anime "Inuyasha" y todos sus personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi. Yo sólo los tomo prestados para participar en el Concurso de Navidad "Operación R.E.G.A.L.O." del foro "¡Siéntate!", en respuesta al deseo de Skyler Streat en la categoría de parejas crack.


1
Entrometida
945 palabras

Era una lástima el que su esposo se encontrara a una ciudad de distancia porque en verdad deseaba golpearle. La paciencia no era una virtud con la que Irasue contara y el hombre, con su mente de chiquillo, no le dificultaba el molestarse. Si planeaba llevarse a Jaken con él debió haberlo dicho antes, no al último momento, cuando faltaban tres minutos para la hora de la salida.

«Estúpido incompetente

Un resoplido salió del altavoz de su celular.

—No te enojes —su voz grave resonó en su automóvil.

Lo conocía de toda la vida, así que reconoció ese tono que hablaba sobre cansancio y arrepentimiento. Buscaba la reconciliación, estaba claro, aunque la simple intensión no solucionaba las cosas.

—Deja de actuar como un cabeza hueca —Irasue extendió su brazo para colgarle en seco. Quería golpearle, pero el disgusto se le pasaría pronto; la única dicha que podría obtener sería regalarle algunas horas de agobio a cambio de dejar abandonado a su hijo en el jardín de niños.

«Bueno, de vez en cuando no está de más el visitar tus propiedades», pensó mientras pisaba el acelerador hasta el límite permitido.

El jardín de niños al que asistía su hijo de cinco años formaba parte de un instituto privado que pertenecía a su familia desde varias generaciones atrás. La verdad, desconocía con exactitud el número de gente con su mismo apellido que se encargó de mantenerlo a flote. Ella tenía más responsabilidades, así que de la escuela sólo se preocupaba por administrarla. Incluso, la decisión de que Sesshoumaru asistiera ahí fue porque le resultaría más sencillo.

Por ese motivo, la sorpresa que encontró en el rostro del personal con el que se iba topando era genuina; un tanto escandalosa, pero justificada. Saludos nerviosos, reverencias torpes, las personas se detenían para prestarle atención a una mujer bella y poderosa.

Como era de esperarse, su hijo era el único que continuaba en el salón, acompañado por las profesoras que, más que ayudarle a sobrellevar la espera, sólo le observaban. A Irasue no le extrañó. El niño era bonito en apariencia —con ese aspecto extravagante heredado por ambos padres—, pero con un carácter complicado.

—¿Tuviste miedo, Sesshoumaru? —ella le preguntó cuando su hijo se acercó hacia ella al verle llegar.

—Vámonos —Sesshoumaru jaló su pantalón elegante con insistencia. Si lo que Irasue deseaba era encontrarle llorando por ella, sólo obtuvo una cara disgustada.

—Niño raro —respondió ante su reacción tan poco adorable—. Deberías llorar. Mamá, papá, no me dejen —Irasue dio una demostración burlona de lo que deseaba, y el pequeño malhumorado se cubrió las orejas.

El rey había hablado, por lo que tomó la mochila de Sesshoumaru y ambos se dirigieron a la salida. A penas caminaron algunos metros cuando una maraña de cabello negro se les presentó en frente, después de correr a pesar de su compañera, quien le pidió el no hacerlo.

—¿Se te ofrece algo? —Irasue recorrió con los ojos, de arriba a abajo, a la muchacha. El uniforme rosado le revelaba como trabajadora del jardín de niños y, como si no fuera suficiente, llevaba colgada del cuello la identificación que le certificaba como asistente educativa.

Tenkubashi Izayoi.

—Disculpe que la interrumpa, debe estar ocupada. Pero necesitaba preguntarle algo —Izayoi sonó educada, ¿pero en qué parte de las clases de etiqueta te enseñaban a bloquearle el paso a la gente?—. Es sobre su hijo.

Las cejas pálidas de Irasue se levantaron. ¿Era acaso alguna especie de queja? La idea de que alguien por fin se atreviera a decirle algo al hijo de la dueña le sonó bastante interesante.

—Tienes mi atención, sólo date prisa —Irasue ocultó su diversión con altivez.

Izayoi prometió ser rápida en dar a conocer la queja porque, al parecer, a su hijo le gustaba morder a sus compañeros.

—A su edad no es tan común ese tipo de conductas. No quiero decir que esté mal, sino que tal vez deberíamos darle seguimiento, conocer por qué lo hace, si se siente frustrado. A decir verdad, tiene un nivel del lenguaje muy alto, pero siempre está callado y aislado de sus compañeros. ¿Es tímido?

Irasue terminó un tanto mareada.

—Eres de las personas que nunca se quedan calladas, ¿verdad?

La muchacha abrió los ojos, sorprendida por un mensaje tan directo.

—No, todo lo contrario —Izayoi respondió con las mejillas enrojecidas—. Sólo me preocupo por cada uno de los niños, incluido Se-chan.

—¿Se-chan?

—Perdón. Escuché que el señor Jaken se refería a él de esa forma, así que…

Irasue sonrió con malicia. Sintió que obtuvo un premio.

—No, está bien. Se-chan. Debo usarlo algún día —si la simple mención del apodo provocó que su hijo pusiera una mueca desagradable, no imaginaba qué lograría en sus manos—. No ocurre nada malo, sólo es un niño extraño. Un excéntrico o un extraterrestre, lo descubriremos con el tiempo.

—Me alegra escucharlo —Izayoi terminó diciendo, aunque por el tono de su voz no parecía muy segura al respecto.

Por más entretenido que le sonara el enterarse de cosas con las que pudiera molestar a su hijo, Irasue era una mujer ocupada.

—Si tengo alguna duda o similar te lo haré saber. Eres la única que parece tener valor —bajo su punto de vista, eso debía contar como una despedida cordial.

Izayoi se inclinó para estar a la altura del niño.

—Adiós, Sesshoumaru-kun —la muchacha atractiva les regaló una sonrisa. Fue una lástima el que eligiera usar un simple honorífico a partir de ese día.

En medio del trayecto a casa, Irasue pensó sobre mordidas, expresivos ojos cafés y el aspecto del cabello largo y negro al correr, como si rebotara. Un riesgo de asfixia.


NOTA:

-Elegí el apellido Tenkubashi para Izayoi porque, aunque sea (y suene) raro, contiene los kanji de «Paraíso» y «Cielo», elementos que combinan con la «noche» y la «luna llena» en su nombre.


Lo sé, lo sé, debería estar concentrada en actualizar a mis vampiros problemáticos (también lo quiero, pero la comedia no es sencilla). Prometo que esto es lo último que escribiré para el concurso. Es una pareja nueva, con el crack que casi nunca frecuento porque soy muy común en eso de los shipps. ¿Drama? ¿Personajes olvidados? Tenía escrito mi nombre; no me pidan que ignore al destino (¿?).

¿Opiniones? ¿Sugerencias? Todas serán leídas. Mientras tanto, nos veremos próximamente.

Loops~