Descargo de responsabilidades: No es de mi propiedad la serie de televisión Nicky, Ricky, Dicky y Dawn como tampoco los derechos de autor en general o cualquier mercancía que de ella se derive. El propósito del siguiente relato es, mera y únicamente, el entretenimiento y de ninguna manera fue hecho con fines lucrativos.


Estaban todos los Harpers en la celda comunitaria de la comisaría de policía del quinto distrito jugando trivia cuando aparece un extraño personaje, vestido en traje de combate completamente blanco del cual el rostro era un respirador y un visor con polarizado de espejo de color amarillo metálico —Viejo, pareces un soldado de nieve de Halo— dijo Dicky pero el personaje ignorando la observación dijo —Familia Harper, tenemos negocios que discutir— acto seguido saca un juego de ganzúas y abre la celda —Por favor salgan, nuestro transporte aguarda afuera— un poco confundidos aceptaron cuando su extraño visitante puso su mano sobre una daga en su cintura. Salieron por la parte trasera donde una camioneta SUV negra los esperaba lista para partir, durante el viaje reinó el silencio más absoluto imaginable.


(En casa de los Harper)

Todos entraron a la sala asustados, ese miedo solo creció cuando vieron a otros cuatro muchachos, tres con rifles de asalto y uno haciendo malabares con cuchillos, los cuatro trajes de con protecciones de Kevlar, uno de ellos estaba sentado en la barra de la cocina junto un maletín de color gris acero en tono mate —Por favor siéntense para empezar con la exposición— todos obedecieron —Muy bien, iré directo al grano; necesito que los cuatrillizos me ayude a robar 83.6 millones de dólares en diamantes, por una comisión del 5% y si quieren saber cuanto es pregúntenle a Ricky— todos se le quedaron viendo —Nos tocaría $1,045,000 a cada uno de nosotros— uno de los compañeros del criminal en traje blanco les aclaro —No, su comisión es del 5% cada uno, ósea 4.18 millones cada uno— los cuatro chamacos se quedaron perplejos y con la boca abierta —Entonces ¿Están de acuerdo?— obviamente los cuatro asintieron —Espera un momento, no puedes llevarte a nuestros hijos así como si nada, tienen apenas 10 años... ¡Tom ayúdame!— le dijo Anne desesperada a su esposo —¡Llamare a los policías!— agarro el teléfono y marco a emergencias, el celular del muchacho al pie de las escaleras timbro —911 ¿Cuál es su emergencia?— Tom colgó y puso al teléfono de nuevo en su base —Voy por ayuda Anne— Tom se encaminó a la puerta, pero se detuvo en seco cuando un cuchillo paso a milímetros de su cabeza y clavándose en la puerta —Sr. Harper, estos caballeros han venido aquí para controlar cualquier visitante inesperado porque confío en que después de ver una pequeña presentación no podrán más peros a mi petición— el muchacho que estaba en la cocina se acerco a la mesa de centro con el maletín, el cual puso en la mesa y lo abrió; adentro del maletín había una especie de computadora o mas bien un centro de comando. Todos aguardaban expectantes cuando la pantalla plana LED de 40 pulgadas de la sala se encendió y mostró varios estados de cuentas —¿Lo reconocen?— ambos padres negaron con la cabeza —Son todas sus cuentas bancarias, fondos de ahorro incluso el seguro de vida y de gastos médicos de su familia, ahora observen— tecleo algo en el maletín y los números de todas cuentas en pantalla empezaron una cuenta regresiva hasta quedar en ceros y lo único que podían hacer era mirar pasmados como todos sus ahorros desaparecían frente a ellos —Ahora están en bancarrota, por lo que tal vez quieran ir vendiendo la camioneta y la casa, tal vez les alcanza para un par de meses pero me temo que hacienda les quitara lo poco que junten porque el próximo mes ya es tiempo de pagar impuestos— Ricky, que había estado callado, por fin hablo —¿Quién es usted y por qué nos hace esto?—¡Oh! Perdonen la falta de modales, ni siquiera me cambiado desde Varsovia y he olvidado presentarme, mis sinceras disculpas por el olor y mi descuido— tecleo algo en el maletín y en la pantalla apareció la página de los más buscados de la INTERPOL...