Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es lo único que me pertenece.
Advertencias: AU (Universo alternativo)
Summary: Porque cometí un error y lo alejé de mi. Era el último día y ya no lo vería, pero esa última vez la llevaría conmigo siempre, porque era parte de mi. Él es parte de mi.
Part Of Me.
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Sentía la respiración agitada, intentaba calmarse pero los nervios la tenian algo perturbada, por fuera se veía como alguien despreocupada que no temia o no le importaba la respuesta, pero era mentira, era una simple apariencia. Podía ver como los profesores miraban su examen, giraban la cabeza en negación, como su profesora titular, se mordia el labio indecisa y la mirada con esa cara que decía, 'todo esta mal'.
Y la frase llegó, tan sorpresiva, tan dolorosa. Y sintió ganas de llorar, de gritar. Abrió los ojos con sorpresa y se sintió desfallecer, los profesores tambien aparentaban, esos gestos que la volvieron loca que la hicieron pensar que no lo lograría, que no podía. Todo, todo fue un engaño, su titular la había aprobado. Y la emoción apareció y como nunca se abalanzó en un abrazo efusivo con su titular y los otros profesores que no sabia quienes eran pero igual los abrazo, estaba feliz. Él ultimo paso estaba completo. Había termino y recibiría por fin, su título.
Nunca más en mi vida dejo una materia como previa.
Con ese pensamiento que era más como una afirmación como un autoconsejo, se encaminó hasta la dirección donde le darían el famoso papel de 'Titulo en trámite'. Entre felicitaciones por la jefa de preceptores y su preceptor se sintió otra vez inmensamente feliz, se sentía orgullosa de ella misma y no debería estarlo, porque pudo haber tenido su título mucho antes pero no, se había dejado esa previa y recién ahora pudo darla.
Se reprochó una y otra vez pero lo hecho, hecho estaba y no había vuelta atrás, lo importante era que había conseguido lo que tanto anhelaba. Mientras esperaba por el dichoso papel, sintió como si su cuerpo actuará por si solo y se giro, sin entender la razón. Y lo vio, ahí apoyado contra la puerta de sala de profesores, con los brazos cruzados, con ese porte de nada me importa. Ahí estaba, observandola.
Una ola de sentimientos la invadieron, ahí estaba él, ese chico que estaba segura, muy segura que había sido y –era, aunque lo negará– una de las personas mas importantes de su vida, hasta podía escuchar a su inconsciente exclamar 'de él estas enamorada'. Negó con la cabeza, ella no estaba enamorada, claro que no.
Su preceptor la llamó para darle el papel, le indicó que debía dejarlo con el rector y en cuarenta y ocho horas retirará el papel sellado por todas las autoridades. Sonrió. Con la felicidad desbordando por cada uno de sus poros se dirigió a la oficina del rector que estaba... Mierda, mierda, mierda. Al lado de la sala de profesores y por el rabillo del ojo vio que él aún seguía ahí, siguiéndola con la mirada, con esos ojos tan profundos, esos ojos que tanto le gustaba, –que tanto amaba–.
Alzó la vista y camino con todo su orgullo hasta la oficina del rector, sin mirarlo pero igual podía sentir como los ojos de él se clavaban como flechas en llamas en ella, lo observo por un segundo. Su mirada denotaba algo raro, parecía enojado, pero ella lo conocía y sabía que él también aparentaba, sabía que detras de esa mirada neutra, apacible, había un hombre lleno de sentimientos.
Arrugo el entrecejo, y decidió acercarse. Tenía que saber que le pasaba, podía notarlo en su mirada, algo no estaba bien. Y ella aunque sabía que la amistad que tenían se había fragmentado desde esa vez hace dos años cuando ella se le confesó y lo había besado. Y él la aceptó, la amó. Pero cuando ella tuvo problemas familiares lo alejo sin darle una explicación, huyó de él, como una cobarde. No peleó por él, simplemente eligió el caminó mas más fácil. Sabía que él aún estaba enojado y que le guardaba un pequeño resentimiento, apesar de que ya había pasado tiempo, y que por lo menos hablaban, pero nada era como antes.
—Sakura.
Escuchó que la llamaban y detuvo sus pasos, lo miró una vez más y otra vez no pudo descifrar lo que su mirada le suplicaba, lo que sus ojos anhelaban, retrocedió y se dio la vuelta donde vio a una de sus amigas, gritándole que ella también había terminado. Emocionadas se abrazaron y hasta casi lloraron.
Caminaron juntas entre risas hasta la oficina del rector donde al fin pudo dejar el papel que dentro de dos días sería el papel más importante de su vida. Sí, era un simple papel pero ese pedazo de papel valía tanto para ella. Mientras su amiga hablaba de algunas cosas que no entendía, lo volvió a observar, él se había dado vuelta para mirarla, como si esperará algo.
Tal vez quiere que lo saludé.
Le dijo a su amiga que ya volvía y se acercó a él. Que a pesar de todo seguía ahí inmóvil, observándola como si quisiera atravesarla. Una sensación de miedo la invadió pero no era justamente eso, era el remordimiento de saber que ella había cagado todo con él y que apesar de haber sido la persona más feliz a su lado, había terminado huyendo por no saber hacer las cosas bien, ante el primer problema ella había corrido, pero no, esta vez, le haría frente.
