Disclaimer: Nada de Sherlock Holmes me pertenece. Todo es propiedad de Sir Arthur Conan Doyl y de la BBC.

Betta: Violette Moore.

Este fanfic participa en el rally 'The Game Is On' del foro I am Sherlocked.

Error Humano

¿Cómo había ocurrido eso? Él, el gran Mycroft Holmes, sometido ante un sentimiento tan humano y banal como el amor. Se suponía que él estaba por encima de todo eso, que él podía superar esos sentimientos. Pero al parecer los hermanos Holmes acababan sucumbiendo a ese sentimiento.

Mycroft Holmes estaba enamorado. ¿Cómo había pasado? Ni él lo sabía.

Uno de los mayores errores de su vida. Y nada de esto hubiera pasado si no hubiera ido a pedir información sobre su hermano a cierto detective inspector .

Todo empezo una mañana como otra cualquiera. Mycroft, preocupado por su hermano, fue a Baker Street a hacerle una visita pero para su sorpresa Sherlock no se encontraba allí. Al parecer estaba en un caso, así que habló con John. Éste le dijo que Sherlock estaba bien, que todo iba bien, como siempre.

Pero Mycroft no era tonto, sabía que desde que John y Sherlock eran pareja el doctor no le contaba toda la verdad sobre su hermano.

Por lo tanto decidió ir al Scotland Yard, el lugar en el que su hermano pasaba gran parte de su tiempo. Quería hablar con los trabajadores del Yard, que le dijeran qué era lo que sucedía.

Al llegar al edificio se encontró con dos trabajadores. Les preguntó por su superior, un tal Lestrade.

Con esa información, Mycroft fue hacia las oficinas, donde un hombre de cabello plata y piel morena lo recibió con una gran sonrisa.

Así que este es el detective inspector Lestrade. —Pensó el político. Y cualquiera pensaría que Mycroft se había vuelto loco pero había sido amor a primera vista. El inspector lo atendió de manera amable, diciéndole que no había nada de que preocuparse, su hermano estaba perfectamente; bueno tan perfectamente como puede estar Sherlock Holmes.

Algo pasó en la cabeza de Mycroft. Algo cambió para siempre en su interior. Él, el hombre de hielo, caracterizado por no dejarse llevar por los sentimientos, enamorado. Sonaba tan patético. Su corazón sucumbiendo a ese sentimiento tan absurdo e irracional que la gente acostumbraba a llamar amor. Y, ¿Porqué no se sentía tan mal? ¿Porque sonreía cada vez que veía al inspector?

El amor era claramente un defecto, un error humano. El amor volvía a todos débiles, hacía a la gente cometer locuras e incluso crímenes. ¿Por qué querría alguien estar enamorado? No encontraba la respuesta a esa pregunta pero había una cosa que sí tenía en claro; para él el amor no era un error. Le hacía feliz, le daba la alegría que no había tenido en muchos años.