—Hola, Sasuke. — saludó. Podía sentir una bola de culpa, de felicidad, de nervios. Hace varios meses que no hablaba con él, su comunicación había descendido miles de niveles luego de lo que ella había hecho. La bola en su estómago hizo más presión.
—Hola, Sakura... — frío, había sonado tan frío. Agachó la mirada avergonzada y hasta triste, aunque le costaba asimilarlo. — felicidades, terminaste.
Lo observó incrédula, él la estaba felicitándo, la bola desapareció y una ola de emoción la asaltó, sin poder controlar su cuerpo se abrazo a su cuello y lo apretujo como si fuera un peluche. Como esos tiempos, como aquella vez. Al caer en cuenta de lo que estaba haciéndo, se quiso alejar, ya no eran los viejos tiempos, era el ahora y él ya no la quería. Pero cuando quiso soltarse, él paso sus brazos por su cintura, atrayéndola más a su cuerpo. Apretándola, como si no quisiera que ella se apartará.
Se sorprendió por su acto, pero se dejó abrazar tanto como él quisiera, porque ella lo extrañaba y aunque lo negara a horrores, él había sido el chico con el que había pasado los mejores momentos de su vida, habían reído, habían aprendido a entenderse, a quererse cada vez más, habían compartido de todo. Y ella, aunque lo negará, sí lo negaba porque dolía, le dolía saber que ella era la culpable de todo y en vez de arreglar las cosas en su momento, dejó todo como estaba, todo hecho trizas y actuó como sí él nunca le hubiera importado. Y se odiaba pero sufría, inconscientemente lo hacia, porque le costaba tanto asimilar sus emociones, sufría y le dolía saber que no volvería con él.
Se odiaba por tener que aceptar vivir sin él, pero lo hacia y por eso negaba, negaba todo.
No, no estoy enamorada. No, no me gusta. No, no lo extraño. No, no y No.
Y luego las lágrimas caían, cayendo en la realidad.
Pero ahora debía actuar como siempre lo hacía, así que trago su manojo de emociones y actuó como la amiga, o como la que una vez fue su amiga. Él la fue soltando de apoco y no, no quiso separarse, pero debía así que se alejo.
— Gracias, Sasuke. — y sonrió como hace mucho no hacía.
Se sentía cálida, amaba una vez más. Si, él provocaba eso y mucho más en ella. Pero tenía que dejar de sentir. Debía pero ¿contra el corazón quién puede?.
—¿Y tú? ¿pasaste a quinto?
La pregunta salió resbalada de su boca, y cayó una vez más en la culpabilidad, él cursaba con ella pero al romper ella toda conexión hasta la amistad, él simplemente no fue a rendir las materias y termino repitiendo. Sí, ella había causado eso en él, ella lo había lastimado tanto aunque él no lo mostrará, ella lo sabía. Él no respondió, solo ladeó la cabeza, Sakura no supo interpretarlo, le costaba tanto entenderlo ahora, la lejanía entre los dos los había afectado tanto.
—Sakura ya nos vamos, ¿vienes?.
Su amiga la miró en espera de una respuesta, otras de sus compañeras estaban ahí aguardando por ella. Miro a Sasuke y él movió la cabeza como incitándola a irse –aunque fue tan débil como si tampoco quisiera que se vaya– ella se acercó y depósito un pequeño beso en la mejilla de él como despedida.
—Chau.
Y se dio la vuelta para marcharse con sus amigas, lo observo por el hombro una vez más y como hace mucho no hacía, pudo descifrar tristeza en esos hermosos ojos que tanto amaba y quiso llorar.
No quería irse, pero ella ya había hecho demasiado daño, sentía que su castigo era ese, estar sin él. Y aunque pudiera leer un – quedate – en los ojos de él, no lo hizo. Siguió caminando, hasta que salió del gran edificio, se dio la vuelta y contempló el lugar, cinco años, cinco geniales años. Donde había conocido a su mejor amiga, a su mejor amigo, donde había aprendido tanto pero lo más importante lo había conocido a él.
Una pequeña lágrima cayó, y él viento se encargó de borrar los rastros, alzó la mirada y lo vio otra vez, sus intensos ojos ónix clavados en ella, quiso correr y abrazarlo pero todo sería más doloroso, escuchó el llamado de su amiga. Pero antes de irse, movió los labios en un pequeño Te Amo, que él no llego a escuchar pero tal vez, tal vez llego a comprender. Y ella se marchó sin mirar atrás
Tal vez las cosas habían salido mal, tal vez no tuvieron que ser así, pero sucedieron y ella lo llevaría en su corazón por siempre, como una lección como amor, no lo sabía pero lo sentía. Siempre recordaría cada momento pasado con él. Porque él la había hecho tan feliz y estaba segura que él también lo había sido. Guardaría cada recuerdo como parte de ella. Tal vez, si ellos realmente se amaron y aún hay algo, tal vez entonces Destinó los juntaría de nuevo, a eso se aferraba Sakura, a un posible encuentro. A una segunda oportunidad.
Entonces, tal vez esta historia tenga continuación
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